━Capítulo Cuatro
❝ 𝐕𝐀 𝐀 𝐕𝐎𝐋𝐕𝐄𝐑, É𝐋 𝐍𝐎 𝐍𝐎𝐒 𝐀𝐁𝐀𝐍𝐃𝐎𝐍𝐀𝐑𝐈𝐀❞
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〘 ✰.༄☼︎ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟒☼︎༄.✰ 〙
—– campamento —–
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DESDE LA AZOTEA EL PEQUEÑO GRUPO DE SOBREVIVIENTES VEÍAN A SUS COMPAÑEROS rodeados por esos horribles caminantes intentando pasar por desapercibidos. Se pasaban uno a uno los binoculares preocupados.
De pronto sutiles gotitas de agua comenzaron a caer el cielo alertando
al grupo. Si llovía más fuerte iban a ponerse feas las cosas allá abajo.
—Maldición...
Lo que era una "aparente" llovizna ligera pronto se convirtió en una lluvia fuerte. Incluso se escuchaban truenos y las nubes estaban oscurecidas.
Rick y Glenn se movían entre los caminantes cubiertos por sangre y demás organos, haciendoles creer que eran dos más de los suyos.
Hasta el momento todo parecía ir bien hasta que comenzó a llover y el agua les fue quitando los restos de sangre de las batas y por ende el olor se desvanecía.
Sus otros compañeros desde la azotea mojados supervizaban que todo fuera bien con sus dos amigos allá abajo.
—Es solo una nube —informó Morales a las mujeres presentes viendo a traves de los binoculares —. Pronto parará.
No pasó mucho tiempo antes de que los caminantes cercanos a ellos sintieran el olor a carne humana fresca y los vieran.
Glenn solo miraba un poco a Rick asustado al oír como los zombies a su alrededor empezaran a gruñir al oler ese nuevo aroma en el aire, alertando a los demás de que algo andaba mal.
—Se está yendo el olor. ¿No es así? —cuestionó el coreano entrando en pánico al ver a los caminantes moverse cada vez más cerca suyo —. Se está yendo.
—No es así.
Pero los caminantes definitivamente ya los habían olido bien y para nada daban ese olor putrefacto tan suyo.
Uno empezó a gruñir al hacer contacto visual con el sheriff. Él no tuvó otra opción más que defenderse.
—Quizás —musitó antes de tomar su hacha y destrozar al caminante justo en la cabeza desatando el caos -. ¡Corre!
Ahora eran perseguidos por un sinfín de hambrientos caminantes. Hacían lo que podían, se defendian y peleaban por su supervivencia pero eran demasidos para dos personas.
Desde la azotea los demás solo podían rezar para que pudieran salir de ahí con vida. Rylie incluso se veía alarmada por lo que pudiera pasarles a ambos.
—¿Ellos estarán bien, no? —preguntó
la rubia a su hermano buscando una afirmación pero solo hubo silencio.
Rowan no quería darle falsas esperanzas a su hermana. No sabía si conseguirían salir de ese lugar, la cosa se veía algo complicada pero mantenía fe en que lo lograrían y podrían irse a ese campamento todos a salvo.
Ambos hombres llegaron corriendo
a lo que parecía ser la entrada de algún lugar, puesto que había una enorme valla. Siendo lo más veloces y agiles posibles tiraron sus armas del otro lado y treparon como si su vida dependiera de ellos porque así era ahora.
Al estar del otro lado lo primero que hicieron fue quitarse esas batas olorosas y feas que llevaban con sangre y correr a una distancia prudente para empezar a disprarles a unos cuantos, pues todos se habían amontonado tras las rejas.
Unos caminantes incluso estaban comenzando a escalar para su sorpresa pero Rick les dió en la cabeza e impidio que estos lograran pasar.
Miebtras tanto esto le daba un poco de tiempo a Glenn para que abiera la caja donde estaban las llaves de los camiones y demás vehículos del lugar.
—¡Rick! —exclamó el coreano lanzandole un par de llaves con desesperación.
Ambos corrieron a uno de los camiones que se encontraban estacionados, justo
a tiempo puesto ya un caminante había logrado trepar y ahora estaba del otro lado.
De la nada el caminante ya estaba justo en la ventana de Glenn, quien entrando en pánico le gritó a Rick que avanzará.
El ojiazul se fue en reversa para poder quitarse al zombie de encima pero todo pareció empeorar cuando las puertas se cayeron por tantos caminantes y ahora todos entraban en manada.
Ellos solo conducieron lejos alejandose del lugar. Aquello dejó al resto de los que estaban en la azotea confundidos.
—Nos abandonan...
—¿¡Qué!?
—¿A donde van?
—No, no, vuelvan —suplicó Andrea al verlos marcharse cada vez más lejos del edificio directo a la carretera.
En ese momento Rylie comenzó a sentir sus ojos escozer mientras una que otra lagrima rebelde comenzaba a bajar por sus rosadas mejillas.
—Ellos se fueron, Ro —susurró la niña entre hipidos y sollozos a su hermano antes de buscar consuelo en sus brazos —. ¿Ahora que va a pasar con nosotros? Nunca debimos venir, quiero ir con papá Morgan. Rick nos abandono. Rowan, no quiero estar aquí...
—Vamos a estar bien, te lo prometo —murmuró él con duda acariciando su cabellera corta con amor —. Rick va a volver, él no nos abandonaría. Tal vez tiene un plan y...
—¿Y si no vuelve y nos abandona?
No había cosa mas triste que ver a una niña llorar desconsolada y eso le rompía el corazón a su hermano mayor. Cuando creía tener una nueva oportunidad de mantenerla a salvo se la arruinaban.
Mientras tanto Rick y Glenn se movían por entre las calles conduciendo lo más rápido que podían para que los zombies no pudieran darles alcance.
—¡Dios mio! ¡Están por todas partes!
—Puedes alejarlos. ¿Ves esas puertas elevadizas frente a la tienda? Esa zona debe estar vacía —comenzó a decir Rick sin soltar el volante, ideando un plan —. Habla con tus amigos, diles que bajen y esten listos.
—¿Y yo debo alejarlos? ¿Cómo? —preguntaba el coreano desesperado y al borde de los nervios —. Me perdí esa parte.
—Con ruido.
Pues si ruido querían ya lo habian conseguido al romper el vidrio de un automóvil que se encontraron por allí.
Rick hizó lo que pudó y consiguió abrir la puerta apesar de los vidrios rotos así de la misma forma hacerlo encender.
Pronto el deportivo rojo se dirigía a
la zona donde estaban los caminantes cerca del edificio para distraerlos.
—Las puertas elevadizas que dan a la calle, estén ahí y preparanse —informó Glenn por el walkie-talkie al resto de sus compañeros.
Rick, quien conducía el camión, vió como el coreano en el autómovil rojo lo rebasada. Si todo marchaba de acuerdo al plan podrían salir sanos y salvos.
Mientras tanto el resto de los sobrevivientes empacaban sus cosas luego de oír la voz de Glenn por la radio las esperanzas de huir eran cada vez más grandes.
—¡Bien, vamos! ¡Vamos!
—Oigan, no pueden dejarme aquí —exclamaba Marle con desesperación viendolos correr a la entrada de la azotea —. No es broma, hermano. ¡Morales! Oye, hermano. No hagas esto.
Pero nadie se detuvó para atender
sus suplicas, al contrario se daban prisa para irse a tiempo. Morales pareció detenerse al oirlo al igual que T-Dog.
El resto bajaba las escaleras lo más rápido posible.
Sin embargo, T-Dog no pudó decir que no he intento ayudarlo apesar de que sus compañeros ya iban casi llegando.
Una vez que estuvieron en la parte
baja corrieron puesto que los vidrios de las puertas estaban comenzando a romperse y en cualquier momento los caminantes entrarían por ahí.
—Lo tengo —informó Andrea ya en
el sitio correspondiendo tomando con fuerza una soga.
Todos ya estaban listos pero, les faltaba un miembro del equipo y no podían irse sin él. De pronto se escuchó un sonido a lo lejos que fue incrementandose.
