❝El alfa❞

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  NARRADOR:

  La noche no tardó en llegar a Beacon Hills luego de las siete. Derek bajó de la casa de Stiles por la ventana con un perfecto salto y cayó de pies y manos al suelo. Selena abrió la puerta de la entrada y Stiles y ella salieron con tanta rapidez que chocaron entre sí.

  Danny se había ido a las cinco luego de haber averiguado quien había enviado aquel mensaje, y aunque Selena estaba segura que era imposible que se tratara de su madre, la duda del tío de Derek seguía en ella. Él estaba en el hospital siendo cuidado por una enfermera y a Selena no le parecía casualidad. Si Derek volvía a preguntarle si estaba segura, esa vez, diría que sí sin ninguna duda.

  Los tres subieron al Jeep de Stiles y con velocidad llegaron al hospital en cuestión de minutos. Selena estaba en la parte de atrás mientras le enviaba mensajes a su madre, quién aún no contestaba y eso logró preocuparla bastante. Guardó su teléfono en su pantalón y suspiró llevándose sus manos a la cabeza mientras murmuraba cosas inaudibles para Stiles y Derek. El menor volteó a ver a su amiga mientras conversaba con Scott.

  —Sí, está con nosotros —contestó Stiles luego de que su amigo le preguntara si su hermana estaba con ellos—. Ahí te paso.

  Selena tomó el teléfono con rapidez.

  —¿Estás por jugar? —preguntó ella antes de que su hermano le preguntara algo que no quería responder.

  —Sí, de hecho, el entrenador está gritando a mi lado —comentó Scott, divertido—. ¿Estás bien?

  La chica sonrió antes de contestar, y sin saberlo, era observada por el espejo retrovisor por ambos chicos de reojo.

  —Sí, tranquilo, Scotty —bromeó soltando una pequeña risa.

  —No me llamas así desde... —el chico suspiró.

  —Lo sé —dijo ella al ver que su hermano no podía continuar con la oración.

  Ella lo supo enseguida. Sabia que la razón por la que dejó de llamarlo así. Fue porque lo hacía antes de que su padre los dejara, y eso, aunque no le gustase, le causaba una incomodidad en la zona del pecho, cerca del corazón, justo en donde decidió enterrar los recuerdos con su padre. Más que superarlo, lo olvidó, por lo que cada vez que lo recuerda, esa molestia vuelve.

  Luego de saludarlo, Selena terminó la llamada y le pasó el teléfono a Stiles.

  —No le dijeron lo de su mamá —dijo Derek.

  —Es lo mejor. —Selena se acercó entremedio de ellos y reposó sus brazos en los asientos.

  —Tenemos que estar seguros —concordó Stiles, acomodándose en su asiento—. No lo haremos hasta que sepamos la verdad.

  Se quedaron en silencio, hasta que Derek habló:

  —Por cierto, una cosa más —dijo.

  —¿Sí?

  Derek tomó a Stiles de la cabeza con una gran velocidad y lo golpeó contra el volante del Jeep antes de que pudiera reaccionar. Selena abrió su boca y golpeó a Derek levemente en el brazo.

  —Saben por qué lo hice —dijo él, señalando a Stiles y refiriéndose a lo que sucedió horas antes—. Ahora, ve.

  Stiles lo miró mientras se acariciaba el rostro, en especial la nariz.

  —¡Andando!

  Stiles se bajó del Jeep y Selena se pasó entre los asientos hacia adelante siendo seguida por la mirada de Derek. Al sentarse, sacó su teléfono y llamó a Stiles para que los mantuviera al tanto. Derek no dejó de mirarla en ningún momento mientras hablaba con Stiles quien estaba en busca de Melissa.

  —¿No está en la recepción? —preguntó Selena.

  —No, no la encuentro —respondió Stiles, buscando entre los pasillos.

  —Pregunta por Jennifer, ella ha estado cuidando a mi tío —dijo Derek acercándose a Selena para que Stiles pudiese escucharlo.

  Stiles entró a la habitación en donde se suponía que debía estar Peter, pero se extrañó cuando no lo encontró en la silla de ruedas.

  —Bueno, él tampoco está aquí —murmuró.

  Selena y Derek compartieron miradas y al ver la expresión preocupada de la chica, se dio cuenta de que ella había tenido la razón en todo ese tiempo. Le quitó el teléfono y comenzó a gritarle a Stiles para que saliera de ahí.

  —¡Es Peter! ¡Él es el alfa! —gritó.

  Stiles colgó.

  Derek se bajó con rapidez del Jeep mientras le gritaba a Selena que hiciera lo mismo. Corrió hasta que llegó a su lado y la tomó de la mano. Sabía que no debería dejarla sola y aunque quisiera hacerlo, era consciente de que ella no se quedaría ahí. Selena tampoco dudó en bajar y seguirlo, le gustara o no a Derek, ella iría sin dudarlo. Ahí dentro estaba su amigo y aunque apenas se conocían, estaba ahí para ayudar a Derek también.

  Entraron al hospital y Derek fue directo a golpear el rostro de la enfermera con su codo. Selena se detuvo junto a Stiles y Peter ladeó su cabeza.

  —Eso no fue amable. Es mi enfermera —dijo.

  —Sólo es una loca psicópata que te ayuda a matar personas —habló Derek, con rapidez—. A un lado.

  Stiles cayó al suelo y Selena volteó a ver a Peter quien la miraba de una forma diferente al resto. Él sonrió y desvió la mirada hasta su sobrino con una expresión que sólo Derek entendía.

  —¿Crees que maté a Laura a propósito? ¿Alguien de la familia? —le dijo—. Derek, sabes que no deberías estar ni a cinco metros de ella.

  Selena también se agachó al escuchar rugir a Derek. La miró con sus ojos brillantes antes de ir directamente hacia Peter. Ambos comenzaron a pelear y Stiles y Selena se deslizaron hasta llegar atrás del mostrador para ocultarse de ellos. Selena tomó a Stiles entre sus brazos y lo protegió de los escombros que caían por los golpes de Peter hacia Derek. Poco tiempo después lo lanzó cerca de ellos, y Derek se deslizó hasta llegar a uno de los consultorios tratando de ocultarse en la oscuridad y alejarse de Peter, aunque no lo logró.

  —Debemos irnos —dijo Stiles.

  —Pero Derek...

  Stiles la interrumpió tomándola de su mano.

  —Es Derek, Sele, puede arreglársela. Debemos irnos antes de que venga por nosotros y créeme, nosotros no podemos arreglarnosla.

  Selena volteó hacia donde había visto a Peter entrar y luego suspiró antes de seguir a Stiles.

  Peter caminó dentro del consultorio y giró el espejo antes de sanar la mitad de su cara.

  —¿Por qué ella está aquí? —preguntó él.

  —Es la hermana de Scott, ¿qué esperabas? —respondió Derek, escupiendo sangre.

  Peter frunció los labios.

  —La alejaste para protegerla, ¿por qué volviste a ella? —Caminó cerca de él—. ¿Por qué siquiera le hablas, Derek?

  —¡No pude evitarlo! —gritó frustrado—. ¡¿Crees que quería que esto sucediera?! Vine aquí por mi hermana, yo no fui quien decidió meter a su hermano a este mundo de nuevo.

  Peter negó enseguida mientras se tocaba el rostro. También estaba frustrado por eso, pero no podía mostrarlo. Escuchó el latido de Derek y confirmó lo que más temía.

  —Ya la has besado —murmuró, no había duda en sus palabras—. Corriste el riesgo.

  —No pude evitarlo —repitió.

  —¡Si pudiste! No quisiste que es diferente. —Volteó a verlo—. No tuviste control.

  —Yo no soy el que mata personas —dijo Derek, acomodándose en el suelo.

  —¿Estás seguro de eso? ¿Necesito recordarte lo que sucedió ese día?

  —No te atrevas —masculló.

  Peter se quedó en silencio clavándole la mirada durante varios segundos hasta que sonrió de repente. Se agachó enfrente de Derek y apoyó sus brazos en sus piernas.

  —Tendrías que escuchar mi explicación —dijo—. Después de todo... somos familia.

N.A:

Aquí estamos de nuevo. Peter lo sabe todo, pero la pregunta es: ¿Qué es lo que sabe?

Recuerden que esta historia va a fluir con naturalidad, es decir, no voy a revelar todo en un capítulo próximo. Poco a poco se va a revelar las cosas a medida de recuerdos, conversaciones, sueños, etc. Hasta que al final tengan más o menos una idea de lo que pasó, pero en el segundo libro se hablará con más claridad.

Besos <3 🌻

-Gim.