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━━━━━━✧Hanabi Hyuga✧━━━━━━
El resto de aquel almuerzo fue sumamente incomodo. Sakura no dejaba de verme fijamente, Kiba se la pasó todo el rato mandándole malas miradas a Sasuke, mi hermana parecía estar apunto de desmayarse cada vez que Naruto abría la boca, y Sasuke me ignoró completamente hasta que salimos del local.
Parece que los únicos que lograron ignorar toda la tensión fueron Naruto y Shino. Los cuales incluso dijeron que había que repetir la salida en otra ocasión.
Pero sinceramente prefiero quedarme encerrada en mi casa de nuevo.
―¿A donde crees que vas?, te dije que hablaríamos.―me detiene Sasuke, colocado su mano sobre mi hombre.
―Huh... lo lamento, debo volver a mi casita. Puedes mandarme una carta si quieres, trataré de leerla cuando pueda.―conteste, haciendo un ademán con mi mano.
Volví a girarme para retomar mi camino, pero la mano de Sasuke seguía inmovilizándome por completo. Era sorprendente la fuerza que tenia ese chico.
―Naruto, acompaña a la hermana de Hanabi a su casa, yo me encargo de ella.―ordena, bajando su mano hasta mi brazo para arrastrarme con él a quien sabe donde.
Escuché a lo lejos como Naruto aceptaba sin objetar. Y cuando me gire levemente para ver a mi hermana, la encontré desmayada en los brazos de Sakura.
―Hey, Hinata me necesita.―fruncí el ceño, tratando de zafarme de su agarre.
―Sakura es una ninja medico, estará bien.―responde simplemente, haciéndome bufar.
―Agh, que fastidioso eres.―murmure, rindiéndome al fin y dejando que me arrastrara por las calles de Konoha.
―Parece que los papeles se invirtieron, ¿no?―comenta, y aunque no pude ver su rostro, seguramente estaba sonriendo.
Idiota.
―Por lo menos dime a dónde me llevas.―pedí desganada, haciendo que se girara levemente para observarme de reojo.
―A mi departamento.
Que atrevido es este chico.
―Wow, invítame un café primero, amigo.―dije haciendo una mueca, a la vez que ejercía presión para que dejara de arrastrarme hacia su nido de la indecencia.
El soltó un bufido, mandándome una extraña mirada, la cual interprete como un "¿Eres tonta o te haces?"
―Ya quisieras tú que fuera para eso, pervertida ―murmura, volviendo a colocar su vista al frente―. Me incomoda estar hablando en medio de la calle, y ofrecí mi departamento porque supuse que ya estabas cansada de estar en tu casa.
Sonreí ligeramente avergonzada, a la vez que me colocaba junto a él para empezar a caminar. El trayecto fue silencioso, él no decía nada y yo no sabía que decirle. Me parecía bastante extraño que quisiera hablar conmigo, normalmente parecía que no le gustaba hacerlo.
A los minutos llegamos a su departamento, no era nada del otro mundo. Simple y aburrido, igual que su dueño.
―Mmm, llevo solo tres segundos aquí y ya me siento deprimida. Deberías mandar a pintar las paredes de otro color, aunque conociéndote seguramente lo harías de negro y eso solo empeoraría to-...
―¿Puedes callarte por un momento?―me interrumpe, a lo que yo hice un mohín ofendida―. Gracias, así te ves menos fea.
―¿Fea?, ¿acaso tienes cinco años, manquito?―cuestione, frunciendo el ceño.
Yo no soy fea, él es feo.
―Como sea, descerebrada ―bufa, sentándose en el pequeño sofa de la sala. Al ver que yo no me movía de la entrada, palmo el asiento a su lado―. Siéntate.
―Iba a hacerlo hasta que me dijiste que lo hiciera, ya no quiero.―negué, haciéndolo suspirar pesadamente.
―Y después soy yo el que tiene cinco años...―murmura, desviando la mirada hacía el suelo―. Como quieras, quédate parada entonces.
Inmediatamente tomé asiento a su lado, ganándome una mala mirada de su parte.―¿De que querías hablar?, ¿o es que acaso todo fue un sucio truco para secuestrarme en tu departamento?
―No necesito secuestrarte para traerte a mi departamento, como puedes notar, estas aquí por voluntad propia.―dice con cierta arrogancia, haciendo que ruede los ojos.
―Ajá, te escucho.―musite aburrida, observándolo con fastidio.
El aclaró su garganta, sentándose correctamente en el sofa para observarme de frente. Frunció el ceño examinando mi rostro, para luego desviar la mirada y hablar.
―Me... me gusta tu falda.―murmura sin verme, a lo que yo sonreí.
―Gracias, Hinata me la regalo cuand-...
―No puedes salir con el Inuzuka.―me interrumpe, observándome de reojo.
Lo que dijo me dejó bastante desconcertada. Me quedé en silencio esperando a que dijera que aquello solo fue una mala broma, pero él solo me observa fijamente, esperando una reacción de mi parte.
―¿Eh?, no eres gracioso. Pero si un buen actor, por un momento creí que lo decías en serio.―reí un poco, a lo que él frunció el ceño.
―No era un chiste, lo digo en serio.―masculla, haciéndome reír aún más.
―Vaya, deberían darte un premio.―dije sin dejar de reír, ganándome un gruñido de su parte.
―Tómalo como quieras, pero no saldrás con él.―sentencia con semblante inexpresivo.
En ese momento noté que lo decía en serio. Paré mi risa inmediatamente, colocando mis manos sobre mi regazo para observarlo seriamente.
―Tu no me das ordenes. Nadie lo hace, solo mi padre.―conteste, frunciendo el ceño.
El sonrió satisfecho, como si se hubiera esperado que reaccionara de esa manera.―Que bueno que lo dices, porque fue tu padre quien me pidió personalmente que te cuidara de los chicos.
Solté un bufido enojada. No me sorprendía en absoluto que mi padre le haya pedido eso, no era la primera vez que lo hacía. Pero aún así, Kiba no era un mal chico, y él no tenia derecho a prohibirme nada.
―Pensé que nadie te daba ordenes, rey de los imbeciles.―mascullé, a lo que él se encogió de hombros.
―No lo tomé como una orden, más bien como un favor. Y lo hago con mucho gusto.―responde con normalidad, haciéndome enojar aún más.
―Yo puedo salir con quien yo quiera.―enfaticé sin relajar mi semblante.
El me observó durante algunos segundos, los que para mi fueron eternos. Su rostro no demostraba la más minima expresión, hasta que noté como sus mejillas se coloraban levemente y desviaba la mirada nuevamente hacia el frente.
―Entonces sal conmigo.―dice finalmente, jugando con el borde de su capa.
¿Eh?, ¿ahora que le sucede a este tipo?
Seguramente solo estaba diciendo eso a petición de mi padre, y aquello hizo que la ira empezara a recorrer mi cuerpo. Me levanté del sofa y empecé a caminar hasta la puerta de su departamento. En ningún momento me gire a verlo, pero pude sentir como sus ojos me seguían hasta que termine de cerrar la puerta por completo.
Creo que lo mejor hubiera sido quedarme en mi casa ese dia.
Hinata me contaba con mucha emoción lo que sucedió luego de que Sasuke me arrastrara con él. Parece que Sakura logró despertarla a los pocos minutos, y luego de eso Naruto no la dejó sola en ningún momento. Incluso parece que conversaron durante un rato.
Bueno, por lo menos ella la pasó bien.
―Y-Y me invitó a comer ramen la semana que viene ―murmura, sonriendo levemente―. Pero no se si pueda ir...
―¿Lo dices por el entrenamiento?―pregunte, a lo que ella negó―. Entonces te da miedo quedarte sola con él.
Ella asintió tímidamente a mis palabras, a lo que yo hice una mueca sin saber como ayudarla en ese aspecto.
―Mmm, ¿por qué te pones nerviosa cuando estas con él?―pregunté, analizando su rostro.
Tenía las cejas fruncidas, mientras una pequeña mueca adornaba sus labios. No parecía saber la respuesta a mi pregunta, por lo que me apresuré en volver a hablar.
―¿Te da miedo decir alguna estupidez?, tu no eres así. Eso es lo mio.―sonreí, haciéndola reír ligeramente.
―N-No es eso... más bien me da miedo aburrirlo.―susurra, pude sentir un poco de tristeza en su tono.
Suspiré y coloque una mano sobre su hombro, haciendo que ella girara la cabeza para observarme.―No eres aburrida, Hinata. Eres muy dulce y tierna, cualquier chico tendría suerte de hablar contigo, pero si dejas que tus inseguridades te dominen, jamás lograrás avanzar.
Ella ensanchó los ojos, mientras un fuerte rubor empezaba a cubrir sus mejillas. Me sonrió con dulzura mientras murmuraba palabras de agradecimiento.
―Además... si le parecieras aburrida a Naruto, jamás te hubiera invitado a salir. Eso tenlo por seguro.―señale, a lo que ella asintió. Ahora se veía más segura, y eso me hizo muy feliz.
―Por cierto... ¿a dónde te llevó Sasuke-kun?, se veía un poco extraño.―pregunta con curiosidad, haciéndome bufar.
―Me llevó a su ridículo departamento para decirme puras idioteces. No se que le habrá dicho papá, pero parece que le lavó su pequeño cerebro, esta igual que el mocoso del frente.―gruñí, cruzándome de brazos.
―¿Qué fue lo que te dijo? C-Claro, si me quieres contar.―dice avergonzada, sonrojándose nuevamente.
―¿Eh?, claro que te quiero contar, ¿con quien más podría quejarme ―sonreí un poco, para luego fruncir el ceño―. Prácticamente me estaba prohibiendo salir con Kiba, ¿quien se cree que es?
Hinata abrió la boca sorprendida, seguramente desconcertada por lo que acababa de decir.―¿Él... estaba celoso de Kiba-kun?―pregunta insegura, a lo que yo negué.
¿Sasuke celoso? Si claro.
―No, no. Solo lo hizo para fastidiarme, según él, papá le pidió que me cuidara o algo así.―bufe, haciendo un mohín.
―¿Tú querías salir con Kiba-kun?―pregunta ladeando la cabeza.
Bueno, ese nunca fue mi mayor sueño, pero tampoco estaría mal. Como dije, Kiba es un buen chico, y no encuentro razones para rechazar su invitación.
―Si ―respondí simplemente, encogiéndome de hombros―. Pero retomando el tema anterior... él muy imbecil me dijo "Si quieres salir con alguien, sal conmigo" o algo así. ¿No es un idiota?, lo odiaría pero... me cae bien, creo.
Mi hermana me observaba fijamente, lucía bastante confundida.―¿Y no quieres salir con Sasuke-kun?
Abrí la boca para responder, pero no pude formular ninguna respuesta. Sasuke me agradaba, aunque siempre era muy amargado y grosero, la pasaba sorpresivamente bien cuando estábamos juntos. Además, aunque no me gustara admitirlo, él idiota era sumamente apuesto.
―P-Pues... ¿que clase de pregunta es esa, Hinata?―reí torpemente―. Además... creo que a Sakura le gusta o algo así, ella es mi amiga y... las amigas no hacen eso.
―Tienes razón, Sakura-chan siempre ha estado enamorada de Sasuke-kun.―comenta de manera pensativa, a lo que yo asentí.
―Pobrecita, ¿te imaginas estar enamorada de Sasuke Uchiha? Pfff, que mala suerte hay que tener.―solté una carcajada algo forzada. Ella me observó fijamente durante un par de segundos, para luego sonreír.
―Te gusta Sasuke.
━━━━━━✧Sasuke Uchiha✧━━━━━━
Solo pude quedarme observando como salía de mi departamento. Se veía enojada, muy enojada.
Tal vez exageré un poco al plantearle las cosas de esa manera. Aunque en ningún momento mentí, su padre si me pidió que la cuidara de los chicos. Pero no lo hice por eso, yo en realidad no quería que ella saliera con el tipo perro.
Me hervía la sangre al ver la manera en la que él la miraba cuando sonreía, porque estoy seguro de que yo la miro de la misma forma. Ella no se percataba de ese detalle y seguía sonriéndole, de la misma manera en que lo hacía conmigo.
No quiero que haga eso, pero tampoco debo prohibirle nada.
Me percaté sobre mis sentimientos hacía ella hace poco. Tampoco había que ser muy inteligente para darse cuenta. Muy pocas cosas me gustan, y cuando alguna lo hace, lo noto con facilidad.
Hanabi definitivamente me gusta.
No la veo de la misma manera en la que veo a otras chicas, Hanabi se ve diferente. Cuando esta conmigo el ambiente se siente tranquilo y alegre, me hace sentir cómodo y puedo expresarme con facilidad. Siempre logra hacerme sonreír, haciendo chistes malos o peleando por cosas absurdas. Ella parece alegrarse mucho cuando causa esa clase de reacciones en mi, y me sonríe de igual manera. Cuando lo hace me siento muy nervioso, se hace difícil apartar la mirada, pero me obligo a hacerlo para no incomodarla.
El dia que la conocí jamás llegué a imaginar que aquella chica linda y amable lograría despertar alguna clase de sentimiento en mi. Mientras realizaba mi viaje de penitencia, no puedo negar que varias veces me llegó a la cabeza la opción de resignarme y volver a Konoha para formar una familia con Sakura. Ella siempre me ha dejado en claro sus sentimientos por mi, pero aunque lo intentara, jamás pude corresponderle. Se me hacía ridículo imaginarme a mi mismo babeando por alguna chica, pero ahora resulta que es exactamente lo que estoy haciendo.
Me alegra mucho no haberme rendido tan fácilmente, si lo hubiera hecho, seguramente no hubiera conocido a Hanabi. Y jamás experimentaría la cálida sensación que me generaba su presencia.
Pero ese sentimiento también me estaba trayendo problemas, y entre ellos estaban los absurdos celos que sentía cada vez que algún chico la miraba. Ahora mismo ella estaba enojada gracias a eso, e inevitablemente me hacía sentir mal.
Tal vez debería ir a disculparme con ella.
Aaaaaa espero que les haya gustado el cap uwu
💟NO OLVIDEN VOTAAAAAR
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