XVIII
━━━━━━✧Sasuke Uchiha✧━━━━━━
Ingresé a la cocina de mi departamento, siendo seguido unos cuantos pasos detrás por Kaito. Le mandé una mirada para que cerrara la puerta, y aunque eso no evitará que Hanabi nos vea, por lo menos le dificultará un poco escuchar nuestra conversación.
―Huh... ¿m-me das un vaso de agua? Por fav-...
―No.
Él pareció desconcertarse un poco ante mi respuesta, pero no siguió insistiendo más con el tema. Me tomé un segundo para analizarlo nuevamente con la mirada, lo cual supongo que lo incomodó un poco, ya que desvió la mirada hacía la pared.
Bueno, supongo que es momento de empezar.
―Quieres conocer a la quinta Hokage ―afirmé, a lo que él asintió mientras me observaba de reojo―. Entonces... podríamos decir que es tu más grande sueño.
Él titubeó un poco, para finalmente negar―En realidad no, pero sería una buena experienc-...
―Agh, ¿quieres conocerla o no?―gruñí, haciéndolo sobresaltar un poco. Asintió con la cabeza de forma nerviosa, frunciendo sus cejas―. Bien, te ayudaré con eso.
Mi respuesta iluminó momentáneamente su rostro, ya que seguro se esperaba una negativa de mi parte. Embozó una patética sonrisa, a lo que yo correspondí con una mueca de asco―¡Muchas grac-...
―Pero... tú me harás un favor a mi. Sino, no hay trato.―lo corte, haciendo que su sonrisa se desvaneciera al instante.
Su rostro ahora reflejaba genuina confusión, acompañado por el común nerviosismo que tanto lo caracterizaba―¿Qué clase de favor podría hacerle yo?
Ay Kaito, muchos más de los que crees.
―No será difícil, tranquilo ―hice un ademán con mi mano, pero eso no pareció relajarlo en absoluto―. Quiero que tengas una cita con mi compañera de equipo.
Si, ya se lo que están pensando. Sasuke es un genio, ¿no?
Si Kaito sale con Sakura, es probable que ambos logren congeniar, lo cual hará que mi fastidiosa compañera se olvide de una vez por todas de mi. Hiashi no podrá llevar a cabo el compromiso porque el novio estará enamorado de otra, lo cual dejará a Hanabi completamente libre de aquel problema.
Y luego de eso, solo tendré que preocuparme por dos insignificantes detalles. Los cuales aún no se como solucionar, pero ya se me ocurrirá algo.
―¿Por qué quieres que haga eso?―pregunta al fin, haciéndome salir de mis pensamientos.
―¿Necesitas una razón? Hazlo y ya ―rodé los ojos fastidiado, a lo que él frunció el ceño como respuesta―. Relájate, ella es... perfecta para ti.
Eso último lo digo en serio, creo que ambos podrían llevarse bien. Tal vez no se note mucho, pero si me preocupa un poco la vida de Sakura, y jamás la haría salir con alguien si no tuviera la certeza de que terminará bien.
―Y-Yo... no creo que eso sea correcto ―susurra, bajando la mirada―Hiashi-sama me trajo a Konoha para que conviviera con Hanabi, no para que saliera con otras chicas.
Agh, ¿por qué se empeña en hacerlo todo tan difícil?
―Esta chica es alumna de Tsunade, tómalo como una cita de... estudios, si ―sonreí internamente ante mi maravillosa excusa, cada día me sorprendo más a mi mismo―. Además, no me vengas con que ahora te gusta Hanabi o algo así.―bufé, cruzándome de brazos.
Mi ceño se fue frunciendo a medida que los segundos pasaban, ya que seguía sin recibir una respuesta concreta de su parte. Clavé mis ojos sobre su rostro, tratando de descubrir que demonios pasaba por su cabeza. El sonrojo en sus mejillas terminó por confirmar mis desagradables sospechas, y tuve que usar mucha fuerza de voluntad para no golpearlo justo ahora.
―No te gusta, ¿o si?―gruñí, ya harto por toda esta incertidumbre.
Él levantó nuevamente la mirada, frunciendo momentáneamente los labios antes de contestar―Me agrada. No la conozco lo suficiente para saber si es interés romántico o no, pero... sospecho que si lo es.
━━━━━━✧Hanabi Hyuga✧━━━━━━
―Agh, este departamento es tan aburrido ―mascullé, terminando de observar los alrededores con fastidio―. Estúpido Sasuke, no hacía falta que cerrara la puerta de la cocina.
Ya se estaban tardando mucho ahí dentro, y dudo que estén aprovechando el tiempo para afianzar sus lazos de amistad. Me gustaría poder espiarlos con mi Byakugan, pero no lo veo moralmente correcto, además, sería aburrido solo verlos sin escuchar lo que dicen.
Debería aprender a leer los labios. Eso me haría imparable.
Por estar divagando en mis pensamientos, no logré escuchar cuando la puerta de la cocina fue abierta. La figura de Kaito se plantó frente a mi, obstruyendo la luz que desprendía la lámpara y llamando al fin mi atención―Creo que ya podemos irnos.
Torcí los labios mientras analizaba su rostro. Se veía sumamente tranquilo, lo que significaba que Sasuke no le había dicho nada malo―¿Todo bien?, ¿en qué quedaron?
―Dijo que lo haría sin recibir nada a cambio.―responde, haciéndome fruncir el ceño.
Eso no suena como algo que Sasuke diría.
―¿Seguro?, ¿no te hizo firmar algún papel donde inconscientemente le cedes tu alma?―cuestioné desencajada, observandolo con una ceja alzada.
―Que simpática ―escuché hablar a Sasuke, e inmediatamente me giré a verlo. Desvió la mirada cuando nuestros ojos se conectaron, lo cual me hizo fruncir el ceño confundida―. Ya conseguiste lo que querías, puedes irte.
Huh, no se ve muy feliz justo ahora.
Me levanté de mi asiento para acercarme un poco y preguntarle que le sucedía, pero al verme caminar se echó hacía un lado, como si estuviera esquivándome―¿Qué te pasa?―cuestioné, frunciendo los labios.
Él bajó momentáneamente la mirada, soltando un ligero suspiro―Estoy cansado, quiero dormir.
Lo observé poco convencida. Hace rato no se veía tan cansado como dice estar ahora, pero se que insistirle con el tema no ayudará mucho, y lo mejor será dejarlo solo para que aclare sus ideas―Bueno, huh... ¿quieres ir a comer mañana? Podemos ir a-...
―Estaré ocupado ―me corta, dejándome con las palabras en la boca―. Pero gracias.
Entreabrí los labios, sin saber que más decir ahora. Su respuesta―por más sorpresivamente educada que fue―me hizo sentir bastante desanimada. Si, Sasuke normalmente era así, e incluso mucho peor. Pero desde hace tiempo puedo sentir como su comportamiento cambia un poco cuando está conmigo, y aunque la diferencia es minima, me hacía sentir extrañamente especial. Pero supongo que no debí hacerme muchas ilusiones con eso.
―Hmm...―musité, saliendo de mis pensamientos―. Está bien, descansa entonces.―murmuré, recibiendo un asentimiento como respuesta.
No me gusta esto.
―¿Estás seguro de que Sasuke no te dijo nada raro?―insistí, observando a mi acompañante con cierta desesperación.
Él simplemente volvió a negar con la cabeza, haciéndome suspirar resignada―No lo hizo, puedes dejar de preocuparte tanto.
Asentí de mala gana, dejando caer mi cuerpo en la superficie de mi comoda y adorada cama. No habían transcurrido ni tres horas desde que abandonamos el departamento de mi malhumorado amigo, pero seguía sin sacarme de la cabeza su extraño comportamiento.
―Hmm, los hombres son tan extraños ―suspiré, para luego mandarle una mirada de reojo a Kaito―. Sin ofender, tú eres el más normalito que conozco.
Él sonrió ante mi comentario, pero no emitió respuesta alguna. Seguramente estaba ocupado imaginando como sería su primer día en el hospital, lo que me hizo recordar que tengo la mañana completamente libre.
Hmm, ¿qué era lo que hacía con mi vida antes de conocer a Sasuke? Porque tal parece que ya no quiere estar conmigo.
Estúpido Uchiha. Ya me había acostumbrado a su aburrida presencia.
―Kaito...―lo llamé, haciendo que musitara un sonido para que continuara―. ¿Estás cien porciento seguro de que Sasuke no te dijo nada raro?
Él suspiró pesadamente, cerrando el libro que seguramente sacó mientras yo divagaba mentalmente―Define; raro.
―Hmm, ¿anormal? No se, tú eres el inteligente en esta habitación.―refunfuñe, ganándome una corta risa de su parte.
Por lo menos a él lo hago feliz.
―No lo conozco lo suficiente para catalogar sus preguntas como "raras".
―¿Te hizo preguntas?―cuestioné interesada, sentándome correctamente en la cama para observarlo atentamente.
Él ensanchó los ojos, y me pareció ver algo de nerviosismo reflejado en ellos―S-Si pero... fueron personales.
―Preguntas personales...―repetí, a lo que él asintió rápidamente― dime que te preguntó, ¿si?
Alcé una ceja desconcertada al ver como empezaba a toser escandalosamente, mientras su rostro adquiría un fuerte tono carmesí. Que tonto, seguro se atragantó con su propia saliva.
―¿Quieres agua?―cuestioné, pasándole el vaso que reposaba en la mesita de noche.
Él negó con la cabeza, levantándose abruptamente de la cama―N-No hace falta, m-me iré a dormir ahora ―responde. Ni siquiera me dio tiempo de abrir la boca cuando ya estaba en la puerta de mi habitación―. Buenas noches.
Pestañeé repetidas veces antes de asentir, agitando levemente mi mano como gesto de despedida―Buenas noches...
Genial, ahora Kaito también me odia.
━━━━━━✧Sakura Haruno✧━━━━━━
Solté un suspiro una vez terminé de cruzar la entrada del hospital. Mi respiración estaba algo agitada por el enorme esfuerzo que hice al correr hasta acá, pero prefiero correr mil maratones antes de aguantar otro regaño por parte de Lady Tsunade por llegar nuevamente tarde a mi jornada laboral.
Saludé cortamente al personal que me encontré en el camino hacía la oficina de mi superior. Se supone que hoy llegaría un pasante ajeno a Konoha, y yo debo hacerme cargo de él mientras esté aquí. No me molesta en absoluto, incluso resulta algo emocionante poder compartir con otro médico externo a mi aldea. Tengo entendido que no tiene experiencia alguna en ninjutsu, así que seguramente su conocimiento teórico es bastante bueno.
Quién sabe, tal vez pueda aprender un par de cosas de él.
Di un par de toques a la puerta para anunciar mi presencia, y no pasó mucho tiempo antes de recibir un permiso para entrar. Murmuré un «Buenos días» mientras ingresaba con cautela a la habitación, recorriéndola con mis ojos en busca del dichoso pasante.
Frente al escritorio de mi superior, se encontraba sentado un chico que rondaba mi edad. No me tomé el tiempo de analizarlo como me hubiese gustado, ya que no quería incomodarlo o parecer descortés frente a Shizune.
―Sakura, que bueno que llegas ―sonríe la pelinegra, y no dude en devolverle el gesto con algo de timidez―. Toma asiento, por favor―la obedecí inmediatamente, sentándome en la silla vacía junto al joven de cabellera azabache―. Bien, Sakura... él es Kaito Taketori, será tu ayudante durante algunas semanas.
Aproveché la oportunidad para girarme a verlo. No me equivoqué con mi suposición anterior, si parecía rondar los dieciocho años más o menos. Poseía unos lindos ojos azules y piel ligeramente pálida; bastante guapo en general. Sus cejas se fruncieron mientras asentía torpemente en mi dirección, a lo que yo sonreí levemente como saludo.
―Un placer, Sakura Haruno.―me presenté, extendiendo mi mano.
Él la observó un par de segundos, para luego desviar la mirada y estrecharla―E-El placer es mio.
Hmm, se ve algo tímido. Aunque supongo que eso es bueno, temía tener que lidiar con una persona grosera, y por ahora, él no parece ser así.
―Entonces...―murmuró Shizune, haciendo que desviara la mirada en su dirección. Ella sonrió levemente, entrelazando sus dedos sobre el escritorio―, lo dejo en tus manos.
―Ya terminé con la señora que me encargaste, solo tenía algo de fiebre. Le di una tableta de pastillas y le anoté una cita para la próxima semana.―informó Kaito, haciendo que alzara la vista de mis papeles para observarlo.
Me sorprendió mucho la rapidez y precisión con la que trabaja. Hasta ahora ha terminado con todos los pacientes básicos en menos de cinco minutos. Yo también suelo tardar casi lo mismo, con la diferencia de que uso la palma mística como apoyo, pero él no parece necesitar eso.
Es talentoso.
―E-Eh... bueno ―balbucee, buscando entre las citas algún otro paciente para encargarle. Fruncí el ceño al no encontrar nada, y con algo de pena me gire a verlo―. Ya terminamos con todas las citas programadas, solo queda esperar a que alguien llegue.
Él asintió simplemente, observando perdidamente a su alrededor―Entonces... ¿qué hago ahora?
―Huh... lo que quieras. Puedes ir a dar una vuelta por el hospital o comer, ya casi es la hora de almuerzo.―contesté, sin saber que más decirle.
―Hmm, Hanabi dijo que me traería el almuerzo...―susurra, pero alcancé a escucharlo.
Sonreí levemente mientas me retiraba los guantes―¿Eres amigo de Hanabi Hyuga?
―Si... posiblemente su prometido también.
¿Qué?
―¿C-Cómo dices?―cuestioné perpleja, pestañeando repetidas veces.
Desde hace tiempo he empezado a notar como Hanabi y Sasuke mantenían una relación algo... cercana. Ya me había resignado ante la idea de que ambos estaban juntos. Pero si ella se va a casar, significa que...
No está saliendo con Sasuke.
―Bueno, aún no está confirmado, pero... vine a Konoha para eso específicamente ―murmura, ladeando levemente la cabeza―. Su padre será quien decida al final.
Oh, un matrimonio arreglado. Ya todo tiene sentido.
―¿Y tú quieres casarte con ella?―pregunté con curiosidad, haciendo que se sonrojara levemente.
―No me molestaría si así fuera.
El sonido de la puerta abriéndose hizo que desviara mi atención a la misma. La figura de mi compañero de equipo entrando a la habitación hizo que me atragantara con mi propia saliva, pero por suerte él estaba muy ocupado observando a Kaito como para notar mi bochornosa tos.
―S-Sasuke-kun.―pronuncié su nombre, a lo que él me mandó una corta mirada antes de asentir con la cabeza.
―Sakura ―me saludó, para luego observar nuevamente a mi ayudante con el ceño fruncido―. Tú... veo que ya andas declarando tu amor publicamente.―masculló, acercándose más a él.
―N-No entiendo, ¿acaso dije algo malo?―balbuceó como respuesta, dando un paso hacía atrás para alejarse de Sasuke.
Si, creo que es mejor que se aleje de él.
―Eres un mal-...
―¡Buenas tardes!―exclamó alguien, haciendo que posara mis ojos en la puerta. Hanabi ingresó alegremente a la habitación, borrando su sonrisa al ver a Sasuke amedrentando a Kaito―. Huh... esto es incomodo.―susurró, jugando con los envases en sus manos.
Tiene razón, esto es muy incomodo.
―H-Hanabi... ¿qué te trae por aquí?―cuestioné, tratando de cortar el incomodo silencio que generó su presencia. Ella ensanchó levemente los ojos, embozando una sonrisa mientras extendía los envases.
―Preparé el almuerzo para ustedes.―contesta, observándome a mi y luego a Kaito.
Oh, que linda es.
―Claro, y para mi no.―bufó Sasuke, ganándose una mala mirada de su parte.
―¿Y yo como iba a saber que estabas aquí, imbecil? Además, aunque lo supiera, no te haría nada.―masculló, haciéndolo gruñir.
Huh... tal vez no es tan linda como pensé.
―M-Muchas gracias.―sonreí, acercándome para resivir mi envase.
―No te ilusiones mucho, no has probado lo que cocina.―susurra mi compañero de equipo, a lo que ella rodó los ojos.
―No acepto críticas de personas con menos de dos brazos.
Ensanché los ojos al ver como ambos empezaban a discutir como si fueran los únicos presentes en la habitación. Kaito, al igual que yo, parecía estar bastante tenso e incomodo con todo esto, así que opté por aclarar mi garganta para interrumpirlos.
―C-Chicos...
―¡Podría cocinar mejor que tú aunque me faltaran ambos brazos y el paladar!―bramó Sasuke, ganándose una risa irónica de Hanabi.
―¡Lavar un tómate no cuenta como cocinar, man-qui-to!―replicó ella. Al ver que Sasuke estaba por contestar, rápidamente me interpuse entre ambos.
―¡Basta, estamos en un hospital!―los corté, observándolos con reproche―. Si quieren pelear, váyanse afuera.
Ambos se quedaron en silencio un par de segundos. Hanabi se veía bastante apenada, mientras Sasuke... se veía igual que siempre.
―Lo siento ―susurró ella, haciendo una corta reverencia―. Creo que ya debo irme, Kaito...―lo llamó, tendiéndole el envase de comida―, espero que les guste.
―Pues mejor espera sentada-...
―¡Sasuke-kun!―lo corté, ganándome una mala mirada de su parte.
Kaito aprovechó para acercarse a Hanabi y agradecerle el lindo gesto que tuvo, a lo que ella simplemente sonrió restándole importancia―Bien, pasen un lindo día...―se despidió, dando media vuelta para salir de la habitación― menos Sasuke, claro.
Ella cerró la puerta antes de que mi compañero pudiera replicar, dejándonos solos a los tres nuevamente. Dejé el envase de comida sobre mi escritorio, para luego girarme a ver a Sasuke con curiosidad.
―¿Y tú para que viniste?, ¿te sientes mal?―cuestioné preocupada, analizándolo con la mirada.
Él me observó un par de segundos, haciéndome sentir sumamente nerviosa. Su mirada se desvió momentáneamente hacía Kaito, para luego suspirar y dar media vuelta―Ya no importa. Adiós.
Ni siquiera pude parpadear cuando ya había cerrado la puerta detrás de si. Kaito me observó igual o aún más confundido que yo, y solo pude suspirar pesadamente mientras me encogía de hombros.
Sasuke está muy raro últimamente.
Espero que les haya gustado el cap uwu
💟 No olviden votaaaaar
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro