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━Capítulo Uno





❝𝐒𝐎𝐁𝐑𝐄𝐕𝐈𝐕Í, 𝐓𝐎𝐃𝐎𝐒 𝐋𝐎 𝐇𝐈𝐂𝐈𝐌𝐎𝐒❞







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〘 ✰.༄☼︎ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟏☼︎༄.✰ 〙
–— caida —–

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LA OSCURIDAD INUNDABA EL
VAGÓN EN EL QUE EL GRUPO ESTABA PRISIONERO. La única luz del día entraba por una rendija escondida y con esa poca de luz, una chica rubia afilaba la hoja de su navaja contra un fierro de metal de una de las esquinas. Si, la misma navaja que escondió entre sus prendas y de algo le serviría.

Si bien no era tan grande podría picar a alguien con ella y así salir huyendo.

Rylie ya había perdido la cuenta de cuantas horas habían pasado desde
que el grupo de Gareth los tomó como rehenes en aquel maloliente vagón.

Estaba desesperada por salir, estar encerrada en el mismo lugar dentro de un sitio sin luz estaba comenzando a darle claustofobia y la estaba haciendo entrar en un estado de inquietud enorme acompañada de la necesidad de acercarse a la puerta puesto que decía constantemente que sentía que el aire le faltaba.

Afortunadamente cada que sentía algo de esto Carl llegaba para consolarla y hacerle saber que no le pasaría nada.

Apenas terminó de darle filo a su pequeña navaja cuando de repente se escucharon voces acercandose al vagón y todo el grupo se preparó, pues Rylie no era la única afilando sus armas.

—Oigan, hay cuatro viniendo hacia acá —informó Daryl alejandose un poco de la rendija para dirigirse al grupo.

—Ya saben que hacer —explicó Rick al mismo tiempo que sus compañeros se acercaban para escuchar —. Ataquen primero a los ojos luego al cuello.

Rápidamente todo el grupo se reunió a los lados de la puerta preparados por si abrían y así atacar a sus captores.

—¡Ponganse de espaldas contra las paredes del vagón, ahora!

Rylie se preparó con su navaja entre
sus manos a un lado de Michonne y Carl, dispuesta a dar el primer navajazo si era necesario a quien se le atravesará enfrente. Saldría a como diera lugar.

Esperaron pues las voces cada vez se oían mas cerca hasta que...

Un extraño artefacto cayó por el techo del vagón iluminando un poco el lugar y entonces las cosas se complicaron para el grupo más de lo que estaban.

—¡Corran!

Rylie hizó su mejor intento por alejarse antes de que la bomba de humo hiciera explosión, pero siendo más rápido Carl
a su lado la tacleó y se hizó un ovillo en el suelo con la rubia protegida por su cuerpo.

























































——— ✮✧☾✧✮ ———





















El trayecto a Terminus se hacía cada vez más cercano o eso creía Rowan, quien tenía esperanza en que pronto llegarían.  Además de que los letreros con cada vez que avanzaban más desaparecían, lo que indicaban que ya estaba por llegar.

Las cosas estaban ligeramente tensas desde lo sucedido con las hermanas Samuels, pero no tenían de otra que seguir.

El mayor de los Everson traía a Judith atada a su espalda con una cangurera para que así no fuera tan difícil avanzar pues no sabía los riesgos que llegasen a presentarse en su camino.

—Está cerca —informó Carol con esperanza al ver el último cartel a unos metros de ellos —. Los acompañaré hasta ahí. Me asegurare que estén a salvo, pero no me quedaré.

Tyreese se detuvó un poco oara dedicarle una mirada entristecida aún sin creer lo que ella les decía.

Si, Carol había tomado la difícil decisión de dejarlos a ellos llegar a Terminus sin ella. No había querido dar detalles sobre ello, pero respetaban su decisión.

Al menos estarían a salvo en ese lugar.

Apenas se detuvieron a unos metros del cartel un ruido entre los arbustos justo al lado de las vías los alertó. Carol estaba por acercarse y clavarle su cuchillo para quitarse esa carga de encima cuando Rowan desde su sitió le hizó una seña y rápidamente le disparó una flecha justo a la cabeza acabando con él al instante.

La mujer simplemente le sonrió.

—No puedo, aún no.

—Tendrás que poder, Tyreese.

Rowan se acercó a quitarle la flecha al caminante de la cabeza y justo cuando lo hizó vió que de un lado del bosque una manada de caminantes se acercaba.

—Son muchos —informó a los dos mayores algo asustado antes de salir corriendo a esconderse con los adultos.

No les quedó otra opción más que correr a esconderse entre unos monticulos de tierra cercanos viendo como la horda de caminantes llegaban a las vías.

Si llagaban a avanzar más los descubrirían y cuando estaban por ponerse en marcha un sonido psrticular hizó eco por el lugar. Disparos.

En cuanto el sonido de los disparos a lo lejos fue escuchado por los caminantes, estos comenzaron a cambiar de rumbo en dirección al camino recto por entre las vías y unos minutos más tarde al no ver ningún caminante por la zona los tres mayores saliron de su escondite.

—Esos disparos debieron venir de Terminus.

—Alguien los atacaba —respondió
Carol al oír al rubio retomando su camino mientras miraba en todas las direcciones —. O ellos atacaban a alguien.

—¿Hace falta averigüarlo?

La mujer se detuvó para mirar a
Tyreese y murmuró un suave "si" antes de enfocar su vista en otra dirección.

—Hay otra vista al Este, nos guiará hasta ahí —informó la mujer antes de ponerse en marcha —. Tendremos cuidado. Yo quiero respuestas.

El reducido grupo se pusó en marcha por entre el bosque puesto que así sería mucho más seguro de llegar sin saber vistos. Cerca del lugar había una cabaña y un automóvil estaba estacionado. No muy lejos estaba un chico hablando por un walkie talkie a la vez que acomodaba un explosivo en el piso.

Al ver aquello los tres se escondieron entre los arbustos al pendiente de que hacía aquel chico y cuando fue tiempo salieron de su escondite por detrás.

—Quita tu dedo y arrojalo —pidió
Carol con voz pausada apuntandole
a la cabeza por la espalda.

"Solo mataran a ocho antes de volver a la fachada"

Rowan a su lado sostenía su arco cargado apuntando justo a su cabeza, solo faltaba un movimiento brusco para que la flecha quedará incrustado en lo más profundo de su craneo.

—Esto es innecesario, tenemos un lugar dónde podemos vivir en paz...

—Cierra la boca —musitó Tyreese con molestia sosteniendo con cuidado a la pequeña Judith.

—Somos amigos del chico del sombrero y la chica de la espada.

Después de eso Tyreese se encargó de poner al desconocido en un rincón de la cabaña semi vacia atado de manos.

—Ellos nos atacaron primero.

—No te creo una mierda, imbecil —respondió Rowan a un par de metros de él sin dejar de vigilarlo.

Mientras los dos hombres se encargaban de cuidar que el prisionero no escapará, la mujer rebuscaba entre el sinfin de bolsas y mochilas armas que le fueran de utilidad para lo que haría.

—¿Quién más estaba? —preguntó
el moreno moviendose un poco para calmar a la menor —. ¿Sabes sus nombres?

—Solo el chico y la espadachín —respondió el desconocido encogiendose de hombros —. Es que teníamos que defendernos.

Por un lado Rowan estaba feliz de saber que su hermana "la espadachín" estaba con vida, pero también le preocupaba que estuviera en peligro ahora mismo.

—No te creo.

—Hay más hombres afuera en seis puntos diferentes. Hubó muchos disparos en la base, hay que activar las cargas al mismo tiempo para confundir a los muertos. Eso les conviene.

—Te equivocas —respondió Carol, interrumpiendolo al mismo tiempo que guardaba las armas —. Hay una horda yendo a Terminus ahora. No quiero confundirlos y que se desvien. Los voy a necesitar.

