𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗨𝗡𝗢 || 𝗖𝗔𝗥𝗧𝗘𝗥-𝗛𝗔𝗥𝗥𝗜𝗦𝗢𝗡

12 de Agosto 1970

Emily se encontraba en su habitación leyendo. Aunque su mente estaba muy ocupada pensando en que el próximo año su hermana se iría a Hogwarts.

Y ella se quedaría sola en casa. Sabía que después ella iría con su hermana a Hogwarts. Era lo que agradecía ella al ser un año menor.

Así que decidida se levantó de la cama para ir al jardín en donde seguramente su hermana se encontraba leyendo.

Y no se equivocó al salir al patio de su casa su hermana se encontraba ahí leyendo.

—Hola Lizzie, ¿puedo hacerte compañía?—Dijo Emily

—Claro—Dijo Elizabeth

Emily se sentó a lado de su hermana y se puso a leer de nuevo su libro.

Después de unos minutos Emily habló.

—Lizzie—Llamó Emily a su hermana

Elizabeth levantó la mirada para ver a su hermana con una sonrisa.

—¿Que ocurre Emily?—Dijo Elizabeth

Emily solo se acercó a su hermana y la abrazó.

—Solo quería darte un abrazo y decirte que eres la mejor hermana del mundo —susurro Emily

—Tú sí que eres la mejor del mundo, recuerda que pase lo que pase siempre estaré para ti —Emily asintió con una sonrisa—Ahora vamos a jugar un rato en el jardín o podemos seguir leyendo.—

—¿Podemos seguir leyendo? —Preguntó Emily a lo que su hermana asentía con una sonrisa mientras las dos volvían la vista a sus correspondientes libros para seguir con su lectura.

La verdad era que las dos amaban leer, pero había la diferencia de que Emily era más cerrada y solitaria, a Elizabeth le gustaba hacer amigos.

Emily y Elizabeth tenían varias cosas en común, eran tan iguales, pero a la vez tan diferentes, pero eso no quería decir que Elizabeth fuera una loca de la lectura y la soledad, como lo era Emily. Elizabeth amaba verla feliz. Y Emily sabía que Elizabeth, como hermana mayor buscaría la manera de siempre mantenerla a salvo. Y Emily no había otra persona a la cual le confiaría su vida con los ojos cerrados más que a su hermana.

Emily sabía del miedo que su hermana mayor tenía, pues pensaba qué tal vez no era digna de ir a Hogwarts. Aunque a ninguna de las hermanas Carter les molestaba, ya que siempre tenían la opción de ir a los colegios Muggles.

Sus padres creyeron que sería buena idea de que ambas hermana fueran a un colegio muggle y así podrían conocer otras cosas.

La familia Carter-Harrison no creían en la supremacía de sangre, y eran una familia importante en el mundo mágico, por parte de Edward Carter, su padre, ya que él era sangre pura.

Los Carter eran importantes, incluso pertenecieron a los sagrados 28, pero los quitaron cuando Edward se casó con Kristel Harrison, quien es mestiza. A Edward no le importo que los borraran de ahí, el amaba a Kristel con locura y los dos eran felices juntos.

Los Carter creían que cada mago sin importar si eran mestizos, puros o hijos de muggles, eran únicos. Y era verdad, Emily creía que por algo habían sido llamados para ir a Hogwarts. Incluso había mestizos o hijos de muggles trabajando en el Ministerio con un rango alto.

Edward Carter era Auror en el Ministerio de Londres y Kristel hace tiempo fue profesora por un periodo, pero luego terminó siendo Medigama. Edward era muy bueno en su trabajo incluso le habían ofrecido ascenderlo como Ministro, pero él no lo quizo, y la sencilla razón era que prefería ser Auror, ya que el ser Ministro tenía mucho más trabajo y prefería llegar temprano a casa para pasarla con su familia.

Eran una familia bastante feliz, Edward y Kristel amaban a sus hijas por igual y siempre habían hecho todo lo posible para que tuvieran una buena vida. Vivían tranquilos, Edward y Kristel no solían pelear y se amaban demasiado. Lo que hizo que Emily y Elizabeth tuvieran expectativas altas en el amor. Emily esperaba encontrar al hombre que la apoyara en todo, y ella apoyarlo en sus decisiones y jamás dejarlo pasar sólo momentos oscuros.

Su familia paterna vivían en America e iban los días importantes y en vacaciones a verlos aunque ellos también solían venir de vez en cuando a Londres. Cabe mencionar que eran bastantes por parte de la familia de su padre, al igual que por la de su madre. Aunque a ellos no los veían mucho debido a que viví en en Italia.

Pero las hermanas amaban cuando llegaba el verano e iban a pasar un tiempo en America y después se iba a Italia, para poder pasar tiempo con cada parte de su familia, para las Navidades todos se juntaban en Londres, ya que la casa Carter-Harrison era lo bastante grande como para que pudieran asistir todos.

Emily y Elizabeth tenían su propia habitación con el baño incluido. Sus habitaciones estaban una a lado de la otra, así que no les resultaba difícil el ir a la habitación de la otra. Aunque aveces solían dormir juntas

Emily sabía que a su hermana no le gustaba para nada la oscuridad, le asustaba la idea de caminar por un pasillo que estuviera totalmente a oscuras.

Aunque Emily amaba a su hermana y siempre la apoyaba o la acompañaba cuando Elizabeth tenía que  ir sola por alguna razón por el pasillo oscuro. Siempre le repetía que eso era estupido, qué nadie iba a matarla. Ya que según Emily nadie querría tener a una persona con tanta energía en su vida.

Y es que la relación de hermanas que tenían era envidiable ante los ojos de todos. Emily era la hermana que normalmente se la pasaba con cara de amargada todo el día. Mientras que Elizabeth era quien le decía a Emily que sonriera.

Otra cosa que tenían en común, era que ambas amaban dormir totalmente tapadas. Incluso si hacía calor.

Ambas amaban los libros románticos, pero la diferencia era que mientras Elizabeth amaba que el hombre se enamorara primero, a Emily le causaba gracia el ver como el chico andaba detrás de la chica.

Edward les contó que él se había enamorado primero de su madre. Y en lo primero que se había fijado había sido en sus ojos marrones, mismos que poseía Emily. Decía que Kristel era la mujer más hermosa que había conocido.

Emily siempre le hacía broma a su padre. La niña solía agarrar alguna flor de su jardín ir hacia su madre y decir "Oh mi bella Kristel, me harías el honor de aceptar tener una cita conmigo." Eso hacía que Elizabeth y Kristel se rieran, y aunque a Edward no le causaba risa, terminaba riendo.

Kristel era amable, divertida, protectora y valiente. Edward se había enamorado de Kristel en Hogwarts, los dos cesaban el mismo año. Mientras que Edward era el típico orgulloso Gryffindor, Kristel era una hermosa Ravenclaw.

Edward había sido jugador de Quidditch de su equipo, Kristel era la chica inteligente que prefería estar todo el día en la biblioteca leyendo un buen libro.

Era algo que todos notaban, Elizabeth era parecida a su padre y Emily a su madre. Así que estaban seguros en las casas que sus hijas quedarían.

Edward se había esforzado mucho para que a Kristel le cayera bien, porque según Kristel, Edward solo quería jugar con ella. Ambos habían sido prefectos y premios anuales y en su último año Kristel le había dado una oportunidad. Se casaron al salir de Hogwarts. Y a raíz de eso, había llegado primero Elizabeth y luego Emily.

Edward tenía una placa con su nombre en el estante de los trofeos, había sido sin duda un gran jugador, había ganado numerosos partidos.

—Te amo Lizzie—Dijo Emily

—Yo también te amo Emily—Dijo Elizabeth

—¡Niñas la comida está lista!—Se escuchó el grito de Kristel

—Me toca sentarme a lado de papá—Dijo Emily para después correr

Elizabeth se rio de su hermana. Emily estaba feliz de la familia que le había tocado. Pero estaba más feliz de la hermana que tenía. Ella siempre la apoyaría, y jamás la juzgaría.

Siempre iban a contar la una con la otra. Jamás dejarían que alguien le hiciera daño a la otra. Siempre serán las hermanas Carter contra todo.

¿Que les pareció?

La familia Carter-Harrison🛐🛐🥺

Ya pueden encontrar el primer capítulo de la otra parte de la bilogía en el perfil de bookfanfic

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