—¿Qué es eso?
Tal vez no lo sabian pero aquel ruido era Glenn en un autómovil intentando alejar a aquella multitud hambrienta de carne de sus compañeros.
Rick no tardó en llegar justo dejando la caja del camión enfrente de las puertas elevadizas de la tienda a la espera de
sus compañeros. Levantó la puerta del camión y tocó la puerta elevadiza.
El grupo rápidamente levantó la puerta elevadiza puesto que T-Dog acababa de llegar y traía consigo a los caminantes que habían destrozado las puertas.
Todos echaron sus cosas a la caja siendo lo más veloces posibles y después todos entraron al interior del camión. Siendo Rick por supuesto el piloto del vehículo.
Un par de caminantes intentaron adentrarse al interior de la caja pero, Morales la cerró a tiempo.
Una enorme sonrisa de alivio se dibujó en el rostro de la menor del grupo, que iba sentada a un lado de su hermano. No volvería a dudar de Rick Grimes nunca.
—Te lo dije, Rick no nos abandonaría —musitó Rowan sonriente tomandola de la mano para reconfortar sus nervios.
Por fin irían a un lugar seguro. Solo esperaba y la vida para ellos fuera un poco más tranquila. Casi los devora una horda en la ciudad, ¿que cosa podía ser más peor que eso?
Ahora todos se dirigían a un lugar seguro. Bueno al menos casi todos. Las miradas del resto estaban en T-Dog quien era el responsable de quitarle las esposas a Marle Dixon.
—Se me cayó la maldita llave —fue todo lo que dijo bastante serio y enojado.
—¿Dónde está Glenn? —preguntó Andrea pensando una y mil situaciones horribles del coreano.
Mientras tanto Glenn iba a toda velocidad rumbo al campamento que tenían a las afueras de Atlanta en su nuevo automóvil rojo más adelante que sus compañeros con un estridente pitido del claxón. Estaba tan feliz por aquella hazaña que le daba igual todo.
Habían logrado sobrevivir esa día.
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Habían dejado atrás la ciudad desde hace rato. El clima incluso había mejorado un poco, los rayos rojizos del atardecer comenzaban a hacer mucho más visibles. Aquello parecía una señal de que quizás todo mejoraría para ellos.
Rowan iba en la parte trasera junto al resto algo cansado de sostener a Rylie, quien se había quedado dormida en sus piernas. No quizó despertarla al menos hasta que llegaran al campamento.
Hace mucho que no dormía tanto como esa tarde. Al menos ella repondría todas las fuerzas gastadas durante el día. Él no podía quejarse era su deber cuidar a la única persona que le quedaba.
No iba a negarlo aunque a veces la detestará en ocasiones como estas solo quería abrazarla y meterla en una cajita de cristal para que no la dañaran.
Es que se veía tan tierna dormida, hasta parecía un angelito.
—¿Es tu hermanita?
El rubio giró la vista enfocandola en Andrea, quien al igual que Jacqui veía enternecida a la niña dormida.
Él asintió suavemente.
—Es realmente una niña encantadora en todos los sentidos —elogió la mujer sacandole un ligero sonrojo al menor —. Es tan pequeña para este mundo cruel. Cuidala bien, niño. En este mundo es difícil mantener a los que queremos con vida.
—Daría mi vida para mantenerla a
salvo si es necesario -respondió él con dureza sorprendiendo a las mujeres
por la madurez con la que habló.
Andrea solo los vió y sonrió. Ella támbien mantenía a salvo a su Amy aunque eso le costara su vida. No cabe duda que el amor más hermoso y puro es el que un hermano mayor le tiene a una hermana menor.
Ella no mencionó nada para no molestar al adolescente pero por lo visto dedujó que sus padres habían muerto y ahora él había tomado el puesto de sus padres.
Unos minutos después Rylie fue abriendo sus ojos con pereza viendo la mirada juzgona pero amorosa de su hermano mayor.
—¿Ya llegamos?
—No falta mucho según escuche -informó Rowan revolviendo su cabello con diversión —. ¿Dormiste bien, ricitos de oro? Porque yo vengo con la pierna dormida desde que nos subimos aquí.
—Perdona, no fue mi intención hermanito.
—No te disculpes. Me alegra que pudieras descansar un rato —comentó
él dandole una sonrisa amistosa —. ¿Como crees que sea ese campamento del que tanto hablan?
—Solo espero y haya personas buenas
y niños para jugar —respondió Rylie con algo de pereza tallando sus ojos rojos.
—Esperemos y todo vaya bien de ahora en adelante para nosotros.
——— ✮✧☾✧✮ ———
—¡Shane!
El hombre que se encontraba sentado hablando tranquilamente con la mujer castaña y su hijo tuvó que ponerse de pie e ir a ver que quería Dale.
—Cuentame, Dale.
—No se ve bien —respondió Dale viendo a traves de los binoculares.
Un autómovil rojo se acercaba cada vez más al camoamento y lo peor del caso es que traía un horrible pitido resonando.
—¿Son ellos? ¿Volvieron?
—Dios...
—¿Qué es?
—Es un auto robado, supongo —informó Dale a Amy consternado.
Rápidamente los habitantes del campamento se acercaron para ver quien era el loco que venía.
En pocos minutos el ruido continuó haciendose más alto hasta que el auto rojo se estacionó justo enfrente de la entrada del campamento y Glenn salió del asiento del piloto sonriente.
—¡Apaga esa porquería!
—No sé como —respondió Glenn.
—¿Dónde está mi hermana? —exigió saber Amy acercandose al chico.
De pronto Glenn estaba siendo bombardeado por preguntas y el sonido del auto, suficiente para ponerle los nervios al tope.
Obedeciendo las exigencias de Shane, el coreano levantó el cofre del autómovil y este agilidosamente desconectó uno de los cables terminando con el ruido.
—¡Está bien! ¡Ella está bien!
—¿Por qué no está contigo? ¿Dónde está? ¿Está bien?
—Sí, todos se encuentran bien —respondió Glenn algo cansado de tanta insistencia antes de mirar al resto —. Bueno, Marle no está tan bien.
—¿Cómo vienes hasta aquí haciendo tanto ruido? ¿Quieres que los zombies lleguen hasta nosotros?
—Creo que estamos bien.
—Yo creo que fue una estupidez.
—Bueno, la alarma hizó eco en todas las montañas. Es difícil encontrar la fuente —empezó a decir Dale quitandole cierto peso al asunto —. No quiero discutir solo digo eso. La próxima vez podrías pensar las cosas con mas cuidado. ¿No te parece?
—Lo siento —murmuró Glenn algo avergonzado por su imprudencia antes de señalar el auto —. Tengo un auto bonito.
De pronto se escuchó el rumbido de un motor y un camión apareció justo por el mismo lugar de donde vinó Glenn.
Una sonrisa apareció en el rostro del coreano al ver llegar al resto sanos y salvos.
En cuanto el camión se detuvó Rowan y Rylie miraron asustados. Ambos jugaban tranquilamente piedra papel o tijeras cuando les informaron que ya estaban en el campamento de los demás.
La primera en bajar fue Andrea
quien estaba emocionada por ver a su hermana. Ver a los hermanos Everson cuidarse el uno al otro hizó que ella pensará en Amy todo el camino.
En cuanto la vió corrió hacía ella y le dió un fuerte abrazo mientras le susurraba lo mucho que la extrañó.
Pronto otros familiares se acercaron a los sobrevivientes alegres de que todos regresaran a salvo.
—¿Cómo hicieron para salir de ahí?
—Un par de amigos nuevos -respondió Glenn a Shane con una sonrisa genuina —. Fue gracias a ellos que salimos.
—¿Los nuevos?
—Sí, un tipo loco que llegó a la
ciudad junto a unos niños —continuó Morales abrazando a su familia —. Oigan, ustedes. Chico helicoptero y los dos termineitor's. Vengan a saludar.
Un hombre con uniforme de sheriff era abrazado por una pequeñita de cabellos rubios y ojos azules junto a un niño con las mismas facciones a su lado.
—Siendo sincera creí que nos ibas a abandonar —confesó la niña al mayor caminando junto a él —. Rowan tuvó razón. Dijo que no lo harías porque eres una buena persona.
—Los traje a un lugar seguro, cumplí mi promesa rubiecillos —respondió Rick con una sonrisa divertida acariciando el cabello corto de la menor.
Al alzar la vista al frente Rick se encontró con quien no creyó ver más.
Su mejor amigo, Shane Walsh.
Un poco más alejado del grupo estaba una mujer castaña junto a su pequeño de ojos azules, quien al ver al sheriff no dudó en correr emocionado a él.
—¡Papá! ¡Papá!
Rick sintió sus ojos lagrimear porque
no creyó volver a su familia y justo ahí eataban ambos. Su esposa, Lori y su hijo Carl. Vivos y a salvo.
Casi se cae al tener a su Carl en brazos pero le importaba poco. Los tenía a los dos y eso era lo único que importaba.
Lori veía a Rick ir hacia ella con su hijo en brazos como si fuera una alucinación. Ella lo creyó muerto y ahora ahí estaba frente a ella abrazandola con fuerza.
De lejos los Everson veían la escena conmovidos por el reencuentro. La menor sintió un pinchazo en el pecho al recordar que sus padres ya no estaban con ella y solo tenía a su hermano.
Una vez se separaron, Rick se giró y le hizó un par de señas a los menores para que se acercaran a ellos.
Los Everson con timidez se acercaron.
El hombre apretó ligeramente el hombro de Rowan y tomó la mano de Rylie.
—Lori, Carl, ellos son Rowan y Rylie Everson. Me los encontre en mi travesia y los traje conmigo -empezó a decir el ojiazul con lagrimas en los ojos —. Ellos fueron los que me ayudaron a seguir y no dejaron de apoyarme —. Niños, ellos son Lori y Carl, mi esposa y mi hijo.
—Mucho gusto señora Grimes, mi nombre es Rowan y ella es mi hermana menor Rylie -se presentó Rowan con brevedad, tendiendole una mano -. Le estamos muy agredecimos a su esposo por dejarnos venir con él a este lugar.
Lori solo le sonrio al menor, limpiando una lagrima rebelde de su mejilla.
—Gracias a ustedes por no dejarlo.
Rylie solo veía y escuchaba escondida tras de su hermano mayor algo timida. La mujer no le asustaba parecía buena pero, el niño de ojos azulados y cabello castaño no le quitaba los ojos de encima.
Era como si quisiera saber todo de ella de inmediato y eso la asustaba. Rowan notó esto y la obligó a saludar.
—Soy Rylie, hola —musitó ella con voz calmada tendiendo una mano a la mujer con amabilidad.
La mirada del ojiazul se hizó incluso más directa. Y se miraron por fin a los ojos con firmeza. En ese momento Rylie tragó saliva asustada y Carl Grimes sintió una sensación extraña en su estómago. De pronto verla lo asustó.
Sin saber así fue como comenzó la mayor de las aventuras en la vida de Rylie Everson y Carl Grimes.
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—Desorientado, así es como me sentía. Desorientado —relataba Rick Grimes al grupo en la fogata mientras abrazaba a su familia —. Con miedo. Confundido si pero, la palabra es desorientado.
—Las palabras no alcanzan —explicó Dale dejando a un lado su bebida —. Algunas veces no alcanzan.
—Sentí que me habían quitado mi vida
y que me habían puesto en otro lado —seguía diciendo el sheriff sumergido en su experiencia —. En un momento pensé que estaba en coma soñando y que nunca jamás iba a despertar.
Todos se mantenían en silencio alrededor de la fogata escuchandolo mientras de fondo se oían grillos y a lo lejos truenos. La Everson menor estaba tranquilamente recostada en las piernas de su hermano luchando para que el sueño no le ganará.
—Mamá dijo que habías muerto —musitó Carl recostado en los brazos de su padre.
—No le faltaban razones para creerlo. No lo dudes.
