XVII
━━━━━━✧Hanabi Hyuga✧━━━━━━
―Te ves muy bonita, Hinata ―sonreí, terminando de cepillar su cabello antes de dar un paso hacía atrás para observarla a través del espejo―. ¿Verdad, Kaito?
Él se sobresaltó un poco, desviando tímidamente la mirada del suelo para posarla en mi hermana mayor. Asintió lentamente como respuesta, mientras sus mejillas se coloraban ligeramente―S-Si. Tú también te ves muy linda.
―Yo no me he arreglado todavía, Kaito ―contesté, sonríendo al ver como el color en sus mejillas se intensificaba―. Pero gracias.
Por fin había llegado el día que mi adorable hermana estaba esperando; su cita con Naruto. Traté de convencerla para que fuera sola, pero se veía tan nerviosa que preferí dejar de insistirle para no presionarla mucho.
Sus cejas estaban fruncidas y sus labios curvados en una pequeña mueca, mientras jugaba ansiosamente con sus dedos―¿C-Crees que a Naruto le guste?
―¿A quién le importa si le gusta? Lo importante es que te guste a ti, y a mi, por supuesto.―contesté, recibiendo un torpe asentimiento como respuesta.
―H-Huh... creo que no debería meterme en esto, ya que no pidieron mi opinión, pero...―habló Kaito, haciendo que me girara a verlo con curiosidad― a-ayer pude convivir un poco con Naruto, y creo que... eh...―fruncí el ceño confundida al ver como empezaba a balbucear incoherencias, y no pude evitar reír al notar que se veía aún más nervioso que Hinata.
―Kaito tiene razón, Hinata ―lo corté, suspirando ligeramente―. Naruto es un buen chico, todo saldrá bien.
Mi hermana pareció relajarse un poco luego de eso, haciéndome sentir más tranquila. La dejé en su cuarto junto a Kaito para volver al mio y cambiarme de ropa. Una vez estuve lista, aproveché el camino para pasar por la habitación de mi padre e informarle sobre la salida.
―¿Naruto... el héroe de Konoha?―cuestiona, frunciendo ligeramente las cejas―. Hmm, no estoy seguro de que sea un buen esposo para Hinata.
Hice una mueca desconcertada, negando rápidamente con la cabeza―Solo irán a comer, no van a casarse... creo.
―Bien, pero tú irás para vigilarlos.
Iba a hacerlo de todas formas, pero bueno.
―Kaito me acompañará, luego tal vez le de un paseo por la aldea.―informé, a lo que él asintió.
―¿Cómo te va con él?―pregunta, observándome con curiosidad.
Tragué saliva nerviosa, pensando en que responder. Me va muy bien con Kaito, es un chico bastante dulce y simpático. Pero si le digo eso, me estaría poniendo el vestido de bodas yo misma.
―P-Pues... no muy bien, a decir verdad ―balbucee, aclarando mi garganta para disimular un poco―. No congeniamos, me hace sentir... incomoda.
Un sentimiento de culpa se instaló en mi pecho al mentir de esa forma sobre mi amistad con Kaito. Pero prefiero sentirme mal ahora, porque si llego a casarme con él, posiblemente pase el resto de mi vida lamentándome.
―Hmm, que problema...―susurró, pero alcancé a escucharlo―. ¿Qué clase de chicos te gustan, Hanabi? Y espero no importunarte con esa pregunta.
Torcí los labios mientras pensaba mi respuesta. Nunca he sido muy minuciosa con esa clase de cosas, ya que antes de conocer a Sasuke, jamás había sentido una conexión romántica con otro chico. Y si me baso en él para responder, terminaré diciendo que me gustan los chicos amargados, groseros e insípidos.
―Hmm...―musité, buscando la palabras indicadas para no sonar tan obvia―. Me gustan altos, con el cabello negro, que no hablen mucho y sean miembros de un buen clan.―sonreí, satisfecha conmigo misma.
―Acabas de describir a Kaito, ¿sabías?
Oh, que desafortunada coincidencia.
―¡P-Pero él no, papá! Hay más hombres así afuera.―repliqué, frunciendo el ceño.
―Hmp... el único que me llega a la cabeza ahora es Sasuke, y lamentablemente eso no es posible.―murmura con pena, negando lentamente con la cabeza.
Su respuesta me dejó confundida. Pero no tenía tiempo para preguntarle al respecto, ya que se estaba haciendo algo tarde para la cita de Hinata. Me despedí cortamente de mi extraño progenitor, saliendo a paso acelerado de su habitación para buscar a mi hermana por toda la casa.