Después de decir eso la mujer estaba a punto de irse cuando la voz del chico atado de manos al suelo la detuvó.

—Te van a ver. Hay guardia constante. Si es que llegas tan lejos con esos cadaveres afuera.

Carol simplemente se dió la vuelta, ignorandolo por completo y antes de que saliera Tyreese la tomó del brazo con delicadeza para detenerla.

—Carol, ¿cómo piensas hacerlo?

—Matando a todos.

Luego de eso Carol cruzó la puerta dejandolos en la cabaña. Estaba dispuesta a hacer un desastre en Terminus si con eso lograba rescatar a sus amigos y lo haría.


























































——— ✮✧☾✧✮ ———





































































Se habían llevado a varios integrantes del grupo y al líder con ellos, dejando al resto en el vagón. Lo preocupante es que ya había pasado un buen rato desde eso y nunca volvieron.

Rylie empezó a pensar lo peor. Esas gentes no estaban tan cuerdas como pensó en un principio ni mucho menos su asqueroso lugar era el dichoso santuario que prometían en los carteles si así fuera no estarían metidos en un vagón apestoso como animales.

Con los nervios a flor de piel lijaba su mini navaja, entre más filosa estuviera más daño haría. Ahora no tenía piedad y menos de ese montón de zafados.

—Vas a quedarte sin dedos.

La chica se giró un poco al oír aquella conocida y atractiva voz encontrando
a Carl observandola desde una corta distancia con una sonrisa divertida que terminó contagiandola.

No estaba pasando por un buen momento, pero al menos saber que
aún tenía a Carl con ella la hacía
sentir muchisímo mejor.

Finalmente guardó la navaja en su bolsillo y se acercó a él intentando ser sonar más alegre apesar de que la situación en la que estaba no fuera la mejor. El chico la abrazó por la cintura y recargó su cabeza en el hueco de su cuello.

—¿Qué habra sucedido?

—Calmada, volveran —respondió
Carl con una sonrisa reconfortante separandose un poco de ella —. Tenlo por seguro.

La chica asintió no tan convencida enfocando sin querer su mirada en los labios del chico. Aún traía el labio roto por lo sucedido aunque no se veía tan mal como en un principio.

—Con ese labio partido pareces uno de esos chicos malos, vaquero —comentó Rylie ocasionando que el chico riera de una forma realmente coqueta —. Sumas puntos a tu favor.

—¿Entonces tengo que parecer un matón para gustarte más?

—No, así estás perfecto —respondió
ella sin quitar esa sonrisa de su rostro dejando un beso en su mejilla.

—Hasta aca me llega el peste a romance adolescente —exclamó Glenn haciendo que ambos se separaran rápidamente —. Ya casense mejor.

—No seas envidioso, chino —comentó Rylie haciendole una mueca chistosa a lo que el vaquero sonrió divertido —. Eso ya será en un futuro lejano...

La conversación de Rylie se vió interrumpida pues en ese momento unos ruidos un tanto extraños se escucharon y por lo visto venían de afuera.

—¿Qué rayos sucede?

—Alguien los atacó —respondió Sasha acercandose a la puerte cerrada junto al hombre pelirrojo.

—Quizás fueron los nuestros.

—Disculpen —pidió Eugene abriendose paso entre las mujeres dirigiendose a la puerta.

—¿Qué demonios haces?

—Tal vez pueda romper la puerta con esto —respondió el hombre incado a un lado de la puerta —. Puede que no quede nadie vivo con esto, pero...

—Eugene perdón, pero callate.

—Okey.

—Oigan, mi papá va a volver —soltó Carl dando un paso adelante llamando la atención de los presentes —. Con todos.

—Lo haran —secundó Rylie con una sonrisa entrelazando sus dedos con los del castaño —. Y tendremos que pelear así que esten todos preparados.

El pelirrojo miró a la chica de las coletas a su lado y después de esas palabras de animo todos volvieron a retomar sus posiciones iniciales.

