-𝑐𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑐𝑖𝑛𝑐𝑜
-En la clase de hoy dibujaran a su familia, ¡Ánimo y a trabajar! -Dijo la maestra para luego sentarse en su escritorio.
Cada año, los alumnos tienen que dibujar a sus familias y al final se ve el desarrollo de dibujo que tienen a través de los años.
Habían niños que dibujaban hasta siete personas, Ryujin se preguntaba cómo podían ser tantos, en su familia sólo había una.
Tomó el lápiz y comenzó dibujando a su madre, también pintó un poco de césped y el cielo, incluyendo un sol.
Luego procedió a dibujarse a ella, tomando la mano de Jihyo.
Miró su dibujo, no se sentía satisfecha, sentía que faltaba algo.
O alguien.
Recordó a la castaña, recordó todos los momentos que vivieron juntas y lo feliz que la hacía su presencia.
Sin duda, ella también era parte de su familia.
Rápidamente empezó a dibujarla, la dibujo a su lado e hizo que sus manos se entrelazaran.
Miró nuevamente su dibujo y esbozó una gran sonrisa, satisfecha con el resultado.
-¿Y él quién es? -Preguntó Lía al ver que Ryujin había agregado otra persona a su dibujo.
-No es él, es ella, su nombre es Tzuyu -Corrigió aún contemplando su dibujo.
-¿Es tu tía? -Ahora preguntó Yuna.
-¿Eh? ¡No! Es una nueva integrante en mi familia.
-Oh, es la novia de tu mamá - Lía pensaba que estaba entendiendo la situación.
-Ósea... No... Pero yo si la considero como otra mamá... Así como si fuera mi papá -Trató de explicarse.
Yuna y Lía soltaron un "Aaaah", refiriéndose a que ya entendieron lo trataba de explicar Ryujin.
Ésta última se levantó con su dibujo en mano y fue a entregárselo a la profesora.
-Ryu, ¿A quién agregaste a tu dibujo?-Preguntó curiosamente su profesora, el año anterior Ryujin solo había dibujado a dos personas incluyéndose, pero ahora eran tres
-Ella es mi nueva mamá -Apuntó al dibujo con una sonrisa -Ya veo, puedes ir a sentarte -Le sonrió amigablemente.
La menor fue devuelta a su asiento y esperó a que sus compañeros terminaran para por fin irse a casa.
Ya habían tocado el timbre que indicaba el término de las clases.
Ryujin se dirigió alegremente a la salida de la escuela, hoy iría a buscarla Tzuyu y pasaría tiempo con ella y Chaeryeong en la cafetería.
Estaba en la salida buscando con la mirada a la castaña.
En frente de la escuela había un parque, por lo que le pareció una buena idea esperar a la mayor ahí.
Salió y se sentó en una de las bancas cercanas.
Miraba a su alrededor, habían unos frondosos árboles, en algunos habían pájaros y en otros manzanas.
Habían unos cuántos juegos y niños en ellos.
También habían familias sentadas en el césped conversando.
Pero hubo algo que captó su atención.
Había un padre jugando con su hijo, lo traía en sus hombros y reían bastante, el señor elevaba al menor y éste levantaba los brazos.
A veces si desearía tener un papá, otra persona aparte de su mamá, alguien que la lleve en los hombros, o que juegue videojuegos con ella.
Jihyo no podía hacer esas cosas, trabajaba bastante y llegaba cansada a casa.
Un hombre se sentó a su lado, sacándola de sus pensamientos.
-¿Qué haces aquí sola pequeña? -Preguntó sonriente, sus ojos estaban rojos y desprendía un olor extraño, se veía joven, seguramente no pasaba los treinta años.
No sabía que responder, no conocía de nada al sujeto y no era bueno hablar con extraños.
-Tranquila, puedes confiar en mi -Se acercó un poco más -¿Cómo te llamas?
-Ry-Ryujin -Susurró evitando contacto visual.
El hombre se quedó en silencio un momento.
-Si quieres pode- -Iba a tocar a la menor pero una mano sujetó su muñeca, impidiendo el contacto.
-¿Tienes algún problema con mi hija? -Preguntó desafiante, Ryujin sintió un gran alivio, su mamá estaba aquí.
-¿T-Tu hija? -Preguntó con miedo.
-Piérdete drogadicto -Soltó su mano con fuerza y tomó la mano de Ryujin -Vámonos Ryujin -Dijo suavemente.
La pequeña obedeció y se levantó, aún seguía con la vista baja, después de todo el esperar en el parque no había sido una buena idea.
-Gracias ma- -Iba a agradecerle por salvarla de aquella situación, pero al levantar la vista se dio cuenta que no era Jihyo.
Era Tzuyu.
-Ryujin, no tienes que irte sola por ahí, ese hombre pudo haberte hecho algo -La miró
-L-Lo siento... -Se disculpó apenada
-Ya, no importa, solo no vuelvas a hacer algo así ¿Bien? -Le sonrió amablemente
La menor sonrió y asintió con su cabeza.
No se equivocaba, sin duda alguna, Tzuyu era parte de su familia.
"¿Tienes algún problema con mi hija?"
"Mi hija"
"Hija"
Aquellas palabras rebotaban en la cabeza de Ryujin.
