Lo que esta escrito en cursiva es pasado.

━━━━━━✧Hanabi Hyuga✧━━━━━━

―Hanabi... papá quiere hablar contigo.―susurró mi hermana entrando a la cocina.

Deje de silbar para observarla con miedo, pero ella solo mantenía la vista fija en sus pies con expresión de cachorro regañado. Aquello hizo que me asustara aún más, y de mala gana empecé a caminar fuera de la cocina.

¿Me habrá visto cuando me escapé?, ¿O alguien le contó que estaba con Sasuke? De cualquier forma, dudo que sea algo bueno.

Cuando estuve frente a la puerta me quedé parada tratando de pensar en algunas excusas por si me preguntaba algo. Incluso tuve el impulso de salir corriendo, pero antes de que pudiera mover un pie, escuche la voz de mi padre al otro lado de la puerta.

―Te estoy viendo, Hanabi, pasa de una vez.

Oh, a veces olvido que tiene el Byakugan.

Sonreí nerviosa mientras corría la puerta y me adentraba a la habitación. Mi padre se encontraba sentado en el suelo con su habitual postura rígida, y al verme señaló el cojín frente a el para que tomara asiento.

―Y... ¿Que me cuentas?―pregunte, riendo levemente.

El siguió observándome con su semblante inexpresivo, para luego cruzarse de brazos y fruncir el ceño.

―¿Que me cuentas tú?―masculla. Y aunque no tenia el Byakugan activado, sentía que me estaba penetrando con su mirada.

Yo me encogí de hombros, tratando de disimular lo nerviosa que estaba.

―No mucho, y antes de que preguntes, salí a comprar pan hace rato.―comenté, haciendo un ademan con mi mano.

―¿En serio?, no sabía que Sasuke Uchiha era panadero.―inquiere, sin cambiar su semblante.

Huh, como que si me vio.

―Yo tampoco, es más, ¿Quién es Sasuke Uchiha?―cuestione, sin poder evitar que una torpe risa se escapara de mis labios―. Yo solo conozco a Hisao el de la panadería.

Mi padre suspiró, cubriendo su rostro con una de sus manos con expresión cansada.

―¿Qué hacías con ese Uchiha?, y deja de mentir, eres patética.―pide de forma severa, a lo que yo desvié la mirada.

Si, soy patética.

―Somos amigos ―conteste de mala gana. El ya sabia la verdad, no tenia sentido seguir mintiendo―. ¿Quién fue el chismoso?, seguro el estupido niño del al lado.―masculle, frunciendo el ceño.

Hay un pequeño de siete años que vive en una casa aledaña a la mia, el cual cada vez que me ve conversando con un hombre, va a contárselo a mi padre. Al principió pensé que este lo sobornaba para que lo hiciera, pero con el tiempo me enteré de que lo hacia por gusto, ganándose todo mi odio.

―No, y ya te he dicho que dejes de llamar de esa forma a Ichiro ―me reprende, haciendo que rodara los ojos―. Volviendo al tema principal... te prohíbo ver al Uchiha.

Me prohíbe dice, que chistoso.

―Me niego.―conteste firmemente, girando la cabeza para no verlo.

―No te estoy preguntando si te parece o no, es una orden.―brama enojado, haciendo que su voz resonara por toda la habitación.

―No quiero.―volví a negar, a lo que él soltó un gruñido.

―Esto era lo que temía, ese chico te está volviendo una rebelde.―señala con odio. Yo abrí la boca sorprendida al escuchar aquella estupidez.

―¿Rebelde?, ¡Yo no soy rebelde!―replique, frunciendo los labios indignada.

―Nunca antes me habías llevado la contraria.

―Porque nunca antes me habías prohibido algo tan absurdo como eso ―conteste, alzando un poco la voz― ¿Que te molesta tanto de Sasuke?, se que no es muy simpático, amable o educado pero...

Ay, no se me ocurre nada bueno que decir sobre el.

―Hanabi...―suspiró, para luego mandarme una mirada comprensiva― ¿Tienes alguna idea de las cosas que ha hecho ese chico?

Fruncí el ceño confundida, para luego negar con la cabeza. Mi padre empezó a contarme todo lo sucedido desde que Sasuke desertó la aldea a los catorce años, yéndose con uno de los criminales más peligrosos y buscados, para luego unirse a un grupo de criminales y asesinar al que sería el nuevo Hokage.

Bueno, debo admitir que no me esperaba algo como eso. Pero aún así, no pienso juzgarlo sin escuchar su lado de la historia.

―¿Ahora que piensas?―me pregunta mi padre, alzando una ceja de forma burlona.

―Huh... ¿Pasado pisado?―contesté, sonriendo débilmente―. Eso que importa, si esta libre es por algo.

―La está gracias a sus influencias con el Hokage, tengo entendido que fue su maestro durante un buen tiempo.―masculla irritado, a lo que yo alce las cejas sorprendida.

―¿Ahora cuestionas las decisiones del Hokage? Esta conversación se esta poniendo demasiado intensa para mi.―niego con la cabeza fingiendo decepción. Tenia intenciones de levantarme y dejarlo hablando solo, pero la mirada que me mandó fue suficiente para que me quedara quieta.

―No quería llegar a esto... pero tu eres imposible ―suspira, a lo que yo hice un puchero ofendida―. Me enteré de que Himaraki y sus compañeros lo están ayudando a diseñar sus casas...

Uy, no me gusta a donde va esto.

―No sabía.―mentí encogiéndome de hombros, ganándome un bufido de su parte.

―Como decía... Ya que eres una niña malcriada, tendré que ordenarle a Himaraki que no ayude más a tu amiguito ―amenaza, haciéndome enojar―. Que lastima, parece que no podrá construir su casa.

Este sujeto es muy malvado.

Gruñí en voz baja sin saber que hacer. Fácilmente podría llevarle la contraría a mi padre y seguir viendo a Sasuke sin que él se diera cuenta. Pero no tenía forma de evitar que hablara con los arquitectos para que cancelaran el proyecto de Sasuke, y no pensaba dejar a mi amigo sin hogar.

―Hagamos un trato.―murmure de mala gana, ganándome su atención.

―Te escucho.

―No veré más a Sasuke... si dejas que termine con su proyecto.―musite sin verlo a los ojos.

Esa era mi unica opción, pues parece que no es muy sencillo burlar al líder del clan Hyuga.

―Esta bien, pero solo lo ayudaran a diseñar las casas, luego de eso no quiero volver a verlo por aquí ―contesta, a lo que yo asentí―. Y tu no podrás salir de casa hasta que él haya terminado con sus asuntos, y para asegurarme, le pediré a tu nana que te vigile.

Que exagerado, como si me fuera a escapar o algo así.

―También tengo otra oferta.―comente un poco más animada.

―Hmp.―musitó para que siguiera hablando.

―Esta me parece un poco más justa para ambos ―dije, aclarando mi garganta―.Tú me dejas vivir mi vida en paz y... ya, eso es todo.

―Rechazada, me quedo con la otra.―responde secamente, haciéndome bufar.

Mejor hubiera empezado con la segunda.

―Bien, pero quiero que sepas que acabas de perder a tu hija.―refunfuñe, a lo que él se encogió de hombros.

―Entonces toda la herencia será para Hinata.

―Era un chiste papi, buenas noches.―sonreí torpemente, levantándome rápidamente para salir de la habitación.

―Hanabi... creo que acabo de ver a Sasuke cerca de la entrada.―comenta Hinata asustada, entrando a mi cuarto.

Abrí los ojos sorprendida al escucharla, levantándome del suelo para acercarme a ella.―¿Eh?, se supone que ya había terminado los planos... ¿Que hace aquí?

―N-No lo se, pero si entra papá se dará cuenta y... sabes lo que pasará.―contesta ansiosa, a lo que yo asentí.

Tonto Sasuke, me causa muchos problemas.

―Debes ir a detenerlo―le dije tomándola por los brazos, haciendo que se alarmara aún más.

―¿Y-Yo?, p-pero...

―Sin peros, yo no puedo ir, así que eres mi unica opción ―la interrumpí, para luego hacer un puchero―. Por fis.

Hinata desvió la mirada nerviosa, para luego asentir torpemente y empezar a caminar hacia la puerta.―Por nada en el mundo debes contarle lo que sucedió con papá.―le advertí antes de que saliera, a lo que ella asintió nuevamente para luego empezar a correr.

Suspiré un poco más aliviada, confiaba en que Hinata lo lograría. Sasuke es una persona muy impaciente y malhumorada, lo más probable es que se agobie al hablar con mi hermana y se vaya de regreso por donde vino.

Debo admitir que lo he echado de menos estos últimos dias. Me divertía mucho cuando me escapaba de casa para pasar tiempo con el y molestarlo un poco, ahora estoy todo el día encerrada escuchando las quejas de mi padre a la hora de entrenar.

Últimamente está haciendo las sesiones más largas y agotadoras, tal vez me está castigando por haberle faltado el respeto la otra vez, como puede que no. Ahora siempre se ve impaciente, como si estuviera entrenándome para una competencia el dia siguiente.

También he notado que pasa horas hablando con Hinata de quién sabe que, y cuando trato de averiguarlo ellos evaden el tema o simplemente me ignoran.

Son raros.

Sonreí contenta cuando escuché la puerta de la entrada abrirse. Hinata lo había logrado, y mucho más rápido de lo que imaginé.

Salí a recibirla con emoción. Seguramente le había costado mucho hacerlo, así que quería felicitarla adecuadamente

―Buen trabajo, te quiero mu... ¿Eh?, ¿Que hace Sasuke en la casa?―cuestioné desencajada, observándolos a ambos.

Sasuke sonrió con burla, levantando su mano en forma de saludo. Mientras mi hermana abrazaba un envase de comida como si estuviera apunto de sufrir un ataque de pánico.

Ay Hinata, creo que te di una misión muy complicada.

―Se dice hola, maleducada ―suspira Sasuke, acercándose a mi―. Aunque viniendo de ti, no me sorprende mucho.

Agh, ¿Por qué se ve tan feliz ahora?

―Tch, mejor hablemos afuera, pero solo sal tú mientras yo me quedo adentro.―propuse empezando a empujarlo hacia la salida.

―¿Me estas corriendo?―cuestiona, plantando sus pies en el piso para que no siguiera empujándolo.

―Hay formas más bonitas de decirlo... pero si, lárgate.―conteste tratando de moverlo, pero ese chico es muy fuerte.

―Tu hermana me contó lo que paso...

―¡Hinata!―la reprendí, haciéndola sobresaltar.

―L-Lo siento, me dejé intimidar...―susurra nerviosa, bajando la cabeza.

Suspiré para luego mandarle una mala mirada al chico a mi lado. El cual solo me veía con diversión.

―No sabía que era tan importante para ti como para dejar que te encerraran durante una semana.―comenta con sorna, colocando su brazo en su cintura.

―No sabia que eras tan estupido como para venir aún sabiendo todo eso.―masculle inflando las mejillas, a lo que él se encogió de hombros.

―La princesita necesitaba que alguien viniera a rescatarla de la torre, así que aquí estoy ―responde, pasándome de largo para adentrarse más en la casa― ¿Donde esta el dragón que se hace llamar tú padre?

Solté una risa ante su comentario, pero inmediatamente deje de reír al percatarme de lo que planeaba hacer.

―No, no, no ―lo detuve tomándolo del brazo―. Te meterás en problemas.

―No es la primera vez ―sonríe de lado, girándose para verme de frente―. Cálmate, yo soluciono todo esto.―musita, deshaciéndose de mi agarre para colocar su mano sobre mi cabeza.

―¿Por qué lo haces?, dijiste que no te caía bien.―murmure frunciendo el ceño, a lo que él rodo los ojos.

―No me hagas decirlo...―masculla irritado, haciendo que frunciera más el ceño―. Ahg, si no me cayeras bien no estaría aquí parado, fracasada.

Yo sonreí mientras reía un poco, haciendo que el desviara la mirada avergonzado.―No sabía que era tan importante para ti como para venir a rescatarme.―me burle de el, ganándome un pellizco en el brazo.

―Yo no sabía que eras tan terca como para traer a este chico a casa, Hanabi.―escuche la voz de mi padre detrás de Sasuke.

Rayos.

Espero que les haya gustado el cap uwu

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