Capítulo Diez
—¿Hola? ¿Quién es?
—Hola Ruiqi, soy Seungmin.
Un jadeo de sorpresa se escuchó al otro lado de la línea.
—¡Seungmin! ¡Creí que nunca llamarías! ¿Así que al fin te diste cuenta de que quieres ser mi amigo?
—No es sobre eso.
—Oh... ¿Entonces sobre qué?
—Es sobre Haerin.
Hubo un corto silencio.
—¿Haerin?—El tono de voz de Ruiqi cambió notoriamente—¿Qué pasa con ella?
—¿Ha estado bien?
—¿Por qué me preguntas eso?—La chica se puso a la defensiva—¿Qué ocurre con Haerin?
—Nada, solo me preocupé un poco...
—¿Por qué?
—¿Dónde está?
—Seungmin, dime por qué—Ruiqi insistió.
—Me preocupa que esté en peligro.
—... ¿Por qué estaría en peligro?
—¿Sabes si le han pasado cosas raras últimamente?
—Deja de evadir mis preguntas, Kim Seungmin—Ruiqi dijo con voz dura.
—Tú también evades las mías. ¿Dónde está Haerin?
—Está con Yeonjun, creo que en la biblioteca... No estoy muy segura.
Seungmin se mordió el labio pensativo.
—¿Por qué me preguntaste si a Haerin le han estado pasando cosas raras?
—Me temo que algo no ha estado yendo bien... He sido tan ciego.
—¿También tienes ese presentimiento?—Preguntó la chica—Haerin tenía alucinaciones de pequeña, pero eso pasó y no volvió más... Hasta ahora.
—¿Cuándo volvieron a aparecer?
—Me dijo que cuando comenzó a hablar con Felix.
Seungmin abrió sus ojos en demasía.
—¿Seungmin? ¿Por qué te quedaste callado?
—Trata de localizar a Haerin.
—¿Qué?
—¡Ahora!
Y la llamada se cortó.
☠︎︎
Ruiqi estaba a punto de tener un ataque de pánico después de la llamada con Seungmin.
Se apresuró en llamar a Haerin, pero después de tres intentos se rindió ya que ella no contestaba. Su segunda opción fue llamar a Yeonjun.
—¡¿Yeonjun?!—La chica prácticamente gritó cuando la llamada fue contestada.
—¿Pasó algo?
—¿Estás con Haerin?
—No, se fue hace un rato. ¿Por qué?
Ruiqi guardó silencio, sin saber que pensar.
—¿Pasó algo, Ruiqi? ¿Le pasó algo a Haerin?
—No estoy muy segura...
—¿Qué?
—Me preocupa.
—¿Por qué? ¿Puedes ser más clara?—Yeonjun se oía alterado.
Realmente le importaba Haerin.
—¿Tiene que ver con las cosas raras que le están pasando?
—... ¿Cómo sabes?
—Ella me contó.
—Después hablamos de eso, ahora hay que localizarla.
—De acuerdo...
☠︎︎
Después de recibir aquella llamada de Felix, Haerin corrió tan rápido como si su vida dependiera de eso.
No entendía muy bien lo que estaba pasando, pero sí sabía algo:
Su amigo estaba en peligro.
—¿Cosas viejas?.... ¿Casa abandonada?—Dijo para sí misma en un susurro.
Claro, solo existía una casa abandonada ahí. Tenía mala fama, ya que era vieja y anteriormente se cometieron varios crímenes ahí, pero de forma misteriosa dejaron de suceder de un día para otro.
Pero si ella no se apresura en rescatar a Felix, los crímenes volverían a suceder.
Iba a revisar su celular para ver si el rubio le había escrito algún mensaje, pero se percató de que se había quedado sin batería.
—Mierda...
Había regresado a su casa después del encuentro con Yeonjun, estaba a punto de ponerse cómoda en su cama hasta que Felix le llamó. Su voz sonaba desesperada, estaba llorando y le decía que alguien lo tenía encerrado en un sótano. Haerin le preguntó si tenía alguna idea de donde estaba y él dijo que no, pero todo lo que se veía ahí estaba muy viejo y la madera estaba ya podrida.
Llegó a la casa abandonada y se armó de valor en entrar, por suerte había tomado una navaja por si acaso.
La puerta se encontraba entre abierta, así que la empujó un poco y ésta hizo un sonido bastante desagradable. Maldijo en sus adentros, ya que se había escuchado muy fuerte y quizás alertó a quien sea que tenía a Felix ahí.
—¿En un sótano?—Repitió nuevamente para sí misma en voz baja.
Se dispuso a buscar el sótano.
Miró a su alrededor, hasta que vio una puerta junto a la escalera, se dirigió a ella y la abrió, encontrándose con unos escalones hacia abajo.
Era el sótano.
Bajó con cuidado de no hacer ruido y cuando estaba en los últimos escalones, la puerta se cerró con un estruendo detrás de ella, haciéndola asustar.
Todo estaba oscuro, cosa que la aterró, así que buscó un interruptor. Al encontrarlo lo presionó, haciendo que una luz se encendiera, aunque estaba algo desgastada.
—¿Cómo puede seguir funcionando?
Tuvo que dejar pasar esa pregunta, ya que se escuchó una voz.
Era Felix.
—¡¿Felix?!
—¡Estoy aquí!
Haerin siguió el ruido de su voz, encontrándose con un Felix atado con cadenas y con una gran herida en el labio.
—¡Felix! ¡¿Qué te pasó?!
—No puedo recordar casi nada... Me alegra de que estés aquí.
La chica se veía bastante afectada.
—Por supuesto que estoy aquí, eres mi amigo.
Haerin iba a acercarse para tratar de ayudarlo a liberarse.
—¡Espera!
Se detuvo ante el abrupto llamado de Felix.
—Creo que puedo hacerlo.
—¿Cómo...?
Haerin observó con ojos muy abiertos como Felix rompía las cadenas sin hacer un mayor esfuerzo.
—¿Qué diablos...?
Una sonrisa apareció en el rostro del rubio al ver la expresión de la chica.
—¿Sorprendida?
Felix se puso de pie, deshaciéndose por completo de las cadenas y acercándose a Haerin, quien retrocedió unos cuantos pasos.
—¿Felix? ¿Qué estás...?
—Mi querida Haerin... No tienes ni idea, ¿verdad?
Haerin guardó silencio, tratando de pensar a qué se refería el chico. Cuando se dio cuenta, lo miró paralizada.
—Tú...—Ella se encontraba estupefacta—Todo este tiempo, tú tuviste que ver con mis alucinaciones...
Felix sonrió.
—¿Aún piensas que son alucinaciones? Que ingenua eres.
La chica tragó saliva con temor y con disimulo fue sacando lentamente la navaja que tenía guardada.
—Mis sospechas eran ciertas, pero decidí creerte cuando te vi dolido por lo que te dije...
—Así es, decidiste confiar en alguien a quien casi ni conoces en vez de a ti misma.
—¿Por qué...? ¿Por qué yo?
Los ojos de Haerin estaban llenos de lágrimas y casi no le salían las palabras.
—De verdad no tienes ni idea.
—¡Entonces explícame!—Ella alzó la voz, que se quebraba poco a poco—¿O es que acaso quieres matarme de inmediato?
—Claro que no—Felix no borraba su sonrisa—¿Qué de divertido hay en eso?
Haerin sollozó.
—Maldito desgraciado...—Pronunció entre dientes—¡Confié en ti! ¡Eres un desgraciado de mierda! ¡¿Por qué me haces esto?!
Felix la miró con aburrimiento.
—Es que acaso...—Su tono de voz bajó, pero seguía temblorosa—¿Fuiste tú el responsable de la desaparición de Seungho y Minjae?
—Y también de su muerte.
—¡¿Qué?!
Los ojos de Haerin se abrieron en demasía y soltó algunas lágrimas.
Entonces, se armó de valor.
En un movimiento rápido, sacó su navaja y le hizo un corte a Felix en su mejilla izquierda.
—Así que viniste preparada... Creo que te subestimé un poco.
Haerin miró incrédula como Felix ni se había inmutado ante el corte. Apretó la navaja con fuerza por la impotencia que sentía, haciéndose una herida en un dedo en el proceso.
—Eres muy buena para este mundo, me di cuenta en el tiempo que pasábamos juntos—Felix se mofó.
—¿Nada de eso... Fue real para ti? Y-yo creí que éramos amigos...
—Creíste mal.
Y mientras Felix miraba hacia otro lado, Haerin salió corriendo escaleras arriba, no sentía que el chico la seguía, así que eso era bueno. Pero al llegar arriba y tratar de abrir la puerta, no pudo, no cedió.
La risa de Felix inundó el sótano.
—¿Me crees tan estúpido, Haerin?
La chica lloró mientras golpeaba la puerta con fuerza.
—¡Ayuda! ¡Ayuda por favor!
Pasos en las escaleras la alarmaron, pero estaba demasiado concentrada en tratar de abrir la puerta.
—No sigas intentando, es inútil.
Felix la hizo girar y la agarró del cuello, presionando este con fuerza, pero no lo suficiente como para matarla. Haerin comenzó a dejar golpes en el pecho de él, en un intento desesperado de liberarse.
Pero no pudo, ya que quedó inconsciente y su cuerpo inerte cayó por las escaleras.
☠︎︎
—¿Cómo que te dejó un mensaje?
Ruiqi y Seungmin miraban seriamente a Yeonjun.
—Me dejó un mensaje antes de salir.
—¡¿Y por qué diablos no me dijiste?! —La chica se alteró.
—¡Porque Haerin no quería que te dijera! Eso te iba a preocupar más...
—¡Su vida corre peligro! ¡Tuviste que haberme dicho!
—Entiendo que seas leal a Haerin—Seungmin habló—Pero esto es algo serio. ¿Crees que si la salvamos, ella se enojaría contigo?
—Si le pasa algo a Ruiqi, sí.
La mencionada apretó los labios.
—No me va a pasar nada.
Yeonjun suspiró mientras veía sus manos temblorosas. Haerin estaba en peligro.
—¿Dónde dijo que fue?
—A buscar a Felix...—Respondió con voz ahogada—Mencionó algo sobre un sótano antiguo.
—¿Así que Felix está secuestrado?
—No lo creo.
Los dos miraron confundidos a Seungmin.
—¿Qué?
—Si Felix estuviera secuestrado, me habría hablado a mí. ¿Por qué razón se contactó con Haerin cuando apenas se conocen?
—¿De qué estás hablando?—Yeonjun frunció el ceño—¿Por qué ustedes dos se ven tan cautelosos con Felix de repente? Creí que eran sus amigos...
—No le digas a nadie, pero hay una posibilidad de que Felix no es quien dice ser.
El bailarín les miró sin entender nada.
—¡Después hablamos de eso!—Ruiqi interrumpió—¡Ahora vamos a buscar a Haerin!
Los tres salieron de la casa de Yeonjun.
—¿Adónde iremos? No sabemos donde está.
—Sótano antiguo...—Repitió la chica en voz baja—Mamá me contó la historia de un asesino serial muchos años atrás. Mataba a sus víctimas en la única casa abandonada de este pueblo, específicamente en el sótano de ahí. La casa era vieja y ahora debe estar mucho más vieja, he pasado varias veces por fuera y hasta pareciera que se va a derrumbar en cualquier momento.
—¿Entonces crees que Haerin y Felix están ahí?
—Es una posibilidad.
Los tres se miraron y emprendieron camino hacia la dichosa casa.
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