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━Capítulo Siete


❝ ALGUIEN DE USTEDES DEBE MORIR ❞



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〘 ✰.༄☼︎ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟕☼︎༄.✰ 〙
–— Negan —–

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LOS PROBLEMAS PARA EL GRUPO NO HACÍAN MÁS QUE AUMENTAR CON EL PASO DE LOS DÍAS. Maggie logró hacer que el líder de Hilltop les diera comida
al menos para todo un mes a cambio de que ellos enseñaran sus conocmientos en combate a la nueva comunidad pues la amenaza de los Salvadores estaba cada vez más cerca.

Los adultos eran quienes se encargaban de mantener la comunidad en orden y asegurarse de que no hubiera ataques, aunque después de el rapto de Maggie y Carol en una de sus exploraciones fuera de los muros estaba claro que aquellos desalmados estaban mucho más cerca y si querían pelea la tendrían.

Y ahora salir era algo de vida o muerte, Denise desgraciadamente fue victima de la crueldad de aquel grupo al igual que Eugene. Esto ya estaba empeorando.

Claramente los adolescentes no podían acompañarlos pues Rick consideraba que era muy riesgoso, pero si querían podían ayudar en la vigilancia cosa que Rylie adoro pues se sentía inútil sin tener que hacer algo que no fuera estar en la sala o salir a pasear a las calles.

Esa mañana Rylie se preparaba para ayudar a vigilar en los muros al igual que Carl, pero antes fue en busca de algo de comida y creyó que Maggie tendría algo para mantenerse activa un rato.

Justo cuando estaba revisando un frasco de lo que parecían ser chicharos la puerta se abrió revelando a Maggie.

—Hola, yo buscaba algo de comer —respondió Rylie con una pequeña sonrisa acercandose a darle un abrazo —. Te ves cansada, ¿necesitas ayuda?

—No, yo estoy bien —se apresuró a
decir la mujer acercandose a ella con cansancio —. Aún hay mucho trabajo que hacer. Glenn, Michonne y Rosita fueron tras Daryl. Tengo que seguir de guardia, buscaré algo de comida y me iré.

Rylie se apresuró a pasarle un frasco de pepinillos que la castaña tomó.

—No irás a ninguna parte, Maggie —sentenció Rylie mirandola con dureza mientras se cruzaba de brazos —. Tienes un bebé en camino así que lo que mas quieras descansa, ¿si? Yo cubriré tu puesto. No puede ser tan díficil.

—Ry...

—Solo quiero ayudarte.

La mujer pareció pensarselo y asintió instantes después. Esa fue luz verde para que saliera de la casa a ayudar a cubrir un puesto de vigilancia.

Rowan y Carl también hicieron lo mismo, solo que ellos cubrían a Rosita y a Michonne del otro extremo.

Todo parecía ir bien, pero no contaba con que en un rato aparecería Enid con un arma, cosa que despertó curiosidad en ella. ¿Sabría usar Enid un arma?

—Hola —saludó Rylie enfocando la mirada del fusil apenas subió a la torre.

—Hola, Rylie.

No le desagradaba la idea de convivir con ella solo que era extraño hablarle pues usualmente Enid era un poco muy reservada y solo Rowan la hacía hablar son poner esa cara de "odio a todos".

—No te ofendas, Enid, pero, ¿sabes disparar al menos?

—Pues no del todo, pero de algo debo ayudar —respondió la mencionada con una escasa sonrisa apuntando el arma a un árbol solo para probar.

—¿Maggie te pidió vigilar?

—Bueno, la ví algo cansada al llegar
a casa y quise quitarle esa carga de encima —respondió Enid a la rubia
con facilidad mirando en dirección al exterior —. ¿Y tú qué haces aquí?

—Lo mismo, ayudarle. La pobre se
ve algo decaida con su embarazo y un descanso no le hace mal a nadie.

Enid asintió y el silencio volvió a hacerse presente. La rubia enfocó su mirada en los dos chicos del otro extremo de la torre, ambos reían por alguna razón y entonces Rylie no fue la única viendolos.

—No tienes que fingir conmigo, Enid.

La mencionada miró a la chica a su
lado como si se hubiera vuelto loca, pero Rylie sabía exactamente que quería
dar a entender y las mejillas de Enid se habían teñido de un suave rosado.

—¿De que hablas?

—De lo que sea que tienes con mi hermano —musitó la ojiazul como no queriendo mirandola con picardía —. Rowan es un buen chico y espero no te decepcione sino lo mató yo misma.

—Tranquila, fiera —comentó Enid con una sonrisa divertida posando su mano en el hombro de ella —. Me agrada tu hermano, pero támpoco quiero que esto se vaya muy rápido. Mejor poco a poco.

Rylie sonrió antes de acercarse un
poco a ella con una sonrisa genuina y tenderle su mano en señal de saludo.

—¿Qué te parece empezar de nuevo? Soy Rylie.

—Enid. Encantada de conocerte, rubia.

Y después de un rato ambas estaban hablando tranquilamente. Aunque como era de esperarse era la rubia quien se encargaba de sacar siempre cualquier tema de conversación con tal de hacer que Enid hablará.

Fue algo muy lindo.

—¿Sabes? No eres tan mala persona como pense.

—Auch, eso dolió —exclamó Enid aparentemente indignada tocando su corazón con diversión —. Y tú no eres tan rubia oxigenada como creí.

—¡Ey, no soy oxigenada!

















































——— ✮✧☾✧✮ ———



















































—¿Y tú de que rayos te reías, idiota?

