Capítulo Diecisiete
La voz que resonaba en la habitación era inaudible para Haerin, en cambio, ella se encontraba observando un punto muerto mientras que jugaba con sus manos.
—Haerin, ¿te encuentras bien?
La chica salió de su trance y observó a la mujer frente a ella. Una pequeña sonrisa se formó en sus labios, aunque parecía más una línea.
Todo había cambiado en ella, su aspecto se veía demacrado y su forma de ser ya no era como antes.
—Sí, solo estaba pensando...
—¿En qué pensabas?
—En todo lo último que ha ocurrido.
—Entiendo, todo te debe tener muy confundida y agobiada; pero por eso estás aquí, yo te voy a ir ayudando en este proceso.
Haerin vaciló un poco, pero asintió con la cabeza ante sus palabras.
—Sí.
Aunque ella no estaba muy segura de si es que iba a poder salir de ese gran agujero negro en el que había caído.
Se sentía perdida, casi como si fueran irreales los últimos eventos ocurridos, se había enterado de algunas cosas que aún no podía creer.
Como que era hija de una bruja, claro. Eso no podía olvidarlo. Y tampoco ha podido hacerle frente a sus padres sobre el tema, no sabía como hacerlo y tampoco estaba lista.
—Cuéntame un poco sobre lo que te ha sucedido y tus pensamientos.
La chica apretó los labios y su mirada se dirigió hacia su regazo, recién percatándose de que encontraba haciéndose heridas con sus propias uñas.
¿Cómo es que le explicaba todo lo que había ocurrido? No le iba a creer, y entonces así, nunca podría recibir una ayuda adecuada.
¿Qué pasaba si le decía de todas maneras, la tomaban como loca y la encerraban en algún psiquiátrico? El labio inferior de la chica tembló ante sus pensamientos.
La mujer frente a ella se encontraba pendiente de sus acciones y procedió a escribir algo en su libreta.
—Un amigo mío fue encontrado muerto—Comenzó diciendo con voz temblorosa—Él ya había desaparecido antes, pero en ese entonces no éramos tan cercanos...
El nudo que tenía en la garganta le ardía.
—Y las cosas en casa no han estado yendo bien... Bueno, no es como si antes no fuera así, no hemos tenido una muy buena relación desde que tengo memoria.
"... Desde que tengo memoria" Haerin quiso reír ante sus propias palabras. No es como si tuviera mucha memoria para ser sincera, sus recuerdos estaban bloqueados.
Haerin trató de desviarse del tema de Felix, ya que aún la policía no tenía muchas respuestas y no quería hablar antes de que con el grupo pudieran llegar a un acuerdo con las pruebas y con una explicación lógica.
Sí, el grupo, se había hecho cercana a ellos.
—Esas cosas hicieron que tus emociones finalmente explotaran—Comentó la psicóloga, como si la comprendiera.
La más joven solo asintió en afirmación.
—De acuerdo, como esta es nuestra primera consulta, solo será sobre comentarme sobre los eventos que crees que te tienen así y sobre tus emociones, luego iremos trabajando en como manejarlo—Ella le sonrió.
Haerin no dijo nada, solo observó de reojo la libreta en la que ella iba tomando apuntes.
—Me he sentido muy vacía...—Dijo después de unos largos segundos de silencio—... Y sola, tengo amigos, pero no puedo evitar sentirme así. Me gusta tener mi espacio, me gusta estar sola, pero no sentirme sola. ¿Acaso eso tiene sentido?
—Sí que lo tiene—Asintió la mayor—Estar sola te da calma y paz, todos necesitamos momentos solos en nuestra vida, pero sentirse solo es diferente. Puedes tener momentos a solas pero no sentir ese vacío porque sabes que estás acompañada, pero sentir que no hay nadie a tu lado y estar en la soledad es algo distinto.
Haerin la observó con la mirada en blanco.
—Suena bastante enredado, lo sé—Ella soltó una risita—Pero tiene mucho sentido lo que dices. Son cosas distintas—Suspiró—Ahora... ¿Te gustaría hablarme sobre las cosas en tu hogar? Dijiste que no han estado yendo bien, ¿por qué crees eso exactamente? ¿Qué ha ocurrido?
