𝑽𝒐𝒕𝒆𝒏 𝒚 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆𝒏. 𝑷𝒐𝒓 𝒇𝒂𝒗𝒐𝒓, 𝒆𝒗𝒊𝒕𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒔𝒆𝒓 𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒇𝒂𝒏𝒕𝒂𝒔𝒎𝒂𝒔

⚝──⭒─⭑─⭒──⚝

El viernes pasó sin problema alguno. La última clase del día fue adivinación; nuevamente. Tocaba entre las dos casas rivales de verde y rojo. La profesora de ese año era la vidente -supuestamente- Elistoria Von Trier. Una mujer algo safada de la cabeza, que prefería usar inciensos de vainilla y lavanda en toda el aula cuando la clase estaba activa.

Había ordenado que este último año, se mezclarian entre todos, dando predicciones a sus compañeros de casa para promover la curiosidad y la unidad entre las casas.

Sirius Black estaba sentado, como siempre. Junto a James; en la misma mesa, eran compañeros de Rose Mary Yaxley y Emeret Avery. Era bien sabido que los tres chicos estaban a nada de tirarse las cartas a la cara.

La única que parecía concentrada en la clase, era la misma Rose Mary. Que leía su libro de adivinación con tal predilección. Mientras barajaba con sus manos, el mazo de cartas doradas que había comprado en Diagon.

—Bien, clase. Hoy harán predicciones para sus compañeros. Son cuatro por mesa. Cada uno le leerá una predicción de las cartas a sus compañeros, teniendo en total. Tres por cada uno. Doce predicciones. —Todos hicieron una mueca ante la idea de la profesora. Quién sentada en posición de indio, enfoca su vista en la bola de cristal que tenía en frente. —Comiencen por favor.

Sirius codeó rápidamente a James, señalando con la mirada a Avery, quién le pedía a Rose Mary que le leyera las cartas. James rodó los ojos por la cara de estúpido que tenía en Slytherin ante la sonrisa de la chica.

Ella asintió gustosa. Entregando el mazo bajo la atenta mirada de los dos Gryffindors. El chico sacó tres cartas. El juicio, la muerte de cabeza y el rey.

Rose Mary quién revisaba su libro, se perdió de la vista confundida de los tres chicos, que veían las cartas. Conocían, por años anteriores desde haber tomado la clase optativa, que podría significar esa lectura un mal presagio, dependiendo de la interpretación de la pelirroja.

—Joder, Avery. Te vas a morir. —Susurró Black viendo las cartas. Para luego juntar las manos y cerrar los ojos. —Que se haga Merlín bendito. Te lo pido.

—¡Black! Deja de jugar, mierda.

James comenzó a reírse, por lo que decía su amigo y por la cara asustada del chico. Justo antes de que Rose Mary volviera su vista a las cartas y exclamó extasiada.

—¡Ajá! No. Black está equivocado. —Los tres la vieron confundidos. — O bueno, esta es mi interpretación. Si, podrías pasar por un momento caótico en tu vida, un momento de gran peligro gracias a tus decisiones y las influencias conjuntas que seduciran tu consciencia para que esto te ocurra. Pero al mismo tiempo, la muerte al revés, con el rey. Significa un tiempo de conexión entre tú núcleo y tú. Buscando redimir aquel mal que te acecha constantemente.

Avery suspiró algo más satisfecho, mirando con burla a Sirius.

—Bueno. Quizás y si te vas a morir de una forma pública. —Volvió a mencionar la pelirroja, logrando que los tres chicos se vieran entre ellos.

—Se lo dije. —Susurró Sirius a su amigo, encogiéndose de hombros.

James rápidamente tomó el mazo y comenzó a barajar. Más atento a la discusión entre Sirius y Avery sobre quién se iba a morir de la forma más estúpida. Sobre todo cuando ambos agarraron los mazos y comenzaron a lanzar predicciones cada vez más estúpidas.

—Yaxley. ¿Me lees mis cartas? —La pelirroja asintió, esperando a que sacara más tres cartas correspondientes.

James miró lo que iba poniendo en la mesa con atención, una rosa con espinas negras; un corazón atravesado con una espada y la carta de la luna llena.

El mazo de Rose Mary. Era algo especial, estaba mandado a diseñar para lanzar sus lecturas con diseños poco comunes. Contaba con cinco cartas raras doradas, y cuarenta plateadas. Las que James había sacado, eran tres de esas doradas.

La pelirroja sonrió mientras leía el libro y comenzó a darle su predicción a de los lentes.

—Bueno, aquí dice que. La rosa y el corazón anuncian la llegada de un nuevo amor. Uno que no esperabas, tras el rechazo o la pérdida de un ser muy amado por ti. —Ella señalaba ambas cartas al momento de hablar. —Las espinas alrededor de la rosa simbolizan la dificultad que tendrás para alcanzar ese amor y la espada en el corazón. Una traición próxima. Por otro lado, la luna anuncia la prosperidad en dichos momentos. Es decir, que al menos. Todo saldrá bien para ti al final.

James observó anonadado como la pelirroja hablaba de su romance. Por otro lado, a lo que ella predecía. Relacionaba la rosa con la Slytherin que tenía sentada al frente, el corazón con espada a la pérdida y traición que había sentido de parte de Lily.

Sirius por otro lado, había dejado de prestar atención a Avery, y mantuvo los ojos fijos en los otros dos. Escuchando la predicción de la chica y cómo James sonreía al verla hablar sobre un posible romance.

Bufó por lo bajo y rápidamente chasqueó los dedos frente a su amigo, llamando su atención.

—Yo tengo una mejor interpretación a esa predicción. —James miró a Rose Mary y negó rápidamente.

—Pads, no creo que sea-

—Dejame hablar. Yo allí veo que conseguirás un amor posible, pero al mismo tiempo te hará mucho daño con planes de destruirte en tu mejor momento. -— En la mesa, mantuvieron el silencio mientras Black se cruzaba de brazos, observando a la pelirroja.

Rose Mary volvió a ver las cartas, y luego fijo su vista a los ojos grises del Black, preguntándose a que se refería. Aunque era una interpretación posible; parecía que lo decía por otra razón.

James miró a Sirius fijamente, tratando de descubrir a qué se refería con eso. Había sido muy específico con sus palabras, y su seriedad al hablar lo había sorprendido.

Normalmente los dos Gryffindors no se tomaban en serio la clase de adivinación. Pero esa tarde, la tensión entre ellos era tal, que se podía cortar con una daga.

Sirius mantenía su vista fija en la pelirroja; con su rostro tan serio como podía; no confiaba en ella. Mucho menos al haber escuchado aquella conversación que esta mantenía con su hermano. Pero había visto el brillo inconsciente en los ojos de James. Conocía ese brillo. Era el mismo que había adquirido cuando declaraba que Lily Evans era el amor de su vida.

James carraspeó levemente y volvió a tomar el mazo, entregándole a su amigo.

—¡Pads! Déjame predecir tu futuro…

Al salir de la clase. La pelirroja bajaba con cuidado las escaleras de la torre, se había quedado a último para limpiar su zona de trabajo y recogerse el cabello.

Al llegar al final, se encontró siendo casi estampada a la pared por una nota de color rojo y cabellos negros. Por el golpe había cerrado los ojos fuertemente. Y había abrazado su mochila por reflejo, sacando su varita al instante.

Una risa la hizo abrir los ojos y se encontró con el Black; quién burlón se reía de lo pequeña que se veía.

—Black..¿Qué te ocurre? ¡Me has dado un susto de muerte!

El viró los ojos, acercándose más a ella para ponerla nerviosa, frunciendo el ceño en el proceso, antes de apuntarla con un dedo.

—No me creas estúpido Yaxley. Sé lo que planeas. —Ella lo observó algo incómoda por el acercamiento y confundida por su afirmación. —Te he escuchado con el bastardo de tu hermano, en el invernadero

Rose Mary jadeó sorprendida y comenzó a negar rápidamente. Ya entendía a que se refería el chico. Era un completo malentendido.

—¡No! ¡Escuchaste mal! Jamás me atrevería a hacerle algo. —Sirius resopló golpeando la pared a un costado de su rostro, sacándole un pequeño grito. —¡Black!

—¡Te dije que no me creyeras estupido Yaxley! Sé lo que oí. Parecías muy segura de lo que tú hermano te ordenaba. —Ella volvió a negar, empujando al chico para que se alejara de ella.

—¡Pues has escuchado mal entonces! ¡No te creo estúpido Black, pero si quieres pelear con alguien! . ¡Pelea con tu maldito reflejo! —Con un empujón más fuerte, salió del agarre del Gryffindor. Caminando rápido a las mazmorras.

Sirius soltó una carcajada mientras metía sus manos en sus bolsillos. Había podido ver de cerca la determinación de la chica para alejarse de él. Era una bruja alerta y poderosa, lo supo desde el momento en que la punta de la varita de la chica se clavaba insistentemente cerca de una de sus costillas.

Al salir de la torre de adivinación, giró el rostro para ver a Remus cruzado de brazos observar cansado a su persona. Acercándose a él, se sentó en el alféizar de la venta a un lado del castaño.

—¿Lograste lo que querías, Sirius? La ví correr de aquí.

Sirius asistió. Acomodando su cabello haciéndose el desentendido.

—Solo fue una pequeña charla. Nada importante Moony. ¿Prongs? Pensé que estaría aquí contigo y Wormtail.

Remus negó.

—Ambos fueron a las cocinas. James dijo algo de preparar buñuelos y Peter se ofreció a ayudarle.

—¿Por qué querría preparar buñuelos? Mamá Euphie aún le hace el desayuno de huevos sin yemas, porque sinó no come. -—Lupin hizo una mueca. Negando divertido.

Si, donde fuera. Eso sonaba a James bebé Potter.

—¿Crees que Peter rescatara algo de lo que James está cocinando?

—No lo sé Pads. Pero espero que al menos, no dañe los chocolates que pedí a los elfos por la mañana. Se veían deliciosos.

Observaron tranquilamente el ventanal. Cada uno pensando en situaciones muy distintas.

𝑽𝒐𝒕𝒆𝒏 𝒚 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆𝒏. 𝑷𝒐𝒓 𝒇𝒂𝒗𝒐𝒓, 𝒆𝒗𝒊𝒕𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒔𝒆𝒓 𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒇𝒂𝒏𝒕𝒂𝒔𝒎𝒂𝒔

⚝──⭒─⭑─⭒──⚝

Nadie:

Yo: Mira Black, aléjate de mí florecita

La historia comienza a entrar en el romance justo y necesario; pero ante la calma. Hay siempre una tormenta.

¿Qué pasará más adelante?

¿Qué tiene que ver la conversación de Anthony con Rose?