No podía evitar sonreír al recordar a Tzuyu llamarla "hija"
Enserio esperaba algún día llamarla "papá"
-Ryu... Ryu -Llamó por quinta vez Chaeryeong, agitando su mano en frente de la menor para que reaccionara.
-A-Ah, ¿Qué pasa Chaery?
-Te fuiste a otra dimensión... -Rió.
-Oh-Rió igualmente -Sólo me acorde de algo... -Sonrió por lo bajo hasta que recordó otra cosa -¡Ah! ¡Chaery te hice un dibujo! -Empezó a buscar en su mochila.
-¿E-Enserio? -Sus mejillas se tornaron levemente rojas, nadie le había hecho un dibujo.
-¡Sip! -Encontró lo que buscaba y se lo entregó a la menor -Toma, espero que te guste... -Sonrió tímidamente.
Chaeryeong tomó el dibujo y lo contempló.
Casi instantáneamente una gran sonrisa se dibujó en su cara.
El dibujo era un zorro y al lado un mono, también tenía un sol con carita sonriente y estaban en un campo de flores.
-Ryu... Nadie me había hecho un dibujo antes... Y sin duda éste es el mejor primer dibujo que he recibido -Rió un poco.
-No es nada Chaery -Soltó una risa nerviosa -Cuando quieras puedo hacerte un dibu- -No pudo terminar de hablar, su cuerpo se congeló.
Chaeryeong estaba abrazándola.
-Muchas gracias Ryujin...
Su cuerpo reaccionó, sólo sonrió tiernamente y correspondió el abrazo.
-De nada Chaery.
-¿Estaba bueno tu chocolate? -Preguntó la castaña al ver que la menor dio su último bocado.
Ésta última asintió sonriendo.
Iban de camino a casa y Tzuyu le había comprado una pequeña barra de chocolate.
-Al parecer va a llover... -Miró el cielo, estaba nublado por nubes grises.
-Hay que ir rápido a casa -Sugirió Ryujin.
-Tienes razón -La mayor la subió a su espalda, dejándola confundida -Sujétate bien.
La menor soltó una pequeña risa y le hizo caso, Tzuyu empezó a correr, Ryujin cerró sus ojos y disfrutó del viento chocar con su rostro por la velocidad.
En verdad quería hacer esto más seguido, se sentía muy bien.
Llegaron rápido al edificio, subieron al departamento y entraron.
-¿Cómo les fue? -Preguntó Jihyo sonriente.
-Muy bien -Respondieron al unísono, lo cuál las hizo reír.
Tal como había dicho Tzuyu, empezó a llover.
La mayor preparó chocolate caliente y se sentaron en el sofá a ver películas, lo que siempre hacían cuando estaban juntas, tal vez era repetitivo pero eso no le quitaba lo divertido.
Ya era tarde, era hora de dormir.
Tzuyu acomodó su almohada y se cubrió con la manta, tratando de conciliar el sueño.
Sin embargo, un sollozo hizo que abriera los ojos.
Se incorporó en el incómodo sofá y miró hacia
los lados, tal vez lo había imaginado.
Escuchó otro sollozo, eso comprobó que no era parte de su imaginación.
Se dirigió a la habitación de Ryujin.
Vio a la pequeña llorando en silencio, rápidamente se acercó a ella.
-Ryujin, ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? -Acarició su
Cabeza.
La nombrada se lanzó a los brazos de la mayor y siguió llorando, Tzuyu sólo correspondió el abrazo y esperó a que se tranquilizara.
Luego de unos minutos Ryujin ya se calmó.
-¿Por qué llorabas pequeña? -Preguntó sutilmente mientras daba caricias en la espalda de la contraria.
-E-Es que... Cuándo estoy con C- Chaeryeong, mi corazón late muy rápido, ¿Eso significa que no p-puedo estar con ella? ¿Me voy a morir? -Habló asustada.
Tzuyu sonrió enternecida, se notaba que Ryujin tenía mucho por aprender.
-Cariño... No tienes que asustarte por eso -Rió
un poco-Eso es normal, puedes estar con Chaeryeong y no vas a morirte.
-¿E-Eh?
-Tu corazón late rápido cuando estás cerca de ella por que la amas mucho.
-P-Pero, a ti también te amo y mi corazón no late rápido...
Tzuyu iba a morir de ternura ahí mismo.
-No, no -Rió -El amor que tú sientes por Chaeryeong es diferente, ese amor que sientes significa que quieres estar todo el tiempo con ella, quieres saber cómo estuvo su día, quieres que siempre esté feliz y quieres darle muchos regalos -Explicó
-Oh -Entendió -¿Entonces si puedo estar con Chaery?
-Claro que si, de hecho, serás mucho más feliz
si estás con ella, créeme -Le guiñó un ojo.
-Gracias por explicarme Tzu -Le agradeció con un abrazo.
-De nada, ahora duerme -Depositó un beso en la frente de la menor y se dirigió a la puerta.
-Te amo -La escuchó decir.
Se quedó un momento en silencio y sonrió.
-Yo también te amo Ryujin --Sin nada más que decir, cerró la puerta y volvió al sofá.
A diferencia de antes, pudo dormirse enseguida y con una gran sonrisa en el rostro.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro