27. Balas
❝Balas❞
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NARRADOR:
Peter acomodó su saco antes de entrar de nuevo a la casa hecha cenizas por el fuego de hacia años. Una leve punzada en su pecho fue suficiente para incomodarlo y obligarlo a carraspear al instante. Podía ser el villano dentro de muchas historias, pero en la única en la versión que el creía, era en la que los malos eran los que habían incendiado su casa junto a su familia. Aquellas muertes fueron suficientes para crearle un odio y rencor a la vida, aunque lo que menos hacia era disfrutarla, la viviría por quienes no pudieron.
Derek entró detrás de él y aunque quiso ver la reacción de su tío, le fue imposible. Peter sólo le dio la espalda y caminó un trecho antes de voltear hacia él nuevamente. Derek sabía cuál sería su siguiente tema de conversación y le gustase o no, no podría evadirlo.
—Ella no recuerda nada, ¿cierto? —preguntó, acariciando su barbilla con cautela. Esperaba ansioso la respuesta de su sobrino.
Derek sólo alcanzó a negar con la cabeza antes de escuchar el resoplido de Peter.
—Han pasado años y... parece que fue ayer.
—Vivo con sus recuerdos —murmuró Derek, caminando hasta las escaleras. Se sentó sintiendo la mirada de Peter—. Ella lo olvidó, pero sus recuerdos siguen perdidos.
—Y roguemos porque nunca los encuentre —soltó Peter, juntando sus manos con una pequeña sonrisa. La situación no le divertía, pero era la forma en la que él solía llevar las cosas sin perder el hilo de la razón. Al menos de la forma en la que él lo creía—. ¿Recuerdas lo que dijo tu madre, cierto? Sería otra tragedia.
—Lo sé —musitó Derek, jugando con sus manos—. Pero aún la amo.
Peter se quedó en silencio. Las palabras de Derek no lo asombraron, incluso antes de que lo dijera, él ya lo sabía. Lo sintió como la primera vez que lo notó.
—Amarla no cambiará nada. Si Selena lo recuerda te odiará por el resto de su vida... si es que vive. —Ladeó la cabeza.
Derek alzó la mirada.
—¿De qué hablas? —los nervios se notaban en el temblor de su voz.
Peter chasqueó la lengua.
—Reza porque no se mate si algún día recuerda lo que le pasó a su amiguita y a ella —dijo Peter caminando cerca de él.
Derek bajó la mirada hasta sus pies y luego negó.
—No tiene que recordarlo. Se perdieron, es todo.
—Bueno, el beso de amor verdadero no funcionó. No es tan fácil como en las películas. —Peter hizo una mueca de disgusto llevándose sus manos dentro de los bolsillos de su abrigo—. Tal vez porque no lo eres.
Derek se puso de pie de inmediato.
—Mi madre me lo prometió, ella...
—Talia está muerta, Derek —interrumpió Peter—. Sus palabras ya no son válidas y viendo en la situación en la que nos pusiste acercándote a ella, lo mejor será que escuches las mías.
Derek volteó hacia él y por primera vez, consideró una opinión no propia.
[...]
Selena se sirvió un poco de café y caminó por la cocina hasta que se acomodó en la isla con los brazos pegados. Observó con una delicada sonrisa la forma en la que su madre se movía en todas las direcciones buscando su teléfono. Selena notó que estaba distraída cuando vio el aparato junto a ella. Soltó un bufido antes de tomarlo y acercárselo a su madre. Melissa se llevó una de sus manos a la frente y la golpeó con suavidad señalando lo tonta que creía que era por no haberlo visto antes.
—Estoy en las nubes —dijo con una pequeña sonrisa.
—Tranquila, conozco el sentimiento —compartió Selena volviendo a su lugar. Tomó la taza de café y le dio un sorbo viendo como su propio teléfono se iluminaba ante la llegada de un nuevo mensaje que sólo decidió ignorar—. ¿Te vas a algún lado?
Melissa se detuvo a verla y asintió con una sonrisa de complicidad. Selena estaba feliz por ver a su madre de esa forma, no recordaba la última vez que la había visto tan hermosa y sin el uniforme del hospital.
Le dio otro sorbo al café.
—Es un hombre muy atractivo.
Selena alzó sus cejas.
—Ya era hora, mamá. Necesitabas salir un rato con el género opuesto —bromeó ella.
Melissa pellizcó uno de los chachetes de su hija con suavidad mientras le dedicaba una sonrisa.
—Tienes razón. Pero debo apresurarme sino se me hará tarde.
Selena se removió algo incómoda al ver que su mamá salía de la cocina. Quería decirle que se detuviera, deseaba hablarle sobre Derek, sobre todo los nuevos sentimientos que comenzaba a descubrir, pero no pudo. Escuchó que Melissa subió las escaleras y le dio otro sorbo a su café antes de dejar la taza en la mesada.
Odiaba no poder compartir esas emociones con su propia madre porque, aunque era lo que más quería, cada vez que hablaba sobre como se sentía, sus palabras se atoraban en su garganta. Era como si su corazón luchará con una soga para retener los sentimientos dentro de ella y no compartirlos con alguien más. Incluso si esa persona era su madre, se podría decir que se le complicaba aún más.
Eso fue lo que aprendió a hacer desde la separación de sus padres.
Se detuvo a mitad de las escaleras cuando escuchó que alguien golpeó la puerta. Se volvió y la abrió con rapidez. Le sorprendió ver a Allison parada enfrente de ella, así que sólo la saludó con una sonrisa.
—¿Buscas a Scotty? —preguntó Selena y luego se lamentó de haber nombrado su apodo—. ¡No vayas a decirle que dije eso!
Allison soltó una pequeña risa mientras negaba. Se acomodó el pelo detrás de la oreja lo que a Selena le pareció un gesto de dulzura.
—Tranquila, no diré nada. Y sí, estoy buscándolo.
Selena abrió aún más la puerta y la dejó pasar.
[...]
Selena dio vuelta los ojos cuando volvió a escuchar el timbre de la casa. Sabia que su madre aún no iba a atender porque seguía alistándose, pero su hermano podía hacerlo a la perfección. Salió de su cuarto frustrada y se dirigió hasta las escaleras rapidamente, pero se detuvo a mitad de camino cuando vio a Peter en la entrada de su casa hablando con Scott. Selena apenas fue consciente de su aumento de velocidad para llegar hacia ellos y ponerse en medio.
Peter le sonrió a ambos.
—Hermana cuida a hermano lobito —dijo con una voz enternecida—. Eso es tierno. Me pregunto si son capaces de proteger a su madre de la misma forma.
—Aléjate de mi familia —musitó Selena, empujando levemente a Scott hacia atrás con su brazo—. O juro por lo que más quiera que patearé tu trasero antes de que lo veas venir.
Peter ladeó la cabeza.
—Debo decir que eres valiente considerando que amenazas al alfa enfrente de su beta. —Señaló con la mirada a Scott y luego se encogió de hombros—. Haz lo que quieras. Luego tendrás que darle una explicación a tu madre de por qué golpearon a su cita. Es hermosa, no merece llorar esta noche.
—Tal vez se me ocurra decirle que eres un maldito psicópata —soltó ella molesta.
—No olvides la parte en la que estuve en sillas de ruedas durante seis años a causa de un incendio que me derritió la mitad del rostro... espera. —Señaló la parte de su cara donde debería estar quemado y abrió la boca fingiendo sorpresa—. Suerte con que te crea.
Selena apartó a su hermano una vez más cuando lo vio adelantarse y luego, su madre apareció junto a ellos con una sonrisa.
—Estoy lista.
Todos se quedaron en silencio, pero para Selena y Scott, el ambiente aún era tenso. Melissa tomó su bolso con fuerza sin saber porqué su hija estaba tan seria, por un segundo creyó que se trataba de lo poco que le convencía su cita, pero, ¿por qué sería así? Para ella el hombre era perfecto.
—Mamá —pronunció Selena, sin quitarle la mirada a Peter. Melissa volteó a verla y ella hizo lo mismo con una pequeña sonrisa—. Diviértete.
Peter también sonrió, pero victorioso.
[...]
Selena entró a la antigua casa de Derek y cerró la puerta detrás de ella. Al verlo parado enfrente de un horrorizado Jackson supo lo que era capaz de hacerle. Aún se sentía decepcionada de que él decidiera estar del lado de Peter luego de tantas muertes, pero sabía que no era nadie para compartirle su opinión.
Scott apareció arriba de las escaleras y luego, de un salto, se lanzó enfrente de Derek. Selena corrió hacia Jackson y lo tomó de los brazos para llevarlo a un lado, sabía que pronto, Derek y Scott tendrían una pelea. Pero al correr a un lado, Jackson empujó a Selena con fuerza obligandola a caer al suelo con dureza. Ella alzó la mirada confundida por el tonto comportamiento del chico, pero no tuvo mucho tiempo para pensar en ello, porque enseguida un estruendo alertó a todos y en cuestión de segundos, miles de balas atravesaron la puerta en dirección a los cuatro. Derek cubrió a Selena con su propio cuerpo y ambos terminaron a un lado en el suelo mientras que Scott recibió varias balas en su estómago.
—¡Scott! —gritó Selena mientras intentaba zafarse del agarre firme de Derek—. ¡Suéltame!
Selena se corrió de los brazos de Derek y se deslizó velozmente hacia su hermano. Observó con una mirada llena de miedo e impotencia sus heridas en el estómago mientras pasaba sus manos sobre su torso intentando no sentirse inútil por no poder hacer nada.
—¡Salgan de aquí! —gritó Derek, parándose detrás de la puerta.
Selena volteó a ver el rostro convertido de Derek antes de apoyar a su hermano en su cuerpo y salir de ahí. Selena sólo deseó que ninguno de ellos dos muriera.
N.A:
¡Buenos días! Ah, mentira. Espero que estén bien y disfruten del capítulo de hoy.
Besos 💋
-Gim.
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