❝ SU MUNDO ESTÁ A PUNTO DE AGRANDARSE ❞

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〘 ✰.༄☼︎ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟔☼︎༄.✰ 〙
–— Hilltop —–

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UNA LEVE LUZ ENTRABA POR LA VENTANA DE LA HABITACIÓN DE CIERTA CHICA. Por más tenue que fuera hizó que Rylie se removiera algo inquieta y abrió lentamente sus ojos encontrando a centímetros el rostro de Carl, quien dormía placidamente y al sentir que ella se removió la acercó un poco más a él buscando su calor.

A la chica se le hizó divertido despertarlo así que se acercó a su rostro y empezó a dejar besos en su cara comenzando por su frente hasta terminar en sus labios, lugar que besó repetidas veces hasta que lo despertó.

—¿Qué haces despierta?

—Pues ya amanecio —respondió Rylie soltando un bostezo antes de intentar zafarse de su agarre sin éxito —. Carl...

—¿Qué? —exclamó Carl con voz de recién levantado cerrando su ojo con cansancio sin soltarla —. No quiero levantarme todavía. Es temprano.

—Ya salió el sol, vaquero.

—Me da igual, quedate conmigo un poco más.

Rylie rodó los ojos antes de asentir sin más y enrredar sus piernas entre las de Carl para después apoyar su cabeza en el pecho de el castaño con suavidad.

Claramente Carl no estaba dormido pues trazaba figuras al azar sobre la piel desnuda del brazo de su novia mientras la rubia miraba al techo pensativa a la vez que disfrutaba de sus caricias.

—¿No crees que ya tendría que haber venido tu padre a despertarnos? —soltó ella de repente visiblemente confusa a lo que Carl abrió su ojo y la miró —. O quizás Rowan...

—Cariño, sabes bien que apenas amanece Rowan sale a ver a Enid. Parece una garrapata.

Rylie no pudó evitar soltar una risilla
al oír el apodo de Carl a su hermano. Aunque ambos sabían que también eran garrapatas porque se la pasaban juntos.

Ambos estaban cerrando los ojos cayendo de nuevo en los brazos de Morfeo debido al silencio cuando se escucharon quejidos provenir de una parte especifica de la habitación.

—¿Vas tú o voy yo?

—Voy yo —respondió Rylie abriendo
los ojos con pereza al oír los sollozos de cierta bebé desde su cuna —. Ya voy Jude.

Rylie se incorporó de la cama para ir a sacar a Jude de su cuna. Apenas la vió la menor pareció calmarse y le exigió a su mamá que la sacará de ese lugar.

—Carl, ¿podrías prepararle un
biberón? —pidió Rylie señalando el cajón cercano con cosas de la bebé mientras ella se sentaba al borde de la cama con la niña en brazos —. De seguro estaba hambrienta y por eso llora.

Carl no tuvó de otra que levantarse a prepararle a la menor un biberón que pronto le pasó a la rubia del otro lado de la cama. No pudó dormirse después de eso asi que simplemente se cambió de ropa mientras Rylie le daba su biberón a la menor de los Grimes.

Al terminarse su biberón, Rylie dejó a la menor cargo de su novio mientras ella entraba al baño para cambiarse de ropa pues no andaría todo el día en shorts.

—Me gustaba como te ves con las piernas al descubierto —comentó Carl con picardía al verla salir del baño y sonrió al ver sus mejillas enrocejer.

—Si, mis piernas son perfectas y se sabe Carl.

El chico sonrió antes de hacerle una seña para que guardará silencio y le dió a la menor para después tomar su arma y acercarse a la puerta.

—¿Lo oíste?

—Parece que hay alguien merodeando por las escaleras —agregó Rylie.

—Quedate aquí con Judith, ¿sí?

Obviamente Rylie era conocida por
lo mala que era obedeciendo y apenas Carl se fue ella buscó su espada y con
su espada en una mano y la otra algo ocupada sosteniendo a Judith salió al pasillo dónde encontró al castaño.

—Te dije que te quedarás en la habitación —reclamó Carl en voz baja dandole una mala mirada y ella rodó los ojos.

—Sabes que no lo iba a hacer.

—Hay alguien en las escaleras —
susurró el castaño antes de hacerle una seña para que avanzará en silencio.

