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━Capítulo Seis



𝚃𝙷𝙴 𝙶𝚁𝙴𝙰𝚃 𝚆𝙰𝚁
- ̗̀﹟𝟎𝟔. 𖥸 𓂅 𝓒hapter 𝓢ix! ও . .  .   ̖́-
N i n t h   A c t

𓂃 ❀˖°◝ ❛ ⧣ Hilltop


CHARLIE SE MANTENÍA QUIETO
EN EL SOFÁ DE LA SALA VIENDO A
SU MADRE moverse de un lado a otro. Se notaba que estaba enfadada apesar de que la posible acción que la hizó enojar había sucedido en la tarde y
ya estaban en casa a nada de cenar.

Su padre, Carl Grimes estaba en el otro sofá viendo de igual forma a su esposa renegar por lo aquella tarde.

—No te quiero cerca de Negan.

—Pero mamá, él no es una mala persona. De echo es realmente divertido —comentó Charlie con madurez removiendose un poco en el sofá —. Cuando no entiendo algo de mis tareas me ayuda o simplemente hablamos.

—¿Sabes el daño que ese hombre nos hizó verdad? ¿Sabes que mató a muchos de los nuestros? —reclamó Rylie a su hijo mayor deteniendose justo frente a él cruzandose de brazos —. Creo que ya te lo había contado hace mucho.

—Se todo lo que hizó.

—¿Entonces por qué vas con él? No quiero que te malinfluencie.

—Pero no lo hace y lo sabes —
respondió Charlie a su mamá antes de girarse hacia su papá en busca de ayuda —. Hasta papá sabe que Negan cambio. Él fue quién me acostumbró a verlo.

—Carl...

El mencionado casi deseó desaparecer
al momento en que su mujer lo miró
de esa forma que incluso a sus hijos atemorizaba. La mirada de la mamá enojada. Hasta a Rowan atemorizaba.

—¿No crees que estás exagerando un poco, cielo? —cuestionó Carl poniendose de pie para acercarse a ella con calma —. Entiendo tu molestia, pero no es para tanto. Negan jamás lastimaría a los niños. Sabes bien que los adora aunque tú te niegues a aceptarlo.

—No pienso discutir eso ahora —
musitó Rylie pellizcando el puente de
su nariz para mirar a su esposo con cansancio y luego al niño —. Charlie, tu papá y yo necesitamos hablar. Por favor sube a tu habitación, ¿sí? Revisa que tu hermana este dormida.

—Mami, ¿estás enojada?

Rylie no supó como sentirse al escuchar el tono de arrepentimiento con el que se dirigió a ella su hijo. Ahora empezaba a sentirse como una mala madre.

—No, solo... solo sube a tu habitación, ¿quieres?

El ojiazul asintió y le dió un abrazo a su papá antes de subir por las escaleras a la planta superior dejando a sus papás a solas en la sala.

—Se que quierea protegerlo, pero esto no me parece lo correcto —soltó Carl a su mujer una vez los pasos dejaron de escucharse, Rylie lo miró confusa —. Te amo Rylie, pero no es la manera. Él está muy encariñado con Negan aunque te duela y no vas a conseguir que se aleje de él solo porque lo obliguemos.

—No quiero que mi hijo se vuelva como él ni que le meta ideas equivocadas o lo persuada para salir y tomar el control de Alexandria —respondió Rylie tomando asiento en el sofá recibiendo un calido abrazo de su esposo —. Me da miedo que llegue a suceder algo así. Yo se que tal vez haya cambiado, pero me niego a aceptarlo como tal. Me niego a confiar en Negan y que vuelva a hacernos algo. Esta vez hay dos personitas y toda una comunidad que dependen de nosotros.

—Eso no va a suceder —musitó Carl
a su oido abrazandola por los hombros dejando un tierno beso en su sien —. Tienes mi palabra. Ahora vayamos a dormir esposa mía que estoy cansado, ¿tú no?

—Supervisar que todo marché bien por aquí si que es difícil, esposo mío.





















——— ✮✧☾✧✮ ———











Por la mañana siguiente el grupo se preparaba para irse, pues la malherida del grupo ya se encontraba mejor luego de recibir atención médica.

Carl y Rylie se encontraban con
ellos al igual que Gabriel y Siddiq despidiendolos. Ninguno de los dos quería echarlos de esa manera, pero
fue Michonne quién decidió todo y cuando se proponía algo lo cumplía.

—Podríamos hablar con Michonne, tal vez pueda...

—Dudo que algo haga cambiar de opinión a mamá —comentó Carl casi al instante en que oyó a su esposa.

Rylie soltó un suspiro. Sabía bien las razones de Michonne para no dejarlos quedarse en su comunidad, no después de lo sucedido.

—Perdón chicos, de haber sabido que nos votarían en cuanto me recuperará me hubiera golpeado más fuerte —soltó Yumiko alistando su mochila.

—Bueno, aún estamos a tiempo —comentó Magna con diversión.

Rylie sonrió sutilemente su comentario justo en el momento en que veía a Judith y Charlie llegar al lugar. El menor solo se acercó lentamente a su madre.

—Doc, gracias —agradeció Luke estrechando la mano de Siddiq antes de acercarse al matrimonio Grimes —. Gracias a ambos por su hospitalidad.

—Fue un placer conocerlos, ojala pudieran quedarse, pero no podemos hacer nada más por ustedes —respondió Carl con una sonrisa dirigida al hombre, mientras tomaba a su esposa con disimulo la cintura.

Luke asintió y se acercó un poco a ambos Grimes menores.

—Gracias en especial a ustedes —comentó Luke resolviendo el cabello del niño y sonriendole a la niña —. Sino fuese por ustedes no estaríamos aquí.

Entonces el grupo líderado por Carl y Rylie se encaminaron a las puertas de Alexandria siendo detenidos segundos después al ver llegar a Michonne en un caballo.

—Cambio de planes —anunció Michonne lanzandole a Judith una figurita que atrapó con éxito —. Hay
un lugar parecido a este, quizás se puedan quedar ahí. Los acompañaré hasta allá y hablaré con los líderes.

—¿Vas a llevarlos a Hilltop? —
preguntó Siddiq.

—Contigo, le echarás un ojo a tu paciente hasta que lleguemos —pidió Michonne al médico antes de girarse hacia Rylie y Carl —. Y ustedes también irán. Tal vez necesité ayuda para poder convencer a Rowan y Jesús.

Rylie sonrió un poco y Carl supó exactamente porqué. Hace como dos años que no iban a ver al Everson. Era conciente de que Rowan mandaba cartas a su hermana, pero no era lo mismo que verse seguido. Así que sabía lo emocionada que ponía a Rylie.

Rápidamente la rubia se acercó a su hijo y su pequeña Judith hasta quedar a su altura.

—Quiero que sean buenos niños mientras no estamos, nada de peleas y cuiden del lugar —pidió Rylie a los dos antes de dirigirse a su ojiazul —. Y tú, cuida bien de tu hermana, ¿sí? No salgan de la comunidad por nada del mundo y hagan sus tareas pendientes.

—Descuida, mamá Ry. Estaremos
bien —comentó Judith con una sonrisa contagiosa girandose a su sobrino —. ¿Verdad que podemos cuidarlos bien, Charlie?

El castaño asintió justo antes de que su madre envolviera a ambos en un calido abrazo bien recibido.

—¿En qué momento crecieron tan rápido?

Judith y Charlie se dieron una mirada complice antes de encogerse de hombros.

—Cuidense, los amamos.

—Y nosotros a ustedes —respondió Judith mirando disimuladamente a su hermano mayor a unos metros —. Mami, cuida a Carl. A veces puede ser algo... despreocupado y torpe.

—No te preocupes, Jude. Es lo que llevó haciendo desde que lo conozco.





——— ✮✧☾✧✮ ———









El grupo iba a caballo a Hilltop; o al menos, Rylie, Carl, Michonne y Siddiq. El resto de los nuevos iban montados en una carreta dirigida por Dj, uno de los alexandrinos y conductor.

—¿Hasta dónde revisaron las patrullas?

—Hasta la curva del río, su trailer
hasta a ocho kilometros de ahí —comentó Dj mirando momentaneamente a Michonne con las riendas entre sus manos —. Si es cierto lo que dicen.

Michonne asintió dirigiendo su atención a su hijo mayor. Lo conocía como la palma de su mano y sabía que algo tenía.

—Te sentirás mejor si lo dices, Carl.

—¿Por qué piensas que quiero decir algo?

—Eres mi hijo, se cuando algo ocultas —respondió Michonne con una sonrisa mirando al frente —. Además, no veo que lo niegues.

—Iba a decir que me alegra que cambiarás de opinión sobre ellos.

—Pero, crees que debí dejarlos quedarse en Alexandria —agregó la morena al oír a su hijo y después de giró a cierta rubia —. Y se qué tú también crees lo mismo.

—Bueno, te esfuerzas demasiado en no hacerlo —comentó Rylie tomando entre sus manos las riendas del caballo —. Teniendo en cuenta...