—¿Yo? De nada.

—Te veí reir con mi Carl —acusó Rylie cruzandose de brazos justo enfrente de su hermano —. ¿Qué tanto decían, eh?

—Nada solo que... parece que Enid te cae bien, creí que no.

—Pues támpoco es como si convivieramos mucho, tonto.

—¿No te molesta que ella y yo...

—Para nada —respondió Rylie con una pequeña sonrisa restandole importancia al asunto —. Solo es nuevo.

—¿Crees que sea una mala persona por querer comenzar algo nuevo? Digo, con lo de Beth...

—Ro, estás en tu total derecho de querer avanzar —comenzó a decirle la rubia tomandolo de los hombros para que la mirara directo a los ojos —. No puedes vivir atado al recuerdo de Beth. Ella fue una linda experiencia, pero no es sano seguir pensando en lo que pudo ser. No quiero sonar mal, pero debes vivir libre y si Enid te hace sentir así lo aceptare. Espero tu también lo aceptes pronto.

—¿Por qué eres tú la que siempre me da consejos? —soltó Rowan con diversión mientras quitaba la evidencia de que quería llorar —. Se supone que soy el mayor.

—Puedes dejame decirte que de mayor solo tienes el físico, idiota.

El rubio simplemente le hizó una cara graciosa antes de abrazarla con fuerza, sintiendo una sensación extraña en su pecho. Sentía una angustia muy fuerte.

—Rylie, te quiero hermana y creeme que yo daría mi vida por ti.

—¿Qué cosas dices? Eso ya se sabía.

—Quiero que me prometas que si llego a morir vas a seguir peleando.

La Everson menor se separó de él y lo miró con el ceño fruncido sin entender a que quería llegar su hermano mayor.

—¿Por qué dices eso?

—Solo prometelo.

—Lo prometo, aunque no se porqué digas estas cosas —comentó Rylie con la mirada gacha y un tono más suave —. Eres mi hermano mayor. Siempre vas a estar para protegerme y yo a ti.

—Nunca sabremos cuando será nuestro último día...

Rylie estaba por reclamarle que dejará de decir tantas cosas absurdas que en parte eran real, pero ella no aceptaba y en eso un hombre se le acercó.

—¿Rylie?

—Si, ¿qué se te ofrece Scott?

—Maggie quiere verte.

La rubia se encogió de hombros al recibir una mirada curiosa por parte de su hermano, pero simplemente le dió un abrazo antes de bajar de su puesto para dirigirse a la casa de los Rhee.

Unos minutos caminando por las silenciosas y vacías calles de Alexandria llegó a su destino.

Tocó la puerta y en unos instantes Maggie abrió. Una sonrisa se dibujó en su rostro apenas vió a la rubia y ella no entendió bien porqué se veía tan feliz.

—Scott dijo que me buscabas, ¿paso algo malo?

—No, solo quería que me ayudarás
con algo —respondió Maggie con una pequeña sonrisa pasandole unas tijeras —. Entonces, ¿quieres de ayudar?

Rylie asintió con entusiasmo y pasó
a la sala antes de que Maggie cerrará la puerta detras de ella. La rubia no dijo nada sobre la repentina necesidad de cortarse el cabello y solo cortó el largo cabello de la mayor hasta que quedó más arriba de los hombros.

No tenía mucha experiencia con los cortes de pelo, pero había echo su lejor esfuerzo. La última vez que cortó pelo fue más pequeña y a si misma, fue así como fue a la escuela con un corte fatal de cabello por casi un año entero.

Al terminar la chica le pasó un espejo a Maggie y ella observó su reflejo en dicho objeto admirando lo bien que se veía.

—¿Me veo bien?

—Maggs eres preciosa y lo sabes —respondió Rylie acercando su rostro al hombro de ella para ver el espejo —. Aunque quisiera saber la razón por la que decidiste cortar tu cabello largo.

—Tengo que continuar y no quiero que haya nada en mi camino —informó ella en voz baja observando los distintos ángulos del corte en silencio.

De pronto Maggie soltó un jadeo que Rylie interpretó como una señal de que no estaba satisfecha con el look.

—¿Lo deje muy corto? Perdón, tengo nula experiencia con este tipo de cosas.

—No es eso...

—¿Maggie?

La mujer soltó un grito de dolor mientras como podía abrazaba su vientre adolorida. La rubia no tenía
idea de que sucedía y no tardó en dejar todo para acercarse a la mayor en
busca de alguna herida o sangre.

Maggie pronto estaba sentada en el suelo gritando de dolor y Rylie asustada se apartó un poco mirando a todos lados.

—Tranquila Maggie, iré por ayuda.

La chica salió de la casa casi corriendo en busca de Rick o de alguien que pudiese hacer algo por Maggie pues Glenn no había vuelto todavía.

—¡Ayuda, por favor! ¡Alguien ayudeme, maldita sea!

No tardó en encontrar al líder y entre varios hombres fueron por Maggie para subirla aún adolorida a un vehículo.



























































——— ✮✧☾✧✮ ———



















—Glenn aún no vuelve, tengo que ayudar a Maggie.

—Dije que no.

Rylie veía a cierto chico buscar entre
la armeria armas suficientes para la batalla que podría librarse en cualquier momento mientras la rubia se mantenía quieta a un par de metros de él.

—Carl...

—Estabas equivocada, este lugar si se puede proteger —respondió Carl sin darle tanta importancia a sus palabras pues se ocupaba en tomar tantas armas y municiones como pudiera —. Y tienes que quedarte y protegerlo.

—Lo haran los demás. Estuvieron entrenando y lo sabes —informó Rylie con seguridad acercandose un poco a él —. Si te preocupara un ataque no te irías con los demás. Además, no voy a estar aquí preocupada por Maggie. Ella ha echo muchas cosas por mi y quiero ser de útilidad para ayudarla.

En ese momento Carl dejó de hacer lo que hacía solo para girarse y mirarla directamente a los ojos algo molesto.

—¿Sabes cuán lejos está Hilltop? ¿Lo qué podría pasar? Los salvadores están ahí afuera. Sabes lo que le hicieron a Denise, lo que quisieron hacerle a Maggie y a Carol, a Daryl, a Rosita y a Eugene.

Rylie frunció el ceño después de oír la crudeza de las palabras de su novio.

—Eso no te pasará a ti, no voy a permitirlo —sentenció Carl con un tono severo acariciando suavemente una de sus mejillas antes de volver a lo suyo —. Enojate conmigo, odiame, pero no dejaré que mueras y menos que vayas.

Rylie se quedó sentada en un mueble cercano viendo a Carl recargar el arma con municiones mientras guardaba un par más en su mochila.

—¡Chicos, Maggie no está muy bien! —exclamó Rowan entrando con una Enid furiosa detrás de él —. ¿Qué sucede?

—Aquí tu hermana que no quiere quedarse a proteger el lugar —respondió Carl con simpleza señalando a la rubia —. No quiero que se ponga en riesgo, pero está de insistente.

—Carl tiene razón Ry, no sabemos que tan feo este allá afuera —agregó Rowan dirigiendose a su indignada hermana y después a cierta castaña —. Enid, creo que lo mejor es que ambas se queden aquí juntas a defender Alexandria...

—Estás loco si crees que voy a quedarme de brazos cruzados —interrumpió Enid de mala gana dandole una mala mirada al rubio —. Quiero ayudar.

Mientras tanto los dos chicos guardaban armas bajo las miradas furiosas de las dos chicas.

—¿Quieres encontrarlos, verdad? —
soltó Rylie incredula haciendo al ojiazul detenerse por un momento —. Deseas que aparezcan.

Carl se quedó en absoluto silencio y ese fue un si que Rylie nunca esperó de él.

—¡Cielos, esto es para que Maggie vea
al doctor no para que... —exclamó Rylie con furia tomando un par de armas con rápidez —. ¡Al diablo yo ire y ninguno de ustedes me va a impedir una mierda!

Enid imitó el gesto de la rubia, pero ambas fueron detenidas.

—Ry, ya basta —musitó Carl tomandola de la muñeca para detenerla aunque fuese unos segundos —. Espera.

—Sal de mi camino —pidió Rylie dandole una mala mirada y al no ver que se moviera intentó empujarlo
—. ¡Carl, no estoy bromeando!

El chico se giró en dirección a Rowan y el rubio asintió por alguna razón, cosa que la Everson menor no tardó en notar.

—Ustedes dos, tomen una pistola del closet —anunció Carl a ambas chicas señalando dicho sitio —. Rápido, debemos irnos.

Enid fue rápida y no tardó en acercarse, Rylie en cambio aparentemente también lo hizó, pero no del todo pues sabía de antemano las intenciones de ambos.

—¡Enid, no!

Enid entró al armario y justo cuando parecía que Rylie también se quitó de ahí torciendole el brazo a su hermano
en el proceso solo por lo molesta que estaba. Aunque la más molesta ahora Enid, quien estaba encerrada en el sitio.

—¿¡Ustedes iban a encerrarme!? —exclamó Rylie incredula sintiendo sus latidos acelerados en el pecho —. ¿¡Qué diablos les pasa!? ¡Malditos, hombres!

—¿¡Qué más quieres que haga para protegerte si lo único que haces es ponerte en más peligro!? —soltó Carl igual de enojado dando un paso para encararla mejor y notó sus ojos llorosos —. ¡Estoy arto de que quieras ayudar a todos! ¡Por una vez en la vida hazme caso y ponte primero! No quiero verte morir, odiaría hacerlo. Ry, por favor...

—No quiero que me protegas, Carl Grimes —musitó Rylie tallando con brusquedad sus ojos llorosos —. Puedo sola y gracias por preocuparte, pero no conseguiras nada gritando ni queriendo encerrarme en un closet.

—Perdón.

El momento se vió opacado por los
gritos de Enid golpeando la puerta con desesperación.

—¡Rowan, diablos!

—¿No te haré cambiar de opinión, verdad?

Rylie negó divertida antes de que el chico le hiciera un gesto ya cansado para que lo siguiera afuera, después de todo ambos llevaban varias armas.

Sin embargo, Rowan no sabía que hacer con exactitid. Sabía que tenía que ir, pero no quería arriesgar a Enid. Ella no era como Rylie, no sabía defenderse del todo y era mejor no exponerla. Lo iba a odiar, pero lo agradecería después.

—¡Rowan, dejame salir imbécil! —
gritó Enid golpeando la puerta con frustración —. ¿Qué pasará si no vuelves? ¿Cómo voy a vivir con eso? ¿Qué demonios voy a hacer?

—Te amo, Enid, pero quiero que sepas que lo hago para mantenerte a salvo —musitó Rowan con su frente apoyada en la puerta y la voz ligeramente rota —. Sobrevivir como sea.

Y así después de decir aquello Rowan Everson salió de la armeria con varias armas dejando a Enid encerrada en un armario bastante enojada.

Lo hago por su bien, se repetía para si mismo el rubio mientras caminaba en dirección al camión dónde estaba Rick y varios del grupo asegurandose de que todos entraran.





























——— ✮✧☾✧✮ ———























































Rylie se mantenía tranquila a un lado de Maggie sosteniendo su mano tratando de hacerla sentir un poco mejor aunque la pobre Maggie eataba recostada en una camilla removiendose presa del dolor. No había tantos medicamentos para darle y era riesgoso darle algo sin saber si afectaría al bebé o no.

Carl observaba a su novia desde el asiento frente a ellas sintiendo una enorme preocupación al ver a Maggie en aquel estado y el rostro de cierta rubia, ella también se veía muy alarmada.

Con todo lo de los salvadores sumado al hecho de que habían dejado a Judith en Alexandria –claramente al cuidado de Gabriel– y el asunto de Maggie era obvio que la Everson estuviese preocupada.

Por otro lado Rowan iba adelante a un lado de Daryl mirando por la ventana algo desanimado pues no podía sacarse de la cabeza lo que había echo con Enid.

Y de repente sus gritos e insultos se repetían en su cabeza.

¿En seeio estuvó bien encerrarla con la excusa de que quería protegerla?

Quería demasiado a la chica y en verdad aunque sonara egoista de su parte quería protegerla aunque eso implicara que terminará odiandolo.

—Ey, Ro —susurró Aaron dandole
un golpecito en el hombro para que le prestara atención —. ¿Por qué esa cara? Parece que se hubiese muerto alguien.

Rowan se giró algo extrañado al oir la voz del mayor, pero hizó un esfuerzo por recobrar la postura y sonrió algo.

—Creo que acabo de cargarla con una chica.

—No creo que sea tan malo lo que hiciste, Ro —comentó el mayor tomando asiento a su lado —. ¿Vas a decirme, cierto?

—Yo... yo la encerré en un armario para que no viniera conmigo.

—Uy, con suerte vuelve a hablarte.

El rostro del mayor de los Everson se transformó al instante a un semblante lleno de horror luego de oírlo. ¿Y si Aaron tenía razón y ella lo odiaba?

—Aunque creo que solo hiciste lo
que creías correcto. Todos buscamos proteger a alguien amado y parece
que es lo que tú hiciste, protegerla —respondió Aaron con tranquilidad antes de sonreirle un poco al chico —. Y si te odia después, pues ni modo son cosas que pasan.

—Gracias por escucharme. Lo necesitaba.

—Aaron psicólogo solo lo tienes
una vez en la vida, rubio —comentó
el mencionado con diversión para después girarse a todos lados asustados —. ¿Y tu hermana dónde se metió?

—Estoy justo aquí —exclamó Rylie con una sonrisa apareciendo de la nada frente a ellos —. ¿Hablaban de mi, no? Más les vale que sean cosas buenas.

—¿Cómo está Maggie?

—Pues un poco mejor. Rick está con ella y entonces vine acá a socializar.

Rowan rodó los ojos divertido y Aaron imitó su gesto.

—Me sorprende que no corrieras a los brazos del niño Grimes, linda rubia —soltó Aaron siguiendoles el juego y ella simplemente se sonrojó un poco —. Si se la pasan como dos garrapatas.

—¡Por fin, alguien me entiende! —exclamó Rowan quitando lágrimas falsas de sus ojos antes de alzar su mano —. Deme esos cinco, Aaron.

Y Aaron efectivamente le correspondió el gesto con diversión.

—Lo dejaré pasar, pero me ofende muchisímo.

Los tres sonrieron y después de un
rato se pusieron a jugar un juego de cartas que encontraron en un rincón del camión. Uno. Y para sorpresa de todos Aaron eran malisímo para jugar al uno.

—Y por septima vez vuelvo a ganar —anunció Rowan con altaneria dejando caer la última carta a la mesa —. Los dos son un par de perdedores.

—No te conviene alardear tanto hermanito, tu arco está a lado mio...

—Calmados, nadie va a matar a nadie —interrumpió Aaron a la rubia alejando
el arma de la chica lentamente —. Y tú niño, deja de ganar. De seguro estás haciendo trampa o tal vez es verdad que eres un genio en este juego. De todos modos me divertí mucho.

—¿Otra ronda?

Apenas iban a contestar cuando el vehículo se detuvó inesperadamente, cosa que hizó a todos alarmarse.

Rápudamente Rick se dirigió al piloto, quien era Abraham.

—¿Qué?

—Enemigos —respondió el conductor mirando a los hombres enfrente de ellos a la espera de una respuesta —. ¿Lo hacemos?

—No...

Y después de decir eso último, Rick
bajó del vehículo aunque obviamente lo mayoría también lo hicieron. Carl, Rylie, Rowan, Eugene, Abraham y Sasha iban detrás de su líder con sus armas entre sus manos. Intentarían hablar, pero con esos tipos no se sabía que pasaría y solo era por precausión si algo salía mal.

Rick alzaba las manos en señal de rendición mientras el resto de hombres estaba a un par de metros justo frente a un cadaver reciente.

—Es un tipo que estaba con muchos otros tipos que no escucharon —anunció el líder de la pandilla refiriendose al cadaver frente a ellos.

—¡Hagamos un trato! —propusó Rick con aparente calma sin bajar sus manos —. Aquí y ahora. Adelante.

—¿A si? Muy bien. Dennos todas sus cosas. Tendremos que matar a uno de ustedes así funciona esto, pero luego podremod empezar a trabajar juntos. Lo único que deben hacer es escuchar.

—Si, creo que ese trato no va a funcionar —informó Rick desde su sitio acomodando su arma en manos —. En realidad estaba a punto de pedir que me dieran sus cosas solo que no quiero tener que matar a nadie. A nadie más, de hecho.

No hubó respuesta de los salvadores simplemente uno de ellos agitó una lata que Rylie creyó era pintura en aerosol y comenzó a rociarla sobre el cuerpo en el suelo.

Rick se giró a ver al grupo confuso.

—Lo siento. Mi trato es el único trato —respondió el desconocido del bigote con superioridad —. No negociamos.

Al instante Rick hizó una seña a sus compañeros para que emperazan a subir de nuevo al camión sin apartar la mirada de aquellos desconocidos.

—Entonces preferimos irnos.

—Como quieran —exclamó el hombre restandole importancia al asunto —. Hay muchas formas de llegar a su destino.

El grupo subió al vehículo, pero Rick fue el último y antes de hacerlo se quedó unos segundos más discutiendo.

—¿¡Quieres que sea tu último día en la tierra!?

—No, pero es bueno que menciones
el tema —respondió el salvador yendo de un lado a otro con desinteres —. Solo piensalo, ¿y si este fuera el último día para ti? ¿Para un ser querido? ¿Y si fuera cierto? Se más amable qur nunca con tus amigos de la casa rodante porque en un segundo se acaba. Tratense bien. Tú lo dijiste, como si fuera su último día.

Rick asintió restandole importancia a toda su palabreria para después subir a la caravana.

—También ustedes.
















































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El grupo decidió tomar otra ruta diferente aunque sabían bien que cualquiera estaría bloqueada por los salvadores pues parecían ser un grupo bastante grande a decir verdad y fue justo lo que sucedió y siguieron.

Después de un rato se detuvieron al ver que algo bloqueaba el paso.

—No podemos pasar. No arriesgare
la casa rodante —anunció Rick sin apartar la mirada de lo que les impedía bajar antes de dirigirse al pelirrojo —. Permanece al volante por si acaso. Bajense.

Todos acataron la orden del líder y bajaron del vehículo armados para revisar mejor.

A unos metros de ellos estaba una barrera de caminantes gruñendoles y moviendose con intenciones claras de soltarse y atacarlos.

El grupo con cuidado avanzó un poco más para ver de cerca aunque no bajaron la guardia pues no sabían si era una trampa o si estaban escondidos.

—Hacer algo como esto requiere de mucha gente —anunció Eugene viendo con cierto temor a los caminantes —. Muchísima.

—Acabemos con esto.

Rylie y Rick apenas iban a poner manos a la obra para acabar con ellos, pero la voz de Carl los hizó detenerse.

—Papá.

—Es de Michonne —informó Aaron un poco más atrás refiriendose al mechón de cabello que llevaba un caminante.

—Y de Daryl —agregó Rowan bajando lentamente su arco al ver unas flechas en otro caminante.

Unos segundos después Rick se acercó
al caminaante y arrancó con furia el mechón de su cabeza. Estaba a punto de darle un hachazo cuando el sonido de unos disparos lo hizó detenerse.

Rylie instantaneamente apuntó con
el rifle que llevaba a todas partes buscando de donde provenían aquellos disparos cuando de repente Rowan tiró de su mano obligandola a moverse

—¡Vuelvan a la casa rodante! ¡Corran!

Todos obedecieron al líder y corrieron al vehículo pues había una lluvia de balas por todo el lugar, pero Abraham les dió lo que querían los salvadores. Guerra.

Fue así como todos empezaron a disparar contra los extraños que había escondidos entre la colina cercana y algunos arbustos.

La rubia permanecía oculta a un lado
de la casa rodante buscando un ángulo perfecto para atacarlos y consiguió herir a uno en el hombro y a otro lo asesinó al igual que hizó su hermano.

Rick pronto cortó las cadenas de los caminantes para después empezar a acabar con ellos con algo de ayuda de Sasha y Rylie.

—¡Arranca!

Todos subieron presurosos a la casa rodante dejando átras los disparos y
una nube de polvo para continuar avanzando y alejarse lo más posible.

Una agitada Rylie descansaba en uno
de los asientos traseros de la cabina escuchando la conversación de los adultos mientras disfrutaba de las suaves caricias de cierto castaño pues eso hacía que se calmará un poco.

—¿Qué es ese ruido?

—Tal vez le dieron al chasis o podría
ser la transmisión o quizás nada —respondió Eugene al oír a Sasha.

—Dispararon a los pies —soltó Rick
con frustración a sus compañeros —. Nos bloquearon, pero no intentaron frenarnos. Nos quieren yendo hacia allá.

—Barton Roll lleva al Norte, pero deben saber que vamos al Norte —comentó Rowan señalando un lugar en el mapa.

—Meadows —propusó Eugene —.
Nos desviara un poco, pero podemos retomar en Mayhew.

—Queda un tercio de tanque —informó Sasha girandose visiblemente asustada a Rick —. Podemos llenarlo una vez más, pero será la ultima.

El hombre se quedó en silencio sin saber que responder cuando en eso apareció Aaron, quien cuidaba de Maggie y por su cara algo no iba bien con la mujer.

—Tiene mucha fiebre.

Rick simplemente sobó el puente de su nariz sin saber que hacer o decir. Poco a poco estaba quedandose sin ideas.

Y como si no tuviera más por lo que alarmarse la voz de Abraham hizó que volviera en si.

—Rick...

Rowan se acercó lantamente a la cabina solo para ver a un montón de salvadores bloqueadoles el paso.

Mierda, son como una maldita plaga. Pensó Rowan con furia.

—Vuelve.

—¿A dónde?

Estamos acorralados.





















——— ✮✧☾✧✮ ———








































Por lo visto aquel solo era otro camino bloqueado por los salvadores y a decir verdad cierta rubia ya estaba arta de esos estupidos les bloquearan todos los caminos a Hilltop.

Maggie estaba mal y la desesperación
se estaba apoderando de todos, pero en especial de Rick. No quería perderla.

Todos bajaron con sus armas en sus manos observando la barrera de troncos a unos metros que bloqueaba su camino a la nueva comunidad.

—Estas huellas solo demuestran que no solo tienen muchos hombres, también tienen juguetes enormes —comentó Eugene mirando frente a él marcas de vehículos más grandes.

—Lo que demuestran es que estamos hundiendonos en un río de mierda con las bocas bien abiertas —interrumpió Abraham directo acercandose a ver.

Antes de que alguien pudiera decir
algo más se escuchó un grito detrás suyo y todos se giraron asustados con sus armas listas para usarse.

Un hombre, el mismo que los salvadores tenían como rehén anteriormente estaba colgado del cuello con una cadena del puente frente a ellos y luchaba por liberarse sin éxito.

Aaron fue el primero en querer ayudar, pero sabían que no funcionaría.

—No...

—Romperé la cadena —informó el hombre apuntando a dicho objeto.

—No va a funcionar.

—Puedo intentarlo.

—No va a funcionar —sentenció Rick con firmeza dando un paso adelante —. Guarda las balas.

Aaron bajó el arma con cierta pena
y pronto el desconocido empezó a ahogarse hasta fallecer frente a ellos.

Rylie se acercó un poco a Carl para no sentirse tan culpable y el castaño la atrajó hacia el para después abrazarla.

En eso se escuchó un sonido extraño tras de ellos. La madera de la barrera estaba prendiendose en llamas y no había duda de que se trataba de los salvadores.

—¿¡Estás tratando bien a tu gente!? ¿¡Cómo si fuera tu último día o el de alguno de ellos!? —exclamó el hombre desde el otro extremo de la carretera —. Mejor vayanse. Va a hacer calor. Sigan yendo hacia su destino.

—Corran —musitó Rick sin apartar la mirada de los troncos en llamas —. ¡Corran!

Instantaneamente todos acataron
la orden y se apresuraron a subir a la caravana de nueva cuenta.

















































——— ✮✧☾✧✮ ———



















El grupo había elaborado un plan para así poder llegar a Hilltop aunque este plan involucraba ir a pie pues los salvadores sabían exactamente las rutas que tomarían así que irían solo que eso lo haría Eugene en la casa rodante para hacerles tiempo al grupo y que ellos se irían por el bosque con Maggie en una camilla envuelta en unas cobijas.

Luego de despedirse de Eugene y darle indicaciones a seguir en caso de que algo pasará, el grupo se pusó en marcha aún en medio de la oscuridad en el bosque.

Rick, Aaron, Abraham y Rowan
llevaban cargando a Maggie en la camilla mientras que Carl y Rylie
iban más adelante de ellos despejando el perimetro si llegase a estar infestado.

Y después de un rato caminando apareció un caminante.

Carl se encargó de cortarle la cabeza antes de que Rylie pudiese prepararse para decapitarlo.

—Ese era mío, vaquero —reclamó la rubia al ver a Carl acercarse a ella a paso lento.

—Yo quisiera disculparme por casi encerrarte en ese armario —comentó Carl de repente en voz baja algo apenado —. No debí prohibirte venir, pero solo tengo miedo. Ha muerto tanta gente en estos últimos días y no quiero que algo malo te llegue a suceder.

—Carl, entiendo tu preocupación. Yo también estoy igual, pero no siempre esconderse es la mejor opción.

—No quiero que te suceda lo mismo que a Denise —musitó Carl pasando su brazo por el hombro de ella dejando un beso en su sien —. No lo permitire.

Rylie estaba por decir algo cuando de repente se escuchó un silbido en el bosque que hizó que todos se detuvieran y miraran a todos lados algo asustados.

—¡Corran!

Todos siguieron a Rick por entre el bosque pues sabían que si se quedaban ahí los salvadores los atraparían.

¿Es que nunca nos dejaran en paz? Pensó Rylie algo fastidiada sin dejar de correr y ni el rasguño en su mejilla la detuvó.

El grupo se movía como podía en medio del bosque oscuro con una enferma en la camilla y los silbidos de entre los árboles haciendo eco por todas partes y algunos de ellos apuntando con sus armas a todos lados sin saber bien a que darle si se aparecían esos tipos.

De pronto sin saber como salieron del bosque y apenas estuvieron fuera una luz encandilandolos un momento.

El grupo se hizó un círculo con varios
de ellos, entre ellos Rylie, apuntando a todos lados pues los tenían rodeados y el sonido de silbidos no dejaba de sonar.

En ese momento la desesperación
de la rubia incrementó de manera inexplicable al verse rodeada de miles de hombres armados por todos lados.

Pronto notaron que Eugene estaba a un par de metros de rodillas.

—Bien, bienvenidos a su destino —exclamó el hombre del bigote que los siguió todo el camino acercandose a ellos con su pistola en mano —. Entregen sus armas. Ahora.

—Podemos hablarlo...

—Ya es tarde, ahora van a escuchar.

Y en menos de un santíamen el grupo se vió rodeado por varios salvadores que empezaron a quitarles sus armas.

—Es tuya, ¿no?

Rylie permanecía en silencio sintiendo una furia descomunal hervirle la sangre cuando el del bigote le quitó su espada y la agitaba frente a ella con diversión.

—Sí, es tuya —musitó con una sonrisa inclinandose solo para molestarla y en el proceso acariciar su mejilla.

La chica ladeó el rostro asqueada
por su toque mientras a su lado Carl se contenía para no soltarle un golpe.

—Okey, ahora dejenla en el suelo y arrodillense.

Al ver que ninguno cedía a sus ordenes varios hombres se acercaron a los que llevaban la camilla, pero incluso antes de que pudieran acercarse Abraham alzó la voz.

—Esperen, no la toquen.

—Claro.

Con cuidado bajaron la camilla al suelo y entre Abraham y Rick lograron que Maggie se sostuviera de ellos para así ponerse de rodillas. Pronto uno de los hombres arrodilló a un Eugene muy golpeado a un lado de ellos.

Y finalmente el hombre del bigote se acercó a ellos, más especificamente a Rick.

—Ahora quiero que te arrodilles.

Rick se quedó en silencio antes de darles una rápida mirada a sus compañeros. Se notaba claramente cuán mal estaba y su mirada lo decía todo. Estaba derrotado.

Sin más que decir Rick se arrodilló y pronto todo el grupo lo hizó.

Abraham estaba a un lado de Maggie,  después Rowan seguido de Rick, Sasha, Aaron, Rylie, Carl y por último Eugene.

—Que empieze el show, traiganlos —exclamó el del bigote antes de buscar con la mirada a alguien —. ¡Dwight, date prisa!

Un rubio de cabello largo y cara semi quemada salió de entre la multitud y se acercó hasta una camioneta a metros de ellos para abrir las puertas de esta.

—Salgan, tienen visitas.

Pronto obligaron a bajar a los rehenes. Con brusquedad bajaron a Michonne, Rosita, Daryl y Glenn, quien forcejeaba para que lo soltaran y lo hicieron pero en el suelo de manera tosca.

Rowan soltó un suspiro aliviado al ver
a Daryl aunque el hombre por lo visto había luchado ya que traía sangre.

—¿Maggie?

Justo cuando cierto coreano se disponía a correr hacia su esposa el tal Dwight lo detuvó obligandolo a volver a su sitio.

—De rodillas.

Todos se miraron entre si asustados y algunos como Maggie y Rylie al borde de las lágrimas.

—Muy bien, el salón está repleto —exclamó el del bigote con diversión enfrente de ellos para después tocar la puerta de la camioneta —. Que venga el anfitrión.

Segundos después la puerta se abrió revelando al dichoso antifrión. Salió un hombre de chaqueta negra de cuero que llevaba un bate envuelto en púas en el hombro y sonreía burlón.

—¿Ya se mearon encima? —soltó divertido acercandose para verlos más de cerca —. Bueno, presiento que falta poco para eso.

El desconocido avanzó un poco escaneandolos con la mirada.

—Sí, habrá pantalones mojados muy pronto —comentó con sorna antes de señalarlos —. ¿Cuál de estos imbeciles es el líder?

—El de aquí —informó el del bigote señalando a Rick.

—Es este —musitó el hombre acercandose lentamente a Rick con una sonrisa cínica —. Hola. ¿Eres Rick, no? Soy Negan y no me agrado que mataras a mis hombres, y cuando mande a mis hombres a matar a tus hombres por matar a mis hombres mataste a más de mis hombres. No es justo.

Tremendo trabalenguas, pensó Rylie mirando cuidadosamente al tal Negan.

—No tienes la menor idea de lo
injusto que es eso, pero creo que lo vas
a entender en breve. Seh, lamentaras haberte cruzado conmigo en unos minutos —explicó Negan con una sonrisa en el rostro dirigiendose solo hacia Rixk —. Verás Rick, hagas lo que hagas no te metes con el nuevo orden mundial. El nuevo orden mundial es este y es muy simple así que aún siendo estúpido, cosa que eres evidentemente, lo entenderás. ¿Listo? Presta atención.

Negan bajó su bate de su hombro y acercó la parte con púas directo al cuello de Rick, quien se veía realmente mal.

—Denme sus cosas o los asesino.

Nadie respondió y Negan por alguna razón sonrió con burla para después comenzar a caminar de extremo a extremo frente a ellos.

—Hoy fue un aprendizaje. Quisimos
una gran inversión para que ustedes supieran quien soy y de que soy capaz
—explicó Negan con simpleza dando vueltas frente a ellos deteniendose con su bate apuntando a Rick —. Soy su jefe ahora. Ustedes tienen algo, me lo dan a mi. Ese es su trabajo. Se que es un trago muy amargo y asquerosamente feo, pero lo tragaran. Definitivamente lo harán.

Rylie apretó los puños ligeramente sin apartar la mirada del hombre. Dios, si que estaba furiosa. Estúpido Negan, no se llevaría sus cosas. No era justo.

—Guiaste al rebaño. Tú construiste
algo, pensaste que estaban a salvo. Te entiendo, pero ahora lo sabes —siguió diciendo Negan hablando directamente al derrotado líder —. No están a salvo
ni remotamente, de echo están mal y aún peor sino me dan lo que quiero y
lo que quiero es la mitad de lo suyo y
si es demasiado fabriquen, busquen o roben más y todo se equilibrar tarde o temprano. Así es como viviran ahora. Cuanto más se resistan más duro será
el golpe. Cuando alguien llame a su puerta nos abriran. Esa puerta es nuestra, sino nos abren la vamos a derribar. ¿Entendido?

Rick no dijo nada, pero solo para molestar Negan se inclinó hacia él en espera de una respuesta.

—¿Qué? ¿No respondes?

Negan retrocedió un poco solo para verlos mejor. Era claro que todo esto lo hacía con el afan de humillarlos.

—¿No abran pensado que saldrían
de esta sin recibir un castigo o si? Yo
no quiero matarlos que eso les quede claro desde ahora. Quiero que trabajen para mi y no podran hacerlo estando muertos, ¿no es cierto? No voy a sembrar un jardín, pero mataron a mis hombres, a un montón de ellos. Más de lo que puedo tolerar y por eso van a tener que pagar. Así que ahora le voy a romper el cráneo a uno de ustedes.

Hubó un pequeño silencio y Rylie tragó saliva algo asustada.

—Está es Lucille y ella es fántastica —musitó Negan acercandose a Rick para mostrarle su bate con púas para luego jugar con él —. Todo esto es solamente para poder decidir quien de ustedes tendrá el honor.

Negan comenzó a moverse frente a ellos sosteniendo su bate con fuerza y se detuvó un poco frente a Abraham, quien no tuvó miedo de mirarlo con firmeza.

—Ah, me tengo que afeitar.

Y continuó caminando cuidando sus movimientos mientras examinaba a los miembros del grupo, deteniendose justo frente a los dos adolescentes.

—Tú mataste a uno de los míos —comentó Negan con lentitud y diversión a cierta rubia inclinandose para verla a los ojos, ella lo miraba con odio —. Sí, me lo dijeron. ¡Mierda, chica tú si que me haces cagar del miedo! ¿Sabes que eres? Eres un demonio con una carita de angel. Sonrie un poco, no te hara daño.

Después se giró un poco al chico a su lado.

—Tú tenías una de nuestras armas —comenzó a decir el hombre al ojiazul, pero el menor se mantenía sereno —. Sí, tienen muchas armas nuestras. Mierda chico, reacciona. Llora al menos.

Carl solo le sostuvó la mirada con firmeza al igual que hizó Rylie y eso solo hizó que Negan riera antes de volver a ponerse de pie para seguir juzgando.

—Cielos, tú te ves como la mierda —exclamó el hombre con diversión al detenerse frente a Maggie —. Dejame ponerle fin a tu sufrimiento.

—¡No! ¡No!

Pronto unos hombres detuvieron y golpearon a Glenn, quien corrió a su esposa para defenderla sin éxito.

—¡No, basta!

Dwight apuntaba a Glenn justo en la cabeza con la ballesta de Daryl.

—No, que vuelva a su lugar.

Todos veían a Glenn siendo arrastrado
a su lugar por el rubio mientras soltaba exclamaciones rogando para que no le hicieran nada a su Maggie.

—Ya escuchen que ninguno de ustedes vuelva a hacer eso. Yo mismo destrozaré al que lo intenté sin ecepciones —informó el hombre con dureza antes de dirigirse a cierto coreano —. Lo dejaré pasar, es un momento emotivo. Te entiendo.

Después de eso miró con detenimiento a Rick notando que quizás ya estaba más que destrozado.

—¿Duele, no? Comprender que en realidad no sabes una mierda.

Y lentamente se acercó a Carl para señalarlo con su bate.

—Es tu hijo, ¿cierto? Definitivamente es tu hijo.

—¡Ya basta!

—¡Ey, no me obligues a matar al futuro asesino serial! No me hagas todo tan fácil—exclamó Negan girandose para ver a Rick —. Alguien de ustedes debe morir. Todo el mundo está en la mesa esperando que ordené.

Y empezó a avanzar arrastrando el bate con púas por enfrente de ellos mientras silbaba.

—No me puedo decidir —comentó Negan deteniendose un momento para después girarse sonriente —. Tengo una idea.

Con pasos lentos Negan se acercó y apunto directamente a Rick con su bate cantando para decidirse.

De tin...

Luego a Rowan.

Marín...

Después Maggie.

De do...

Abraham.

Pingüe...

Michonne.

Cucára...

Daryl.

—Macára...

Rosita.

Títere...

Sasha.

Fue...

Glenn.

Yo...

Aaron.

No fui...

Apuntó a Rylie.

Fue tete...

Se detuvó un momento frente a Rylie, quien mantenía la mirada en el suelo com cierta furia al borde del llanto y después continuó canturreando.

Carl.

Mi madre...

Eugene.

Me dijo...

Y así continuó con su estúpido juego apuntando a todos hasta que terminó apuntando a uno del grupo.

—Rey. Si alguien se mueve simplemente saquenle el otro ojo al chico y denselo
de comer a su padre y luego seguire —explicó Negan con un tono bastante serio al grupo y a sus hombres —. Pueden respirar, parpadear y llorar.
Si, todos van a llorar...

Y lo hizó.

Dió el primer golpe soltando un grito emocionado mientras el grupo frente a él lo hacía, pero de horror.

—¿Viste eso? Aguanta como un campeón.

Otro golpe, uno más y así varios más. Por cada golpe un grito se escuchaba. El grupo había perdido a un integrante valioso y querido en esa noche.

Te matare, Negan te juro por Dios que lo haré.




















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