Se movieron con cuidado por el pasillo hasta que llegaron al inicio de las escaleras. Había alguien por lo visto sentado con un cuadro de la pared.

—¿Qué demonios haces en nuestra
casa? —soltó Carl con desconfianza y ira apuntandole con la pistola de espaldas.

—Habla —exigió Rylie a la espera de una respuesta escondida tras su novio —. ¿Quién rayos eres y qué haces aquí?

—Yo estaba en la escalera mirando esta pintura —respondió el desconocido con tanta tranquilidad sin girarse del todo a verlos —. Esperando que sus papás se vistieran. Hola, soy Jesús.

Ambos adolescentes se dieron una mirada rápida al oír lo último que dijo el de cabellera larga.

—No somos hermanos —musitó Rylie tras un silencio incómodo tratando de no reírse.

Y como si de pasar momentos bochornosos se tratase sucedió algo extrañisimo.

—Carl, Rylie, oigan...

La pareja se giró al oír la voz de Rick, quien apareció de repente y al igual que Michonne solo llevaba ropa interior y estaban apenas recién vistiendose.

Borra de mi mente todo eso, pidió Rylie con vergüenza girandose a otro lado para evitar la pena.

Rápidamente varios miembros del grupo aparecieron en la planta baja al inicio de las escaleras apuntandole al tal Jesús y entre ellos venía Rowan, quien no dudó en mostrar en su rostro su confusión.

—Oigan, está bien —comentó Michonne  haciendo a los hombres bajar sus armas lentamente.

—Dijiste que teníamos que hablar, hablemos entonces —sentenció Rick mientras se ponía su camiseta.

——— ✮✧☾✧✮ ———

—¿Y cómo te escapaste?

—Un guardia no puede cubrir dos salidas o ventanas del tercer piso —respondió Jesús estrategicamente al líder desde su silla —. Los nudos se desatan y las cerraduras se abren. La entropia viene del orden, ¿no?

—Claro.

Rylie no pudó evitar observar la
manera divertida y pícara en la que Carl miraba a Michonne y a la mujer quizás le dió tanta pena que se giró para no ver a ninguno de los adolescentes.

Y nos obligaban a dormir separados a nosotros, pensó la rubia en su mente sin poder evitar sonreír con diversión.

—Yo revisé su arsenal. Hacia mucho tiempo que no veía algo asi —informó Jesús teniendo la atención de todos los presentes. Están bien equipados, pero tienen pocas provisiones, muy pocas para todos ustedes. ¿Son cincuenta y cuatro?

—Somos más —aclaró Maggie.

—Gracias por la galleta, feliciten al chef.

—No está aquí —mencionó Daryl dandole una mirada de desconfianza.

—Mira, empezamos con el pie izquierdo, pero estamos del mismo lado, el de los vivos —comentó el desconocido dandole una mirada especifica a Daryl —. Rick y tú tenían motivos para abandonarme y lo lo hicieron. Vengo de un lugar muy parecido a este, mi trabajo es buscar otros lugares para intercambiar. Tome su camión porque mi comunidad necesita cosas y los dos parecen problematicos. Me equivoque, son buenas personas y este es un buen lugar. Yo creo que nuestras comunidades podrían ayudarse.

Sinceramente Rylie no sabía con exactitud de que hablaban, pero solo se mentenía al margen y en silencio.

—¿Tienen comida?

—Empezamos a criar ganado —respondió Jesús después de oír al coreano —. Buscamos restos y cultivamos. Desde tomates a sorgo.

—¿Por qué deberíamos creerte?

—Les mostraré —anunció el hombre girandose un poco a Rick —. Si vamos en auto puedo llevarlos a casa en un día y ustedes podran ver quienes somos y que les ofrecemos.

—Espera, ¿estás buscando más
lugares? —cuestionó Rowan algo confuso llamando su atención —.
¿Ya intentaste negociar con otros grupos?

Jesús solo sonrió y se recargó en el respaldo de la silla cosa que Rowan no supó interpretar. ¿Qué quería decir?

—Su mundo está a punto de agrandarse.

Cuán cierto era eso...

——— ✮✧☾✧✮ ———

Rylie miraba atenta a su hermano guardar sus cosas en una mochila pues se preparaba para ir con el grupo a darle un saludo a la comunidad de la que ese tal Jesús les habló. Por alguna razón un deja vú llegó a ella, esto le traía viejos recuerdos de su llegada a Alexandria.

—Ro, solo vas y vienes —comentó Rylie con diversión dandole un golpesito a la mochila llena de cosa de su hermano —. ¿Para que todo esto?

—Uno nunca sabe que pueda pasar —respondió Rowan cerrando la abultada mochila —. Tú también deberías hacer una maleta antes de irnos.

Rylie le restó importancia pues ya tenía una mochila con sus cosas, pero no era tan enorme como la de su hermano por supuesto y se encaminó a dónde estaba si novio con unas garrafas de gasolina.

—¿Necesitas ayuda con eso, vaquero?

Carl dejó lo que hacía para girarse a
ver a la rubia que se acercaba con el sombrero de sheriff que por accidente
se le cayó.

—No, yo puedo solo.

—Bien, tú puedes entonces —respondió Rylie mientras le quitaba la tierra al sombrero y se acercaba un poco más —. ¿Vas a ir con el grupo, cierto?

—No estoy muy seguro de eso, Ry —comentó Carl terminando de acomodar la garrafa de gasolina en el camión.

—¿Cómo que no estás muy seguro?

—Pues sinceramente me da pena que me vean con esta estúpida venda —musitó Carl bajando la mirada un poco avergonzado y entristecido —. Digo, no soy agradable a la vista y no quiero que me miren raro por ello.

—Carl, ya hablamos de esto —reclamó Rylie con un tono de regaño acercandose a él para ponerle su sombrero —. Que tengas esa venda no te hace menos que el resto. Eres perfecto a mi vista y solo eso importa así que por favor deja de menospreciarte, mi amor.

Carl asintió con una pequeña sonrisa nerviosa y las mejillas algo sonrojadas para que después la rubia le diera un corto beso en los labios suavemente y el chico posó sus manos sobre su cintura disfrutando del momento.

—Si tú no vas yo tampoco, no quiero dejarte solo aquí y no está a discusión.

Rylie siempre sería un apoyo incondicional para Carl y con cada palabra hacía que dejará todas esas inseguridades de lado un rato.

—¡Ey, ustedes dos!

Ambos se giraron asustados al oír la
voz de Rowan, quien los veía desde el porche de la casa y llevaba su arma en su cinturón.

—Tú, hay trabajo que hacer —exclamó el rubio señalando a su cuñado antes de mirar indignado a su hermana —. Y tú, deja de distraer a mi muchacho.

La rubia le sacó el dedo para después ayudarle a Carl a echar las últimas garrafas al camión, pero cuando iba a hacerlo se acercó Rick con Judith en brazos y pararon su trabajo.

—¿Estás seguro?

—No, pero si dice la verdad podría ser
el comienzo de algo —respondió Rick a su hijo sabiendo a que se refería.

Judith no tardó en pedir que la rubia
la cargará apenas la vió y Rick no tuvó más opción que darsela a Rylie, quien la recibió gustosa con besitos en el rostro.

—Creo que ama pasar tiempo con su mamá Rylie —comentó Rick viendo a la niña con una sonrisa y haciendo que la rubia se sonrojará un poco.

De pronto escucharon la voz de Michonne, quien bajaba las escaleras
del porche acompañada de Jesús y ambos se giraron a ver a Rick.

—Oigan, les iba a contar lo de Michonne y yo, pero no lo planeamos solo pasó, anoche —respondió Rick girandose a ver a los adolescentes que lo oían atentos.

Carl solo asintió y Rylie murmuró
por lo bajo un "No pasa nada". Después de todo lo que ambos hicieran no era de su incumbencia.

—Esto es diferente.

—Está bien.

—De acuerdo. Bueno, tomen sus cosas. Gabriel puede cuidar a Judith cuando nos vayamos.

—No, yo no ire —respondió Carl haciendo que el rostro alegre de su padre se esfumara —. Alguien debe quedarse y cuidar el lugar. Con esta cara arruinada no daré una buena impresión de todos modos.

Rylie y Rick se miraron algo entristecidos entre si. Era difícil para ambos oír como Carl hablaba de si mismo como si fuese tan malo.

—Me quedaré con él, Rick —respondió Rylie tomando la mano del castaño con una sonrisa —. Dos es mejor que uno.

—Bien, solo recuerden lo que les dije —comentó Rick antes de tomar la garrafa en el suelo y darse la vuelta dejando a ambos ligeramente sonrojados.

Oscuros recuerdos de esa charla, pensó Rylie sintiendo un escalofrío recorrerle la espina dorsal.

—Se me cuidan, par de tontos —pidió Rowan acercandose a su hermana para abrazarla con delicadeza —. Preocura no meterte en problemas ni quemar la casa intentando hacer algo de comer.

—Prometido, Ro.

—Y tú Carl...

—Si, ya se —interrumpió el mencionado rodando los ojos con cansancio, pero divertido a la vez —. Mantenerme lejos de Ry, ¿cierto?

—Exacto. Que miedo ser tío tan jóven.

Y con eso Rowan salió huyendo a la caravana pues sabía que Rylie era capaz de ahí mismo lanzarle una piedra por lo sonrojada y molesta que se pusó.

—Si supiera que eres tú la que no puede mantenerse lejos —musitó Carl a su oido con diversión pasando su mano por su cintura dejando un beso en su sien.

La joven pareja simplemente los
observó partir a lo desconocido esperando que todo saliera bien y regresaran con nuevas noticias y
sanos y salvos.

——— ✮✧☾✧✮ ———

En el transcurso del camino Rowan
vió la oportunidad para leer un poco y así matar el aburrimiento. Contaba con que su hermana vendría, pero decidió que se quedaría con Carl a vigilar que todo fuera bien.

Como si no hubiera más de cuarenta personas para hacerlo, pensó Rowan con sorna pasando la página de su libro.

Nadie hablaba así que las cosas se ponían mucho más aburridas de lo que esperaba hasta que en medio de todo ese aburrimiento se escuchó la voz de cierto pelirrojo.

—Oye, ¿puedo preguntarte algo?

La conversación claramente no lo incluía, pero no pudó evitar oírlos porque literalmente estaban a una persona de distancia.

—Claro.

Abraham se acercó a Glenn con cuidado de no alertar a los demás aunque el pobre de Rowan estaba a lado, pero preocuró no llamar la atención.

—Cuando estabas agitando la mezcla, ¿intentabas hacer panqueques?

Rowan frunció el ceño al oír la extraña pregunta del adulto e intento descifrar
el código, pero simplemente no captó a la primera y siguió con su lectura.

El coreano hizó un sonido de duda y después rió suavemente nervioso. Si, Maggie iba a tener un bebé y hace poco se habían enterado de ello aunque cual no fue su sorpresa al enterarse que su propia hermana lo supó primero.

—Sí, bueno... es algo de lo que habíamos hablado. ¿Por qué?

—Es que por el estado precario de la situación en la que estamos ahora, me sorprende mucho que tú o cualquiera tuviera los cojones de decidir algo semejante.

—Bueno, estamos intentando crear
algo, ella y yo —respondió Glenn con una pequeña sonrisa girando a ver a su esposa dormida —. Todos nosotros.

—Cuando llueve usó calzado impermeable. Dos de refuerzo —
musitó Abraham intentando no
ser tan escandaloso —. ¿Sabes de
que hablo?

—Ajám.

Dios, que incómodo.

Mientras tanto Rick iba de piloto y Michonne a su lado de copiloto y por lo visto se veían muy melosos.

Todo iba bien hasta que el rubio notó que el camión cada vez iba más lento y dejó el libro a un lado para asomarse a ver que sucedía por las ventanas justo como lo hizó Daryl.

—Ey, Rick. ¿Qué pasa?

—Hubó un accidente, parece que fue recién.

Avanzaron rodeando a un auto volteado muy cerca de ellos, el cual por cierto se veía cubierto de sangre.

—Es de los nuestros —informó Jesús y apenas se detuvó el camión salió casi corriendo del vehículo a revisar.

Al bajar pudieron ver más de cerca la masacre y notaron que la mayoría del suelo estaba cubierto de sangre y había incluso un caminante atrapado debajo del automóvil volcado.

—Si este es un truco no terminarás
bien —comentó Rick a Jesús apuntando directamente con su arma a él.

—Mi gente está en problemas, no tienen... no tenemos muchos luchadores. Se lo que parece, pero tengo que hacerlo —respondió Jesús con las manos alzadas viendo el desastre a su alrededor —. ¿Me prestan un arma? 

—No, acá tenemos rastros —
informó Daryl señalando lo que parecían ser huellas.

Fue gracias a la habilidad del Dixon
que llegaron a un aparente lugar que era crucial para todo esto.

Rick tocó la puerta repetidas veces,
pero no hubó señales de que alguien estuviera dentro del lugar. El hombre
no bajó de todos modos su pistola.

—Tienen que estar allí —anunció Jesús haciendo al líder girarse a verlo.

—¿Vámos a entrar o qué?

—¿Cómo saber si no son petardos esta vez? —preguntó Daryl acercandose al Grimes en busca de respuestas.

—No lo saben.

—Iremos por tu gente —sentenció
Rick bajando los escalones para estar más cerrca del desconocido —. Tú te quedarás aquí con algunos de los nuestros.

Jesús se volteó a ver a Michonne por alguna razón, pero ella claramente se pondría del lado de Rick.

—Es el trato.

—Ustedes vayan —pidión Maggie haciendoles unas señas al grupo —. Rowan y yo nos quedaremos con él.

Rápidamente Rick asintió antes de acercarse a Jesús y esposarlo con una esposas que quien sabe de donde sacó.

—Si me oyen silbar disparenle.

—Eso haremos.

Finalmente el grupo entró al local dejando a Rowan y Maggie afuera con Jesús siendo apuntado con dos pistolas desde diferentes ángulos.

——— ✮✧☾✧✮ ———

Rylie había preparado el desayuno,
pero eso había salido bien no como esa vez que Carl lo hizó y casi incendia la cocina. Tenían pocos alimentos, pero hacían que rindieran lo más que podían.

Con mucho amor preparó un intento de desayuno que básicamente consistía en unos huevos revueltos con carne de una lata que estaba en la alacena.

Rylie comió muy tranquilamente lo que preparó y esperaba que a Carl le hubiese gustado lo que hizó pues aunque no le gustase se lo terminó todo.

Lo que hace el hambre, pensó Rylie.

Al finalizar el almuerzo que también
se conviertió en toda una hazaña para alimentar a Judith –pues la niña se había llenado de comida las manos y la ropa y había tirado fruta y demás por todo el piso– ambos se pusieron a limpiar.

—Ire a cambiar a Judith —anunció Carl sacando a la menor de su silla de bebés dandole una mirada rápida a su chica —. Suerte con esos platos sucios.

—Son pocos, casi termino.

Si, eran pocos mas no contaba con
que iba a poner música y se distraería con ella cosa que la retrasó aún más.

Para cuando Carl bajó a la sala Rylie apenas terminaba de acomodar la última vasija en el fregadero y soltaba un suspiro con cansancio tomando asiento a un lado del castaño.

—¿Todo en orden?

—Sí, termine rápido —respondió Rylie apoyando su cabeza en el hombre del chico —. ¿Qué te parece si salimos a dar una vuelta.

—Pues me parece genial.

La rubia sonrió alegre y fue así como después de un rato los tres salieron a dar un paseo por las calles de Alexandria.

Rylie iba agarrada del brazo de su
novio, quien empujaba la carriola con Judith en ella. La menor simplemente iba contenta viendo todo a su alrededor con asombro mientras balbuceaba y abrazaba a uno de sus peluches.

No había muchas personas paseando, pero algunas estaban en sus patios o simplemente haciendo los roles que se les habían impartido.

Llegaron a la orilla del lago y se sentaron en la hierba fresca con Judith en las piernas de la rubia bastante quieta observando a una libelula
posada en el agua.

—Ry, ¿no te gustaría hacer algo a solas? —preguntó Carl de repente haciendo que la chica se girase a verlo con un gesto divertido —. Me refiero a salir solo nosotros dos.

—¿Me estás proponiendo tener una cita?

—Sí, algo así.

—Necesito pensarlo —musitó Rylie mordiendo su labio descuidadamente con el ceño fruncido —. Viendo que mi agenda no está llena acepto.

Carl sonrió antes de ayudarla a ponerse de pie y subir a Judith de nueva cuenta a la carriola dirigiendose a casa de Aaron, donde los recibió el mencionado.

—Hola, ¿se les ofrece algo chicos?

—Hola, Aaron. Disculpa la molestia —comentó Rylie con una sonrisa tomando a la menor en brazos —. ¿Queríamos saber si podrías cuidar de Jude para que nosotros pudiesemos tener el día libre?

—Claro, sin problema —respondió Aaron con una sonrisa mientras ella le daba a la bebé y él acariciaba su cabello —. Diviertanse entonces.

—Gracias, vendremos por ella más al rato —anunció Carl antes de inclinarse y besar la mejilla de la niña —. Espero no les de tantos problemas.

—¿Este angelito? No lo creo.

Los adolescentes sonrieron para
después ir a la casa de los Grimes tomados de la mano como la pareja enamorada que eran. El plan de la
cita con Carl había dado inicio y Rylie estaba ansiosa por saber que tenía el ojiazul en mente para su cita.

——— ✮✧☾✧✮ ———

El grupo otra vez volvía al ruedo. Habían rescatado a cuatro compañeros de Jesús del local en el que pararon anteriormente y no parecían del todo peligrosos, uno de ellos Harlan, era doctor y eso fue un rayo de esperanza para los que pronto serían futuros padres.

Horas después de un largo trayecto llegaron a la comunidad de Jesús. Era parecida a Alexandria, con grandes muros rodeandola para protegerla y Rowan no pudó evitar asombrarse.

Por fuera no había nada más que hierba alta y lodo, pues iban por un camino que los condicía directamente a la entrada.

—¡Alto ahí!

Todos los alexandrinos alzaron sus armas al oír aquel grito directo a los guardias de Hilltop y Jesús rápidamente intervinó para calmar a todo mundo.

—¿¡Nos vas a obligar!?

—Jesús, ¿qué rayos pasa?

—Abre las puertas, Call. Freddie está herido—pidió el mencionado dandole una breve a uno de sus compañeros y luego al grupo —. Lo siento, se ponen impacientes por estar parados sin hacer nada en todo el día.

—Si dejan las armas entonces abriremos.

—¿¡Por qué no bajas y las buscas!?

—Caballeros, confiamos en esta gente —informó Harlan, abriendose paso entre el grupo —. Ellos no acaban de salvar.

—¡Ya bajen las lanzas!

—No voy a correr ningún riesgo —anunció Rick acercandose a Jesús con decisión —. Dile a Gregory, tu hombre que salga.

—No. ¿No viste lo que pasó antes?
Deje que se quedaran con sus armas
—comenzó a decir Jesús a Rick con calma logrando tener su atención —.
No tenemos municiones hace meses. Miren, me agradan y confio en
ustedes. Tienen que confiar.

Hubó un pequeño silencio que sirvió para que el líder diera una respuesta y fue así como Rick les hizó una seña a todos para que bajaran sus armas.

—¡Abre las puertas, Call!

Tal como pidió Jesús las puertas de Hilltop se abrieron frente a sus ojos revelando en sí un nuevo mundo para ellos. Poco a poco se adentraron con el hombre guiandolos por el interior.

Rowan observaba todo maravillado. Tenían animales como vacas, cerdos y gallinas; también habían diversos tipos de plantas como maíz. Las personas a los alrededores hacían diversas tareas como cocinar y ese tipo de cosas.

—Aca cerca había un campo lleno de materiales de una compañia eléctrica. Así levantamos las murallas —explicó Jesús guiandolos a traves del lugar antes se señalar un espacio con casa rodantes —. Muchos vinieron del campo FIMA. Trajeron los remolques.

—¿Y cómo descubrieron este lugar? —preguntó Rowan curioso.

Fue en ese momento que su guía se detuvó justo enfrente de una enorme casa de apariencia antigüa.

—Esa es la casa Barrington. Sus antiguos dueños se la dieron al estado en los años treinta y el estado la convirtió en un museo de historia viviente. Las escuelas primarias que están cerca de aquí solían venir de visita. Este lugar funcionó por mucho tiempo antes de que todo pasará. La gente seguro vinó porque creyó que seguiría funcionando el mundo moderno.

El rubio dió un paso al frente para ver mejor la enorme construcción frente a ellos y Jesús señaló las ventanas.

—Por esas ventanas podemos ver a kilometros de distancia. Perfecta para la seguridad —anunció el hombre con una sonrisa antes de hacerles una seña para que lo siguieran —. Vámos. Veamosla por dentro.

Si de por si la casa ya era grande por fuera por dentro era impresionante. El Everson mayor no pudó evitar acercarse a ver los cuadros colgados en la pared.

—La mayoría de las habitaciones pasaron a ser espacios habitables hasta los que no eran dormitorios.

—¿La gente vive acá y en los remolques?

—Planeamos construir —respondió Jesús al ver a Rick observar el lugar con curiosidad —. Están naciendo bebés.

De pronto se escuchó el sonido de una puerta abrirse y todos se giraron a ver quien era. Un hombre bien vestido hizó acto de presencia.

—Jesús, volviste —saludó el desconocido antes de darles una mirada rápida al grupo —. Y con invitados.

—Amigos, él es Gregory. Hace que todo funcione acá.

—Yo soy el jefe —anunció el hombre extendiendo sus brazos.

—Yo soy Rick, tenemos una comunidad...

—Oigan, ¿por qué no van a asearse? —prupusó Gregory interrumpiendo a Rick y este lo miró de mala manera.

—Estamos bien.

—Jesús les mostrara dónde pueden ducharse. Bajen cuando esten listos —continuó diciendo el hombre ignorando las palabras de Rick antes de acercarse a él —. Cuesta mucho mantener el lugar limpio.

—Sí, claro...

Jesús los guió por la enorme casa
hasta el segundo piso dónde se encontraba el baño y Maggie fue la primera en asearse, pues Rick creí que era buena idea que la mujer hablará
con Gregory.

——— ✮✧☾✧✮ ———

Ahora tenían problemas.

Gregory no había accedido a hacer ningún intercambio por mas que Maggie hubiera intentando convencerlo y varios integrantes de la comunidad regresaron, pero uno de ellos apuñalo a Gregory y los alexandrinos intervinieron.

Aunque como siempre Rick quedaba tachado frente a los ojos del resto como un hombre psicopata y lleno de sangre.

Si, Rick es Carrie.

Ahora el grupo se encontraba reunido en la mansión Barrington a la espera de que Gregory despertará para hablar.

—El doctor Carson pudó ayudar a Gregory —anunció Jesús llegando a la sala dónde estaban todos reunidos —. Está adolorido, pero va a vivir.

—¿Y ahora qué pasará?

—Por lo general estas cosas no pasan acá, pero estaremos bien.

—Oímos el nombre Negan —
informó Rick de repente acercandose
un poco a Jesús —. Abraham y Daryl
se enfrentaron a su gente hace poco. ¿Quien es él?

—Negan es el líder de un grupo que
él llama los salvadores —respondió el de ojos claros mirandolos detenidamente —. Construimos las murallas y ellos aparecieron. Si vieron con Gregory en nombre de su jefe, pidieron muchas cosas y amenazaron aun más incluso mataron a uno. Rory.

Rowan tomó asiento en uno de los sillones cercanos para concentrarse mejor en las palabras del hombre.

—Tenía diesciseis años. Lo golpearon hasta matarlo enfrente de nosotros, dijeron que teníamos que entenderlo desde el comienzo. Gregory no es bueno confrontando, no es el líder que habría elegido, pero ayudó a que este lugar sea como es y la gente lo quiere.

—Él hizó el trato.

—La mitad de todo —respondió Jesús después de oír a Maggie en un rincón —. Los suministros, la cosecha, el ganado, se lo llevan los salvadores.

—¿Y ellos qué les dan a cambio?

—No atacan este lugar y no nos matan.

—Básicamente los tienen amenazados —musitó Rowan acomodandose en el sofá con aburrimiento —. ¿Por qué no hacen nada por defenderse o matarlos?

—La mayoría acá no saben pelear, ni siquiera con armas.

Están fritos, amigos mios.

—¿Y saben cuántos hombres tiene Negan?

—No sabemos —respondió Jesús con simpleza a Rick —. Vimos grupos de veinte.

—Espera; vinieron, mataron a un niño, ¿y les dan la mitad de todo? —soltó Daryl incredulo luego de escuchar todo el asunto —. Si que tienen una buena historia. El hombre de la bolsa no existe.

—¿Y cómo lo sabes?

—Hace un mes liquidamos a sus tipos bastante rápido —respondió Abraham sentado a un lado en un sillón con mucha calma —. Los dejamos echos trizas.

—Lo haremos —anunció Daryl seguro de sus palabras digiriendose al hombre de cabellera larga —. Si vamos por tu hombre, matamos a Negan y acabamos con su gente, ¿tenemos un trato? Queremos comida, médicamentos y una vaca.

—La confrontación nubca antes nos trajo problemas —mencionó Rick con absoluta tranquilidsd cuando Jesús se giró a verlo.

—Voy a decirselo a Gregory.

Y así Jesús se fue dejandolos en la sala tiempo suficiente para que hablaran entre ellos. Esperaban que el dichoso líder de Hilltop accediera a darles algo de lo que tenían.

——— ✮✧☾✧✮ ———

—¿Así que esta es tu idea de cita, vaquero?

—Pues podemos tener una cita aquí —respondió Carl con una sonrisa timida señalando la mesa decorada —. Además, me esforce preparando todo para ti.

Rylie no pudó evitar sonreirle con agradecimiento mientras observaba todo lo que el castaño había praparado para su dichosa cita. La mesa de la sala estaba decorada con flores, había velas y los platos esperando ser servidos.

Que fuera de noche hacia que todo se viera incluso más romántico.

—Tome asiento mi bella dama —
pidio Carl acercandole una silla y
ella aceptó gustosa sus atenciones
—. Aguarda, ire por la cena.

Rylie asintió esperando que volviera, pero mientras tanto acomodó el vestido de flores blanco con amarillo. Si, se me metió tanto en su papel de cita que hasta se vistió para la ocasión.

—¿Alguien ordeno comida?

—Carl, ¿qué se supone que es esto? —preguntó la rubia picando con uno de los tenedores lo que parecía ser carne.

—Lasaña, tu favorita —respondió tomando asiento frente a ella con calma —. La preparé con lo poco que encontré en la alacena. Espero te guste y perdón por ensuciar la cocina, yo lo limpiaré.

¿Podría haber alguien más atento y cariñoso que Carl Grimes? No lo creo, pensó la chica sonriendo embelesada.

—Todo esto es... hermoso, Carl.

—Yo se que mereces más, pero por el momento es todo lo que puedo ofrecerte.

—Es perfecto —musitó Rylie con sinceridad tomando su mano por encima de la mesa —. Gracias.

No había cosa mas bella y satisfactoria que ver a su novia sonreirle.

Disfrutaron de una velada romántica y divertida entre juegos, palabras y demás e incluso brindaron con unos vasos de vidrio que contenían jugo de manzana.

Al finalizar la cena ambos lavaron los trastes pues Rylie consideraba que debía ser la mitad cada quien y así sucedió.

Estaba lavando un vaso de cristal cuando sintió unos brazos rodearla por la cintura y dejar besos en sus hombros semi descubiertos.

—Carl...

—¿Si?

—Intento lavar los platos.

—¿Y?

—Me distraes.

—Eso no es novedad —musitó el
castaño separandose un poco para recargarse en una silla —. Anda apresurate, tenemos que ir por tu hija postiza.

Rylie rodó los ojos acomodando el último plato para después echarle gotitas de agua enjabonada y robarle un beso.

Al volver a casa, Judith ya caido rendida en la carriola. Por lo que les dijo Aaron, la menor se la pasó jugando y siendo un verdadero angelito para la pareja. Si de algo estaban seguros es que ya tenían un par de niñeros asegurados.

Rylie se aseguró de acostar a la niña en su cuna para después ponerse un short y encima una camisa de Carl, que más que camisa le quedaba como vestido.

Ambos se durmieron abrazados no sin antes tener una plática que terminó en besos y caricias, pero sin llegar a más y los tres descansaron profundamente.