La encontré en la sala, sentada en el sofá junto a Kaito. Ambos estaban callados y con expresiones que solo transmitían genuina incomodidad, lo cual me causó algo de gracia, ya que ambos poseían personalidades casi idénticas y por eso ninguno se atrevía a conversar con el otro.
―Ya todo está listo, ¿nos vamos?―pregunté, haciendo que ambos dieran un respingo sorprendidos.
Hinata sonrió aliviada, asintiendo simplemente mientras se levantaba junto a Kaito. Los tres salimos finalmente del distrito luego de algunos minutos, y ahora caminábamos tranquilamente por los senderos de Konoha.
El dia estaba sorpresivamente lindo. El clima era bueno y las calles estaban bastante tranquilas a pesar de ser un día de semana. Eso ayudó mucho a mantener tranquila a Hinata, la cual no dejaba de hablar sobre los posibles temas de conversación que podría mantener con el rubio.
―Hmm, no conozco muy bien a Naruto, así que no se que clase de cosas podrían gustarle...―murmuré, haciendo que bajara la cabeza desanimada―. Kaito, tú eres hombre, ¿de que te gusta conversar?
El aludido se sobresaltó un poco, observándome de reojo con una mueca en su rostro―¿A mi?―cuestiona inseguro, a lo que yo asentí―. Bueno... nunca he tenido una cita, pero cuando charlo con algún amigo suelo hacerlo sobre mis estudios, algún libro o... plantas, me gusta la naturaleza.
Fruncí levemente el ceño, tratando de interpretar todo lo que dijo―Gracias, Kaito ―sonreí, haciendo que me observara confundido―. Hinata, deben conversar sobre las misiones que han hecho, algo interesante que hayas visto por ahí y... pregúntale sobre sus gustos.
Mi hermana asintió repetidas veces, emocionada. Hizo una leve reverencia para agradecerle su ayuda a Kaito, el cual seguía viéndose un poco desconcertado.
Cuando estábamos por llegar a Ichiraku, pude visualizar la cabellera rubia de Naruto a lo lejos, así que le di una palmada en la espalda a Hinata para que siguiera por su cuenta. La idea era que Naruto no se diera cuenta de nuestra presencia, y para que eso no sucediera, debíamos evitar llegar todos juntos.
Mi hermana empezó a caminar a paso lento hacía Naruto, seguramente repasando los escasos consejos que le proporcioné. Sonreí al ver como Naruto terminaba de acercarse a ella, saludándola animadamente antes de guiarla dentro del local de ramen.
―Huh... ¿y ahora que hacemos nosotros?―me pregunta Kaito, haciendo que me girara a verlo
―Esperemos unos minutos mientras ellos empiezan a comer.―contesté, observando a mi alrededor en busca de algún lugar interesante para pasar el rato.
Mis ojos fueron a parar hacía un pequeño puesto, en el cual pude visualizar algunos libros. Supuse por el anterior comentario de Kaito, que le gustaba la lectura, así que no lo pensé mucho antes de guiarlo hacía allá.
Él parecía estar bastante entretenido ojeando las portadas de los libros, así que aproveché para activar mi Byakugan y así averiguar como iba la salida entre Naruto y Hinata. Ambos ya estaban sentados en una mesa, seguramente esperando la comida mientras charlaban un poco.
―Hanabi...―me llamó Kaito, a lo que yo musité un sonido para que continuara―, ¿con tus ojos puedes leer más rápido?
Sonreí un poco ante su pregunta, negando con la cabeza―Nop, algo así podría hacerlo el Sharingan de Sasuke. Mi Byakugan solo sirve para ver a través de tu libro.
―Sharingan... nunca he visto uno.―susurró, a lo que yo desactivé mi doujutsu antes de girarme para verlo.
Solo por educación, ya podía verlo sin girarme.
―Es muy lindo, pero da algo de miedo cuando sabes lo que puede hacer ―contesté, sonriendo al recordar las veces que Sasuke se digno a mostrármelo―. El Mangekyou es más bonito, el de Sasuke parece una florecita.
―¿Y no te da miedo ese chico? Digo... a mi si me asustaría convivir tanto con alguien tan poderoso.―cuestiona, curvando una pequeña mueca de horror.
Solté una corta risa ante su pregunta, negando con la cabeza―Sasuke no es peligroso. Te lo digo en serio, tiene el alma de un adorable y amargado gatito.