—Cuando las cosas se pusieron feas en
el hospital me dijeron que te llevarían a tí y a otros pacientes a Atlanta —relató Lori acariando el cabello de su hijo —. Nunca sucedió.
—Es lógico después de lo que pasó en Atlanta. El hospital parecia desbordado.
—Estaba desbordado —reafirmó
Shane ganandose las miradas del resto —. Apenas pude sacar a tu familia.
—No puedo explicarte lo agradecido que estoy, Shane. No se como expersarlo.
—Otra vez las palabras se quedan cortas. Que tontería.
No hubó más palabras solo silencio hasta que se escuchó un ruido que alertó a todos los presentes.
Un hombre se encontraba moviendo los leños de la fogata.
—¡Oye, Ed! ¿Por qué tiraste esa rama?
—Hace frío, amigo.
—El frío no cambia las reglas —respondió Shane de nueva cuenta con una mirada seria —. Hay que mantener el fugo bajo para que no nos vean desde lejos. ¿No es así?
—Dije que hace frío —insistió el tal Ed desde su asiento sin importarle nada —. Metete en lo tuyo, ¿quieres?
Shane se pusó de pie y avanzó en dirección al hombre, rodeando la fogata bajo la mirada de los presentes.
—Oye, Ed. ¿Seguro qué quieres tener esta conversación?
—Vamos, apaga eso ya —respondió
él mirando a una mujer de cabellera muy corta, aparentemente su esposa.
La mujer se encargó de recoger lo que sea que tenía su marido cerca de su sitio y pronto volvió a su lugar.
—Dios...
El hombre se acercó a los trozos de madera en llamas y con su bota los empezó a apagar antes de acercarse
a aquella mujer y su pequeña.
—Carol, Sophia, ¿cómo están?
—Bien —respondió la mujer sin expresión alguna bajo la mirada de su marido —. Estámos bien. Perdón por el fuego.
—No, no hay problema —comentó Shane rápidamente con una sonrisa —. Que duerman bien.
Después de eso Shane se pusó de pie
no sin antes mirar de mala manera a Ed y volver a su lugar junto al resto.
—¿Han pensado en Daryl Dixon? No le gustará saber que dejaron a su hermano allá.
¿Qué? ¿Ese hombre tiene un hermano? Pensó Rylie luego de escuchar a Dale decir aquello. Solo espero y no sea igual de bruto y grosero que él.
—Yo se lo dire —informó T-Dog con algo de frustración viendo a sus compañeros —. Perdí las llaves, es mi culpa.
—Yo lo espose. Eso fue mi culpa.
—Amigos, no es una competencia —comentó Glenn dandoles una severa mirada a ambos —. No quiero ser racista pero, preferira que se lo diga un blanco.
—Lo echo, echo está. No voy a ocultarselo.
—Podriamos mentir —sugirió Amy recostada en los brazos de su hermana mayor Andrea.
—O decir la verdad —contradijo su hermana pensando con sensatez al recordar mejor —. Merle estaba descontrolado. Habia que hacer algo o nos mataría a todos. Rick hizó lo que habría que hacer y si Merle quedó allá no es culpa de nadie.
—¿Y le diremos eso a Daryl? No
creo que surja una discusión muy racional después de eso —empezó a decir Dale poco convencido mirando al resto —. Seamos inteligentes y estemos preparados para cuando vuelva de su caceria.
—Tuve miedo y escape. No me avergüenzo de eso.
—Todos teníamos miedo y escapamos. ¿A que te refieres con eso?
—Tuve tiempo para encadenar la puerta. La escalera es angosta, solo
unos cinco o seis caminantes podrían empujarla a la vez —contó T-Dog a sus compañeros tragando saliva tan solo al recordar aquello —. No es suficiente para derribarla, no con esa cadena y ese candado. Quiero decir que Dixon está vivo Sigue allí arriba esposado en el techo. Depende de nosotros.
Después de eso el hombre de tez morena se pusó de pie y se fue sin decir nada se fue a descansar dejando al resto con una sensación de preocupación luego de oír sus palabras.
——— ✮✧☾✧✮ ———
Todos ya se encontraban en sus tiendas de campaña, listos para dormir o al menos intentarlo. No todos dormían tranquilos sabiendo que afuera había caminantes acechandolos a lo lejos.
Rick se preparaba oara dormir al
igual que su esposa Lori pero antes quiso darle las buenas noches a su pequeño hijo Carl, quien estaba en un saco de dormir cercano a ellos.
Parecía pensativo por la expresión en
su cara. Como si algo estuviera haciendo que su sueño se viera interrumpido.
—¿Todo bien, campeón?
—Papá, ¿crees que le agrado a Rylie?
—Con que eso es —susurró Rick con
una sonrisa divertida antes de taparlo un poco con la manta —. Pues no lo sé. Empieza a hablar con ella y lo sabrás. Dale una oportunidad y verás que vale la pena tenerla en tu vida, hijo mio.
Debo ser amigo de Rylie Everson a como de lugar, pensó el castaño luego de oír las palabras de su padre.
—Te quiero, papá.
—Te quiero, hijo —respondió Rick dejando un beso en la frente para luego sonreír e ir a su saco junto a Lori.
Mientras tanto a unos metros estaba
una tienda más. Afortunadamente la tienda en la que se quedaba Glenn era espaciosa para que entran dos personas más. Los hermanos Everson ya estaban acomodados en unos sacos de dormir a lado del coreano que los veía sonriente.
—Adoro esta casita de campaña —exclamó la rubia yendo de un lado para el otro en el saco, emocionada —. Si tuviera lucesitas se vería mejor. Tal vez un poco de decoración femenina.
—Gracias por dejarnos dormir
contigo, Glenn —se apresuró a decir Rowan agradecido, mirando a su hermana revolotear alegre —. La verdad no queremos incomodar a nadie...
—Relajate, niño —soltó Glenn con esa sonrisa amable tan suya desde su cama —. Pueden quedarse aquí el tiempo que deseen. Algo de compañía no le hace mal a nadie. Al menos así evitará que hable solo y me vuelva loco.
Las horas y minutos siguientes se
fueron en una entretenida charla un tanto random sobre cosas del chico, Glenn solo contestaba lo que Rylie preguntaba y lo que era una respuesta terminaba en una anecdota enorme.
Ciertamente apenas llevaban poco tiempo de conocerse pero Rylie ya le tenía un cariño a Glenn. Era un buen chico y su personalidad era divertida.
Al final de cuentas Rylie fue la primera en dormirse de lo cansada que estaba luego de todas aquellas emociones fuertes. Así ambos pudieron hablar sobre cosas más de adultos y temas mas serios relacionados a la situación en la que estaban que la rubia no entendía.
Al menos ya sabía Rowan que Glenn no dudaría en ayudarlos si lo necesitaban. Se sintió incluso más seguro. Podía ser un adolescente pero eso no significaba que con quince años tenía la madurez suficiente para cuidar a su hernana y a la vez intentar sobrevivir a algo para lo que no estaba preparado.
Algo de ayuda y apoyo no le vendría nada mal.
Solo miraba a su hermana menor dormida a un lado suyo dormir con tranquilidad un rato. Deseando que
todo marchara bien ahora.
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CUARTO CAPÍTULO PUBLICADO
Holi, crayolis <3 Volví con otra actualización rapidita para todos ustedes. Espero esten bien en casa. ¿Como los tratan las vacaciones de verano? Realmente me fascina tener tiempo e inspiración para esto.
¿Qué les parecio la primera interacción no oficial de #Carlie? Realmente sentí la emoción y los nervios en mi estómago mientras escribía la escena nomas de imaginarla pero al final no me gusto mucho que digamos. ¿Ustedes que dicen? Como quiera en el próximo capitulo veremos aún más a ambos.
Quiero ver su apoyo mediante voritos y comentarios. Eso ayuda a crecer al fanfic. Mis redes sociales estan en mi perfil por si quieren ir a seguirme. En tiktok estoy como @.twilxght_ allí casi siempre subo cositas. Los leemos prontito y gracias a esas personitas que se tomaron la molestia de leer. Los quiero mucho 💘
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