—¿Tuyo? Ja, no me hagas reír—Eun Woo estaba notablemente molesto y claro que Heeseung también.

—Si, mío y no te vuelvas a acercar a él—Le dijo con fin de terminar la conversación, aunque el tipo no estaba muy dispuesto a eso.

—Tu no eres quién para prohibirme hablarme con Jungwon.—Se acercó peligrosamente a Heeseung dispuesto a buscarle pelea.

—Eun Woo ya basta, basta los dos—Jungwon se separó de aquella mano que lo sujetaba de la cintura.—Y mejor me voy.—Rodo los ojos dispuesto a salir de aquel lugar, sintiéndose raro al sentir que alguien lo seguía, aunque él sabía quién era, pensó para sus adentros que sabía que no había Sido una buena idea salir de la fiesta rumbo a su casa solo, sin nisiquiera avisarle a su hermano.

—Jungwon.

—No, Heeseung.—Le respondió mientras seguía caminando.

—Jungwon escúchame.—Intento parar al seelie de una mano, Jungwon ante ese acto paró volteando a ver a Heeseung quitando la mano de este algo rápido.

—No tenemos absolutamente nada que hablar.

—Si, si tenemos, ¿sabías que ese era un humano?

—Si sabía, y no importa que era o que no, era mi noche, y tú llegaste a joderla—Se cruzo de brazos.

—El tipo quería sobrepasarse contigo Jungwon, ¿no veías eso acaso?—le dijo con un gruñido intermediario, de pensar que ese tipo podía haber besado los labios de tentación que tenía Jungwon lo ponía cabreado.

—Y que si era así, mi hermano me lo presento precisamente para follar con él, ni modo que no me deje tocar Heeseung—Le todo los ojos totalmente molesto, nisiquiera estaba midiendo sus palabras.

El ángel negro nisiquiera respondió, y Jungwon se dió cuenta de lo que había dicho.

—Mejor me voy ya, no molestes.—Se dió media vuelta comenzando a caminar de nuevo pero Heeseung lo detuvo tomandolo de la cintura en un movimiento rápido y juntando sus labios en un movimiento algo prendido y que demostraba bastante posesividad.

Jungwon está vez no intento parar lo que parecía inevitable, talvez porque lo deseaba bastante.

—No vuelvas a decir eso, nadie podrá poner una mano encima tuyo a no ser que ese, sea yo—Gruño en su garganta, apretando su cintura haciendo a Jungwon jadear por lo posesivo que había sonado eso.

—Eres un idiota Heeseung, no se por qué pero eso me gusta—Le dijo entre risas y algunos besos, después de ese beso algo alocado, Jungwon tomo la mano de Heeseung llevándolo hacia su departamento.

Y ahora estaban cerrando la puerta en dónde se desataría definitivamente todo.

—Se que te gustó.—Le dijo tomándolo de los glúteos haciendo que Jungwon enrollara sus piernas en su cadera.

—Que engreído, señor principe.—Le dijo besándole la mandíbula, Heeseung solo sonreía mientras ubicaba la habitación de Jungwon sentandose en la orilla de la cama con Jungwon encima.

No bastaron muchas palabras después de eso, porque los encargados de hablar por ellos eran sus cuerpos, los cuales comenzaron a ser despojados de sus ropas rápidamente.

—Heeseung, tocame.—Le dijo mientras comenzaba a moverse sobre el enredando sus dedos en el cabello de Heeseung mientras esté le besaba y mordía el cuello.

—Te voy a tocar dónde tú quieras Jungwon.—Le dijo mientras pasaba sus manos por el cuerpo del seelie de espalda a cintura y de cintura a glúteos y muslos, aquellos que Heeseung amaba desde lejos, su voz se había vuelto más gruesa y profunda.

Jungwon solo sonrió coquetamente y se dejó apoyar en la cama, su espalda dió con el colchón y Heeseung se posicionó en las piernas de Jungwon, haciéndolo gemir cuando sus miembros ahora descubiertos se rozaron.

—Es muy grande~—Gimio disfrutando escuchar como Heeseung no paraba de gruñir excitado cuando utilizaba palabras tan obsenas cómo esas.

—Y todo tuyo.—Le sonrió ladinamente mientras jugaba con el orificio del ano de Jungwon.

Los dos cuerpos solo se rozaban hasta el momento, con las ganas y todo dispuesto, las incongitas en la cabeza de ambos seguían ahí, por eso mismo no habían podido avanzar.

—Hazlo Heeseung, te quiero dentro mío, ahora—Le dijo de manera demandante mientras le abrazaba por el cuello y enredaba de nuevo sus dedos en el cabello contrario guiandolo a besarse de nuevo.

Heeseung no necesitó más palabras para penetrar el lubricado agujero del pequeño seelie que lo traía como loco.

—Heeseung!~—gimió cuando el ángel negro comenzó con las embestidas fuertes y certeras a su punto débil dentro de él, vaya que le gustaba como aquel pedazo de carne penetraban hasta lo más profundo de él.

Heeseung cambio de posición y dejo a Jungwon apoyado de medio lado y el acostado a espaldas de Jungwon lo abrazo por la cintura alzando una de sus piernas para penetrarlo de nuevo.

—Heeseung!~ oh por el ángel, ahí Heeseung!~—No dejaba de gemir el nombre del otro.

—Mierda Jungwon, tan estrecho.—Le mordisqueo el cuello dejando que Jungwon tirará de su cabello.

—Oh Heeseung!—gimio por última vez en la noche al sentir como expulsaba todo lo que había tenido guardado, junto a la sensación de sentirse llenado por él.

Heeseung dejo de morderle el cuello y dejo un último beso ahí para salir de Jungwon escuchando el ruidito de protesta que este soltó al sentirse vacío, y no duró mucho para que el seelie se voltear recostandose en su pecho descubierto, acariciándolo.

—Eso fue fantástico Heeseung.

—Fue una memorable primera vez, yo sé que si.—Río besando la cabeza del pequeño seelie.

—Engreido.— Río igualmente, no sabía por qué pero se dió cuenta que sus cuerpos congeniaban lo suficientemente bien.

—Hablame de ti Jungwon, quiero conocer todo de ti.—le dijo cerca a su oído.

—Umm, pues, no hay mucho que saber de mi Heeseung, yo no soy interesante después de todo, solo soy el príncipe heredero de los seelies que tendrá que pasar el resto de su vida dirigiendo cada parte del reino con precisión.—Le dijo en un tono algo lastimero.

—Eres más que interesante para mí Jungwon.—Le acarició las puntiagudas y hermosas orejas.—Quiero saber cuál es tu comida favorita, tu animal favorito, quisiera saber que te gusta más, si las rosas rojas o las doradas, que ropa te gusta, todo Jungwon todo.—Le beso la cien.

Acto inconciente que hizo que el corazón del seelie se disparará de una manera que nunca había experimentado.

—¿Enserio quieres saber de mi Heeseung?—Le dijo mirándolo con sus preciosos ojos de lucero.

—Si Jungwon, juro por el ángel que intentaré ser eso que buscas en la noche oscura.

—Umm, si quieres saber de mi tendrás que follarme de nuevo.—Rio con una sonrisa coqueta en la cara.

Que bien había disfrutado esa noche sin pensar en aquello que le traería.

El momento que yo estaba esperando KAHAJAJAJAJAJ 👹.