Semidioses en Westeros

Año 122 d.C después de la conquista.

Dos días después.

Percy soltó un quejido de dolor al caer bruscamente sobre la arena. A pocos metros de él, otros quejidos resonaban en la playa. Con cuidado, se incorporó y observó a su alrededor: estaban en una playa, y a lo lejos se erigía un imponente castillo. Por ahora, ignoró el castillo y fue a ayudar a sus amigos a levantarse. Tomó la mano de Clarisse y la ayudó a ponerse de pie. Los dos se sonrieron levemente antes de ir a ayudar a los demás.

—Nunca más volveré a viajar en sombras —dijo Leo Valdez, estirándose.

—Después te acostumbras —respondió Nico mientras se sacudía la arena de la ropa.

Thalia también se levantó con cuidado, sacudiéndose la arena de su cabello.

Los amigos se reunieron en círculo, para ver si estaban bien, Will solo los miro de reojo para después decir que todos estaban bien.

—¿En que parte de Westeros estamos? — preguntó Jason mientras se colocaba su mochila al hombro.

Antes de que alguno de ellos pudiera decir algo, una dulce voz los hizo voltear y mirar hacia abajo.

—Están en Rocadragón — dijo la voz infantil mientras los miraba.

Los semidioses se quedaron mirando a la pequeña, su cabello blanco y rizado, su piel morena, vestida con un vestido celeste lijero, una tiara de perlas, y un anillo de oro en forma de estrella de mar, pero los ojos de la pequeña, eran igual a los mismo ojos que Percy.

—¿Tu eres Nerea? — preguntó Percy mientras se colocaba de rodillas ante la pequeña.

—Soy la princesa Nerea Velaryon, Heredera del Heredero de Driftmark y príncipe consorte — se presentó la pequeña con una sonrisa marca Poseidón.

Los semidioses se quedaron en silencio mientras miraban a la pequeña, ahí estaba la razón por la aquellos dejaron atrás su vida en Nueva York, pero siendo sinceros, prefieren un mundo donde los hombres con grandes egos era el problema que, la locura de Dioses, Titanes y semidioses resentidos.

Grover al ver como su amigo, se quedaba en transe mientras miraba a Nerea, el decidió dar un paso al frente.

—Hola princesa — saludo el satiro mientras hacía una leve reverencia hacia la Velaryon, la cual sonrió y también hizo un asentimiento de cabeza — Yo soy Grover Underwood — se presentó.

—Es un gusto Ser Grover — Nerea le sonrió, para después mirar a los demás.

— Yo soy Jason Grace, ella es mi hermana Thalia Grace — se presentó un rubio de ojos azules eléctricos, mientras señalaba a una pelinegra de ojos azules eléctricos también.

— Clarisse La Rue — se presentó la morena de cabello negro rizado, con la postura amenazante qué es típico de un hijo de Ares.

Nerea sonrió emocionada mirando a Clarisse era como ver a las princesas guerras de los cuentos que le lee su mamá Laena.

— Hola pequeño mar, yo soy Leo Valdez — se presentó un moreno, llando la atención de Naera.

—Mi abuelo Corlys, también me llama así — Nerea dijo ante el apodo.

Leo sonrió, la pequeña Nerea es tan adorable.

— Nico Di Angelo — se presentó un joven pelinegro, de ojos oscuros y piel pálida.

— Will Solace — el joven rubio con rulos y ojos azules, le dio una sonrisa— Y el que esta ahí mirándote es Percy Jackson — dijo señalando al pelinegro que no podía apartar la mirada.

La pequeña jinete de Silverwing miró al joven que estaba arrodillado frente a ella, avanzó hacia el y con su pequeña mano, tocó la mejilla de Percy.

—¿Eres mi hermano por parte de papá Poseidón? — preguntó Nerea, sus ojos verdosos fijos en los otros ojos verdosos.

—Si, si lo soy — Percy sonrió.

Thalia dio un paso adelante, con una pequeña sonrisa en sus labios.

—Princesa — llamó la pelinegra mirando a la de cabellos blancos.

—¿Si, Lady Thalia? — preguntó Nerea.

—¿Que haces aquí sólita? — preguntó la cazadora de Artemisa, con voz suave.

Nerea sonrió, para tomar la mano de la pelinegra, y hacerle una seña a los demás de seguirla, cosa que todos hicieron con  confusión, la pequeña Velaryon lo llevo a una parte de la playa, donde serca de la orilla, unas pequeñas tortugas bebés estaban saliendo de sus huevos.

La Velaryon sonrió, para soltar la mano de Thalia, tomo una hoja de palmera que ella había buscado antes de encontrarse con los semidioses, y sin más coloco la hoja sobre las tortugas para taparla de la gaviotas.

Los semidioses sonrieron con dulzura mientras miraban como la pequeña hija de Poseidón, ayudaba a las tortugas bebés para que lleguen al mar.

P. O. V Percy

Cuando Poseidón me habló de una hermana menor, jamás me imaginé una tan pequeña.

Al verla por primera vez, sentí cómo mis instintos se despertaban. Había una conexión inexplicable entre nosotros, como si siempre hubiera sabido que ella existía en algún lugar del mundo. Era una sensación de pertenencia que jamás había experimentado antes.

Nerea, con su vestido celeste y su pequeña tiara de perlas, parecía sacada de un cuento de hadas. Su sonrisa dulce y sus ojos verdosos, idénticos a los míos, me hicieron sentir una emoción profunda. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho, y no pude evitar sonreír al verla tan feliz ayudando a las tortugas bebés.

Cada gesto suyo, cada palabra, me hacía sentir más conectado a ella. Era como si todas las piezas de mi vida encajaran de repente. No sólo había encontrado a mi hermana, sino también una razón más para seguir adelante, para protegerla y cuidarla en este mundo lleno de desafíos.

Mientras la miraba, mi mente se llenaba de preguntas. ¿Qué aventuras nos esperaban juntos? ¿Qué peligros enfrentaríamos? Pero una cosa era segura: no la dejaría sola. Haría todo lo posible para que Nerea estuviera a salvo y feliz.

El verlo todo desde su perspectiva, sus sueños y su inocencia, me daba fuerzas renovadas. Ahora, más que nunca, sentía la responsabilidad de ser un buen hermano y un verdadero hijo del mar. Nerea representaba todo lo bueno y puro en nuestra caótica existencia, y yo estaba dispuesto a luchar por ella hasta el final.

Laenor estaba con Lucerys y Rhaena buscando conchas de mar, pues los niños querían hacerles collares a sus madres, estaba ayudando a los niños confiando de que Nerea estaba con Harwin y Daemon vigilando la desde lo sucedido la otra noche.. están siendo sobreprotectores si Pero no sé arriesgaría a perder a su niña.

En ese momento llegan a su lado Harwin y Daemon discutiendo algo que no podía escuchar.

-Dile tu es tu esposo. -susurro Daemon.

-Pero tu la descuidaste. -dijo el hombre un poco asustado sabía lo histérico que se pondría su esposo si no encontraban a la niña.

—¿De que están hablando? — preguntó Laenor mientras miraba a los hombres frente suyo.

-Daemon te tiene que decir algo- dijo rapidamente Harwin antes de acercarse a Lucerys y Rhaena en modo de escudo.

— Traidor — susurró Daemon mirando mal es Strong, y después volteo a ver a su sobrino Laenor.

—Habla — exigió el Velaryon mirándolo fijamente.

-Que pasa si te dijo que perdimosanereacuandonospidiojugaralasescondida. -dijo rápidamente el príncipe canalla.

Laenor lo miro confundido, ya que no entiendo ni una palabra de lo que Daemon acaba de decir.

—Podrías repetirlo — el Velaryon pidió mientras caminaba hacia el Targaryen.

-Que.. perdimosanerea mientras jugabamos- volvió a decir el príncipe entre rápido y lento

-Eso me suena a manada.- dijo Harwin mientras abrazaba a los niños que lo salvarían de la furia de su esposo.

Laenor se quedo en silencio, procesando lo que Daemon acaba de decir, después volteo a ver a Harwin y después a Daemon, sus ojos brillaron en furia.

—¿¡QUE HICIERON QUE!?— grito Laenor mirando a su esposo y tío.

-FUE SU CULPA- señalaron ambos hombres asustados. Sabían que habían metido la pata pero no sé salvarían de la furia de sus parejas.

Mientras, Luke y Rhaena estaban entre divertidos y preocupados, sus padres estaban más que muertos.

—Hay que decirle a mamá y mamá Laena — dijo Luke hacia su prima hermana.

-Corre antes que nos vean.- dijo la tierna Rhaena riendo mientras se escapaban de los hombres aterrorizados.

Laenor le dio un golpe en la cabeza a su tío y a su esposo Harwin, para seguir gritandoles.

-Calmate Laenor, molesto no arreglas nada.- trato de calmar Harwin.

—¡Tu callate o duermes con los caballos! — le grito Laenor.

-bien.. me callo- dijo Harwin escuchando el regaño de su esposo.

Mientras tanto Laenor seguía regañando a los hombres sin darse cuenta de que su esposa y hermana llegaban a ellos, junto algunos guardias. Habían dejado a los niños adentro con las niñeras.

-Qué  pasa aquí. -dijo Laena preocupada de ver a su hermano gritando histérico.

—¡LO QUE PASA QUE ESTOS IDIOTAS, PERDIERON A NEREA! —grito Laenor muy molesto.

-COMO QUE PERDIERON A NEREA- Dijo Rhaenyra asustada mientras Laena la agarraba para que no se caiga.

-Como se les va a perder la niña, por los dioses.- dijo Laena preocupada.

-En mi defensa ella nos pidió jugar y le tocaba esconderse con Daemon, así que técnicamente el la perdió.- se defendió Harwin.

Daemon miro con traición a Harwin.

-Lo siento.. Pero entre tu y yo.. me salvó yo- le susurro Harwin.

-SON HOMBRES POR FAVOR — miró a su esposo y después volteo a ver a su tío —DAEMON COMO SE TE VA A ESCAPAR LA NIÑA QUE ESTABAS HACIENDO PARA QUE SE TE PIERDA. -Grito Rhaenyra asustada.

—Bueno, contando del uno al cien — dijo Daemon mientras se rescataba la nuca — Pero ahora que lo pienso, fue una trampa eso

-Esposo no ayudas.- dijo Laena sería, cuando Laena estaba así significaba algo..dormiría con caraxes. -Bueno se me calman ustedes dos, ay que buscar a Nerea no debe haber ido lejos

Un guardia que había llegado con Rhaenyra y Laena dio un paso al frente.

—¿Puedo decir algo, sus altezas? — preguntó el guardia.

-Habla Ser Fabián - ordenó Laena cuando se dió cuenta que Rhaenyra y Laenor no iban a dejar de gritar en Valyrio.

—La princesa Nerea había mencionado que hoy nacerian tortugas bebés del otro lado de la playa serca de la cueva de Silverwing — comentó Ser Fabián.

-Es verdad..Pero por qué no nos dijo para llevarla.- dijo Harwin.

—A la princesa le gusta ser autosuficiente — respondió Ser Fabián.

-Bien.. me quedaré con Rhaenyra aquí en caso de que ella regrese y ustedes irán a buscarla al nido de Silverwing -ordeno Laena a los hombres. -Y Laenor ya cálmate Nerea está bien, te lo aseguro -dijo a su hermano

—No creo que haga falta salir a buscarla — dijo Daemon.

-Por que -pregunto Harwin.

—Por que ahí viene y no sola — respondió el Targaryen mientras sacaba a hermana oscura.

Todos las miradas fueron a la dirección donde el príncipe Daemon estaba mirando y se encontraron algo que los dejó confundidos y aliviados.

Su pequeña Nerea estaba tomada de la mano de una joven morena y de un joven pelinegro, además había más jovenes detrás de ellos.

1826 palabras.

La vestimenta se Nerea

Ser Fabián Tully (futura espada jurada de Nerea)

¡MEMES!

Espero y les guste mucho.