―¿Puedes ver el alma de las personas con tu Byakugan?
―Huh... no. Pero tampoco hace falta, solo debes convivir mucho con él para darte cuenta ―suspiré, mandándole una mirada de reojo al local―. Creo que ya es hora, deberíamos entrar.
―Tu comida se va a enfriar si no comes.―me señala Kaito, tomando un sorbo de ramen.
Desvié la mirada de mi hermana para concentrarme en mi almuerzo. Naruto parecía estar tomando las riendas en todo esto de la cita, lo cual me alegro mucho, ya que Hinata no se veía tan nerviosa gracias a eso.
Creo que mi presencia no era tan necesaria después de todo.
―Ellos parecen estar bien ―comenté, a lo que él asintió―. Y dime... ¿cuándo empiezan tus pasantías en el hospital?
Él se limpió los bordes de su boca con una servilleta antes de aclarar su garganta y responder:―Mañana. Tu padre dijo que debía recuperarme del viaje para que mostrara todo mi potencial.
―¿Estás emocionado?―pregunte, sonríendo al imaginar lo genial que sería todo esto para él.
Kaito asintió, devolviéndome torpemente la sonrisa―Si, será una gran oportunidad. Escuché que la quinta Hokage suele frecuentar mucho ese hospital, y si tengo algo de suerte, tal vez pueda conocerla.
Asentí a su comentario. Debí imaginar que al ser un aspirante a doctor, Kaito le tendría una gran admiración a la mejor ninja médico que ha existido. No he conversado mucho con Lady Tsunade, solamente cuando me ha encargado algunas misiones o ha visitado mi distrito para conversar con mi padre.
Pero si se de alguien que la conoce bien.
―Sabes... mi amiga Sakura es alumna de Lady Tsunade ―comenté, a lo que él me observó con interés―. Tal vez si hablo con ella, pueda pedirle que te la presente-...
―¿¡Harías eso por mi!?―exclama, ensanchando los ojos sorprendido.
Sonreí incomoda al ver como había llamado la atención de varios clientes, y por suerte, Naruto no se había percatado de nuestra presencia. Asentí a su pregunta, haciendo que una enorme sonrisa se formara en su rostro.
Aunque... la quinta Hokage siempre está ocupada, y es muy probable que Sakura decline la idea de ayudarme. Pero, si cierta persona se lo pide, estoy segura de que no se negará.
―Claro, pero tendremos que hacerle una visita a Sasuke primero.
━━━━━━✧Sasuke Uchiha✧━━━━━━
Suspiré aliviado al cerrar la puerta del departamento detrás de mi. Hoy había sido un dia agotador para mi y todos los trabajadores que ayudan en mi distrito. Pero me motiva mucho saber que algún día, en vez de cerrar la puerta de este estupido departamento, estaré abriendo la de mi propia casa.
El sentimiento de paz no duró mucho, ya que un par de molestos toques en la puerta me informaron sobre la presencia de alguien fuera de mi departamento. Con fastidio di media vuelta para abrirla nuevamente, y no pude evitar sonreír al ver de quien se trataba.
Claro, mi sonrisa se borró al percatarme de la presencia de otra desagradable persona.
―¡Sasuke!―exclamó Hanabi, haciendo que desviara la mirada de Kaito para observarla.
Estaba sonríendo como siempre solía hacerlo, disminuyendo así un poco del desagrado que sentí hace un momento―¿Que haces aquí?
―Se dice hola.―refunfuña, frunciendo el ceño.
―Hola ―rodé los ojos, observándola con fastidio―. ¿Que haces aquí?
Tal vez esté siendo un poco grosero. Pero no puede esperar otra cosa cuando se aparece en mi casa acompañada por mi nuevo enemigo numero uno.
―Que lindo eres, eh ―bufa, para luego desviar la mirada y fruncir los labios―. ¿P-Podemos pasar?
―Tú tienes pase libre hacía mi habitación, si así lo quieres ―contesté, haciendo que inflara las mejillas avergonzada―. Y él tiene un pase hacía el cementerio de Konoha, viene con ataúd incluido.
El idiota se tensó un poco, tragando saliva mientras observaba con nervios a Hanabi. Esta suspiró pesadamente, dando un paso al frente para empujarme dentro del departamento.
―¿Esto significa que si quieres el pase a mi habitación?― cuestioné, dando pasos hacía atrás para no caerme por sus empujones―. El destino final es mi cama, así que prepara-...
