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𝗖𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝗧𝘄𝗲𝗻𝘁𝘆-𝗙𝗼𝘂𝗿

𝑽𝒐𝒕𝒆𝒏 𝒚 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆𝒏. 𝑷𝒐𝒓 𝒇𝒂𝒗𝒐𝒓, 𝒆𝒗𝒊𝒕𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒔𝒆𝒓 𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒇𝒂𝒏𝒕𝒂𝒔𝒎𝒂𝒔

⚝──⭒─⭑─⭒──⚝



Las festividades de navidad (Yule) y año nuevo pasaron sin muchas complicaciones. Enero se alzo por todo lo alto y ya todos los estudiantes de Hogwarts se preparaban para regresar a sus clases.

Por su lado, Rose Mary estaba más que encantada de regresar, pues los sanadores habían dado el visto bueno con respecto a las mejoras de su salud y eso significaba que volvería a culminar el año lectivo dentro del castillo, junto a su hermano y amigos que había hecho en los últimos meses.

Ommy saltaba de emoción por la pelirroja y la ayudaba a preparar el baúl de su regreso a clases. Incluso Anthony le comentaba sentado en una esquina que le alegraba saber que ya estaba mejor, pues si había estado preocupado durante los últimos tres meses.

─¡En serio Rosie!─ Exclamaba el chico mientras reía.─ He estado preocupado por ti.

Rose Mary rodaba los ojos.

─Claro, tan preocupado que pasaste todo Diciembre en casa de los Mulciber.─ Anthony se encogió de hombros y sonrió.─ Ya idiota; ¿tienes tu baúl arreglado?

─Ommy lo arreglará por mi, ya sabes.─Respondió─ Igual, si olvidase algo, Yafti vendría a buscarlo y me lo llevaría. Solo tengo que pedírselo.

─Deja de aprovecharte de Yafti y Ommy.

Anthony bufó.

─Por favor, ellos están más que encantados de servir para eso.─Rose gruñó y lanzó uno e sus zapatos de uniforme al chico, haciendo que se cubriera con las cortinas de la ventana más cercana a su posición.─ ¡Oye! 

─Sal de mi habitación ¿quieres?

─No, no quiero.─Se burló el mellizo mayor.

─No era una orden.

Poniéndose de pie, la pelirroja se lanzó contra su hermano y ambos comenzaron una guerra de cosquillas y leve jalones de cabello y brazos. Entre risas rodando por el suelo, y buscando escapar del otro. Como dos niños chiquitos que disfrutaban de su compañía.

Y así los encontró Ommy, quien mantenía  una leve sonrisa en su rostro mientras esperaba que ambos jovenes se calmasen, para poder llamar la atención del muchacho.

─Amito Anthony, su padre lo llama a su despacho.─ El chico asintió, permitiendo que la elfina desapareciera mientras se ponía de pie.

─Bueno Rosie, el deber del heredero llama, no olvides empacar tu ropa interior eh. ─Huyó de la habitación de su hermana, escuchando un fuerte "¡Anthony Yaxley!" bastante indignado detrás de él.

Minetras se dirigía al despacho de su padre, su expresión de felicidad y postura relajada se fueron endureciendo, levantando sus muros de oclumancia para no caer en las provocaciones que su padre podría insinuar con respecto a las últimas reuniones oscuras a las que habían ido.

El castaño aún podía escuchar en sus oídos la estridente risa de Bellatrix Balck, ahora Lestrange, causando que se estremeciera de sobremanera.

Tocó la puerta al llegar, conteniendo la respiración lo más que podía mientras le era concedido el permiso de pasar. Observando como su padre le extendía la mano a uno de los sofás cerca del escritorio. 

─Padre.

─Anthony, necesito una opinión de tu parte, hijo mio.─ El chico respiró con fuerza, observando el pergamino que le era extendido. 

Abrió los ojos sorprendido y levanto la vista al hombre, quien apoyando su barbilla sobre sus manos entrelazadas, con los codos encima del borde del escritorio, esperaba una respuesta concisa a lo que le extendía.

─¿Y bien? ─Profirió el hombre.─ ¿Tienes algún candidado factible?

─Padre, Rose no estará de acuerdo. ─Lord Yaxley se cruzó de brazos, levantando una ceja curiosa a su heredero.

─No te pregunto por la opinión de tu hermana. Quiero la tuya. Será tu primera tarea como futuro Lord Yaxley. Velar por el nombre de tu hermana.─ Dijo señalando con su mano el pergamino ahora en mano de su hijo.─ Lamentablemente, Abraxas no tiene un segundo hijo al que seleccionar, y prefiero mil veces alejar a los Blacks después de la deshonra de su hijo mayor. El segundo por otro lado. Lady Black ya tiene planes para él. 

Anthony volvió a dirigir su vista a un punto vació en el pergamino, tragando fuerte mientras su mente trabajaba con rapidez. ¿A quién podía ofrecer? Rose lo odiaría por esto, pero su padre tenía un punto a su favor. Era su obligación como futuro Lord Yaxley, el velar por el honor y renombre que su hermana tendría na vez acabaran su educación mágica.

─¿Y bien?─ Insistió el hombre.─ En lo personal, me agrada el segundo de los Lestrange. Sé que Corvus aún no lo ha comprometido.

Anthony negó.─No, Rabastan, no es la mejor opción.

─¿Qué tal tus allegados más cercanos? ¿Avery, Mulciber, Montague, Rosier?─ Anthony volvió a negar. ─Eres muy amigo también el niño Snape.

─Snape es mestizo.─ El mayor hizo una mueca.─ Aunque se está ganando el favor del gremio de pocionistas. No es alguien de renombre y hundiría a Rosie con él. ─Lord Yaxley asintió a lo dicho con expresión pensativa.─ Podrías posponerlo, o convencer a Lady Black.

Edgard Yaxley era un hueso duro de roer, negaba a la petición indirecta de su hijo de aplazar el contrato matrimonial que correspondía a su hija por ejecutar; más pensativo fue descartando cada candidato que hubiera tenido en mente. Por más que quisiera aceptar el rogarle a Lady Black por formalizar con su segundo hijo; lamentablemente no podría llevarse a cabo, pues su hija era mayo que él, y al graduarse se pondría en duda su fidelidad a su prometido, por edad y separación gracias a los estudios del más joven.

Anthony estaba que temblaba, deseaba con todas sus fuerzas negarse a su padre, pero no tenia poder para hacerlo. Su único voto era postular a quien desposaría a su hermanas en un tiempo de corto plazo, pues ya regresaban a Hogwarts, y la graduación sería en menos de cinco meses. Terror le causaba el silencio de su padre, pues lo notaba pensativo y posiblemente cuestionando a cada heredero o segundo hijo que a su edad, podría ser un prospero marido para su hermana.

─Anthony...¿Tiberius Nott, está en tu año?─ El castaño asintió. ─Retírate y llama a tu hermana.

─Pero papá-.─ Interrumpido por su padre, el chico asintió.

─Dile que es de suma importancia que esté aquí presente.

─Si padre.

Anthony se retiró del lugar, después de entregarle el pergamino a su padre y ver de reojo como tomaba la pluma y tinta para escribir en él. Sus pies se sentían pesados mientras caminaba a la habitación de su hermana y abría la puerta en silencio.

La pelirroja estaba inclinada sobre el balcón de su ventana, despidiendo a su lechuza; quien llevaba una carta sellada. Ya imaginaba para quien era. Más no opinaría nada, su padre se encargaría de esa roca en su camino.

─Rosie, papá tiene excelentes noticias, quiere darte una sorpresa de regreso a Hogwarts. Me pidió que te dijera que fueras a su despacho.

Los ojos celestes de la pelirroja brillaron de emoción causándole incomodidad, mientras salía apresurada de su habitación y él la seguía un par de pasos más atrás.

─¿Padre tiene una sorpresa para mi, Tony?─ Él asintió cuando ella se giró a verlo.

─Si, te encantará.

Ella sonrió, abriendo la puerta del despacho una vez llegaron; caminando al sofá donde su hermano antes se había sentado; Anthony quedándose de pie detrás del mismo, colocando su mano como apoyo en el hombro de la joven.

─Rosie, mi pequeña flor de jardín. ─Ella dejó de sonreír al escuchar a su padre.─ Con tu hermano, velamos por tu seguridad y bienestar moral. ¿Lo sabes, no?

Ella asintió, dirigiéndole una mirada a su hermano, que impaciente, miraba hacía la pared detrás de su padre.

─Mi querida niña. A partir de ahora, tu regreso a Hogwarts será más gratificante; pues acabo de firmar un acuerdo nupcial con la familia Nott.─ El hombre le sonreía a la pelirroja, ignorando que el brillo en los ojos azules de su hija iba desapareciendo poco a poco. ─ A partir de ahora, estás comprometida con el heredero Tiberius Nott. Fijaremos la fecha de la boda con ellos, pronto.  ¿Entendiste?

Rose miró de nueva cuenta a su hermano, sintiendo como este apretaba su mano en su hombro y evitaba que se levantara de su asiento. Habían sellado su vida sin pedir su opinión al respecto.

¿Pero qué quería ella en realidad?

Parecía no saberlo ahora.

─¿Rosie? Pregunte si quedó claro.

─Entendido padre.

James estaba que rebotaba de la ansiedad en su asiento en el compartimiento del tren. Había pasado el resto del Diciembre escuchando a su madre lanzarle indirectas de que invitara la chica que le gustaba a la casa; así como de presentarla el día de su graduación. Preferiblemente en las vacaciones de pascual, para poder conversar con comodidad entre todos.

Peter estaba frente a él comprando algunas ranas de chocolate a la señora del carrito, mientras que Sirius y Remus estaban acurrucados uno al lado del otro bajo una manta cerca de la ventana del compartimiento. Esos dos se tenían ahora más confianza desde que el de cicatrices había pasado navidad con ellos; James había sorprendido varias veces a Sirius colándose en la habitación del licantropo. Pero no lo juzgaba. Él había ido más lejos y había puesto su cuello en juego por una buena causa. 

Incluso, si le daban el permiso; se llevaría a su rosa de aquella Mansión de ambiente tan pesado.

Estaba ansioso, si. Pero porque quería ir a ver a la joven, y para ello, tenía de excusa la reunión entre los prefectos y premios anuales. Pasaría al vagón de las serpientes a buscar a la chica antes de instalarse al frente del tren con los prefectos y empezar la charla de ese recorrido.

Peter lo observó y siguió eligiendo con fingida duda más dulces del carrito, pagando después de quince minutos. Donde la mirada de su amigo de lentes, era de incredulidad y ganas de pegarle. Abrió su rana de chocolate y se la llevó a la boca con paciencia. Ignorando la indignación del Potter mientras leía el cromo repetido que había estado en el dulce.

El carraspeo del chico lo hizo subir la mirada e inclinar la cabeza con fingida inocencia.

─¿Si Prongs, en qué puedo ayudarte?

─¿Compraste algo para mi? ─El bajito negó.─ ¿Por qué tardaste tanto?

─Quería ver si habían cosas nuevas.

─¿Las había?

─Nop.

─¡PETER! 

El merodeador rió alto, siendo pateado por Sirius que se acurrucaba más en Remus y gruñía por lo bajo. James terminó por robarle unas plumas de regaliz a su amigo y salió del compartimiento camino al vagón de Slytherin.

Mientras se acercaba un escalofrío en su nuca lo hizo detenerse, de la nada había sentido tambien un ligero calambre en la boca de su estomago y subía a su pecho.

《Algo anda mal...Muy mal》 Pensó mientras retomaba el camino, abriendo la puerta del vagón de las serpientes para adentrarse en el. 

Mientras buscaba a los prefectos de la casa verde y plata se detuvo por un instante al visualizar una potente mota roja a través de una de las ventadas de un compartimiento. Debía ser Rose.

Tocó la puerta con suavidad y ella en definitiva le abrió, pero no le sonrió. Sus ojos estaban apagados y acuosos. Ella retrocedió y le permitió pasar, cerrando la puerta tras de sí, con la mirada baja y en silencio.

《Algo le pasa... Algo malo le pasa》Mientras más silencio guardaban, más fuerte se hacía el mal presentimiento de James. Por un momento logró observar como la chica comenzaba a sollozar, por el movimiento de sus hombros. Se puso alerta de inmediatamente, tomándola en brazos y dejando que ella llorase en su hombro, aunque no entendía que ocurría.

─Mi Rosa, ¿qué te pasa? ─Preguntó cauteloso, sintiendo como se aferraba más a él.

─James...E-Es terrible.─ Murmuró ella entre lagrimas, negándose a que le viera el rostro.

─¿Qué ocurre? Preciosa, si es algo difícil para ti, pronto se solucionará. ─Sintiendo como se volvía a ferrar a él. Suspiró. ─¿Se puede solucionar, no?

Rose alejándose, negó.

─James...No creo que sea algo que se pueda solucionar a la ligera. ─Comentó limpiando sus lagrimas con un pañuelo que le extendía el muchacho.

Él tomó sus manos, besando el dorso de ambas antes de tirar de ella hacía su cuerpo y besar su frente con dulzura.

─Si está en mi poder ayudarte, lo haré. Mi Rosa. ─Le sonrió, acunando su rostro con sus manos antes de besarla.

Los separó el sonido de la puerta abriéndose de golpe y un fuerte "diffindo" cortando el silencio posterior. La mejilla de James sufrió un corte algo profundo que le arrancó un fuerte grito a la muchacha; quien apresurada trataba de parar el rocío de sangre que salía del rostro del castaño.

─Potter, aléjate de mi prometida. ─James giró el rostro aún con las manos de Rose Mary sobre su herida. ─Es mi primera advertencia y espero que la última.

Tiberius Nott, junto con Anthony Yaxley, Mulciber y Montague estaban frente a ellos. Dos sonriendo de forma burlona, uno con la mirada fija en su hermana; el otro llevaba la varita en alto y afirmaba sus palabras con una ceja arqueada.

─Rosie, ven. ─El Yaxley tomó rápido la mano de su hermana y comenzó a limpiarle las manos.

Rose Mary se soltó de su agarré y miró al Potter con dolor, atravesando el pasillo en dirección al baño.

James entendió de donde provenía su mal presentimiento.

Le habían robado a su rosa.

Poco le importaba que su túnica después estuviera pegajosa de su sangre o su cuello gracias al corte en su mejilla. El dolor que le provocaba tener los puños firmemente apretados y su corazón siendo aplastado por el dolor en los ojos de Rose Mary, era incluso más agonizante.

Salió del compartimiento empujando a Nott con su mano manchada de rojo, importándole poco que el contrario no llevase su túnica y le hubiera ensuciado la pulcra camisa blanca, literalmente se limpiaba la sangre en la blanca tela. Su mano jaló con fuerza la corbata del Slytherin y se la pasó por el corte, como si de un pañuelo se tratase, mientras lo observaba de cerca con el entrecejo fruncido.

─Nott, ya estamos grandecitos para andar amenazando a la gente por tonterías...Pero estás en tu derecho. No es mi culpa, que tu futura esposa, ni siquiera antes de llegar al altar piense en estar contigo. ─Nott gruñó y James sonrió. ─Tenlo en cuenta compañero...Que a la mínima oportunidad, habrá huido entre mis brazos.

Y con ello se alejó, dándoles a espalda a las serpientes quienes lo observaron en silencio.

─Por cierto, 75 puntos menos para Slytherin, por portar un uniforme sucio; y levantar la varita contra el premio anual. Le pasaré la noticia a Sluggy no te preocupes. ─Les guiñó el ojo a los presentes y se retiró por completo del vagón.


𝑽𝒐𝒕𝒆𝒏 𝒚 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆𝒏. 𝑷𝒐𝒓 𝒇𝒂𝒗𝒐𝒓, 𝒆𝒗𝒊𝒕𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒔𝒆𝒓 𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒇𝒂𝒏𝒕𝒂𝒔𝒎𝒂𝒔

⚝──⭒─⭑─⭒──⚝

CHAPTER 24 IS HERE

OMG, no esperé llegar a esto  y como regalo lo he hecho más largo de lo que acostumbro.

Quizás todos los próximos capítulos sean de esta forma. POSIBLEMENTE

En fin. ¿Qué tal les va pareciendo?

Les hago una pregunta.

¿A quién odian o aman más?

Quiero leer sus opiniones.


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