—¿Teniendo en cuenta qué?

—Que te cae bien esta gente.

—¿Ah, sí? ¿Eso es lo que creo?

—Sip, bueno, no veo que lo niegues —respondió Rylie logrando sacarle una mini sonrisa a su suegra.

—Aún no confio en ellos.

Después de eso continuaron su andar a caballo hasta que la voz de Magna llamó su atención. Parecía molesta por el mero hecho de que no no llevaba sus armas.

—Me disculpo por Magna —comentó Yumiko a los alexandrinos —. En algo arrebatada.

—Entre otras cosas...

—Ha estado así desde murió Bernie.

—¿Eran cercanos?

—Lo suficiente. Le encantaba molestar a Magna —respondió la mujer sumida en sus recuerdos, obteniendo la atención de los jinetes —. Él tenía una camisa que era una cosa horrenda. Era como mirar la creación misma, en Cashvire. Era un espanto y Magna la detestaba. Decía que le daba migraña de solo verla así que Bernie la usó todos los días por una semana. Creo que ella terminó gustandole, la camisa y él.

—Como una familia —comentó Michonme con una pequeña sonrisa volviendo su atención al frente.

—Ese lugar, Hilltop, ¿es seguro?

—Sí.

—¿Cómo es?

—Hace tiempo que no voy.

—¿Y cómo sabes que es seguro?

—Le prometí a mi hija y a mi nieto
que los llevaría allá y eso haré —finalizó la mujer con un tono autoritario —. Tendrán que confiar en nosotros.







——— ✮✧☾✧✮ ———


La música resonaba por la mansión Barrington llegando a cada esquina. La luz de la mañana se colaba por las casi polvorientas cortinas de la planta alta de dicha mansión. Rowan Everson veía los cientos de papeles distribuidos por todo el lugar que parecían nunca acabarse.

Siempre que creía tener todo resuelto siempre había un cabo suelto.

Aquella mañana él revisaba un par de papeles sobre planos y demás mientras Jesús en su improvisada oficina tenía el estéreo a nada de reventar las ventanas. Solía ser así todos los días, desde que la líder original de Hilltop se había ido.

Suponía que la extrañaba demasiado.

La música no tardó en cesar cuando
el de cabello largo y ojos claros notó la llegada de cierta castaña al lugar y dos pequeños niños la acompañaban.

Apenas llegaron a la planta superior
del lugar corrieron a los brazos de Rowan como si no lo hubieran visto en años apesar de que esta mañana los dejó en su remolque desayunando bajo la supervisión de su esposa para ir a hacer sus deberes tan temprano como líder.

—¡Papá!

—Miren quienes vinieron a saludar —exclamó Rowan abrazando y besando las mejillas de sus dos hijos, cosa que los hizó reír a ambos —. ¿Y mamá?

—Curando personas, papá —respondió Gracie separandose del rubio.

Su niña ya tenía ocho años cumplidos y conforme pasaban los días él veía a su pequeñita crecer descontroladamente. Su ondulado cabello castaño estaba más largo y sus bellos ojos azules no dejaban de encantarlo. Por otro lado estaba su pequeño, Morgan, un niño de dos años con cabello castaño –que al nacer era rubio, pero fue cambiando – y unos ojos verdosos como los de su madre.

No podía estar más encantado con sus pequeñines.

—Escuchan mucho los discos de Georgie.

—Yo no, él sí —respondió Rowan ante el comentario de Tara señalando a Jesús al mismo tiempo que soltaba a sus hijos —. Aunque tiene buen gusto músical.

—¿Maggie envió otra carta? —preguntó Tara viendo curiosa la hoja entre las manos del segundo al mando.

—Sí, las gemelas la trayeron esta mañana —respondió Jesús con calma devolviendo la hoja a su sobre —. Está bien y feliz.

La cara de Tara realmente parecía estar molesta.

—¿Qué pasa, Tara?

—Mucha gente quiere hablar con ustedes.

—Imagino.

—Bien, les dejo la lista y encarguense
—soltó ella de mala gana poniendo la libreta en la mesa dispuesta a irse.

—Aguarda, Tara —pidió Rowan pasando una de sus manos por su rostro con pereza —. Él solo jugaba. Toma asiento.

La castaña sin muchas opciones asintió y tal como dijo el líder, tomó asiento al lado de Jesús revisando su libreta.

—Debo volver a la enfermeria.

—Empieza.

—Okey. Tammy Rose quiere expandir
el campo, pero necesita saber hasta dónde puede cultivar —comenzó a decirles con voz monotoma leyendo sus apuntes —. Enid necesita más espacio para sus hierbas, Alden quiere saber si puede enviar a otro equipo para buscar metal. Hay una queja por ruidos molestos de la caravana siete y...

—¿Por qué le diste el kazoo a ese chico?

—Si encuentras un kazoo se lo das a un chico, ¿sí? Yo lo arreglo —comentó Tara con tranquilidad pasandoles a ambos un par de hojas —. Y está esto. Felicidades, han sido reelegidos líderes de Hilltop.

—Sí, con tanta responsabilidad que
es estar al mando nadie quiere tomar
el papel de líder —respondió Rowan viendo a sus hijos sentarse en la albombra a colorear.

—Al menos finjan estar felices.

—Gracias, Tara.

—Este lugar es un lío, deberían de acomodar mejor.

—De echo es la oficina de Jesús, la mía es la de Maggie —respondió Rowan con victoria al mismo tiempo que Jesús se ponía de pie evitando las preguntas —. ¿A dónde vas? No me dejes con tanto trabajo por hacer.

—Voy a ver el tema de los cultivos de Tammy.

—¿Qué? ¿Ahora? Tengo una lista de cosas que revisar...

—Suerte que Rowan es más líder que yo, saturalo a él —pidió Jesús bajando por las escaleras dejandolos solos —. ¡No se diviertan todo el día sin Jesús!

—En serio detesto eso —soltó Rowan mirando huir con disimulo, enfocando su vista en la pila de papeles —. Bueno, tenemos mucho trabajo. ¿Qué cosas necesitabas decir, Tara?










——— ✮✧☾✧✮ ———











—Ah, no, no puede ser. Los hediondos destruyeron todo —soltó Luke desde la carreta mirando el lugar con molestia —. Miren este lugar.

—Es peor de lo que pensé —agregó Yumiko —. ¿Es todo lo que quedó?

Finalmente no tardaron en detener su andar frente a las ruinas del trailer y un par de cuerpos putrefactos cercanos.

Rylie no tardó en bajar de su caballo tal como lo hizó su esposo y se acercó a sus compañeros con su espada guardada en la funda de su espalda por si acaso.

—¿La horda de la que huyeron hizó esto?

—No, debió haber venido una más grande —respondió Magna a Michonne.

Todos avanzaron al trailer revisando las cosas mientras los alexandrinos veían a los nuevos con curiosidad y Dj cuidaba de los caballos aún encillados.

Momentos después veían a los chicos nuevos acabar con algunos caminantes aplastados en parte por el trailer y más tarde cada uno estaba en lo suyo.

Rylie avanzó un poco más observando con curiosidad el lugar hasta que se detuvó justo enfrente de Siddiq, quien llevaba en manos una flauta.

—Es el primer instrumento que toque de niño —relató Siddiq señalando la flauta en sus manos teniendo la atención de la rubia —. Mi tía me regaló una para mi cumpleaños y la tuvé una semana hasta que mi mamá decidió por su salud mental que era mejor dibujando.

—Y por mi salud mental, no lo hagas —pidió Rylie interrumpiendo su acción con una sonrisa suplicante yendose.

—Realmente es un desastre —opinó Carl en voz baja recibiendo a su esposa con un abrazo fugaz al verla acercarse.

—Y si.

—Dj, recoge sus armas —pidió Michonne al hombre logrando confundir a ambos líderes y al grupo.

—Olvidalo, nos llevamos lo nuestro —exclamó Magna con molestia caminando en dirección a la morena.

—No. No dejaré que mis hombres lleven a cinco desconocidos armados a Hilltop.

—¿Tus hombres?

—¿No vendrás, mamá? —cuestionó Carl confuso.

—Solo viné a ver si su historia era
cierta y lo es —respondió Michonne al grupo con una mano junto a su katana —. Siddiq, Dj y Carl van a llevarlos a van a llevarlos hasta allá.

—¿Y dónde quedo yo?

—Rylie, tú y yo regresaremos —
comentó la mayor logrando que la rubia frunciera el ceño desconfiada.

—Osea que no solo no has estado en ese lugar quien sabe hace cuánto —comentó Magna realmente molesta al oír a la líder —. ¿Ahora no nos acompañas y nos quitas las armas?

—¡Si quieren sus armas toménlas y olvidense de nueatra ayuda!

—Michonne...

—¿Quieren que los llevemos a Hilltop? ¿La posibilidad de tener algo mejor? Quedense con nosotros.

Silencio absoluto.

—Voto por la segunda —anunció Luke alzando su mano sutilemente.

—¿Entonces vámos a confiar ella aunque ella no confie con nosotros?

Finalmente el grupo empezó a hablar entre ellos mismos en lenguaje de señas algunas veces hasta que después de un par de reclamos o más dicho minutos se decidieron en definitiva. Irían con ellos, pero si querían llegar en una pieza a su amado Hilltop debían descansar y por lo gisto enochecería muy temprano.

——— ✮✧☾✧✮ ———

No había sido una noche tan buena para el grupo apesar de que encontraron un buen lugar para refugiarse. Rylie estaba algo preocupada por sus niños aunque al caer en los brazos de Carl se durmió y por la mañana siguiente una horda de caminantes los obligó a movilizarse.

Lograton terminar con todos y apesar
de que Michonne se negaba a darles sus armas, Rylie y Carl Grimes tomaron el control de la situación uniendo fuerzas.

Después de ese horrible momento volvieron a la carretera vacía para así reanudar su viaje hasta Hilltop.

La mayoría iban en la carretera casi durmiendose.

—Se lo que se siente, preocuparte por tu familia —comentó Michonne desde su caballo logrando que Magna y Yumiko la miraran confusas —. Cargar el peso de protegerlos, culparte cuando sufren.

—Va a estar bien, como todos....

—Porque así debe ser, yo lo sé.

—Solo quiero un hogar —respondió Yumiko —. Un lugar que sea seguro.

—Lo tendrán —musitó Michonne antes de girarse hacia su nuera —. Hasta acá llegamos nosotras.

Rylie asintió no tan convencida de volver a Alexandria, pero lo hizó y Carl le sonrió sutilmente desde su caballo. El momento se vió interrumpido cuando se escucharon pisadas cercanas, sin más ambas alexandrinas desenfundaron sus armas listas para cualquier amenaza.

Dos hombros venían a todo galope a caballo con lanzas y al verlos se detuvieron de golpe.

—Llevan lanzas, ¿son de Hilltop? —cuestionó Carl alzando la barbilla al verlos algo desconfiado.

—Así es. ¿Ustedes?

—De Alexandria —respondió Rylie.

—Vámos hacia allá, tenemos a uno de los suyos —informó el hombre de barba larga con seriedad —. Rosita Espinosa. Está herida.

Rápidamente los cuatro alexandrinos se miraron confusos los unos a los otros y fue una señal para ir a Hilltop.

—Avisales que Carl y el resto se dirigen a Hilltop y qué estamos bien —ordenó Carl al hombre y este asintió antes de irse en la dirección contraria —. Vámos.

El castaño dió un golpecito a las
riendas acelerando el galope con el resto del grupo siguiendolo pasos atrás. Al parecer tenían problemas por resolver.











——— ✮✧☾✧✮ ———

























Pisar Hilltop se sentía extraño aunque no tanto para Rylie. La última vez que vinó fue hace dos años al parto de Enid y nacimiento de su sobrino Morgan. Sí, la familia Everson poco a poco crecía más. Aún así todo parecía tan nuevo.

Ahí afuera de la comunidad justo enfrente de las puertas tenían un gran huerto de verduras y maíz, huerto que hace unos siete años Rylie vió apenas expandirse cuando viajó a Hilltop para revisar si estaba embarazada junto a Carl. Como había cambiado todo. Ahora era una enorme extensión de tierra.

A un suave trote avanzaron por los caminos de Hilltop hasta que llegaron a las puertas y arriba en los muros una conocida mujer apareció con un arco.

Era Dianna.

—¿Qué hacen aquí?

—Vinimos por Rosita —contestó Michonne con firmeza.

—Vimos a los mensajeros en el camino, nos dijeron lo que pasó —agregó Carl a la mujer dando un paso al frente.

—¿Y ellos?

—Son buenas personas en busca de un hogar —respondió Rylie está vez mirando desde su posición a la arquera —. Les dijimos que en Hilltop podrían aceptarlos.

Dianna no dijo nada solo se recargó un poco en los muros y el ambiente quedó en silencio. Los alexandrinos se miraron entre ellos antes de que Carl comenzaba a desprenderse de sus armas seguido de Rylie, Michonne y pronto el resto.

Con aquello finalmente lograron pasar después de unos minutos.

El grupo se adentró a la comunidad y apenas entraron notaron la presencia de Rowan, Tara y Enid. La rubia no titubeó a la hora de soltar la mano de su esposo para ir a los brazos del mayor.

Claramente el chico Everson la recibió con el mismo cariño y euforia que ella. Al separarse se veía con una sonrisa.

—Te extrañe, hermana —soltó Rowan separandose un poco con una sonrisa genuina —. ¿Y mis dos torbellinos? ¿Qué hay de tu primer retoñito?

—Charlie y Malory se quedaron en Alexandria, es lo mejor para ellos —respondió Rylie terminando de abrazar con alegria a su única cuñada —. Jude también está allá. Ellos están bien.

—Me alegro...

—¿Dónde está Jesús?

El momento se reencuentro se vió interrumpido ante la voz firme y decisiva de Michonne Grimes.

—Salió con un grupo a buscar a Eugene —respondió Rowan girandose un poco a la mujer.

—¿Desaparecio? ¿Desde cuando?

—Si no lo saben ustedes salió con
Rosita, pero no estaba con ella cuando la hallamos —agregó Tara.

Michonne y el resto se quedaron en silencio sin saber que decir hasta que Siddiq se acercó a Enid.

—¿Cómo está?

—Estaba inconciente cuando llegó, pero estará bien —respondió Enid con algo de calma, sosteniendo la mano de su esposo —. Se deshidrató y sufrió un golpe de calor. Despertará pronto.

—Si aún no despertó, ¿cómo saben que Eugene estaba con ella?

—Aaron nos dijo.

Michonne miró confusa y enojada al pobre Everson mayor.

—¿Aaron está aquí?

—No, está con Jesús y Daryl —continuó diciendole el rubio con calma —. Daryl volvió de la montaña con Carol y Henry. Parece que se reunió la pandilla.

—¿Hacia dónde se fueron?

—Olvidalo no los alcanzarás antes de que anochezca.

—Conociendolo ya deben estar volviendo —agregó Tara dandole una mirada sutil al líder.

—Bien, les daremos sus armas
mañana cuando se vayan —empezó a decirle Rowan con un tono firme antes de darles una mirada fugaz al grupo —. En cuanto a ustedes cinco tendrán que esperar hasta que vuelva Jesús. Somos dos líderes y ambos tomaremos una decisión. Si quieren quedarse permanentemente tendrán que esperar y demostrar que lo merecen.

Rylie escuchó atenta a su hermano mayor y sintió que escuchaba a Carl en Alexandria dando ordenes como era usual en él. Estaba rodeada de líderes y ella resultaba ser una también.

De entre los recién llegados, Connie dió un paso al frente y empezó a hablar en su lenguaje de señas.

—Dice que gracias —tradujó su acompañante dandoles una mirada fugaz a sus amigos —. Nosotros también.

Sin más Tara miró una última vez a Michonne y se dió la vuelta seguida de Rowan, quien llevaba abrazada a su hermana menor de los hombros y ella estaba encantada de tenerlo con ella. Enid iba a su lado maravillada de volver a ver a su cuñada. Carl los miró desde metros atrás. Sabía lo feliz que estaba y quien era él para interrumpirlos.

—Es bueno estar aquí —soltó Carl con una sonrisa mirando a su madre, quien se esmeró en sonreirle.

—Sí.

Finalmente las puertas se cerraron
tras de ellos y Carl avanzó dejando a su madre tras de él reflexionando.
















——— ✮✧☾✧✮ ———




































































—¿Cómo de vivir juntos pasamos a estar siempre separados?

—No lo sé, supongo que son cosas que debían de pasar —respondió Rylie justo encogiendose de hombros caminando al lado de su hermano por Hilltop.

—¿Y cómo va todo el Alexandria? ¿Mejor o peor?

—Dentro de lo que cabe digamos que bien, tenemos problemas, pero nada que no se pueda resolver con apoyo —contestó la rubia con una corta sonrisa recordando vagamente esos momentos —. Veo que ambos hacemos lo que le comviene a nuestra gente.

—Un líder siempre vela por la seguridad de su gente, Ry.

Rylie sonrió al escuchar a su hermano mayor hablar como todo un adulto y no es que no lo fuese después de todo ya tenía sus veintisiete años cumplidos y no era aquel niño de quince años asustado porque no sabía como cuidar a una niña de doce años en pleno apocalipsis.

En eso su atención se vió interrumpida cuando dos pequeños de bellos ojos aparecieron en su visión yendo directo hacia el rubio o al menos el pequeñín.

—¡Tía Ry! —exclamó Gracie yendo directamente a Rylie para abrazarla y fue correspondida —. ¡Volviste!

—Sí, esa soy yo. La tía menos ausente —comentó Rylie con diversión y burla a si misma separandose un poco de la niña —. Gracie, estás creciendo a lo loco.

Las mejillas de la menor se tornaron rojizas por el comentario y la rubia solo sonrió.

—¿Y el tío Carl? —cuestionó Gracie mirando a todos lados con curiosidad —. ¿Está por aquí? ¿Y mis primos?

—Tu tío está en la enfermeria viendo a una amiga y tus primos están en casa —respondió la rubia incandose un poco a si altura para verla a los ojos —. Tal vez en otra ocasión los traiga para que los tres o... cuatro jueguen juntos, ¿sí?

Gracie asintió maravillada por la opción mientras Morgan desde los brazos de su padre observaba asustado por la llegada de la mujer rubia.

—Pero si es igualito a Enid —soltó Rylie acercandose un poco para verlo mejor y Rowan rió un poco —. Y yo esperando a un mini rubio. Tendremos que esperar a ver quien da el primer Everson rubio.

Rowan no pudó evitar reír por lo último y se acercó a su hermana con su niño de dos años en brazos. Por lo visto Morgan le tenía miedo a su tía Rylie y era obvio si no se habían conocido.

—La primera vez que te ví eras una cosita pequeñita y llorona —comentó Rylie mirando a Morgan con una mini sonrisa embelesada —. Soy tu tía Ry. No voy a hacerte daño, Morgan. Promesa.

El mini Everson pareció sonreirle un poco antes de esconder su cara entre el cuello de su papá con vergüenza.

—Supongo que ese gesto es de familia.

Más tarde los hermanos Everson paseaban por Hilltop mientras hablaban sobre todo lo que no pudieron por un año mientras Gracie y Morgan iban más adelante jugando entre las plantas.

—¿Estás hablando en serio?

—Sí, y no se que hacer respecto a eso. Carl dijo que lo dejará pasar, pero no sé.

—Bueno, con lo que me estás contando lo veía venir —continuó diciendo Rowan pateando una piedrita lejos del camino —. De tantas personas Charlie tuvó que congeniar con Negan. ¿Qué pensaría Rick de todo esto?

—Le daría un infarto de saber que su nieto es intimo amigo de su ex enemigo.

Rowan no pudó evitar soltar una carcajada al imaginarlo, cosa que hizó que Rylie lo mirará de mala manera.

—Y Carl fue quién lo enseñó a escabullirse para hablar con Negan.

—Así que mi medio limón sigue haciendo maldades —soltó Rowan
en voz baja en medio de risas que terminaron contagiandola.

—Podría decirse que sí.

Y mientras los hermanos Everson mantenían una amena charla luego
de un año de no verse; Carl, Siddiq y Michonne permanecían en la enfermeria revisando a Rosita.

En el lapso de tiempo que estuvieron en la emfermería Carl y Michonne tuvieron una pequeña charla que más bien fue un espacio para que Carl se desahogará y le contó que estaba al tanto de las salidas de Aaron de Alexandria para verse con Jesús ya hablar sobre lo que sucedía.

—Lamento haberte ocultado cosas, mamá, pero sabes que estoy de tu lado —finalizó Carl cabizbajo.

—No es eso. Sabía que aquí la tente iba a seguir enojada, pero no por eso es más sencillo.

Carl sabía exactamente a que se refería su madre. Hace poco El Reino le propusó a Alexandria colaborar en una feria y en un principio participarian en el evento, pero Michonne terminó convenciendo a Carl para que no lo hiciera apesar de que Rylie le insistió que con ese evento iban a ayudar a quienes lo necesitarán.

—No, pero no es demasiado tarde para cerrar algunas grietas.

—Sí, lo sé, pero no lo haré. No como pretenden ellos. No tomé las decisiones que tomé porque eran las más sencillas. 
Al menos están vivos para odiarme por ellas.

Carl estaba por decir algo cuando un suave murmullo llamó su atención.

—Michonne...

Los tres presentes se acercaron a la mujer revisando que estuviese bien.

—Hola.

—Ey, ey, descansa —pidió Siddiq acercandose a tranquilizar a la inquieta Rosita —. Estás bien.

—¿Dónde estamos?

—En Hilltop. Jesús y Aaron te encontraron.

—¿Cuánto tiempo llevó aquí?

—Solo un poco más de un día, pero tienes  que tranquilizarte.

—No, Eugene está afuera —insistió Rosita tratando de bajar de la camilla siendo detenida a tiempo.

—Lo sabemos —respondió Michonne con calma —. Hay un grupo buscandolo en este momento.

—¿Ya salieron?

—Sí. Daryl, Jesús y Aaron salieron temprano, volverán en cuanquier momento.

—No, tenemos que ayudarlos. Se dónde están... Los llevaré hasta él.

—Rosita, por favor sea lo que sea ellos se encargaran.

—¡No, no pueden! —exclamó Rosita ignorando a Siddiq incorporandose para salir de la camilla —. No tienen idea de a que se enfrentan.

Y así los dejó en la enfermeria llenos de dudas.










































——— ✮✧☾✧✮ ———





















































Alrededor de la media noche o la madrugada Michonne y Rylie decidieron salir en busca del grupo que aún no llegaba. Obviamente Carl no las dejó ir así como así y por ende fue con ellas mientras Hilltop se quedaba al mando de Rowan, Tara y Enid.

Lograron encontrar una puerta de rejas en medio de la oscuridad y neblina y del otro lado estaban sus compañeros.

—Eugene...

—Carl, Michonne, Rylie no saben cuanto me alegra verlos —mencionó Eugene girandose a verlos con la voz quebrada —. La puerta está obstruida por el suelo. No abré.

— Venga, empuja.

Entre los tres empujaron con todas sus fuerzas tratando de derribar la puerta y en eso aparecieron dos personas más a su ayuda, Yumiko y Magna.

Al ver que no daba resultado entre Rylie y Magna empezaron a quitar tierra que atascaba la puerta y fue así como lograron abrirla y Eugene pasó del otro lado con facilidad.

—¡Jesús, vámonos! —pidió Aaron del otro extremo de la puerta a su amigo que seguía peleando con los muertos.

El hombre se acercó a ellos acabando con un par de caminantes que de alguna forma obstruian su camino, pero cuando iba a acabar con el último no pudó darle y como si se tratará de una estupidez el caminante lo atacó por la espalda.

Jesús cayó al suelo y el caminante por un momento pareció verlos.

—¡No!

Aaron gritó desconsolado antes de volver y cruzar la puerta al otro extremo dando comienzo a una masacre de caminantes en la que todos participaron hasta que no quedó ninguno.

Rylie dejó caer el cuerpo putrefacto del último caminante al suelo y vió a Aaron caer de rodillas junto a Jesús. Con una profunda tristeza se acercó a su esposo y buscó consuelo en un abrazo mientras la sangre pufrefacta caía por la hoja de su espada.

Un horrible estruendo proviniente del cielo la hizó estremecerse aún entre los brazos de Carl, quien respiraba desigual y miraba entristecido a cierto hombre.

—¡Ey, ven!

Michonne se giró al oír la voz de Daryl y se acercó rápidamente a ver que era lo que su amigo quería.

—Esos caminantes, ¿qué son?

Michonne simplemente vió a Daryl quitar algo del rostro de un caminante con tanta facilidad que se le hizó raro y su confusión creció al ver que detrás de esa piel putrefacta había un hombre de carne y hueso perfectamente sano como ellos, pero ahora muerto.

Y en eso unos susurros llamaron su atención.

"Están atrapados..."

Rylie sintió una corriente de aire frío cercana a ella que la hizó temblar un poco, cosa que Carl no pasó por alto y la abrazó contra él asustado al oír las voces susurrantes desde el bosque.

Instantaneamente todos se pusieron
en posición de ataque cubriendose la espalda los unos a los otros asustados.

"Todos van a morir..."

Los ladridos del perro no hacían más que aumentar acompañados de unos relampagos y truenos que daban ese toque misterioso al lugar.

—Corran, ahora —susurró Michonne a sus compañeros mirando a todos lados asustada con su katana.

Yumiko tomó la especie de mascara y retrocedió a puerta tal como el resto mientras Aaron seguía en el suelo tratando de llevarse el cuerpo de Jesús.

Al ver que los caminantes empezaban a acercarse, Daryl, Carl y Rylie actuaron al instante con sus armas. La rubia dejó que se acercarán para cortarles las cabezas a su antojo y apuñalarlos tal como hizó su esposo.

—Yo los cubró —anunció Michonne antes de rebanar la cabeza de uno.

Rápidamente entre Carl, Aaron y Daryl lograron llevarse el cuerpo de Jesús al otro lado de la puerta mientras Rylie y Michonne daban lo mejor de si mismas para destrozar a los caminantes.

—¡Vámonos!

En un momento de distracción un caminante inteligente por poco y ataca a Rylie por la espalda, pero Yumiko desde la lejanía acertó con su flecha y Rylie le agradeció de corazón antes de irse junto al grupo lejos del lugar.

Daryl cerró la puerta dejando a los caminantes encerrados aparentemente y les dió una última mirada antes de partir junto a sus compañeros.

¿Qué demonios eran esas cosas y por qué sintió un terror descomunal invadirla?

Rylie no supó que contestar a si misma.
















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