―¡Deja de decir cochinadas, Sasuke!―brama, observándome con molestia.
Sonreí al ver como su rostro estaba del mismo color de los tomates en mi cocina, y eso solo pareció irritarla aún más. El último empujón que me dio me hizo caer sentado en el sofá, y ella inmediatamente tomó asiento frente a mi.
―Puedes pasar, Kaito. Sasuke no te hará nada.―anunció, girándose un poco para observar al chico aún parado en la entrada.
―No prometo nada...―mascullé, haciendo que me mandara una mala mirada.
Con cautela él empezó a caminar dentro del departamento, observándome disimuladamente para asegurarse de que siguiera sentado. Solté un gruñido al ver que pretendía tomar asiento junto a Hanabi, y al escucharme, se sentó en otra silla lejos de ella.
Creo que es más inteligente de lo que parece.
―Te ves cansado, Sasuke. ¿Cómo te fue hoy?―pregunta Hanabi, analizándome con la mirada.
Suspiré en silencio, recostándome en el respaldo de mi asiento―Bien, fue un día productivo ―contesté, a lo que ella sonrió―. ¿Y tú?, ¿saliste con este idiota?―lo apunté con mi dedo, a lo que él bajó la mirada momentáneamente.
Ella frunció el ceño, observándome con reproche―Sasuke, Kaito no te ha hecho nada malo.
Si claro. Tratar de casarse con la única mujer que me ha gustado no es nada malo.
―En fin ―masculló al darse cuenta de que no pensaba disculparme―. Hinata tuvo una cita con Naruto hoy, y nosotros fuimos a hacerle compañía.
―¿Por qué no me pediste a mi que te acompañara?―cuestioné, observándola con el ceño fruncido.
―Estabas ocupado, ¿no?―responde con fastidio, mandandome una mala mirada―. Además, seguro te ibas a negar a pasar dos horas vigilando la cita de Naruto.
Buen punto. Por hoy se lo dejaré pasar.
―Entonces, ¿viniste aquí a restregarme tu salida con este tipo? Eres muy malvada.―reproché, a lo que ella rodó los ojos con diversión.
―Vine a pedirte un favor.―suspira, batiendo sus pestañas con expresión de suplica.
Fruncí las cejas confundido. Ella nunca me pedía nada, y cuando le hacía algún favor solía molestarse mucho antes de agradecerme.
―Te escucho.―asentí, incitándola a continuar.
―B-Bueno... eres muy amigo de Sakura, ¿no?―pregunta, a lo que yo asentí nuevamente―. Genial, huh... necesito que le pidas un favorcito.
―¿Cuál?―cuestioné, fastidiado por todas las vueltas que daba para hablar.
―Kaito quiere conocer a la quinta Hokage. Ya sabes, porque es una ninja medico y eso ―explica, haciendo un ademán con su mano―. ¿Podrías pedirle a Sakura que se la presente?
Desvié la mirada momentáneamente, analizando su petición. Prácticamente le estaré haciendo el favor al idiota de Kaito, pero si me niego, quedaré muy mal frente a Hanabi. No quiero que piense que soy un celoso egoísta, o más bien, no quiero que se de cuenta de que lo soy.
―¿Y qué me darán a cambio?―pregunté, observándola con curiosidad. Ella hizo una mueca, alzando una ceja.
―¿No puedes hacerlo por simple amabilidad?―masculla, a lo que yo me encogí de hombros.
Podría, pero no quiero.
―¿Qué me darás? Si no se te ocurre nada, yo si tengo un par de ideas.
―¡Eres un asqueroso!―brama, a lo que yo fruncí el ceño confundido.
―¿Huh?, ¿de qué hablas? Pensaba hacer un trato con él ―lo señalé, haciendo que relajara su semblante. Sonreí levemente al percatarme de que había malinterpretado mis palabras, soltando una corta risa nasal―. Aunque si quieres, podemos hacer lo que estabas pensando.
―Iugh ―hace una mueca, arrugando la nariz―. ¿De qué trato estás hablando?
―Lo siento, pero eso es entre él y yo ―suspiré, levantándome del sofá. Le hice una seña al idiota para que me siguiera hacía la cocina, a lo que él se levantó de inmediato―. Tú quédate aquí, te traeré un caramelo si no espías.―me dirigí a Hanabi, y ella de mala gana asintió.
Si esto sale bien, posiblemente también resuelva uno de mis problemas.
Espero que les haya gustado el cap uwu
💟 No olviden votaaaar
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro