━Capítulo Uno
❝ 𝐍𝐎 𝐇𝐀𝐘 𝐃Í𝐀 𝐐𝐔𝐄 𝐍𝐎 𝐏𝐈𝐄𝐍𝐒𝐄 𝐄𝐍
𝐔𝐍 𝐅𝐔𝐓𝐔𝐑𝐎 𝐂𝐎𝐍𝐓𝐈𝐆𝐎 ❞
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〘 ✰.༄☼︎ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟏☼︎༄.✰ 〙
–— cumpleaños —–
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HABÍA TRANSCURRIDO UN PAR DE MESES DESDE LO OCURRIDO CON EL GOBERNADOR y al parecer las cosas
en la prisión no podían ir mejor. Aquel lugar cada vez se sentía como un hogar y que hubieran nuevas personas le daba un toque más familiar. Incluso tenían un estilo de vida basado en agricultura y el cuidado de animales de granja.
Ese día todo permanecía en completo silencio en el bloque de celdas. Los que eran madrugadores –como Rick– ya se preparaban para comenzar el día, pero los que se desvelaban –como Rylie – seguían dormidos placenteramente.
Al ser un día especial obviamente no
la dejarían dormir un segundo más. Rowan fue el primero en ir a verla y de paso a despertarla, pues le esperaba un día fabuloso.
Se adentró a su celda vecina con
cuidado de no despertarla aún y sin proponerselo se quedó mirandola dormir tranquilamente. De pronto se le vinó a laa mente esas veces en que él la arrullaba cuando era bebé y se dormía comódamente en su regazo.
Hasta parece un angelito, lastima que es todo lo contrario, pensó el mayor.
—Rylie, despierta —susurró Rowan tomando asiento en la cama mientras la removía suavemente —. Rylie... anda...
La rubia comenzó a removerse inquieta entre las sabanas murmurando cosas que ni su hermano distinguió y se volvió a acostar echandose la sabana a la cara.
Rowan sonrió divertido y le quitó de un jalón la sabana haciendola molestarse por el repentino movimiento.
—Feliz cumpleaños a ti —empezó a cantarle con una sonrisa haciendola salir de su sueño —. Feliz cumpleaños querida Rylie, feliz cumpleaños a ti...
Rylie no tardó en darse cuenta de lo que sucedía.
¡Era su cumpleaños! ¿¡Cómo pudo olvidar algo tan importante!?
—No puede ser mi hermanita ya es toda una niña grande —continuó diciendo el rubio envolviendola en sus brazos para un efusivo abrazo —. No puedo creer que tengas catorce añitos. Hasta parece que fue ayer cuando hacias berrinche porque no querían comprarte tus juguetes. ¿En que momento creciste tanto?
—Pareces una mamá de esas drámaticas, Joseph —soltó Rylie con diversión apartandose un poco de su hermano —. Obviamente tengo que crecer. ¿O quieres tenerme chiquita
para siempre?
—Si eso se pudiera si —respondió Rowan con tranquilidas recibiendo un ligero zape por parte de la rubia —. Oyeme, respetame grosera.
—Se me van los golpes —comentó ella divertida encogiendose de hombros antes de percatarse de algo —. ¿Dónde se supone que está el niño Grimes?
—Salió más temprano a ayudarle a Rick con la huerta y los animales. Debe estar allá.
Rápidamente la rubia se incorporó de
la cama con pereza y se pusó sus botas bajo la atenta mirada de su hermano.
—Tengo algo para ti —comentó Rowan desde la cama llamando su atención —. Hace unos días cuando salí para ir por suministros llegamos a una tienda y me encontre algo que podría gustarte.
Rowan empezó a sacar de su bolsillo
una cajita pequeña que le pasó y ella abrió con rápidez.
—Ah, es precioso —soltó la menor observando el mini reproductor de música mp3 emocionada —. ¿Dónde lo conseguiste? Se ve intacto.
—No se, solo lo encontre entre unas cajas —respondió Rowan encogiendose de hombros antes de señalar una bolsa cercana a la litera —. Conseguí también una libreta para ti y chocolates.
