ᵎ𓂅 ▐ capítulo tres.
«esto es un peñazo»

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—Esto es un peñazo —dije, incapaz de hacer más.

Jinx llevaba varias horas intentando funcionar los planos con las gemas que habíamos robado de la ciudad del progreso. Yo no entendía ni jota de lo que ponía en cada una, pero obligada por Jinx, que desechó mi idea de entrenar para matar el tiempo para quedarme sentada a su lado sin hacer nada, escondía mi cabeza entre mis piernas esperando por algún milagro.

—Peñazo, me gusta esa palabra. —Estaba acostada, con las trenzas desperdigadas y revisando un cuaderno grueso con apuntes, y aunque casi no la entendía por tener un bolígrafo en los labios, la miré con cuidado—. Esto es un peñazo, peñazo, peñazo. Sí, un peñazo total.

Se levantó a mi lado, golpeando un poco mi cadera con sus enormes botas pero yo de repente estaba más concentrada en la curvatura de su espalda, de su cintura y la forma en la que caían sus trenzas por el precipicio del almacén que usábamos ambas, ya sea para ella mirar mis entrenamientos, donde a veces se unía o, para estos experimentos, dormir o jugar.

A lo largo de los años que llevaba conociéndola, siempre me había fascinado su cabello largo, su exuberante color y la forma en la que a veces, me dejaba peinarla. Otras veces lo hacía Silco.

Me distraje por el grito salido de la nada de Jinx. Me ruboricé al darme cuenta de que estaba más emocionada por seguir viendo su cintura, que en otra cosa.

—¡Eso es! ¡Mira, Zai! —Señaló el extraño aparatejo que había creado para usar las gemas robadas de Piltover—. Las runas estas son la clave. Mira, forman una especie de portal matemático y mágico. —Me enseñó los dibujos del cuaderno que seguía sin entender.

—En serio, Jinx, no deberías esmerarte en hacerme entender... No puedo, no soy tan inteligente.  —Pero nada más decirlo, ella me golpeó la nariz con el boli.

Dejó de atender a los fantasmas de su pasado, Claggor y Mylo a los que les había decorado un espacio casi al fondo del almacén, para mirarme con severidad. Yo sostuve una de sus trenzas, acariciándola.

—Zaira, cada una de nosotras tiene sus propias fortalezas, así que no te compares conmigo nunca. Tú... tú eres mejor que yo, ¿vale? En todos los sentidos. —Nuestra proximidad era corta, y al alzar la mirada, me di cuenta de que bajaba su mirada.

No la dejé hacerla sentir mal; solté su trenza y acaricié su barbilla, disfrutando en silencio ser más alta que ella, y cómo al inclinarme sobre su cuerpo, su rostro se veía debajo de mí.

—Eh, no. Yo no soy mejor que tú, ¿me oyes? —Mi mano libre se posó sobre una de sus manos, dejando letargas caricias que solo aumentaban el calor de mi estómago—. Tú y yo somos perfectas, nos complementamos.

—Lo sé, lo sé... —Mi mano subió hasta su mejilla, y para cuando quise darme cuenta, aparté la mano como si fuego tocase, para rascar mi cuello—. Explícame cuál es el punto de esto, ¿a dónde nos lleva?

La vi parpadear confusa, antes de darme la espalda y mirar hacia su creación metálica y que encerraba el aparato en el que se colocaría la gema de cristal.

—Eh... digamos que al reino de los escalofríos —movió sus manos, decoradas con esas fascinantes uñas, explicándome—. Y esto lo activa.

Recogió la gema del suelo, sonriente, pasándome entre los dedos. La acaricié unos segundos antes de devolvérsela, mientras ella la colocaba en el centro. Por alguna razón, sentí miedo de lo que podría pasar y escalofríos.

De repente me nacieron dudas por todas partes. Sabía que algo iba a salir mal.

—¿Estás segura de que...?

Me golpeó un hombro, riendo, y pasando de mí como siempre cuando estaba ante algo que la emocionaba.

—Claro que sí, vamos, vamos. ¡Allá vamos! —Agarró una manivela, tomó una profunda respiración y mientras la agarraba del mismo brazo, quizás para detenerla o darle apoyo, accionó la máquina.

Entonces todo se fue a la mierda en cuestión de segundos.

La máquina pareció no ser capaz de compensar la nueva carga de poder y ambas salimos volando hacia atrás, con una explosión brillante y repleta de partículas azules. Intenté agarrar a Jinx, pero ambas nos chocamos, yo caí por el vacío y por pura suerte me logré sostener del puente de metal decorado por las pinturas de Jinx.

Mis manos se aferraron con fuerza, mientras trataba de centrarme, de ubicarme. Pero todo me daba vueltas y me dolía horrores la cabeza; incluso me pareció ver la imagen de mi madre, protegiendo a Silco y perdiendo su brazo. Pero sacudiéndola, respiré hondo para alzarme por esa construcción y evitar caer al vacío.

Sería una muerte extremadamente dolorosa y lenta, porque había mucha distancia hasta el suelo.

—Augh... por favor —dije, levantándome y haciendo uso de mi fuerza.

Alcé la pierna y segundos más tarde, acabé al otro lado y con la espalda en la seguridad del camino metálico. Ahora en el cielo habían múltiples partículas azules, que caían como alguna especie de fuegos artificiales e inmediatamente, dejando aquella vista atrás, busqué con la mirada a Jinx.

Escuchaba sus sollozos incluso a pesar de la bruma de mi cabeza; y conocía su historia, mejor incluso que su propio padre porque ella me la había relatado mil veces con todo lujo de detalles. Con decir que yo la ayudé a crear los muñecos de sus amigos fallecidos, se sabía.

—¡No! ¡Fue un error! ¡Sólo fue un error! —La voz de Jinx me llamó.

Estaba acurrucada, al fondo de la habitación, llorando. Odiaba verla así, me levanté con dolor en mi bajo estómago y a pesar de que quise llamarla, extender una mano hacia ella, mi amiga no tardó en salir despavorida de allí, repitiendo lo mismo una y otra vez.

Todo pareció quedar en silencio, las luces azules desaparecieron y para cuando pude levantarme, no lo pensé dos veces antes de perseguirla.

Sabía mejor que nadie a donde iría, porque hasta yo había ido en mi juventud, pero... No podía dejarla sola, no con sus traumas y sus culpas. Aunque no me hubiera visto allí tirada, no era su culpa. Era demasiado para soportar para una sola persona.

Y mi deber era cuidarla; esa fue mi promesa desde que la conocía y, por supuesto, pensaba cumplirla.

𓍯 ࣪🦴. ELSYY AL HABLA (!)
muchas gracias por su apoyo.

buaaaah, solo me quedan dos caps de la última temporada y estoy súper emocionada por traerles nuevos capítulos; si bien hasta ahora hemos estado siguiendo la original historia con ligeros cambios, pronto se vienen escenarios más inventados. los amo y muchas gracias por seguir leyendo; también les deseo un feliz año.

nos vemos pronto, mis arcanos.

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