XIX
━━━━━━✧Hanabi Hyuga✧━━━━━━
Salí del hospital con la poca dignidad que me quedaba luego de aquella discusión que tuve con Sasuke frente a Sakura y Kaito. Al abandonar la habitación varias personas que cruzaban por el pasillo lograron escuchar parte del escándalo que armamos, y se me quedaron viendo feo hasta que abandoné las instalaciones.
Todo por culpa de Sasuke y su bipolaridad.
Sigo sin entender porqué su repentino cambio de actitud conmigo. Se veía enojado, y por alguna razón, eso me hacía enojar a mi también. Nuestra relación iba bastante bien hasta que se fué a hablar con Kaito anoche, y este último tampoco quiso darme muchos detalles al respecto.
—Malditos hombres, como los odio...—mascullé, observando el suelo con el ceño fruncido.
—¡Eso, hija! Así me gusta.—la voz de mi padre me hizo sobresaltar, y sorprendida me giré en su dirección para observarlo.
¿Qué demonios hacía frente al hospital?
—¿Qué haces aquí?—cuestioné, tratando de disimular un poco mi malhumor.
—¿Ahora el líder del clan más fuerte de Konoha no puede pasear tranquilamente por la aldea?—replica, ganándose un bufido de mi parte—. Pero ese no es el caso, Hinata me dijo que viniste a traerle el almuerzo a Kaito, y necesitaba pedirte un favor.
Ya hará que me case con un completo extraño por beneficio del clan, ¿qué más quiere de mi este hombre?
—¿Ahora que necesitas de la pobre Hanabi?—pregunté con fastidio, a lo que él aclaró su garganta antes de hablar.
—Estuve conversando con Kazuo y... si tu compromiso con Kaito se lleva a cabo, necesitamos que el próximo líder del clan Hyuga tenga por lo menos conocimientos básicos de Ninjutsu, Taijutsu y Genjutsu.—explica, a lo que yo fruncí las cejas con fastidio.
—Agh, sé que soy muy fuerte y genial, pero dudo mucho que sea buena maestra para Kaito —suspiré, torciendo los labios después—. Además, creo que ya está bastante ocupado con sus pasantías en el hospital, no tiene tiempo para entrenar conmigo.
—Las pasantías son durante semana, tiene sábados y domingos para entrenar —replica, a lo que yo chasqueé la lengua—. Y no te estoy pidiendo que seas su maestra, apenas y sabes hacer las cosas bien. El entrenamiento ninja requiere de mucho conocimiento teórico, del cuál seguramente careces.
Maravilloso, ahora me llama idiota.
—Si no quieres que sea su maestra, ¿para qué me buscabas?—gruñí, haciéndolo fruncir el ceño.
—¿Por qué estás tan irritada?, ¿ya te vino el periodo?—cuestiona, acercándose a mí para susurrar lo último.
Ensanché los ojos sorprendida a la vez que mis mejillas adquirían un fuerte tono carmesí. No es muy cómodo que tu padre te pregunte cosas como esa en un lugar público a plena luz del día, pero por suerte no había nadie conocido alrededor.
—Yo creo que sí tiene el periodo —la inconfundible voz del odioso de Sasuke resonó a mis espaldas, haciendo que mis mejillas se encendieran aún más—. Buenas tardes, Hiashi.
Fruncí los labios molesta al ver como el semblante de mi padre se suavizaba mucho al ver al energúmeno de Sasuke. No sé en que momento o porqué se encariñó tanto con una persona tan odiosa, grosera e insoportable como él, pero pensándolo bien, ambos comparten todas esas características que mencioné anteriormente.
—Sasuke, a tí te estaba buscando.—exclamó alegremente mi padre, dando unos cuantos pasos para acercarse a él.
¿No que me estaba buscando a mi? Mentiroso.
—Logré escuchar parte de su conversación con Hanabi, y aunque me gustaría mucho entrenar con Kaito—«eso no se lo cree ni el mismo»—, no tengo mucho tiempo ahora, debo centrarme en la reconstrucción de mi distrito.
Perfecto, Kaito se salvó por ahora.
Mi padre suspiró pesadamente, desanimado por la negativa del Uchiha—Es una pena —murmuró, desviando la mirada para observarme nuevamente a mi—. Hanabi, parece que si tendrás que ayudar a Kaito después de todo-...
—No precisamente —lo cortó Sasuke, haciendo que tanto yo como mi padre fruncieramos el ceño—. Conozco a una Kunoichi mucho más capaz que su hija que seguro estará dispuesta a colaborar un poco en el entrenamiento de Kaito.
¿Alguien más capaz que yo? Si claro.
—¿Y de quién se trata?—preguntó mi padre, mucho más animado que antes.
—Sakura Haruno, mi compañera de equipo.
Ah, ella si es mucho más capaz que yo.