—A mi madre no le importo—Haerin soltó una risa sin gracia—Bueno, nunca le he importado.
No tenía muchos recuerdos de su infancia, pero esa vez en el bosque cuando en su mente se reprodució ese recuerdo con Ruiqi las cosas comenzaron a tomar sentido.
Buah, ¿cómo podría siquiera pensar que las cosas comenzaron a tomar sentido? Era imposible que el hecho de ser hija de una bruja y que su madre adoptiva no la quería por lo mismo era algo que tuviera sentido, no lo tenía para nada.
—Mi padre es menos estricto que ella y varias veces me dice palabras de apoyo, pero tampoco es como si él hiciera algo cuando ella me trata mal. Pude venir a esta consulta porque mi madre se cansó de mi comportamiento.
—¿Se cansó de tu comportamiento?—Frunció el ceño la mujer.
Y aunque la contraria no dijo nada al respecto, Haerin pudo imaginar lo que estaba pensando sobre su madre.
☠︎︎
La consulta llegó a su fin, le dieron fecha para la siguiente en la próxima semana.
Haerin salió del consultorio con la mayor siguiéndole el paso, aunque ella no salió por completo.
—¿Seo Changbin?
La chica detuvo sus pasos cuando se encontró con el mencionado a unos metros de ella.
Changbin se encontraba con una mujer mayor, la cual le murmuró unas cosas ante su llamado mientras que él se veía algo nervioso y desanimado, sus manos moviéndose inquietas.
—Ah, Changbin—Escuchó decir a la psicóloga con tono alegre—Ven, pasa, por favor.
Changbin avanzó a paso inseguro, pero sus ojos se abrieron en demasía al encontrarse con Haerin y su figura tembló.
—¿Changbin?—Murmuró la chica, solo siendo audible para él.
El chico tragó saliva.
—¿Podríamos hablar después?—Haerin preguntó poco convencida, por lo que de inmediato agregó—Si no quieres está bien, comprendo.
—De acuerdo—Ella lo miró con ojos bastante abiertos—Hablemos después.
Y Changbin siguió con su camino, entrando al consultorio.
Haerin tomó una gran bocada de aire, observando la puerta por la que él había entrado. No se esperaba que Changbin hubiera aceptado así de fácil y rápido.
—¿Eres amiga de mi hijo?
La chica se sobresaltó ante la voz que la habló y volteó, encontrándose con la mujer que estaba acompañando a Changbin.
—¿Uh?—Parpadeó varias veces, sin saber que responder—Uhm, podría decirse que sí.
La mayor se mostró sorprendida, pero una sonrisa se formó en sus labios.
—No sabía que mis hijo tenía amigos—Habló torpemente—Siempre ha sido algo...—Dudó un poco en si decir lo siguiente—... Diferente al resto.
—Tal vez lo sea, pero eso no es necesariamente malo—Haerin sonrió—Cada uno tiene su forma de ser.
La mujer vaciló un poco ante sus palabras.
—Uhmm... Puede que tengas razón... Pero de todas formas me tenía preocupada, él dejó el colegio porque...—Hizo una pausa y sus ojos se abrieron en demasía—¡Oh! ¡Lo siento tanto! No debería estar diciéndote esto...
—No se preocupe, entiendo—Haerin se mostró alegre ante ella.
La mayor se le quedó mirando por unos largos segundos, cosa que la hizo encogerse en su lugar.
—Eres una muchacha muy dulce, me alegro de que mi hijo sea amigo de una chica como tú.
Haerin abrió su boca sorprendida y un brillo apareció en sus ojos.
Un brillo que no había estado presente en ella hace varios días.
—Gracias—Hizo una reverencia ante la mujer.
—No te preocupes, y por favor, cuida bien de Changbin, realmente necesita a alguien a su lado además de mí.
☠︎︎
Seungmin observaba fijamente el cuaderno abierto frente a él, mientras todo a su alrededor transcurría en cámara rápida, siendo ajeno a eso.
Su mente no lo ayudaba, era como si él fuera una pequeña persona en una gran habitación blanca, sin nada de cosas y sin fin, y lo único que le quedaba era caminar y caminar en aquel lugar.
—¿Seungmin?—Una voz suave lo llamó.
El chico volteó ante el llamado, encontrándose con un lindo rubio de pecas.
Felix, su mejor amigo.
Seungmin parpadeó confundido.
¿Cómo era eso posible?
—¿Felix?
—¿Qué?
Y volvió a la realidad.
La realidad en la que Ruiqi era quien le había hablado y ahora lo observaba confundida.
—Oh, no es nada...—Volvió su vista hacia el cuaderno.
Ruiqi lo miró con tristeza. Ella había entendido claramente como el chico la había llamado.
Lo ocurrido había sido difícil para todos, pero también eran conscientes de que Seungmin era de los que más estaba sufriendo.
—¿Realmente estás bien?—Preguntó en voz baja—¿De verdad no quieres empezar a ver a alguien con quién puedes desahogarte?
—Si le pido eso a mis padres pensarán que estoy loco—Suspiró Seungmin—Según ellos, solo debo concentrarme en mis estudios.
—Eso está mal, tus sentimientos igual importan, tu salud mental va antes que cualquier cosa—Ruiqi frunció el ceño—¿No podrías hablar con la psicóloga de acá? ¿Del instituto? No necesitas pagar para hacerlo.
—Se le avisa a los padres de igual manera.
Ruiqi apretó los labios y volvió su vista hacia el profesor, quien se encontraba al frente explicando el tema que estaban viendo.
Seungmin realmente quería prestarle atención, pero su mente se encontraba ocupada de otras cosas y ya no podía concentrarse.
Levantó su mirada y recorrió todo el salón con ella, encontrándose con las miradas apagadas de todos los presentes. Claro, era obvio, Felix era alegría para todos y todo el mundo lo amaba, se les hacía difícil procesar el hecho de que ya no estaba con ellos.
Su mirada llegó a parar en Hyunjin al percatarse de que el contrario también lo estaba observando con esos ojos tristes que tenía.
☠︎︎
Haerin se encontraba sentada en la sala de espera mientras chateaba con Ruiqi por mensaje.
La puerta de un consultorio se abrió y de ahí salió Changbin, haciendo que su madre se pusiera de pie inmediatamente, el chico se acercó a paso lento hacia ambas.
—¿Cómo te fue?
—Quiere que vuelva la próxima semana.
La mujer asintió con la cabeza y la mirada de Changbin se desvió hacia Haerin.
—¿Quieres hablar aquí o...?
—Primero salgamos—Le sonrió Haerin, para tratar de que el chico no se sintiera incómodo.
Luego de salir del edificio, la mujer mayor se alejó un poco de los adolescentes para darles su espacio para charlar.
—¿Te sentiste bien hablando con la psicóloga?
—Es incómodo.
Haerin asintió ante la respuesta de Changbin.
—Claro, entiendo. También lo sentí así, pero estoy segura de que mientras vayan pasando las consultas me podré abrir más respecto a mis sentimientos.
La chica notó como él se quedó algo pensativo ante sus palabras.
—Bueno, quería hablar contigo para decirte que...—Se mordió el labio algo nerviosa—Con mi grupo que tú ya conoces, queremos integrarte a nuestras charlas y salidas. Ahora estamos discutiendo algo importante... Me imagino que ya sabrás de lo que hablo... Y nos gustaría que estés ahí.
Changbin abrió sus ojos en demasía y se mantuvo en silencio por unos largos segundos.
—¡No tienes que sentirte obligado! Entiendo si no quieres—Añadió rápido.
—Está bien.
Haerin parpadeó varias veces.
—¿En verdad?
—Sí, está bien.
—Genial—Ella sonrió—Justo ahora vamos a encontrarnos.
—Oh—Changbin miró de reojo a su madre—¿Entonces le pregunto si puedo ir?
—Si es que quieres ir ahora.
—Sí. Quiero ir.
Y Changbin se acercó a la mujer para preguntarle.
☠︎︎
Yeonjun se observó en el gran espejo, notando las horribles ojeras que adornaban su rostro, dejando escapar un largo suspiro.
Desde aquella noche no había estado durmiendo bien, todo fue muy irreal y el haber estado al borde de la muerte lo seguía atormentando. Eso era obvio.
—¿Yeonjun?
El mencionado se giró ante el llamado, encontrándose con Jisung.
—Ah, hola.
El recién llegado se adentró en la sala y se acercó a él a paso lento.
—¿Te encuentras bien?
—Sí, solo estoy cansado... Se que soy el líder de la academia de baile, pero hoy no creo que pueda quedarme, lo lamento...
—No te preocupes—Jisung le dio una sonrisa tranquilizadora—Nadie del grupo tiene ánimos para quedarse.
—Supongo que a todos les pegó muy fuerte.
—Así es...
Hubo un rato de silencio, el cual no fue incómodo; lo contrario, lo disfrutaron.
—¿Chicos?
Ambos voltearon, encontrándose con Sooha acercándose a ellos.
—¿Qué hacen aquí? Creí que hoy no iba a haber práctica.
—No la hay, solo queríamos estar tranquilos.
—Entiendo—Ella suspiró.
Los ojos de Sooha se encontraban rojos y tenía unas grandes bolsas debajo de ellos.
Jisung recordaba como la chica hablaba encantada sobre Felix, decía que le gustaría que se uniera a la academia de baile y varias veces había bromeando en reemplazarlo a él por Felix.
—Hay algo extraño...—Habló ella de repente.
—¿Uh?—Los dos chicos se encontraban confundidos.
—Jisung, tú lo recuerdas, ¿cierto?—Sooha dirigió su mirada hacia el mencionado, quien parpadeó sin entender—Esa vez que nos encontrábamos hablando a las afueras del Instituto y un chico desconocido se nos acercó para preguntarnos por Felix.
—¡Oh, lo recuerdo!
El corazón de Yeonjun latió con fuerza.
—¿Cómo era el chico?
—Uh... Tenía baja estatura, pero parecía de nuestra edad... Y creo que su cabello era castaño.
Yeonjun asintió mientras tragaba saliva. Definitivamente era Changbin.
—Felix es bastante popular, no creo que eso tenga importancia.
—¿Es popular hasta fuera de nuestro Instituto?—Sooha entrecerró los ojos.
—Claro, sobre todo después de su desaparición... Todos hablaban sobre él.
—Yeonjun tiene un buen punto—Jisung comentó, pensativo—No deberíamos tomarlo como algo importante. Bueno, al menos a mi parecer. Además, la policía aún no descifra la causa de muerte.
Sooha se veía poco convencida, pero no dijo nada más.
☠︎︎
Minho iba saliendo del Instituto, pero no iba en dirección a su casa, sino al lugar en el que se iba a encontrar con los demás.
—¡Lee Minho!
El mencionado se detuvo ante el llamado y giró con confusión, esta aumentó al percatarse de quien se trataba.
—¿Yeonjun?
El chico se acercó a él, jadeante por haber corrido tan rápido.
—¿Caminamos juntos? Después de todo vamos al mismo lugar.
Minho vaciló un poco, pero terminó accediendo.
—¿Y Minju? ¿Otra vez faltó a clases?
Ambos comenzaron a caminar.
—Sí, el médico le dio una licencia. Su salud es bastante sensible.
—Pero va a asistir a la junta, ¿no?
—Siempre asiste.
Yeonjun asintió y ambos guardaron silencio.
—¿Cómo has estado?
Minho lo observó y Yeonjun volvió a hablar con nerviosismo.
—Digo... Por todo lo que ha pasado, además te enteraste de algo que tiene que ver con tu madre...
—He estado tratando de asimilarlo—El contrario suspiró—Me gustaría hablarlo con ella, pero aún no me siento listo y sería muy raro.
El bailarín asintió, demostrando que entendía su situación.
—¿Sabes? Estuve pensando...—Comenzó diciendo—Y llegué a la conclusión de que me gustaría que te unieras al club de baile.
Minho abrió sus ojos en demasía mientras lo miraba.
—¿Hablas en serio?
—Sí.
—Creí que me odiabas...
Yeonjun se mordió el labio con seriedad.
—Fue algo muy inmaduro de mi parte, lo admito.
—¿Inmaduro?—Minho parpadeó varias veces—La verdad es que nunca entendí porqué me odiabas... Llevamos muchos años así y ni siquiera comprendo porqué.
Yeonjun se mostró sorprendido.
—¿En serio no lo recuerdas?
—¿Qué debería recordar?
Tomó aire antes de hablar.
—Fue cuando teníamos como once años, ambos entramos a una competencia de baile...—Comenzó relatando—Yo estaba muy ilusionado con eso, lo que más quería era ganar... Pero bueno, al final tú ganaste y yo me sentí demasiado enojado, tanto que sentí rencor por ti.
Pasaron los años y me fui dando cuenta de que eso fue muy inmaduro de mi parte, pero mi orgullo me ganó, así que seguí estando así.
Minho lo observaba con sorpresa.
—Recuerdo lo de la competencia, pero nunca me imaginé que eso fue lo que te enojó...
—Es muy infantil, lo sé—Yeonjun soltó una risa sin gracia.
—Bueno, es entendible que te hayas sentido frustrado, además, éramos niños.
—Sí, pero era una competencia y fui un mal perdedor.
—Lo fuiste—Minho se rió—Pero no te preocupes por eso.
—¿Entonces aceptas unirte a la academia de baile?
—Sí, me encantaría.
Yeonjun le sonrió, pero su expresión cambió cuando se dio cuenta de algo y sujetó a Minho del brazo, tomándolo por sorpresa.
—Presta atención adelante.
Minho se avergonzó cuando se percató de que casi chocó con un poste, mientras que Yeonjun solo se reía.
Y así, siguieron caminando hasta llegar a su destino.
☠︎︎
Todo el grupo se encontraba reunido en un sitio con muchos árboles, césped y un lindo canal de agua que pasaba por ahí.
—Hay algo importante que debo decirles—Habló Haerin, haciendo que la atención se desvíe hacia ella.
Al lado de la chica se encontraba Changbin, varios del grupo se sorprendieron de que haya accedido a salir con ellos, pero de igual forma se sintieron felices y lo hicieron sentir bienvenido.
—¿Qué cosa?
—¿Cierto de que hay un bar justo al lado del bosque? El que se llama "Ilussion".
—Sí, es de las cosas que más podrían influir en la investigación.
—Pues resulta que el barman era amigo de Felix.
Todos se sorprendieron ante lo dicho.
—¿Felix era amigo del barman?—Seungmin frunció el ceño—¿Cómo...?
—Estuve hablando con él, me dijo que últimamente había sido cliente muy frecuente.
—¿Cliente frecuente?—La voz sorprendida de Minju habló—¿Felix salía a beber?
—Nunca me comentó eso...—Murmuró Seungmin.
—El nombre del chico es Wooyoung, al principio no estaba muy seguro si darme información, pero después lo hizo—Decía Haerin—Felix iba a beber cuando tenía bajones por algo personal.
—¿Osea que iba a ahogar sus penas en alcohol?
—Así es.
—¿Pero no es ilegal que menores beban?
—Lo es, pero ya se volvió algo muy común que la gente ya ni se sorprende.
—¿Y qué pasó con eso?—Preguntó Ruiqi—Debe haber alguna razón por la que lo mencionaste.
—La noche que Felix desapareció él había estado ahí, Wooyoung lo perdió de vista y cuando se percató de eso, Felix ya se había ido. Pero dijo algo más... Dijo que un rato después vio a dos hombres corriendo fuera del bosque; era de noche, por lo que le pareció extraño.
—¿Pueden ser los hombres que me mencionó Felix?—Seungmin cuestionó.
—Lo más probable es que sí. Le pregunté a Wooyoung si es que habían cámaras hacia afuera y él dijo que sí.
—¡Eso podría servir como evidencia!
—¿Pero la fecha no será un inconveniente? La policía se dará cuenta de que la fecha no coincide.
—Chicos...
Todos volvieron su atención hacia una Haerin preocupada.
—¿Qué ocurre?
—Que cuando tratamos de revisar las cámaras, las grabaciones de ese día habían sido eliminadas.
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