Aunque ahora sus problemas no solo
se reducían a los gritos de afuera y a
el ruido de los disparos sino que como
si sus problemas no pudieran empeorar no tardaron en oírse gruñidos de los caminantes alrededor de dónde estaban.




















































































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El fuego cada vez se hacía más negro e intenso a la lejanía, lo que indicada tal vez que algo sucedía en Terminus. Con un poco de suerte quizás Carol lo logró y la verdad esperaban que así fuera.

Tyreese estaba viendo por una ventana mientras Rowan vigilaba al rehén en el suelo, lo que el chico no sabía aún es que el desconocido había conseguido aflojar las cuerdas con las que lo ataron y una vez estuvó listo se lanzó como el rubio dandole un puñetazo.

Apenas el mayor escuchó el ruido de golpes se giró al instante. Vió a Rowan poniendose de pie con sangre en la nariz y al desconocido agarrando a Judith de una manera un tanto peligrosa.

—¡Atrás!

—¡Dejá a la bebé, ella no tiene nada
que ver en esto —exclamó Rowan con furia y dolor escupiendo sangre.

La bebé al sentir como la tomaban de la cabezs bruscamente empezó a llorar con miedo lo más fuerte. Su llanto no hizó más que atraer caminantes y pronto sus gruñidos se escuchaban afuera, además de que golpeaban puertas y ventanas.

—Pongan las armas en el suelo y pateenlas. ¡Haganlo ahora!

Rápidamente ambos hombres se deshicieron de sus armas y con cuidado las pusieron en el suelo. Sin embargo, el Everson mayor no se quitó todo si no que llevaba consigo una navaja de esas pequeñas entre sus bolsillos.

—Por favor... por favor, no le hagas daño —suplicó Tyreese con temor al oír su llanto incrementar del miedo.

—Te atreves a hacerle daño y no reconoceran tu miserable cuerpo cuando termine contigo —amenazó el rubio con furia mirandolo fijamente a lo que el desconocido trago saliva.

—Ahora salgan. ¿¡No oyeron!? ¡Salgan de la casa! ¡Haganlo o la niña muere!

—¡Eres una miserable escoria, pedazo de basura!

Rowan estuvó a punto de abalanzarsele encima más se detuvó al ver como el hombre posicionaba sus manos sobre el pequeño cuello de la bebé y asustado no tuvó opción más que retroceder.

—¡Estás obligandome!

Tyreese se quedó parado observando paralizado la situación. Los llantos de Judith sumados a los golpes de cientos de caminantes afueran no era un excelente combinación.

—Salgan de la casa...

—Está bien.

Con cuidado ambos hombres retrocedieron sin quitarle la vista de encima al maldito que aprisionaba a Judith y apenas abrieron la puerta de la cabaña varios caminantes se fueron contra ellos.

Entre los dos supieron como manejar la situación.

Rowan se las ingeniaba para perforarles la cabeza con la mini navaja y Tyreese aprovechaba su fuerza y altura para estamparlos hasta molerlos contra la cabaña hasta que finalmente no había ninguno y todo quedó en silencio.

Era hora de la acción.

De la nada Tyreese embistión contra
la puerta y apenas vió al hombre ese lo tiró contra el suelo subiendose un poco encima de él, pronto aunque no quería estaba moliendolo a golpes furioso.

Mientras tanto Rowan corrió a dónde estaba Judith recostada en una hielera vacía y sin tapa. Apenas la vió la sacó de ahí y la abrazó con desesperación.

—Dios, ese maldito no te hizó nada —musitó Rowan soltando un suspiro y se entristeció al ver una lagrimitas en sus mejillas —. Tranquila, estoy aquí y lo estaré siempre...

































































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A diferencia del resto, Rylie no estaba sentada ni mucho menos afilando su arma. Eso ya lo había echo hace rato. No, ella estaba dando vueltas en el mismo lugar desde hace como veinte minutos y realmente ya había mareado a Carl.

Estaba asustada y muy preocupada en realidad por sus compañeros. El sonido de los disparos y los gruñidos de muchos caminantes alrededor de su vagón era algo que no la dejaba tranquila, ella solo quería salir y ayudar aunque por ahora lo más seguro era esperar dentro.

—¿Cuál es la cura, Eugene?

La rubia se detuvó de la nada justo en dirección a la puerta cerrada dónde por cierto estaba Eugene haciendo quien sabe qué.

Ahora la pregunta de Sasha estaba rondando por su cabeza creando un sinfín de ideas locas.

—Es clasificado —se limitó a decir el mencionado sin siquiera voltearse para mirar.

—No sabemos que va a pasar.

—Dejenlo en paz —intervinó Abraham alzando la mirada desde si sitio a la chica.

—Sigamonos preparando —propusó Msggie apareciendo de la nada con lo que parecía un cuchillo en manos.

—Sí, pero quiero saberlo —insistió Sasha mirando al hombre en la puerta —. No sabemos que nos espera.

—Nos espera salir de aquí —interrumpió Tara.

—Aunque se los dijera, aunque paso a paso les diera las instrucciones completas con ilustraciones y una sección de preguntas frecuentes bien detalladas la cura moriría conmigo.

—No voy a dejar que eso pase —informó el pelirrojo con decisión dandole una mirada indescifrable al hombre.

—En el mejor de los casos nos metemos en una tormenta de balas, fuego y caminantes —continuó diciendo con sinceridad dirigiendose al sargento —. No soy muy veloz y no soy capaz de lidear con un muerto solo con mis manos y mi confianza.

—Pero nosotros sí y lo haremos —respondió Michonne con firmeza sosteniendo un pico en sus piernas.

—No nos debes nada —soltó Sasha poniendose de pie dandole una mirada fría —. Aún no, pero queremos oírlo.

—No es necesario —musitó Rosita desde un rincón restandole importancia al asunto.

Después de eso todos se quedaron en silencio. Un silencio un poco incomodo por la tensión entre los miembros del grupo y la que comenzó todo fue Sasha.

Rylie calmando sus nervios fue a sentarse en un rincón junto a su chico siendo recibida apenas se sentó a su lado con un beso en la coronilla de la cabeza y abrazo –si contaba como abrazo pasar uno de sus brazos por sus hombros–.

—Era parte de un equipo del proyecto Genoma Humano que convertía enfernedades en armas para combatir enfermedades —empezó a decir Eugene una vez de pie, dirigiendose a todos los presentes —. Microorganismos, patógenos contra microorganismos patógenos. Fuego contra fuego.

Por los terminos tan cientificos en los que estaba hablando Rylie intuyó que estaba hablandoles un rotundo genio.

—Reuniones intapartamentales,
salidas, información compartida. Estoy al tanto de cada detalle de los sistemas concebidos para matar a todo ser vivo de este planeta. Confio en que teniendo acceso a las terminales de Washington puedo ponerle fin. Eliminar hasta el último muerto.

Y mi cerebro explotó, pensó Rylie para si misma riendo en su mente por el tonto comentario.

—Fuego contra fuego.

Los integrantes del grupo de Rick estaba casi en el mismo estado de shock que la rubia. Tanta información les había echo pensar en las posibilidades y que a la vez era imposible.

—Si resulta según lo planeo suena espectacular.

—Pues manos a la obra —comentó Maggie para aligerar el ambiente con sus manos ocupadas en el pico.

Rápidamente Carl se pusó de pie al oír unos pasos acercarse corriendo al vagón y con su mano libre hizó a la rubia que se pusiera de pie también.

La puerta se abrió de la nada mostrando a Rick ensangretado.

—¡Vámos, vayan al cerco!

Y después de eso el hombre empezó a disparar a los caminantes que se acercaban al vagón.

—¡Qué nadie se separe!

Los integrantes del grupo salieron rápidamente del vagón con sus armas listas y mientras los demás disparaban a los caminantes ceecanos ellos corrieron a dónde les indicó el líder.

Obviamente tuvieron que hacer uso de sus improvisadas armas.

Rylie hacía lo que podía, pero necesitó algo de ayuda extra para acabar con un par de caminantes que decidieron que la harían su almuerzo.

En medio de una lluvia de balas y cientos de caminantes por todos lados se dirigieron al cercado y mientras los más experimentados con las armas hacían su trabajo el resto del grupo salía por entre la cerca llena de vegetación.

No quedaba más que fuego y cenizas de Terminus.

Se lo merecían, pensó Rylie al ver arder aquel sitio.
































































——— ✮✧☾✧✮ ———

























Después de causar un tremendo incendio en Terminus el grupo salió en dirección al bosque. Quizás el resto del grupo no sabía, pero Rick iba para allá porque ahí tenía sus armas escondidas.

Daryl, Rick y Carl iba más adelente que los demás y rápidamente Daryl indicó un punto exacto en el que el líder empezó a rebuscar en el suelo.

—¿Por qué demonios seguimos aquí?

—Armas —respondió Rick al hombre pelirrojo con calma, desenterrando un par de armas y demás —. Municiones. Vayan al cerco, usen los rifles. Eliminen a los que quedan. No los quiero vivos.

—Rick, es suficiente —soltó Glenn con cansancio mirando al hombre en el suelo —. Se termino.

—No termina hasta que mueran todos.

—El lugar está en llamas y lleno de caminantes —exclamó Rosita mirando al hombre con incredulidad —. Es una locura.

—No pienso acompañarte ahí, acabamos de salir.

—No tienen defensas tendran que
correr —informó Maggie intentando hacerlo entrar en razón.

Rick simplemente se quedó en silencio y por lo visto estaba reflexionando las palabras de sus compañaros de grupo.

Mientras él estaba en su mundo Daryl fue el primero en percatarse de la llegada al bosque de una vieja amiga a la que en un principio creyó muerta o tal vez desaparecida. Instantaneamente corrió a recibirla con un abrazo y todos se giraron al oír sus pisadas.

Era Carol.

Con una sonrisa en su rostro Rick y varios integrantes del antiguo grupo se acercaron a recibirla.

—¿Tú lo hiciste?

Carol no tuvó palabras para hablar, estaba tan feliz de volver a ver a todos sus compañeros de grupo que un par de lágrimas escaparon de sus ojos y solo pudó asentir antes de que el líder la abrazará con fuerza.

—Gracias...

Rápidamente Rick se separó de la mujer aún con los ojos de ambos algo llorosos por el sentimiento que les entraba al volver a reencontrarse.

—Deben acompañarme.

Fue así como todo el grupo recorrió
gran parte del bosque siendo guiados por su salvadora. Rylie estaba cansada, pero aún así siguió porque sentía que algo aguardaba por ella. Con cada paso que daba sentía su corazón ir más veloz y su respiración era agitada.

Ni hablar de esa sensación que la invadía. Era algo parecido a los nervios, mezclado con la emoción.

Y lo supó, supó que cada maldito segundo valió toda la jodida pena. Se reprochó a si misma por ser una gran idiota y no tener fe, porque quizás los milagros si existían y lo que veía al lo lejos era prueba de ello.

Al ver quienes agurdaban por ellos en
el porche de la cabaña, Rick al instante soltó sus cosas sin importarle nada y antes de que incluso alguien pudiera detenerlo salió corriendo a la cabaña a metros de ellos para tomar en brazos a su pequeña Judith.

Carl no tardó en hacer lo mismo.

Rylie contemplaba la escena y realmente sintió sus piernas flaquear y sus ojos se llenaron de lágrimas al verlo ahí parado.

En algún momento sintió que el aire le faltaba y a paso lento se acercó aún sin poder creer lo que sus ojos veían. No pudó evitarlo y cayó de rodillas al suelo a un par de metros de dónde estaba su hermano mayor, vivo por supuesto.

Rompió en llanto al instante y Rowan solamente se acercó despacio a ella para envolverla en sus brazos. Aquello no hizó más que aumentar los sollozos de la chica, quien se aferraba con fuerza a la camisa de Rowan y él solo acariciaba su despeinada cabellera sintiendo un sinfin de emociones recorriendo todo su ser.

—Yo... yo... creí que tú...

Las palabras no le salían solo eran balbuceos incompletos con casi nada de sentido. El sentimiento no la dejaba acabar.

—Estoy vivo, Ry —respondió el mayor tomandola del rostro con amor para que lo mirará a los ojos —. Nunca dejaría a mi hermanita sola. Yo... le prometí a mis padres que siempre te protegería...

—Te amo hermano —exclamó rompiendo en llanto abrazandolo con fuerza —. ¡Idiota, creí que tú habías muerto! ¿¡Sabes lo angustiada que me la pase!? No sabia nada de ti, ni rastro... creí que estaba sola y... apareciste...

—Sobreviví, todos lo hicimos —respondió él con una sonrisa débil quitandole un par de lagrimas de las mejillas antes de ayudarla a ponerse de pie —. Hay alguien más que creo que esta ansiosa de saludar a su mamá postiza.

Rylie cubrió su boca con sus manos reprimiendo un sollozo al ver a Rick acercarse a ella con la menor de los Grimes sana y salva.

La niña extendía sus brazitos hacia ella con desesperación haciendo un puchero para que la cargará y aún con lágrimas en los ojos la sostuvó antes de pegarla a su pecho protectoramente.

—Jude, mi pequeña vaquera —soltó la rubia dejando un besito en su cabezita —. No sabes cuanto te extrañé. Fue una agonía, sentí que moría por dentro.

—Lo protegí tal como te lo prometí, Ry.

El resto solo veía al emotivo reencuentro de los hermanos Everson y de los Grimes con la bebé. Finalmente Rick se acercó al mayor de los Everson a abrazarlo como si fuera el segundo hijo que creyó perdido, porque así siempre fue.

Les agradeció a ambos hombres por cuidar de Judith todo el tiempo que estuvieron separados.

Pero para Rowan no fue ninguna molestia ni nada por el estilo podría decirse que había aumentado su cariño por Judith. No había cosa en la tierra que no haría para proteger a su familia y los Grimes eran su familia ahora.


















































——— ✮✧☾✧✮ ———
























La sonrisa había vuelto al rostro de cierta rubia, quien ahora mismo estaba sentada en una roca con la bebé en sus brazos meciendola para que no se pusiera inquieta.

A un suyo estaba Carl tomando a la menor de la manita mientras le hacía alguna que itra cara graciosa que no hacían más que hacer reir a la bebé.

Rylie también se reía de vez en cuando aunque estaba fascinada con la fachada tan tierna de Carl para cuidar de la niña.

Judith ni había querido despegarse de Rylie ni siquiera había llorado o algo por el estilo y claramente Rowan la veía desde unos metros sonriendo. Sabía muy bien que ambas se complementaban.

Rylie era la madre que la niña no alcanzó a tener y Judith, ella era esa luz que la vida les dió justo cuando todo se veía perdido en ese momento.

—¿De qué te ries, loca?

—De tu cara —respondió Rylie con diversión acomodando a la bebé en sus piernas para no incomodarla —. Tú solo... eres muy bueno con Jude y eres un gran hermano mayor.

Carl sonrió con un ligero sonrojo en sus mejillas.

—No se si el fuego se apagó —informó Rick mirando en la dirección contraria con atención.

—Aún no.

—Hay que irnos.

—¿Pero a dónde?

—A algún lugar lejos de ahí —respondió el líder antes de darse la vuelta e ir por sus armas.

Rápidamente el grupo empezó a moverse de lugar por la dirección de las vías antes de volver a internarse al bosque.

Ahora su única opción era continuar y seguir sobreviviendo a como diera lugar.

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