Fruncí los labios mientras observaba de reojo como mi padre se alejaba de nosotros para ingresar al hospital, y de esa forma poder conversar con Sakura sobre el tema de Kaito. Suspiré al perderlo de vista, y con incomodidad evité cruzar miradas con Sasuke para volver a mi casa de una vez por todas.
—¿No te piensas despedir? Tus modales empeoran cada día más —su odiosa voz me hizo gruñir, pero decidí ignorarlo y acelerar el paso para alejarme más de él—. Oye.—me llamó, recibiendo nada más que silencio de mi parte.
Suspiré aliviada al no escuchar réplica alguna, y relajé el paso para caminar tranquilamente por los senderos de Konoha. Mi felicidad, como siempre, no duró mucho; Sasuke utilizó la habilidad de su Rinnegan para aparecer frente a mi, haciendo que casi chocara contra su cuerpo.
—Quitate del medio, Sasuke.—mascullé, frunciendo las cejas para que notara el enorme desagrado que me producía su presencia.
Pero aquello no pareció importarle mucho, ya que ni siquiera se movió un poco.
—Creo que me debes una disculpa.—aclara su garganta, a lo que yo curvé una mueca desencajada.
—¿Y yo por qué debería disculparme contigo? No te he hecho absolutamente nada.
El titubeó un poco, meneando la cabeza mientras se preparaba para decir algo—Me parece muy malvado que me beses y luego consigas un prometido. Esas cosas no se hacen, Hanabi.
¿Qué?
—Para empezar, lo del prometido lo sabías desde antes del beso —gruñí, observandolo de mala manera— y para terminar, yo no te besé, tú me besaste a mí.
—Porque tú quisiste.—replica.
—Porque tú me lo pediste.
Él permaneció en silencio, dándome la victoria de esta pequeña discusión. Sus cejas se fruncieron a la vez que sus labios formaban un adorable mohín. Se veía entre avergonzado y enojado, una extraña y, mínimamente bonita, combinación de emociones—Perdón.—masculla de mala gana, haciéndome alzar las cejas.
Wow, Sasuke Uchiha pidiendo perdón, esto no se ve todos los días.
Solté un suspiro, dejando salir toda la rabia que le tenía al pelinegro para poder conversar correctamente con él. No me gustaba estar peleada con nadie, y mucho menos cuando ese alguien era el dueño de mis pensamientos actualmente. Mucho me costó aceptar que me gustaba Sasuke como para echar a perder toda mi relación con él por una simple tontería.
—No importa, lamento haberte ofendido también —me disculpé, a lo que él hizo una ademán con su mano para restarle importancia—. Pero a todo esto... ¿por qué te enojaste conmigo realmente? No recuerdo haber hecho nada malo.
El desvío la mirada, suspirando pesadamente antes de observarme con cierta vergüenza—No estaba enojado contigo, es solo que... toda esta situación me tiene bastante estresado.
Sí, se nota.
—¿Te refieres a las contrucciones del distrito Uchiha? Supongo que ha de ser agotador dirigir a tantas persona-...
—No, no me refiero a eso —me cortó, a lo que ladeé la cabeza confundida—. Hablo de tu compromiso con Kaito, eso es lo que me tiene irritado.
Entreabrí los labios, sin saber como responder a aquella confesión. Por andar pensando en mi, no había tomado en cuanta los sentimientos de Sasuke con respecto al tema de Kaito. Desde aquel beso, nuestra relación había pasado a ser algo más que una amistad; no éramos novios, y tampoco estábamos saliendo, pero yo sentía cosas especiales por él, y me gusta creer que Sasuke siente lo mismo.
—Lo siento, yo... en serio me gustaría poder hacer algo.—susurré, huyendo de su mirada mientras observaba el piso tristemente.
Kaito es un muy buen chico, demasiado en realidad. Pero ahora, ni en diez años, me veo capaz de poder sentir algo por él más allá de una buena amistad. No sabría explicar correctamente mis sentimientos hacia Sasuke; nunca antes me había enamorado de un chico, así que todas estas emociones son completamente nuevas para mí, y solo estoy segura de una cosa.
Quiero a Sasuke, y mucho.
—Podemos hacer algo —habla, haciendo que inmediatamente levantara la mirada. Él se acercó más a mi, sacando ambas manos de su capa para tomar las mías con delicadeza—. Si trabajamos juntos, podemos evitar este matrimonio.
Oh, parece que Sasuke tiene una buena idea.
━━━━━━✧Sakura Haruno✧━━━━━━
Solté un suspiro cuando Sasuke abandonó la habitación, dejándome nuevamente a solas con Kaito; este último observaba distraídamente el envase de comida que le entregó Hanabi, así que aproveché la oportunidad para cortar un poco el ambiente tenso que se había formado.
—¿Te parece si comemos ahora?—sonreí, señalando la puerta para invitarlo a salir hacía el comedor.
Él asintió simplemente, y sin decir más, ambos salimos de la oficina para bajar las escaleras hasta el primer piso del hospital. Una de las cosas que más me gustaban de este ambiente, era la tranquilidad que se sentía cuando no habían urgencias médicas que atender; todo estaba en completo silencio, y solo se escuchaba el sonido de nuestros pasos al caminar.
—Lindo, ¿no lo crees?—le dije a Kaito, refiriéndome a las instalaciones del hospital.
Él asintió cortamente, dejando divagar sus ojos hacia todo aquello que lo rodeaba. Sin duda, Konoha contaba con el mejor servicio médico en todo el país del fuego, y estar en el hospital central de la aldea, sin duda alguna era una maravillosa experiencia para un aspirante a doctor como Kaito.
El chico se veía feliz, casi tanto como yo cuando empecé a trabajar después de la guerra.
Sin darme cuenta, ya habíamos llegado al enorme comedor. Caminamos directamente hacía una de las múltiples mesas vacías, tomando asiento uno frente al otro para poder conversar mientras degustabamos el almuerzo que Hanabi nos preparó.
Mis ojos brillaron al probar el primer bocado de comida, y no pude evitar sorprenderme por el talento culinario que poseía la Hyuga. Mi acompañante también parecía maravillado, y nos quedamos tan absortos comiendo que ni siquiera nos tomamos un momento para intercambiar palabras.
Sasuke estaba equivocado, Hanabi sí sabe cocinar muy bien.
—Y cuéntame, Kaito...—empecé a hablar, acomodando nuevamente el envase de comida antes de dejarlo a un lado sobre la mesa—. ¿Que te ha parecido tu primer día en el hospital hasta ahora?
Él limpió la comisura de sus labios con una servilleta, para luego arrugar el trozo de papel y dejarlo junto a los restos de comida—Asombroso, no tenía idea de que Konoha contara con tanta tecnología —responde, y no pude evitar sonreír con orgullo—. Este es el primer hospital que visito que cuenta con tanto espacio y un personal tan competente, y con eso último me refiero a ti sobre todo, Sakura-senpai.
Oh por dios, me acaba de llamar senpai.
—Tú también eres muy bueno, Kaito. Tienes mucho talento, incluso me atrevería a decir que tus conocimientos teóricos superan los míos.
El desvío la mirada apenado, curvando una pequeña sonrisa mientras sus mejillas adquirían un leve tono carmesí—N-No exagere tanto, aún me queda mucho por aprender.
Que chico tan adorable. Me alegra que el futuro esposo de Hanabi sea un buen hombre después de todo.
—Y te aseguro que mientras estés aquí, terminarás de desarrollarte como médico —sonreí, a lo que él asintió alegremente—. Hablando de eso, ¿hasta cuándo estarás en Konoha?
—Hmm, eso depende —murmuró, a lo que yo le mandé una mirada para que continuara—. Si mi compromiso con Hanabi se lleva a cabo, me quedaré permanentemente en Konoha. De lo contrario, debo volver a mi aldea para seguir con mis estudios básicos.
—¿Y no puedes quedarte a estudiar aquí? Digo, si lo del compromiso no funciona...—balbuceé, a lo que él se encogió de hombros.
—Para eso necesitaría la aprobación de mi padre, y algún ninja médico que esté dispuesto a darme clases para concluir con mis estudios y poder buscar un empleo en algún hospital —suspira, haciendo un ademán con su mano—. Pero dudo que eso suceda, tengo certeza en que mi compromiso con Hanabi se llevará a cabo.
Fruncí un poco las cejas, apoyando mis codos en la mesa para observarlo con atención—¿Y por qué estás tan seguro de eso?
—Hiashi-sama y mi padre quieren organizar la boda lo antes posible, yo no tengo problema alguno y Hanabi... ya no se ve tan incómoda como al comienzo, creo que le agrado —responde, titubeando un poco al final—. Pero al final todo queda en manos del padre de Hanabi, así que no me preocupo mucho.
—¿Y que harás si Hanabi no quiere casarse contigo?, ¿planeas vivir toda la vida sabiendo que ella es infeliz?—al terminar de formular aquella última pregunta, me di una cachetada mental por haber sonado tan metiche—. L-Lo siento mucho, eso no es asunto mío, mejor hablemos de otra cosa.
Kaito desvío la mirada. Su semblante se había vuelto neutro de pronto, y el ambiente estaba increíblemente tenso. No se me ocurría nada para decir que pudiese arreglar la situación, y no fué hasta que una enfermera se acercó a mi, que me di el lujo de respirar nuevamente.
—Sakura-san, la están solicitando en la recepción —informó la mujer, a lo que yo fruncí las cejas confundida—. Hiashi Hyuga quiere conversar con usted.
¿Por qué el padre de Hanabi quiere hablar conmigo?
Espero que les haya gustado el cap uwu
Volvemos con las actualizaciones semanales de esta historia 😸
💟No olviden votaasr
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro