━━━━━━✧Hanabi Hyuga✧━━━━━━

Por primera vez en toda la semana podía descansar tranquilamente. Mi padre ha estado muy estricto últimamente con mis entrenamientos, y no entiendo porqué me presiona tanto si actualmente estamos en paz con las otras naciones.

Hinata estaba igual o peor que yo, ella era mi contrincante a la hora de pelear y se notaba a leguas que no estaba comoda con eso. Mi hermana es una persona muy pacifica, no le gusta hacer enojar a las personas y mucho menos pelear contra ellas. Pero al ser la heredera del Clan Hyuga, no tenia otra opción más que guardase sus sentimientos y seguir entrenando.

―Hanabi... ¿Quieres algo de té? ―pregunta mi hermana, acercándose a mi con una bandeja.

Asentí ligeramente agradeciéndole por la bebida. Ella se sentó a mi lado, jugando con sus dedos como solia hacer cuando se encontraba nerviosa.

―¿Sucede algo? ―le pregunto. Ella se sobresaltó un poco y negó levemente con la cabeza, a la vez que sonreía ligeramente.

―N-no es nada, solo que...―paró de hablar mientras bajaba la mirada. No era muy difícil deducir que se encontraba triste―. Hoy es nuestro primer día libre desde que empezamos con los entrenamientos y y-yo queria...―cada vez que pronunciaba una palabra su tono de voz iba bajando drasticamente, hasta que se quedó completamente callada.

Coloqué una de mis manos sobre su hombro para tranquilizarla un poco. Ella me mandó una mirada agradecida, para luego suspirar y añadir―: ¿Conoces a Naruto Uzumaki?―pregunta notoriamente sonrojada.

Claro que conocía a Naruto, todos en la aldea lo hacían. El chico que nos salvó a todos del ataque de Pain, y el protagonista de la guerra más reciente. Aunque nunca habia cruzado palabras con el, mi hermana solia usarlo como inspiración a la hora de entrenar, así que sabia una que otra cosa sobre su persona.

―Huh... Si, se quien es ―respondo, algo confundida por su pregunta―, ¿Que tiene que ver ese chico?

Hinata volvió a sonrojarse, y se quedó un par de segundos balbuceando sin decir nada concreto― Y-yo... El... M-Me gusta.―confiesa finalmente, cerrando abruptamente los ojos.

Aquello me sorprendió mucho, y no hice esfuerzo en ocultarlo. Mi hermana era muy tímida y reservada, me costaba mucho imaginarla pensando en alguien de forma amorosa. Aunque pensándolo bien, eso explicaba la gran admiración que ella sentía por el rubio.

―Wow... ¿Y el lo sabe?―le pregunto, aún impactada por su reciente revelación.

Ella titubeó un poco, para luego encogerse ligeramente de hombros―Se lo confesé durante mi pelea contra Pain... pero parece que perdió la memoria.―susurra algo desanimada.

Yo solté un bufido enojada. Seguramente a mi hermana le habia costado mucho revelarle sus sentimientos al chico, debía tener muy mala suerte para que le pasara algo como eso.

―En fin, hombres ―suspire, restándole importancia al asunto―. Me imagino que quieres volver a confesarte.

―B-bueno, primero me gustaría volverme un poco más... Cercana a el.―explica timidamente. Yo asenti, comprendiendo.

―Invítalo a salir.―propongo. Ella abrió los ojos alarmada, negando frenéticamente.

―N-no puedo hacer eso, jamás podría.―niega rápidamente, bajando la mirada.

―Saltaste a defenderlo cuando estaba en peligro, peleaste contra un sujeto millones de veces más fuerte que tú solo para salvar su vida y... ¿No puedes invitarlo a salir?―cuestiono desencajada. Ella se quedó en silencio un par de segundos, seguramente sin saber que responder.

―Supongo que eso fue gracias a la adrenalina del momento.―trata de excusarse, jugando con sus dedos.

Solté un suspiro cansado, pensando en alguna forma de ayudar a mi hermana. Estaba más que claro que ella no se atrevería a invitarlo sin desmayarse en el proceso, y dudo mucho que aquel chico tome la iniciativa. Así que solo me quedaba una opción.

―Yo lo invitaré.―propongo al fin, sonriendo por mi maravillosa idea.

Hinata me observó confundida, a lo que yo hice un ademan para explicarle detalladamente―: Le pediré que nos acompañe a comer, luego cuando estemos comiendo sacaré algún tema de conversación para que tu logres hablar con el... No es de mis mejores ideas, pero funcionara.―termino de decir encogiéndome de hombros.

Ella entreabrió los labios sorprendida, para luego sonreír ampliamente―¡Muchas gracias, Hanabi!―dice alzando ligeramente la voz, a la vez que se abalanzaba sobre mi para abrazarme.

Yo reí en voz baja, acariciando su cabeza. Me gustaba estar así con ella, eran pocas las veces que podíamos convivir como verdaderas hermanas. Y todo por culpa de nuestro padre y su obsesión con compararnos a ambas.

―De nada, deberíamos irnos ya, debemos encontrar a tu principe primero.

━━━━━━✧Sasuke Uchiha✧━━━━━━

Por primera vez en todo un año volvería a poner un pie sobre Konoha. No tenia ganas de hacerlo, pero Kakashi insistió diciendo que necesitaba mi ayuda para la reconstrucción del distrito Uchiha.

Mientras más me iba acercando a las enormes puertas, sentía como mi mano sudaba ligeramente. No sabia como me recibirían los aldeanos, y aunque sus opiniones o malas miradas me importaban muy poco, no quería pasar un mal rato.

Se que siguen odiándome por desertar la aldea y unirme a Akatsuki, de eso estoy seguro. Y también se que jamás dejaran de verme mal, haga lo que haga. Porque no importa a cuantas personas salve o ayude, ellos siempre van a juzgarme por los errores de mi pasado.

Estoy consciente de que lo merezco, así que trato de no mortificarme mucho y seguir adelante.

Cuando estaba a pocos pasos de llegar, pude visualizar a Naruto, Sakura, Kakashi y si no me equivoco, creo que el otro chico se llama Sai. Los cuatro estaban conversando entre si, supongo que esperando por mi llegada. Acelere el paso para no hacerlos esperar mucho, pues se que eso resulta molesto para cualquiera.

Sakura fue la primera en percatarse de mi presencia, pero no dijo nada al respecto, simplemente se quedo viendo como caminaba hacia ellos con una expresión que no me moleste en descifrar.

―¡Sasuke!―exclama mi escandaloso amigo rubio, corriendo para acercarse a mi.

Note que tenia intenciones de abrazarme, pero lo esquive rápidamente, haciendo que pasara de largo y se tambaleara un poco. Se giró a verme con el ceño fruncido y los abrazos abiertos, mientras el resto se terminaba de acercar a paso calmado.

―Sasuke-kun.―susurró Sakura. Ahora que la tenia más cerca podia notar el sonrojo en sus mejillas.

Eso era un problema, tal vez no debí despedirme de ella con aquel significativo saludo de mi hermano. Creo que lo malinterpreto un poco.

―Sakura.―salude, asintiendo ligeramente con la cabeza.

―¿Como te va, Sasuke?―pregunta Kakashi, sonriendo debajo de su mascarilla.

Llevo alrededor de seis años conociéndolo y nunca lo he visto sin ella, luego resolveré eso.

―Me iba bien hasta que me hiciste volver.―conteste simplemente, ganándome una risa de su parte.

―Ah, extrañaba esos comentarios innecesariamente hirientes de tu parte ―suspira, entrecerrando sus ojos―. ¿Recuerdas a Sai?

Señaló al chico pálido a su lado. Aparentemente si habia acertado con su nombre.

―Ya nos habíamos visto, ¿Recuerdas?―cuestiona, sonriendo de una forma algo rara―, yo traté de matarte a ti y luego tu trataste de matarme a mi, pero tranquilo, sin rencores.

―No te creas la gran cosa, Sasuke trató de matarnos a todos nosotros dattebayo.―comenta Naruto, colocando su mano sobre mi hombro.

Yo desvié la mirada algo incomodo. Aún me parecía extraño que ninguno de ellos me odiara por eso, pero tampoco pensaba quejarme.

―Cierra la boca, dobe.―mascullo, ganándome una sonrisa de su parte.

―Te extrañe ―confiesa el rubio sin dejar de sonreir. Kakashi, Sakura y yo lo observamos con el ceño fruncido, a lo que el rápidamente se separó de mi algo alterado―. E-es decir... ¡Todos te extrañamos!, Si, eso.―corrige nervioso.

Yo rodé los ojos sin comentar nada. Aunque solia irritarme mucho, también lo habia extrañado.

―Debes tener hambre...―empezó a decir Sakura―, ¿Por qué no entramos y vamos a comer?―propone, sonriendo torpemente.

―Huh... Yo no puedo, tengo algunas cosas que hacer ―niega Kakashi, rascando su nuca apenado―, tal vez luego. Sasuke, cuando termines pasa por mi oficina para darte la llave de tu departamento temporal.―me indica, a lo que yo me limite a asentir.

―Yo tampoco puedo, Ino me invitó a comer en su casa.―se excusa Sai, rascando su mejilla.

Luego de eso ambos se despidieron para ir a sus respectivos compromisos. Dejándome junto a Sakura y Naruto en la entrada.

―¡Entonces solo seremos nosotros!, ¡Como en los viejos tiempos, dattebayo!―exclama Naruto contento.

Entramos por fin a la aldea. Ellos me comentaban algunas cosas sobre las recientes construcciones que habian realizado. Todo se veía mucho más moderno de lo que recordaba. Las cosas habian cambiado, al igual que yo.

Los miradas curiosas y los comentarios bajos no se hicieron esperar. Pero Naruto y Sakura se encargaron de distraerme de todo eso, cosa que agradecí internamente.

―¡Sakura!, ¡Que bueno que te encuentro! ―exclama una voz femenina a nuestras espaldas. Me voltee ligeramente para observar como una mujer, algo familiar, se acercaba a ella con la respiración agitada.

―¿Shizune-san?, ¿Pasó algo?―pregunta mi compañera preocupada, tomando a la mujer de las manos. Esta suspiró para regular su respiración, mandandole una mirada ansiosa.

―Tenemos un problema en el hospital, el señor Misaki volvió a tener una recaída, necesita tu ayuda.―informa la mujer. Sakura se quedo pasmada un par de segundos, lucia frustrada.

―Chicos... Sasuke, lo siento, pero es mi paciente y debo ir.―suspira desanimada. Yo hice un ademan con mi unica mano existente, restándole importancia.

―Tranquila, es tu trabajo.―contesto simplemente. Ella me mando una mirada algo decepcionada, tal vez pensó que iba a detenerla.

Pero no.

Naruto se despidió de ella y seguimos con nuestro camino. Aunque las rutas habian cambiado, no se me hizo muy difícil deducir que nos dirigíamos a Ichiraku.

Mi amigo me hablaba sobre cientos de temas diferentes a la vez, incluso solia responderse el mismo preguntas que me hacia a mi. Seguía igual de raro.

Cuando pasábamos por una tienda de flores, una chica se acercó a Naruto. No pude detallar su rostro correctamente porque apareció de la nada, pero era de la misma estatura de Sakura y tenia el cabello largo de color castaño. Detrás de ella apareció otra chica un poco mas alta, a esta si pude reconocerla, no recuerdo su nombre pero se que es una Hyuga.

―N-Naruto-kun.―susurro la segunda chica, se veía notoriamente nerviosa.

Me cuesta imaginar el porqué.

―¡Hinata! ―exclama mi amigo como saludo, haciéndola sonrojar―, tu... Debes ser Hanabi, Neji me habló de ti una vez.―le dice a la otra chica.

Me acerqué discretamente para observar su rostro, por simple curiosidad. Al hacerlo me percate de su asombroso parecido con el difunto Neji Hyuga, parecían hermanos gemelos.

Se veía algo triste, tal vez fue por la mención de su familiar. Pero aquella expresión desapareció rápidamente, siendo sustituida por una genuina sonrisa.

―Si, un placer conocerlo Naruto-senpai.―dice de forma cortes, haciendo una leve reverencia.

¿Senpai?, pensé que teníamos la misma edad.

―¡Con Naruto esta bien! ―exclama animado, haciendo un ademan con su mano―, ¿Que las trae por aqui?

―Bueno, te vimos de casualidad y Hinata pensó que seria buena idea invitarte a comer.―contesta la chica, cuyo nombre ahora se que es Hanabi. Su prima o hermana se puso pálida, por un momento pensé que se iba a desmayar.

¿A mi no me piensan invitar o qué?

Aclaré mi garganta para llamar la atención. Hinata se asombró al verme allí parado, mientras Hanabi me observó un par de segundos para luego volver a poner su atención en Naruto.

Por lo menos me hubiera saludado.

―¡Oh, casi lo olvido!, este es Sasuke... aunque tu ya lo conoces, Hinata.―me presenta por fin Naruto.

―S-si... Sasuke-kun.―me saluda Hinata, haciendo una reverencia algo nerviosa.

―Sasuke... Ese nombre me suena...―murmura Hanabi, acariciando su mentón con su mano.

¿De donde le sonará?; ¿Del ultimo Uchiha vivo?, ¿Del genin que desertó la aldea?, ¿O del criminal de Akatsuki?

―¡Ya se!, asi se llamaba el padre del tercer Hokage.―exclama feliz, sonriendo.

Ah, esa no me la esperaba.

―Un placer, Sasuke Uchiha.―me presento adecuadamente. Ella asintió sin dejar de sonreír, inclinándose un poco en mi dirección.

―Hanabi Hyuga, el placer es mío.

Aaaaaa, aqui tienen el primer cap, díganme que tal uwu.

Espero que esta historia me quite la depresión mientras recupero mi cuenta principal.

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