—¿¡Chocolates!?
—Si, espero aún sirvan.
—¡Gracias Ro, te amo hermanito de mi alma! —exclamó emocionada yendo a darle un abrazo caluroso —. Te mereces el cielo y más.
—Anda ve con Carl, de seguro debe estar esperando que despiertes.
Rylie asintió para después salir de la celda no sin antes llevarse un par de chocolates de la bolsa en su bolsillo y guardar el aparato en la mochila con sus cosas que tenía en un rincón. En cuanto a los chocolates ya los compartiría con Carl más al rato.
Al salir al patio se encontró con Carol cocinando algun animal que Daryl había traido para el grupo. Si bien no estaba acostumbrada a comer ese tipo de carne no había de otra y terminó por comerla y acostumbrarse. Hasta el momento el conejo asado era su plato favorito.
Además de que con esfuerzo habían logrado construir un especie de comedor en medio del patio para todos.
En cuanto la vió llegar la mujer se acercó a ella con una sonrisa enorme y la estrechó entre sus brazos.
—Feliz cumpleaños Rylie —exclamó Carol separandose un poco de la menor aún sonriendole —. Tengo un poco de conejo asado que preparé para ti, ¿quieres?
—Aw, que amable de tu parte Carol —respondió Rylie sentandose en una silla, cerca de Daryl —. Supongo que no me haría mal algo antes de ir al huerto.
—Un pajarillo por ahí me dijo que cumplías catorce —soltó Daryl de la nada comiendo algo y atrayendo la atención de la niña —. Ya estás viejita, rubia oxigenada.
—Más que usted señor Daryl no lo creo.
—Oh, golpe bajo —respondió Daryl con una sonrisa divertida concentrando en su comida —. Anda come, Tinker Bell.
Rylie agradeció a Carol por la comida y se despidió rápidamente para después encaminarse al huerto que tenían en el patio abierto de la prisión.
A lo lejos divisó a Rick y Carl observando atentos a los corrales dónde estaba su cerdita Violet.
—Buenos días —saludó Rylie con alegria acercandose más y haciendolos girarse —. ¿Qué tal todo con los animales?
—¡Rylie! —exclamó Carl alejandose del corral para después acercarse y darle un corto abrazo —. Por fin despiertas.
Rylie se separó un poco sonriendole amistosamente. A decir verdad estaba esperando algo más como un "feliz cumpleaños" o "felices catorce" o tal vez "feliz cumpleaños rubia gruñona, te quiero" o de perdido un regalo. En su lugar recibió nada.
¿Por qué le afectaba? Quizás porque
de todos los que la rodeaban de quién esperaba con ansias una felicitación era de Carl Grimes y por lo visto ni si quiera se había acordado de que día era y de lo mucho que significaba para ella recibir una felicitación suya.
—Por cierto me dijeron que hoy es tu cumpleaños —continuó diciendo el castaño y la sonrisa de la rubia volvió
—. Feliz cumpleaños.
—Gracias, Carl...
No se te vayan a acabar las palabras, pensó la rubia con molestia.
Unos momentos después Rick dejó a
los menores y se dirigió al huerto junto a Hershel, pues el anciano se despertaba muy temprano también para supervisar como iba el crecimiento de sus plantas.
—Violet parece algo enferma —comentó
Rylie rompiendo el silencio incómodo mientras veía al animal en el corral.
Carl asintió y se acercó un poco a ella pasando su brazo por su cintura con suavidad. De repente la sintió tensarse.
—Rylie...
—Mande.
—¿Estás enojada o algo por el estilo?
—No.
—Si.
—¿Puedes decirme por qué estás enojada?
—No estoy enojada. Punto final.
—¿Hice algo malo?
Justo cuando la rubia estaba a punto
de decir algo se vió interrumpida por el sonido de pisadas de un caballo. Casi al instante Carl y Rick salieron corriendo en dirección a la puerta para abrirla al ver como Michonne se acercaba a la entrada de la prisión a caballo.
Una vez adentró los Grimes junto a
Rylie se acercaron a ella. La rubia casi
al instante se acercó para acariciar la melena del caballo mientras Carl en si sostenía la rienda que el animal traía.
—Encantados de verte —saludó Rick
con una sonrisa, poniendose frente a la mujer.
—Estoy encantada también —respondió Michonne sacando algo de una bolsa que le tendió a Carl —. Alguien se ganó la loteria.
Carl no tardó en tomar los comics que Michonne le ofrecía con emoción y una mini cajita. Vaya que eran su adoración.
—¿¡Es en serio!? ¡Increible! Gracias.
—Las puedo leer cuando termines. Y claro que no podía regresar sin algo para la cumpleñera —continuó diciendo la mujer antes de sacar un libro de su mochila, uno que titulaba "Harry Potter y el Prisionero de Azkabah" —. Feliz cumpleaños, Rylie.
—¡Ah, dios! ¿¡Dónde lo conseguiste!?
—exclamó Rylie tomando el libro con emoción dando saltitos de alegria.
—Por allí. No fue nada.
—Gracias, Michonne —aagradeció la rubia acercandose a abrazarla por unos segundos —. Eres la mejor.
—Encontre esto —informó Michonne dandole a Rick una rasuradora —. Tu cara está perdiendo la guerra.
Rylie no pudó evitar soltar una risilla por lo que dijo la mujer. En parte Rick cada vez se veía más viejo con esa barba.
Ambos menores se alejaron un poco. Carl era quien llevaba la rienda del animal. Instantes después algunos de los automóviles que tenían aparecieron, siendo dirigidos por la motocicleta de Daryl.
A dónde sea que iban a salir, Rowan
por lo visto no dudaría en acompañar al hombre Dixon y aunque Rylie sabía que eran misiones peligrosas a veces tenía fe en su hermano y en que podía cuidarse.
Se detuvieron al llegar a dónde estaban Rick y Michonne.
—Vaya, mira quien volvió —comentó Daryl con una sonrisa digiriendose a la morena.
—No lo encontré.
No hacía falta decir su nombre, hasta
los menores sabían perfectamente de quien estaban hablando.
—Me alegra verte viva.
—Pensé en buscar cerca de Macon —informó Michonne recibiendo una fría mirada por parte de Rick —. Vale la pena.
—Ciento diez kilometros de caminantes. Te podrías cruzar con algunos poco amables, ¿no crees? —comento Daryl encogiendose ligeramente de hombros para luego dirigirse a Rick —. Voy a revisar el lugar grande, ese que te contaba. Iré a verlo.
—Si, yo revisaré las trampas. No quiero que lo que atrapemos se lo queden los caminantes.
Antes de que alguien pudiese reclamar Michonne se movilizó.
—Yo iré.
—Pero acabas de llegar —exclamó Carl mirandola confuso.
—Y volveré.
Después de decir aquello la morena se pusó en marcha lejos del grupo y Daryl junto al resto encendieron los motores listos para su travesia.
Mientras tanto Carl y Rylie llevaron a
la yegua al intento de establo que tenían cercano. El castaño terminaba de dejar la montura y la chica por su parte solo estaba recargada en los barrotes del eatablo.
—¿Revisarás las trampas? —preguntó Carl a su padre acercadose un poco a él al verlo.
—Sí y ustedes no. Hagan sus tareas,
lean historietas, quizás algún libro también —empezó a decirles con firmeza a ambos menores —. Pasen tiempo con los otros niños, quizás les lean en voz alta.
—Papá, eso es para niños —reclamó Carl con diversión.
—Si, y cepillala.
Rylie amaba leer y consideraba que aquella orden era la mejor que Rick le había dado.
—Y Rylie... feliz cumpleaños, pequeñeja.
La rubia asintió con una sonrisa. Para ella también significaba mucho simples palabras si venían de Rick. Con todo ese tiempo era de las personas importantes en su vida.
Finalmente el hombre se fue con Hershel y los dos menores se quedaron solos. Tal como Rick dijo Carl cepilló a la yegua mientras Rylie lo observaba en silencio dd vez en cuando y leía su libro. Desbordaba alegria con él.
Una vez terminaron de cepillar a la yegua decidieron volver a la prisión. Ambos caminaban en silencio hasta que Carl no soportaba más su distancia y la tomó de la mano.
—Háblame, dime algo...
—¿Qué quieres que te diga?
—No sé, el porqué estás tan cortante desde está mañana tal vez.
—¿Yo? ¿Cortante? —soltó ella con diversión fingida haciendo un gesto vago —. Yo creo que lo imaginaste.
No seas ridicula, obviamente te enojaste por ese aguado "feliz cumpleaños", pensó para si misma.
—Dime, dime, dime...
—Déja de fastidiar, Grimes.
Antes de que alguien pudiera decir algo más el castaño se posicionó enfrente de ella, impidiendole pasar y tomándola de las manos obligandola a verlo a los ojos.
—¿Hice algo mal acaso? ¡Ah, claro! ¿Te enojaste por esa horrible felicitación?
BINGO.
—Ry, perdón. No creí que eso fuese a molestarte —comentó Carl antes de dejar un beso en una de sus mejillas y tomarla de la muñeca —. Obviamente no quería que lo notarás porque se supone que era una sorpresa, pero ya ni modo. Vámos, tengo algo para ti.
Los animos de la rubia se elevaron por los aires y con emoción lo siguió hasta el interior de la prisión, justo a las celdas.
Mientras Carl iba por el "regalo" de Rylie, ella se entrenía con Judith. Por fin había despertado y en cuanto la vió casi lloraba con tal de que Beth la soltará y la dejará ir con la Everson.
A decir verdad ya estaba un poco más grande.
Estaban en un ataque de risa ambas cuando de repente apareció Carl con un montón de flores en lo que parecía ser un ramo.
—Son margaritas —exclamó Rylie tomando las flores con una sonrisa mientras se ponía de pie.
—Tengo algo más para ti —continuó diciendo mientras sacaba la cajita de hace rato —. Hablé con Glenn y me
sugirió hacer algo especial para ti. Dijo que no necesariamente tenemos que firmar papeles o algo así para saber que nos tenemos el uno al otro.
Fue entonces que aún incado abrió la cajita y un par de anillos plateados con un simbolo de infinito grabados en ellos. aparecieron.
—Espero que este anillo sea un recordatorio de mi amor por ti y una promesa de un futuro juntos —explicó poniendole el anillo con cuidado en el dedo anular de su mano izquierda con delicadeza —. ¿Qué dices? ¿Quieres tenerme en tu vida en unos años más?
—Carl, no hay día que no piense en un futuro contigo —respondió ella con una sonrisa tomando el otro anillo con su mano disponible poniendoselo.
Antes de que el castaño pudiera decir algo, Rylie lo interrumpió al posar sus labios sobre los de él con delicadeza. Fue entonces que crearon un suave roce de labios. Un beso no tan largo.
El momento fue casi mágico, al menos por unos segundos hasta que Judith empezó a removerse inquieta. Quizás porque sentía que la estaban aplastando con tanta cercanía y los obligó a separarse.
—¡Ay, Judith! —exclamó su hermano
con diversión acariciando sus mejillas —. Que inoportuna, hermanita.
—Tal vez en un futuro no lo recuerde, pero podremos decir que Judith fue testigo de este momento —comentó Rylie sonriendo alegre mientras la niña se escondía de su hermano en su pecho.
Carl simplemente asintió antes de dejar un beso en la mejilla de su hermanita menor y después uno rápido en los labios de la rubia, sacandole una risilla.
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Carl se había ido al patio con Patrick a jugar football y como Rylie aborrecía los deportes –un poco solamente – decidió quedarse en el bloque de celdas. Quizás leería en otro momento, pero ahora solo se preocupaba por acomodar las cosas que le habían regalado.
Tenía a Judith sentadita en la cama de abajo rodeada de almohadas y aunque intentará bajarse la detendría a tiempo.
La menor parecía entretenida con una muñeca de trapo a la que a cada rato azotaba contra las amohadas y como si lo distrutará se reía a carcajadas.
Rylie terminaba de acomodar el ramo
de margaritas cuando cierta rubia se detuvó justo frente a su celda abierta.
—Toc, toc, ¿puedo pasar?
—Claro, Beth eres bienvenida a mi desastrosa morada —comentó Rylie con diversión mientras le quitaba un objeto pequeño a Judith para que no se lo comiera.
Con una sonrisa contagiosa, Beth se adentró a la celda tomando asiento en una silla que tenían por allí cercana a
la cama de abajo.
—Vaya que este lugar a está a punto de reventar —soltó ella al ver demasiadas cosas amontonadas en el lugar.
—Ah, la mayoría son cosas mias así que no te asustes aún.
—¿Explotará ahora si te doy algo más?
—Supongo que podría hacerle un espacio...
—En realidad creo que será fácil de guardar —explicó Beth a la vez que sacaba un gorrito tejido color cafe con orejitas —. Hace poco aprendí a tejer a causa del aburrimiento y le pedí a Daryl que me consiguiera hilos. Así que espero que te sirva y lo uses.
Rylie lo tomó y empezó a verlo con una sonrisa de alegria. Que tuviera orejitas redondas le daba tanta ternura.
—Adoro las orejitas, Beth. Mil gracias
—exclamó Rylie antes de darle un corto abrazo de agradecimiento —. Ten por seguro que lo usaré cuando haga frío.
—Le hice uno parecida a está chiquita —informó la mayor inclinandose a Judith para tocar suavemente su naricita —. Asi que van a combinar.
Desde la cama Judith soltó una carcajada como si entendiera lo que Beth acababa de decir.
—Supongo que le contagiamos nuestra alegria.
—¿Y qué tal tu propuesta de anillo de promesa?
Rylie sintió que se atragantaba con la saliva e incluso tosió presa del temor. ¿Qué acababa de decir Beth? ¿Es qué acaso ella había presenciado todo eso?
—Cuidado.
—¿Viste algo de eso?
—No, pero Carl me contó hace poco —respondió.
—Así que ese malevolo cucarachón tenía todo friamente calculado.
Beth no pudó evitar soltar una risilla
por el comentario de su amiga. Solo ella podía ponerle apodos de ese tipo a su pareja y después hablarle como si nada.
—¿Quién más sabía?
—Rowan, Michonne, Glenn, Rick, Maggie...
—Ya dí que medio grupo.
—No es nada para avergonzarse, rubia —comentó Beth obligandola a quitar sus manos de su cara —. Yo amaría que mi pareja hiciera algo así.
¡Ciega, mi hermano te manda señales desde hace siglos! Pensó ella.
—Básicamente te está jurando lealtad y te promete que en un futuro serán algo más. Está claro que quiere todo contigo, Ry. Te ama.
—Lo sé, lo sé... solo que me es nuevo todo esto y ni siquiera se que pensaría Rowan o como lo tomaría...
—Si supieras que él fue el primero en apoyar la causa de Carl.
El rostro de la chica al instante se descompusó. No sabía como reaccionar a decir verdad, pero si de algo estaba segura es que si un caminante no lo mató ella podría hacerlo ese día.
—Resumiendo: Rowan quiere verlos juntos —finalizó la mayor jugueteando descuidadamente con sus manos —. Me atrevo a decir que hasta Judith apoya la noble causa de que seas su cuñada. ¿Verdad que si Jude preciosa?
La niña no pudó evitar soltar una carcajada al ver la cara chistosa que Beth le hizó antes de ser tomada en brazos por Rylie.
—Pues oficialmente dije que si, según yo.
Beth soltó un chillido de emoción antes de acercarse y abrazarla como si fuese su artista preferido.
—¡Caryl ahora si es canon!
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Rylie vagaba por los rincones de la prisión con aburrimiento después de haber dormido a Judith. A decir verdad no fue difícil un rato jugando con ella la menor había caido rendida y a decir verdad no fue tan difícil acostarla.
Tenía pensado relajarse un momento
en la tranquilidad de su celda, pero por alguna razón Carl se le vinó a la mente y decidió ir en su busqueda. Justo cuando pasaba por la biblioteca sintió que alguien tiró de su mano y la acorraló contra una pared en un rincón cercano.
—¿Debería golpearte y salir corriendo ahora mismo?
Carl soltó una risilla por lo bajo y pusó su indice sobre los labios de la rubia callandola al instante.
—En realidad quería que me acompañaras a la biblioteca con Carol y los niños.
—¿Entonces si quieres ir a escuchar lectura en voz alta? —cuestionó Rylie con una sonrisa burlona, apartando su dedo de ella —. Creí que era algo para "niños" y como tú eres un niño grande...
—Olvida eso por un momento y solo acompañame.
Rylie estaba por decirle algo cuando el castaño no lo pensó mucho y la calló con un corto beso en los labios. Quizás ahora la rubia se veía como esa caricaturas que solía ver: le brotaban corazoncitos y demás cosas bobas.
Aprovechando que la rubia estaba embelesada por lo sucedido, Carl la tomó con suavidad de la muñeca y la obligó a seguirlo entre las filas de libros.
Carol leía en voz alta uno de los tantos libros y no fue hasta que uno de los mayores que la acompañaba salió del lugar que el tema cambió por completo.
—Hoy hablaremos de cuchillos —informó la mujer sacando una caja con cuchillos dirigiendose a los niños —. Como usarlos, como estar seguros con ellos y como pueden salvarte la vida.
—Señora, ¿puedo retirarme? —pidió Patrick interrumpiendola.
—¿Qué pasa?
—No me siento muy bien.
—A veces tendrás que soportarlo.
¿Qué si te sucede allá afuera solo? ¿Te rendiras solo porque te sientes mal?
—No, es solo que no quiero vomitar encima de alguien.
Desde su escondite Rylie hizó una cara asqueada por el comentario del chico.
—Ven.
Rápidamente el joven se pusó de pie como si fuese flash y salió practicamente corriendo del lugar.
—Bien, hoy aprenderemos como sujetar un cuchillo —comenzó a decirles tomando dicha arma para enseñarles —. Como apuñalar y cortar y a dónde cortar...
En silencio Carl empezó a salir de su escondite con Rylie unos centímetros detrás y al verlos la mujer se quedó muda por unos segundos asustada.
—Por favor, no le cuenten a Rick.
Justo después de decir aquello Carl se dió la vuelta tomando la mano de la rubia de nueva cuenta saliendo del lugar lo más rápido posible.
Alguien está en problemas.
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Finalmente aquel cansado, pero festivo día había terminado o al menos así lo creía Rylie. La rubia ya estaba envuelta en sus cobijas con su pijama puesto. Sin embargo, había algo que no la dejaba dormir tranquila.
—Carl, ¿estás despierto?
Silencio.
—¿Carl?
—Sí, si estoy despierto —exclamó Carl desde su cama soltando un bostezo en el proceso —. Yo debería pregunta aquí es: ¿por qué no estás dormida tú?
—No puedo dormir.
—Cierra los ojos y cuenta ovejitas...
—Es en serio no puedo dormir —comentó ella destapandose un poco de su sabana —. No después de lo de Carol en el biblioteca. ¿Qué haremos?
—No lo sé. En parte está mal que oculte algo como eso, pero por otro lado creo que los menos protegidos son los niños —empezó a decirle Carl más despierto removiendose en su colchón —. Por lo menos deben saber defenderse. Aunque si le digo a papá la meteré en problemas.
Rylie solamente se quedó unos segundos en silencio pensando. Carl interpretó eso como una posible señal de que estaba ya dormida.
—Rylie, ¿ya te dormiste tán rápido?
—Solo pensaba, vaquerito.
—¿En que si se puede saber?
—En que estamos madurando muy rápido para nuestra edad —explicó con seriedad mirando fijamente el colchón encima de ella sostenido por barrotes
—. Y que esos niños también están pasando por lo mismo.
—Es inevitable no hacerlo. Solo mira la mierda que es el mundo ahora.
Ella asintió en silencio apesar de que nadie la veía y una idea loca paso por su cabeza. Cuando menos lo esperaba su boca se abrió sola.
—¿Podrías venir y dormir conmigo?
Carl sintió su corazón latir con rápidez. Sinceramente no era algo que esperará de ella, pero no es como si fueran a hacer cosas malas.
La rubia interpretó su silencio como
un rotundo no y supusó que lo asusto o algo asi. Justo cuando estaba por darse la vuelta y dormirse sintió como los barrotes de fierro de la cama se movían pues Carl bajaba por las escaleras de la litera con su almohada.
—¿Habrá un espacio para mi, señorita Everson?
Rylie sonrió antes de incorporarse un poco y moverse para la esquina para así darle un cancho. Finalmente estuvieron ambos en la cama de abajo.
—Esta es la parte en la que me abrazas, Giselle.
No tuvó que decirselo dos veces. La rubia se acercó un poco a él y como no queriendo rodeó su torso con cuidado, abrazandolo en el proceso. Un confuso Carl fue haciendo lo mismo, cuidando
no incomodarla con su toque.
—¿Te gustó tu regalo de cumpleaños, rubia gruñona?
—Yo diría que me encanto —comentó Rylie viendo su anillo de infinito con una sonrisa —. Lo llevaré conmigo siempre. Más te vale hacer lo mismo con el tuyo.
—No te preocupes nunca me lo quitare, es una promesa.
La rubia asintió recostando su cabeza con pereza sobre su pecho sintiendo el latir de su corazón. Vaya, latidos.
—Carl...
—¿Si?
—Entonces en un futuro tú y yo...
—Nos casaremos, te haré mi esposa y la madre de mis hijos.
Rylie soltó una risilla al sentir la nariz del castaño haciendole costillas en el cuello. Sin ganas de pelear lo alejó.
—Esperemos todo salga como quieres, vaquero.
Silencio.
—Ahora que lo recuerdo tú me robaste un beso hace rato.
—Sí, lo hice y lo haría otra vez.
—¡Cínico!
—Un cínico al que amas con todo tu corazón —comentó Carl algo egócentrico recibiendo un golpesito de ella —. Auchi. Mejor duermete, gruñona. A esta hora sale la llorona.
La chica terminó por darle otro zape un poco más fuerte.
—¿Y ese por qué?
—No me estes asustando, Carl Grimes.
—Ay, perdón. Anda ven acá.
Rylie no rechistó al contratio se envolvió en las mantas y se acurrucó contra el pecho de Carl, quien sentía una calidez tremenda al tenerla cerca y en cuestión de minutos cayeron dormidos los dos.
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PRIMER CAPITULO PUBLICADO
Hi, babies. ¿Cómo han estado? Si me preguntan yo describiría estos dias como menos pesados. En fin, ¿qué les pareció el capítulo? A mi me encanto en lo personal.
Dato curioso: Rylie cumple años el
28 de Marzo y Rowan el 12 de Febrero, así que ahorita tienen 14 y 17. Como paso el tiempo 😭🫶
Mucho amor en este capitulo eh y
Carl ya anda reservando un pedazo del amor de mi niña. Si, Carl todo con Rylie y ya lo declaro.
Esto es todo por hoy, espero les
haya gustado tanto como a mi. Infinitas gracias por leer y a esxs nuevxs lectorxs GRACIAS por tomarse la molestia de leerme. Espero les guste un poquito de lo que amo hacer 😭💕. Les dejo de tarea votar y comentar. Pueden agregar el fic a sus listas de lecturas para saber cada que hay actualización.
Mis redes las encuentran en mi bio. GRACIAS de nuevo y cuidense mi gente bonita 💘✨️
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