XIV
━━━━━━✧Hanabi Hyuga✧━━━━━━
―Te ves muy feliz, Hanabi, ¿ya estás aceptando la idea del matrimonio?―me pregunta mi padre, observándome de reojo con curiosidad.
No me había dado cuenta de que estaba sonriendo, y al escuchar aquello, dejé de hacerlo inmediatamente. Obviamente no estaba feliz por eso, pero si le decía la verdadera razón, seguramente terminaría asesinando a Sasuke.
―Para nada... por cierto, ¿cuanto falta para llegar? Tenemos como un siglo caminando.―me queje, haciendo un mohín.
―Hanabi, no han pasado ni cinco minutos desde que salimos de casa ―responde, observándome con el ceño fruncido―. Y no faltará mucho una vez salgamos de la aldea, así que deja de quejarte y camina.
Hice una mueca pero no repliqué. Ya no me sentía tan nerviosa y triste como antes, y supongo que eso se debe a la visita que me hizo Sasuke hace rato. Aún me costaba procesar todo lo que sucedió, y si hace un par de dias alguien me hubiera dicho que Sasuke Uchiha iba a besarme, seguramente me hubiera muerto de risa.
Pero si pasó, y ahora me siento sumamente confundida.
―Hanabi... ¿te encuentras bien? Ahora parece que tienes ganas de ir al baño ―cuestiona mi padre, observándome con una mueca de preocupación. Yo me límite a asentir con la cabeza, ganándome un suspiro de su parte―. Se que tal vez me odies ahora-...
―No te odio, papá. Y tampoco estoy enojada contigo, se que no lo haces por maldad ―lo interrumpí, torciendo mis labios―. Si dices que es lo mejor para el clan, te creo, tú tienes más experiencia en esto que yo.
―Me alegra ver que seas tan madura.―sonríe, colocando su mano en mi espalda como gesto de cariño.
―Claro, eso no significa que esté feliz, prácticamente estás arrebatandome mi vida sin tomar en cuenta mi opinión.―añadí, encogiéndome de hombros. Él hizo una mueca, retirando su mano de mi espalda.
―Mejor quédate callada.
―Hmm, linda casa.―comenté desanimada, observando la estructura de la casa principal del clan Taketori.
Era enorme, pero seguía siendo un poco más pequeña que la mia. Toda la casa parecía estar hecha exclusivamente de madera, y eso la hacía ver bastante linda y tradicional. Estaba rodeada por un hermoso jardín, el cual me hubiera gustado ver más de cerca, pero mi padre parecía estar apurado.
Fuimos guiados hacía la puerta por un amable señor, el cual supuse que trabajaba en el hogar Taketori. Nos enseñó los alrededores antes de dejarnos pasar finalmente, y debo decir que la casa era aún mas bonita por dentro. No poseía una decoración extravagante u original, pero siempre me han gustado las cosas simples, y esto definitivamente lo era.
―Oh, bienvenidos ―saluda un señor mayor, entrando al recibidor donde nos encontrábamos. Parecía tener la misma edad que mi padre, y a juzgar por su sonrisa al verlo, seguramente eran buenos amigos―. ¡Hiashi, que alegría verte!―exclamó contento, dándole un apretón a la mano de mi padre.
―Lo mismo digo, Kazuo ―respondió, sonriendo levemente. Me observó de reojo un par de segundos, para luego soltar su mano y colocarla detras de mi espalda―. Ella es mi hija menor, Hanabi.―me presenta, haciendo que los azules ojos del hombre se posaran en mi.
Sonreí sin despegar los labios, haciendo una corta reverencia―Es un placer conocerlo, Kazuo-sama.―musité, tratando de sonar lo más educada posible.
―Lo mismo digo, jovencita ―asiente con la cabeza, para luego hacerse a un lado para dejarnos pasar―. Adelante, Kaito nos está esperando en el jardín. Ya quiero que se conozcan, seguro se llevarán muy bien.―dice observándome, a lo que yo me forcé a sonreír.
Llevarnos bien, si claro.
Creo que mi padre pudo notar el aura de hostilidad que había empezado a rodearme luego de aquel comentario, e inmediatamente me mandó una mirada de advertencia, dandome a entender que debía comportarme aunque no quisiera.
Bufe sin hacer ruido, observando las paredes de la casa para distraerme un poco mientras salíamos al jardín. Una vez estuvimos fuera, no pude evitar impresionarme por lo enorme y hermoso que era todo.
Loa arbustos estaban cortados perfectamente en forma cuadrada, como si los hubiera arreglado un profesional. Los diferentes tipos de plantas abundaban por todos lados, haciendo que un agradable aroma inundara mis fosas nasales. El sonido del agua goteando del shishi odoshi era sumamente relajante, y si mi padre no me hubiera tomado del brazo, seguramente me hubiera quedado ahí parada como una idiota.
A lo lejos pude ver un enorme y hermoso columpio blanco, el cual era sostenido por un gran árbol de cerezos. Sentado allí, se encontraba un joven de cabellos negros, el cual parecía estar bastante concentrado leyendo un libro.
Kazuo no guio hacía él, y mientras más nos acercábamos, mejor podía apreciar su aspecto físico. Era muy parecido a su padre, cabello oscuro y ojos profundamente azules, los cuales hacían un lindo contraste con su piel pálida. No podría decir con exactitud que tal alto era, ya que no se levantó del columpio hasta que notó nuestra presencia.
Sip, era bastante alto. Tal vez un poco más que Sasuke.
Se acercó a nosotros tranquilamente, observandonos a mi padre y a mi con curiosidad―Él es mi único hijo, Kaito.―lo presenta Kazuo, colocando una mano sobre la espalda del chico y sonriendo con orgullo―Este hombre es Hiashi, el líder del clan Hyuga y un viejo amigo mio ―señala a mi padre, el cual solo asintió como saludo―. Y esta es su linda hija menor, Hanabi.
Vaya, me encantó mi elaborada presentación.
Kaito se sonrojo levemente, parecía estar algo nervioso. Y no lo culpo, con la mirada de pocos amigos de mi padre, cualquiera se asustaría ―Un placer.―musitó, haciendo una leve reverencia.
A simple vista parecía ser bastante tímido y educado. Todo lo contrario a cierta personita que conozco.
Le devolví el saludo rápidamente, mientras su padre nos señalaba los alrededores del jardín para que dieramos un paseo mientras terminaban de preparar la cena.
Mi padre conversaba animadamente con Kazuo, mientras yo iba un paso detrás junto a Kaito, el cual parecía estar sumamente tenso e incomodo.
Bueno, ya somos dos.
―¿Estas bien?―cuestioné, observandolo de reojo con una ceja alzada. El se sobresaltó un poco al escuchar mi voz, para luego tragar saliva antes de contestar.
―Si... ¿tú estas bien?―balbucea, mandandome una corta mirada. Yo asentí algo extrañada, torciendo los labios.
―Claro...―murmuré incomoda, a lo que el asintió lentamente.
Volvimos a quedar en silencio una vez más. No parecía ser un mal chico, y tal vez en otras condiciones, hubiéramos podido ser amigos. Pero si quería evitar este matrimonio, no podía ser amable con él.
―Oye...―me llamó, mientras se llevaba una mano a la nuca para empezar a sobarla de forma ansiosa. Fruncí el ceño forzadamente, este era mi momento de actuar.
―¿Qué?―mascullé, tratando de sonar lo más cortante posible. Utilicé como referencia la actitud de Sasuke, y creo que me salió bastante bien.
―Me gusta tu collar... ¿es un osito?―cuestiona, mandándole una corta mirada.
Bajé la vista hacía el dije que reposaba sobre mi pecho. Hinata me regaló ese collar hace unos cinco años por mi cumpleaños numero doce. Desde entonces solamente me lo quito a la hora de bañarme, y normalmente lo tengo escondido entre mi ropa, pero supongo que olvidé ocultarlo esta vez.
Me recuerda a Hinata, por eso nunca me lo quito. Además, me gustan los osos.
―¡Gracias! Si, es un osi...―paré de hablar abruptamente al percatarme de que estaba siendo muy amable con él― Hmm, no es... no es asunto tuyo.―susurré nerviosa, y a juzgar por la expresión que puso, creo que no alcanzó a escucharme.
No entiendo como se le hace tan fácil a Sasuke tratar mal a las personas, es muy complicado.
―Disculpa, ¿dijiste algo?―cuestiona, agachándose un poco para acercarse a mi. Estaba por responder con algún comentario irrespetuoso, hasta que la voz de su padre me interrumpió.
―Oh mira, parece que se llevan bien.―comentó Kazuo contento, girándose un poco para observarnos. Mi padre hizo lo mismo, alzando disimuladamente su pulgar para felicitarme.
Demonios, nada me sale bien.
La cena había dado inicio hace un par de minutos. Éramos solamente nosotros cuatro, y hasta el momento solo habíamos conversado sobre la residencia Taketori. Kazuo parecía ser un hombre bastante simpatico y alegre, todo lo contrario a mi padre.
―Kaito, háblales un poco sobre ti.―prácticamente le ordena su padre, dándole una fuerte palmada en la espalda. Al chico se le cayó la comida que había cogido con los palillos, mientras una mueca de incomodidad aparecía en su rostro.
―Bueno... no hay nada interesante que decir.―murmuró avergonzado, desviando la mirada hacía un punto desolado del comedor. Su padre soltó una risa exagerada, volviendo a palmear su espalda.
―Siempre tan humilde ―suspira, sonriendo con orgullo―. Kaito está estudiando medicina, y no es por presumir... pero sacó las mejores notas de la academia.―comenta, haciendo que el chico se ruborizara un poco.
―¿Eres un ninja medico?―cuestiona mi padre, a lo que él negó.
―Estudio medicina general, no soy un ninja ―responde simplemente, jugando con la comida en su plato―. No me gustan las peleas, prefiero curar a los heridos.
Alcé las cejas ligeramente sorprendida. Al verlo supuse de inmediato que tambien era un Shinobi, pues parecía estar en muy buena forma, y al ser el hijo del líder del clan, lo más común sería que lo fuera.
―Hanabi es una Kunoichi, actualmente es Jounin.―comenta mi padre, a lo que yo asentí con la cabeza.
―Hermosa y fuerte. Tienes una buena hija, Hiashi.―me halaga el mayor, a lo que yo sonreí internamente.
Si, soy genial.
―Tú tambien hiciste un buen trabajo con el tuyo, estoy seguro de que será un gran medico ―comenta mi padre, para luego observarme de reojo―. ¿Verdad, Hanabi?
Yo desvié la mirada incomoda, asintiendo―Si, yo también lo creo.
―Gracias...―murmuró Kaito. Lo observé disimuladamente un par de segundos, se veía bastante avergonzado y nervioso.
Me pregunto si él también sabrá lo del compromiso, y si ese es el caso, comprendo el porqué de su incomodidad. Hasta el momento mi padre no había sacado el tema, y eso me tenía bastante aliviada, pero al mismo tiempo ansiosa.
El resto de la cena transcurrió con normalidad. Mi padre conversaba sobre algunos temas sin importancia con Kazuo, mientras Kaito y yo permanecíamos en silencio, terminando nuestra comida.
Ya era tarde, por lo que Kazuo nos ofreció hospedaje esta noche. Agradecí internamente eso, lo que menos quería ahora era caminar devuelta a la aldea.
―Kaito, por favor guía a Hanabi hacía su habitación.―le pide su padre, a lo que él inmediatamente asintió, mandandome una corta mirada para que lo siguiera.
Caminamos por uno de los pasillos de su casa, sin hablar en el trayecto. Solo me dediqué a observar distraídamente su espalda, hasta que se detuvo frente a una puerta, para luego correrla e invitarme a pasar.
―Aquí hay todo lo que puedes llegar a necesitar... pero si quieres otra cosa puedes avisarme, mi habitación está justo al lado ―informa, señalando con su pulgar la puerta. Yo solo asentí, sin saber que más decirle―. Que tengas una linda noche, y si te da miedo la oscuridad, tenemos linternas en aquel armario.―lo señala, a lo que yo fruncí ligeramente el ceño.
¿A que clase de Shinobi le daría miedo la oscuridad?
Decidí no comentar nada sobre eso, y aprovechar que nadie nos veía para conversar un poco con él―¿Tienes un minuto? Me gustaría preguntarte algunas cosas.―pregunté, haciendo que alzara las cejas sorprendido.
―E-Eh... claro, pero debemos dejar la puerta abierta, ya sabes... para evitar malentendidos.―balbucea, a lo que yo asentí rápidamente. Tampoco es que pensara cerrarla.
Ambos tomamos asiento en la cama, dejando una distancia bastante prudente entre nosotros. Observé su rostro antes de hablar, mentiría si dijera que este chico no es guapo, porque es sumamente atractivo. Pero por muchas razones no podía fijarme en él como algo más que un conocido o amigo, y una de esas razones, desgraciadamente es Sasuke.
Me gusta, y no quiero que esta estupidez de la boda me aleje de él.
―¿Tu estas enterado sobre...?―dejé la frase al aire, a la vez que hacía algunas señas con mis manos. Él me observó confundido, frunciendo ligeramente el ceño―. Ya sabes...
―Huh, sinceramente no se de que hablas.―niega, observándome de forma extraña. Solté un suspiro pesado, torciendo los labios.
―¿Tu padre no te ha mencionado nada sobre el compromiso?―cuestioné incomoda, a lo que él ensanchó los ojos.
―Oh, te referías a eso...―murmuró, asintiendo lentamente―. Si, no me dio muchos detalles, pero dijo que tomaría una decisión final luego de conversarlo con tu padre.
―¿Y tú estas bien con eso?―pregunté, observandolo con las cejas fruncidas. Él suspiró, encogiéndose de hombros.
―No es como si tuviera otra opción ―susurra en un tono casi inaudible. Hice una mueca, sintiendo empatía por él―. ¿Y tú?
―Hmm, estamos igual ―contesté desanimada, soltando un bufido―. No quiero que pienses que es personal, simplemente no quiero casarme por ahora.
―¿Te gusta otro chico?―me preguntó con curiosidad. Ensanché los ojos avergonzada, sintiendo mis mejillas arder―. L-Lo siento, eso no me incumbe.
―Tranquilo ―le sonreí, haciendo un ademán con mi mano. Ya no me molestaba admitir mis sentimientos por Sasuke, pero con él resultaba un poco incomodo―. Si, me gusta otro chico ―respondí avergonzada, a lo que él asintió―. ¿Que hay de ti?
Negó con la cabeza, mientras sus labios se curvaban en una mueca―No, hmm... supongo que no he conocido a la chica ideal aún. Soy algo supersticioso con esas cosas, me gusta creer que cada quién tiene a su alma gemela en algún lado.―murmura, mientras sus mejillas se tornaban ligeramente rojas.
Sonreí sin poder evitarlo. Mi madre siempre solía contarme historias de amor, donde las almas gemelas eran el tema principal de aquellos relatos. Me parecía muy tierno que un chico como él tuviera esa mentalidad.
―No te preocupes, estoy segura de que lograremos evitar el compromiso. Y luego de eso podrás buscar a tu chica ideal.―sonreí emocionada, colocando mi mano sobre su espalda para reconfortarlo. Él me observó durante algunos segundos, mientras una hermosa sonrisa aparecía en su rostro.
―Gracias, eres muy linda.
Espero que les haya gustado el cap uwu
Ay, xdon por tardar. Es que literal yo subo un cap, pestañeo y ya pasó una semana, lol
De hecho, si no me lo hubieran recordado ni me doy cuenta xd
💟 En fin, no olviden votaaaaaar
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro