━Capítulo Cinco
❝ 𝐋𝐎𝐒 𝐂𝐎𝐌𝐈𝐂𝐒 𝐒𝐎𝐍 𝐌𝐄𝐉𝐎𝐑 𝐐𝐔𝐄
𝐄𝐒𝐎𝐒 𝐋𝐈𝐁𝐑𝐎𝐒 𝐀𝐁𝐔𝐑𝐑𝐈𝐃𝐎𝐒 ❞
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〘 ✰.༄☼︎ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟓☼︎༄.✰ 〙
–— convivencia —–
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ERAN ALREDEDOR DE LAS SEIS O SIETE DE LA MAÑANA CUANDO RYLIE SE DESPERTÓ. Curiosamente esa vez la rubia se despertó con muchos animos ansiosa por explorar el campamento.
Rowan seguía dormido y aprovechando esto la Everson menor se entretuvó por ahí jugando con unos bichitos entre las plantas. Definitivamente la naturaleza era de lo más genial que había.
Los otros niños del campamento, Carl y la hija de Carol ya estaban despiertos de igual forma y se debatían si ir a hablarle o no a la nueva residente del lugar.
—Vamos Carl, ve tú —pidió ella
dandole un ligero empujoncito a su amigo para animarlo a avanzar.
—¿Por qué yo?
—Porque yo digo —finalizó la niña
con un tono algo mandón señalando
a la otra rubia —. Ahora ve y dile que
si quiere venir con nosotros a jugar.
—Esto es injusto, Sophia —rebatió Carl algo molesto haciendo un ligero puchero —. Es una niña, tal vez si tú le hablas se sentira más en confianza. Podemos ir los dos y tú hablas, ¿si?
—Definitivamente todo lo hago yo siempre. Camina, Carl.
Carl siguió a la niña no sin antes rodar los ojos algo molesto. Siempre era ella la que decía que hacer pero no se quejaba.
Al acercarse más a donde estaba Rylie, Carl sintió que su estómago empezaba a revolverse con cada paso que daba.
—Hola, soy Sophia —exclamó la ojiazul deteniendose justo enfrente de donde la niña estaba sentada luego lo señaló —. Él es mi amigo Carl, pero creo que ya lo conociste ayer.
—Rylie —se presentó la rubia con
una escasa sonrisa poniendose de pie para darle la mano amistosamente
—. Un gusto conocerte, Sophia.
—Carl y yo nos preguntabamos si querías ir con nosotros a jugar.
Rylie veía a Sophia curiosa, ella solo le sonreía de manera amigable esperando una respuesta. La rubia sentía el miedo que emanaba el llamado Carl, de hecho intentaban evitar cruzar miradas.
—Supongo que a mi hermano no le molestará, vamos —respondió Rylie encogiendose de hombros para luego empezar a seguir a la más alta.
Por lo visto Carl y Sophia les gustaba jugar a las orillas del campamento pues tenían varias cosas cerca del limite del lugar. Justo en el lugar al que llegaron había un enorme árbol y varias rocas.
—¿A qué jugaremos?
—¿A las escondidas tal vez? —
sugirió Rylie algo incomoda por el hecho de que no los conocía tan bien.
—Me agrada la idea. ¿Qué dices, Carl?
El mencionado solo asintió sin prestar tanta atención a la petición.
—Perfecto. ¿Quién contará?
Para decidir quien contaría tuvieron
que hacer piedra, papel o tijeras. La primera en salvarse fue Rylie, quedando Carl y Sophia. Al final fue la rubia de estatura mayor la que perdió y por ende le tocaba a ella contar y buscarlos.
—Carajo, bueno no tengo opción —comentó Sophia decaida antes de esconder su rostro en el tronco del árbol para empezar a contar —. Uno, dos...
Instantaneamente Rylie fue la primera en salir corriendo en busca de un escondite, siendo seguida por el castaño.
No había muchos lugares donde se pudieran ocultar y pasar desapercibida pero, afortunadamente encontró unos arbustos e intento hacerse pequeña.
—Ey, ¿qué haces aquí? —reclamó ella frunciendo el ceño ligeramente al ver a Carl acercarse a ella —. Es mi escondite busca el tuyo, mini Grimes.
—No haré ruido lo prometo...
—Te juro que si nos encuentra por tu culpa voy a...
Las palabras de Rylie se vieron interrumpidas por los gritos de Sophia buscandolos por los alrededores. Cada vez su voz estaba más cerca y el arbusto no era lo suficientemente bueno para pasar desapercibidos como si nada.
La menor dudando de absolutamente todo tomó la mano de Carl con fuerza y lo arrastró consigo un poco más lejos.
—Aquí no nos vera —musitó Rylie sintiendose agitada por un momento sin saber que aún sostenía la mano de Carl.
Al notar este pequeño detalle soltó su mano como si tocarlo ardiera y lo miró confusa. Carl estaba a punto de decir algo cuando escucharon ruido viniendo de entre los arbustos, cosa que alarmó a ambos niños.
—¿Qué será eso? —cuestionó Carl confuso intentando asomarse un poco más siendo detenido por Rylie —. Quizás podriamos ir a ver que es.
—¿Qué haces, loco? Podría ser un caminante, piensa antes de actuar —aconsejó mirandolo molesta antes de ponerse de pie junto a él —. Avisemos a los adultos. Alto, ¿dónde está Sophia?
Justo de entre unos arbustos cercanos apareció la rubia con una rama en su mano. Pronto los miró algo molesta.
—Oigan, no los encontre. Son buenos para esconderse.
—¿Oiste los ruidos?
—Los que vienen del bosque —
completó el castaño ganandose una mirada confusa por parte de la niña
—. Rylie cree que deberiamos ir con
los adultos. Podría ser un caminante.
Después de eso hubo un corto silencio que se vió interrumpido por aquellos ruidos haciendose presentas cada vez más cerca.
Para cuando Rylie quizó detener a Carl, él ya se encontraba sumergiendose por el lugar intentando averiguar que era.
—¿Así es de terco siempre? —preguntó la ojiazul a Sophia señalando por donde de habia ido el castaño.
—A veces puede serlo más si se lo propone.
Sin decir nada más se adentraron al lugar por el que Carl se habia metido encontrandolo parado en su sitio viendo algo con mucho interes y pánico. Quería moverse pero no podía hacerlo.
—Lo reafirmo estás loco, Grimes...
Las palabras murieron en la boca de
la Everson al ver asustada a una de esas criaturas entretenida devorando los organos de un venado muerto.
—A la cuenta de tres corremos.
No hizo falta contar porque de
repente Sophia salió corriendo sin importarle que dejando a ambos atrás. Rylie fue rápida y tomó de la mano a
un paralizado Carl para correr lejos.
El miedo los hizo entrar en un estado de alarma.
—¡Mamá! ¡Papá!
—¡Rowan, ayuda! —gritaba Rylie corriendo por el bosque sin soltar
a un asustado Carl de la mano —. ¡Necesitamos ayuda por favor!
El Everson mayor se encontraba con Glenn observando como el coreano junto al hombre llamado Dale hacian un intento por reparar un camión cuando escuchó la voz de su hermana a lo lejos.
—¿Escucharon eso?
Ambos lo miraron confuso pero, él no se quedo con los brazos cruzados e intentó agudizar mejor el oído. Efectivamente era Rylie gritando.
Instantaneamente dejó su lugar y salió corriendo en dirección al bosque sin importarle que. No fue el único pues al verlo Rick junto a su esposa Lori y otros salieron corriendo armados para allá.
Los tres niños llegaron a la entrada que separaba el bosque del campamento con expresiones horrorizadas en su rostro.
—Ry, ¿estás bien? ¿Qué rayos sucedió allá? —cuestionó el rubio asustado tomando a su hermana por los hombros con delicadeza —. No, ¿qué demonios hacias jugando en el bosque?
—Perdón, yo solo... Había un caminante y...
Después de eso Rowan abrazó con fuerza a su hermana sintiendo sus ojos lagrimear un poco tan solo de pensar que algo malo le pudiese ocurrir.
—¿Eres conciente de lo que pudó
haber pasado, no? —preguntó Rowan acariciando la espalda de ella para que no fuera a llorar —. Rylie Giselle Everson Jackson tienes prohibido andar sola o lejos de mi vista, ¿quedo claro?
La rubia estaba demasido asustada como para decir algo así que solo asintió repetidas veces sollozando en los brazos reconfortantes de su hermano mayor.
—Volvamos al campamento, estaremos más seguros allá.
——— ✮✧☾✧✮ ———
—¡Merle!
De la nada un hombre de mediana estatura rubio y con apariencia de ladrón o motociclista se apareció en el campamento. Llevaba consigo una ballesta y varias ardillas atada de una cuerda justo en el pecho.
Todos estaban reunidos en la casa rodante de Dale. Las mujeres calmaban a los niños, quienes después de haber visto aquello en el bosque seguian algo asustados.
—¡Merle, ven aquí! —gritaba el desconocido dejando a un lado de
los autos su ballesta —. Traje unas ardillas. A cocinar.
—Daryl, esperame tengo que hablarte.
—¿Sobre que?
Shane se encaminó a él estando frente
a frente, meditando las palabras que utilizaría para hablarle. Al igual que con Marle, hablar con Daryl Dixon era una tarea un tanto complicada a veces.
—Sobre Merle. Hubo un... problema en Atlanta.
Solo hubo silencio por unos minutos, Daryl miraba a todos a su alrededor un tanto confuso por la atención. Aunque deducía que tal su hermano falleció.
—¿Murió?
—No lo sabemos.
—¿O esta muerto o no lo está?
—No es fácil decirlo así que lo dire —
se apresuró a decir Rick acercandose un poco al hombre de las ardillas.
—¿Quien eres tú?
—Rick Grimes.
—¿Rick Grimes? —exclamó Daryl en
un tonillo molesto viendolo de mala forma —. ¿Tienes algo que decirme?
—Tu hermano era un peligro para todos asi que lo espose a un pedazo de metal en el techo. Sigue ahí.
Daryl solo se dió la vuelta asimilando sus palabras e imaginando lo peor. Con rápidez se secó unas lagrimas rebeldes.
—Dejame que procese eso —pidió
con voz calmada antes de acercarse
a él y hablar con un tono molesto —. ¿¡Esposaste a mi hermano a un techo
y lo dejaste ahí!?
—Sí...
De repente el hombre lanzó la cuerda con las ardillas y se le abalanzó a Rick encima. Si no fuera por Shane y los demás que reaccionaron rápido ya le hubiera ddstruido el rostro al sheriff.
Pero eso no impidió que al caer al suelo luego de que Shane lo tacleara sacara de su bolsillo un cuchillo y fuera directo al ojiazul queriendo atacarlo a como diera lugar. Sin embargo, Rick Grimes era muy ágil y supó como esquivar los ataques.
Pronto Shane hizo una maniobra apresando su cabeza contra sus brazos para retenerlo e intentar calmarlo.
—¡Maldito, sueltame!
—No, mejor no.
—¡Esto es ilegal! —rebatía Daryl forcejeando con el hombre para liberarse de Shane.
—Puedes demandarme, vamos. Tenemos todo el día.
—Quisiera discutir tranquilamente sobre este tema, ¿crees poder hacerlo? —comentó Rick incandose a la altura de su cara para que lo escuchara pero no tuvó respuesta —. ¿Crees poder hacerlo.
Segundos después en los que el hombre pareció calmarse solo un poco más, Shane lo soltó.
—Lo que hice no fue un capricho. Tu hermano no se lleva bien con los demás.
—No es culpa de Rick, yo tenía la llave —se apresuró a decir T-Dog atrayendo la atención de todos —. Se me cayó.
—¿Y no la recogiste?
—Se me cayó en una alcantarilla.
Le tomo aproximadamente unos pocos segundos en el suelo tranquilizar todo lo que estaba sintiendo al rubio antes de ponerse pie molesto y triste.
—Eso no me hace sentir mejor.
—Tal vez esto si. Le puse una cadena a la puerta para que los caminantes no pudieran alcanzarlo, con un candado.
—Tal vez dió resultado.
Aquello no pudó ser peor que lo anterior. Parecía un chiste de mal gusto lo que hicieron con su hermano pero, el hombre era realmente un peligro para todos en aquel momento.
—¡Vayanse al diablo! —exclamó Daryl
al borde de las lagrimas mirando a todos con odio —. Diganme dónde está. Ire a buscarlo.
—Él te lo dirá, ¿no es cierto?
Rick pareció dudar unos segundos su respuesta. Miró a todos lados pensando hasta que supó lo que tenía que hacer.
—Volveré allá.
——— ✮✧☾✧✮ ———
—Juguemos algo.
Rylie miró con los ojos entrecerrados a Carl Grimes. ¿Acaso estaba proponiendo uno de sus juegos como si eso hace rato no los hubiera puesto en peligro?
—¿Tu juego involucra esos bichos en él? Porque si lo hace no quiero jugarlo.
Después de eso ella siguió en lo suyo tranquilamente coloreando un viejo libro que Sophia le prestó junto a su hermano sentada en una pila de troncos.
—Oye, no seas tan dura con él. Solo quiere jugar —comentó Rowan dandole un ligero golpecito amistoso, cosa que ella lo hizó mirarlo de mala manera.
—Bien, juguemos algo para adivinar —propusó ella no tan seguro acercando su bolsita —. Por cada vez que adivines algo sobre mí te dare un dulce.
—Me gusta la idea.
Carl se quedó callado unos segundos pensando bien lo que iba a decir. Hace mucho que no comía dulces y justo se le antojaba uno e iba a conseguirlo.
—Antes de todo esto en la escuela
eras de esas niñas sabelotodo —aseguró Carl con la barbilla en alto espera de sus dulces —. ¿Estoy en lo correcto?
—Rayos, si lo era pero mas o menos.
Con un ligero puchero en sus labios le pasó un caramelo que él gustoso le quitó de las manos.
—¿Lees comics?
—Puntos menos, Grimes —comentó Rylie jugueteando con los dulces en la bolsita —. ¿Cómo van a jugarme leer comics? Eso es solo para frikis.
—Mas respeto, Everson. Los comics son mejor que esos libros aburridos.
Rylie estaba a punto de rebatir y posiblemente empezar una discusión
en la que ninguno ganaria pero en eso Shane y Rick aparecieron. Ambos se veían preocupados y Shane le insistía
al ojiazul para que no se fuera.
—¿Por qué arriesgas tu vida por una basura como Marle Dixon?
—Ey, ten cuidado con lo que dices —rebatió Daryl a Shane mientras limpiaba las flechas de su ballesta.
—Lo hice. Quize decir basura, Marle Dixon —se burló el oficial mirando a
su amigo ligeramente molesto —. Él
no te daría un vaso de agua aunque te estuvieras muriendo de sed.
—No me interesa lo que haga o deje
de hacer. Yo no puedo dejar que una persona muera de sed. No puedo dejarlo —explicó Rick bastante serio y decidido a su cometido —. Lo dejamos como un animal en una trampa. Nadie puede morir así y menos un ser humano.
Después de eso finalizó la conversación dejando a Shane completamente parado en su lugar sin haberlo convencido de dejar por la paz aquel asunto.
—¿Iran tú y Daryl? ¿Ese es tu gran plan?
Rick miró unos momentos a su esposa, quien estaba junto a unos leños con su hijo y los Everson. Después miró a Glenn esperando que quisiera acompañarlo.
—Vamos —pidió el coreano cansado de que siempre lo eligieran para este tipo de misiones arriesgadas.
—Tú sabes como hacer. Ya estuviste
allí. Para entrar y salir no hay problema lo dijiste. No es justo que te lo pida, lo sé pero, me siento mucho mejor si estás tú y se que Lori támbien.
—Grandioso, pondras en riesgo a
tres personas —comentó Shane con sarcasmo ganandose la atención del resto.
—Cuatro...
—Esto se pone cada vez mejor —se burló Daryl sin dejar de limpiar sus flechas luego de oir a T-Dog decir aquello.
—¿Ves a alguien más ofreciendose a salvarle el pellejo a tu hermano?
—¿Por qué tú?
—Nunca lo entenderias. No hablas mi idioma.
—Son cuatro.
—No son solo cuatro —insistió Shane exasperado de tanta imprudencia de parte del resto —. Nos pones en peligro
a todos. Debes saberlo, Rick. Vamos, viste a ese zombie. Estaba aquí, en el campamento. Están saliendo de las ciudades si vuelven necesitaremos mucha gente para proteger el campamento.
—Yo creo que lo que más se necesita aquí son más armas.
—Es cierto —apoyó Glenn ganandose una mirada curiosa de Shane —. Armas.
—¿Qué tipo de armas?
—Seis escopetas, dos rifles de alto
poder, mas de diez pistolas. Tome todas las armas de la estación antes de irme —informó Rick algo frustrado al pensar que algo tan importante estaba a su suerte —. Deje la bolsa en Atlanta cuando me rodearon. Está tirada en la calle esperando que alguien la recoja
—¿Miniciones?
—Setecientas balas surtidas.
Segundos de silencio en los que los hombres solo meditaban lo siguiente. Pronto Lori habló llamando la atención de su marido.
—Pasaste un infierno para encontrarnos. Recien acabas de llegar y ya te vas a ir.
—No quiero que te vayas —pidió Carl algo triste por los planes de su padre.
Rick ni siquiera dijo nada solo se volteó pensativo.
—Al diablo con las armas. Shane
tiene razón —volvió a insitir su esposa ya algo frustrada y a la vez sorprendida —. ¿Marle Dixon? No vale la pena, ni siquiera con las armas. Vamos, dimelo para que entienda.
—Tengo una deuda con un hombre y con su pequeño hijo —informó Rick acercandose para luego señalar a los dos niños rubios junto a Carl —. Lori, le hice prometer que cuidaría a estos niños con mi vida y si no hay armas como lo hare. Si no me hubieran aceptado habría muerto. Es por ellos que llegue hasta aquí. Dijeron que támbien irían a Atlanta. Caeran en la misma trampa si no les aviso.
Rylie, que permanecía sentada a un
lado de su hermano no pudo evitar sentir su pecho encogerse ante la mención de Morgan. ¿Estarían los dos bien? Solo esperaba que siguieran con vida.
—¿Qué te impide hacerlo?
—Un radio que estaba en la bolsa
que deje. Él tiene el otro. El plan era conectarnos cuando estuviera cerca.
—¿Nuestras radios?
—Sí.
—¿Por qué no usas la radio civil?
—La radio civil está bien. Las radios son una porqueria —comentó Shane desde su lugar respondiendole a Andrea —. Son de los setentas no captan ninguna otra frecuencia. Ni siquiera la de los autos.
—Necesito esa bolsa —susurró Rick con desesperación a su esposa, quien no dijo nada más.
Luego de eso el ojiazul se dirigió a su hijo y se hincó para estar a su altura.
—¿Está bien?
Solo recibió un pequeño y suave asentimiento por parte de su hijo, después miró a ambos rubios y les sonrió amablemente.
—Volveré, no se preocupen —musitó antes de desordenar un poco el cabello rebelde de Rowan Everson —. Cuida a tu hermana y tú Carl cuida a tu madre.
——— ✮✧☾✧✮ ———
—No atrape nada. ¿Y tú, Rylie?
La rubia solo miraba con decepción la cubeta de metal en sus manos. Ninguna rana estaba en su cubeta y eso más que enojarla la entristecia.
A unos cuantos metros estaba Rowan vigilando a su hermana. Podrían estar con personas buenas y en un lugar de apariencia segura pero a veces las cosas tenían lados malos que no notabamos a primera vista. De todos modos se sentía más tranquilo vigilandola a lo lejos.
Se alegraba de que su hermanita estuviera intentando hacerse amiga de varios niños del campamento; como lo era el hijo del sheriff, Carl y otra niña llamada Sophia.
—Si, son astutas. Se esconden, las malditas saben que estamos aquí —comentó Shane ante la mirada algo decepcionada del pequeño castaño
—. Lo haremos de la manera anticuada. Muy bien pequeños, ustedes son la clave de todo esto. Lo que hare es ir tras una de ellas, las demás se asustaran y las dirigire hacia ustedes. ¿Está bien? Lo que deben hacer es atrapar a todas las que puedan. ¿Estan conmigo?
—¡Sí! —exclamaron ambos al unisono con un par de sonrisas divertidas.
—¡Quiero ver esas caras! —exclamó Shane alegre viendo a ambos niños intentar rugir como ganadores —. ¿Listos? Aquí vamos.
Después de eso hubo silencio al menos por unos segundos antes de que Shane con ayuda de una cubeta empezara a aventar "ranas" a ambos niños en un intento por que ellos las atraparan.
—¡Vamos atrapenlas, van hacia ustedes! —exclamaba el hombre con euforia casi hundido por completo aventandole a las ranas —. ¡Vamos, atrapen a la rana!
Aunque era obvio que era mentira todo eso y solo quería hacerlos pasar un buen rato para no pensar en lo que vivían.
Sin embargo falso o no, ambos niños no podían parar de reír. Y la risa contagiosa de Rylie hizó que Rowan, a unos metros de ellos soltara un risilla suave al verlos.
No muy lejos de ellos se encontraba las mujeres del campamento realizando el trabajo ee limpieza que era lavar toda la ropa de la mayoría de los habitantes del lugar.
Obviamente no todas estaban agusto
con aquella estúpida tarea una de ellas era Andrea, quien veía algo molesta como Shane se divertía tranquilamente con los niños del campamento como si nada y ellas tenían que lavar a mano toda la ropa del resto de gente del lugar.
—¡Eso es! ¿Qué atrapaste Carl?
—Tierra —contestó el menor viendo con decepción la red en sus manos.
—¿Y que hay de ti, pequeña rubia?
—Solo algas y mas tierra —respondió Rylie haciendo una mueca al ver un par de hojas del agua en su red —. Asco.
—Ah, maldición. Comenzemos otra
vez —informó el adulto hundiendose un poco más en busca de su confiable arma para ranas —. Busquemos ese cubo.
Y así siguieron constanemente entre juegos y risas buscando ranas pero en ningún momento aparecieron o algo por el estilo.
Unos minutos después la rubia se tuvó que ir por ordenes de su hermano, pues al estar jugando con el agua se mojó la ropa por completo y si no se cambiaba antes de que anocheciera iba a agarrar un tremendo resfriado y eso no iba a ser para nada bueno si ni medicina tenían.
Carl solo la veía irse con un ligero brillo en los ojos. En los pocos días de hablarse le pareció alguien un tanto gruñona pero en ese tiempo que estuvieron con Shane parecía otra niña diferente una que se veía más linda cuando se reía.
—Oh, ya se lo que pasa —comentó
Shane al ver la mirada de Carl a la rubia a lo lejos, él lo miró confuso —. Rylie te parece linda, ¿es eso o me equivoco?
Carl no dijo nada solo miró al lago
frente a ellos sin saber que responder. Aunque el tenue sonrojo en sus pecosas mejillas decía mucho. De todos modo támpoco era algo para alarmarse, eran niños. Tener un amor en la infancia era de lo mas normal.
—¿Te doy un consejo? —propusó el hombre mirando a todos lados antes de acercarse a él —. Imprecionala y verás que caera a tus pies. Las mujeres aman
a los tipos rudos pero amables, que las traten como si fueran princesas. Porque recuerdalo Carl, las mujeres merecen nuestro respeto y admiración por igual.
Sinceramente no sabía que era pero desde que la vió sintió algo. Algo que no le gustó por el simple hecho de que su estómago se revolvió. Una mezcla entre emoción pero nervios. Se sentía incluso raro al tenerla cerca y eso que no tenía mucho tiempo de conocerla.
—Oye Carl, ¿no te dije que no te
alejaras de Dale? —soltó de repente Lori llegando al lugar donde estaban con una expresión de molestia en su rostro.
—Shane dijo que cazariamos ranas...
—No importa lo que diga Shane, importa lo que yo digo —respondió la castaña haciendole una seña para que se pusiera de pie —. Vamos. Ire tras de tí.
El niño solamente se alejó en dirección al campamento, ligeramente molesto por el regaño de su madre. Aunque tal vez podría ir en buscar de Rylie para que hicieran algo divertido que por las razones obvias no involucraria nada parecido a un caminante en el bosque.
——— ✮✧☾✧✮ ———
—Ey, volviste.
La rubia miraba alegre al pequeño castaño con pecas frente a ella, que con algo de nervios le sostenía la mirada.
Ella se encontraba tranquilamente leyendo un libro infantil que tanto
le gustaba leer sentada en un tronco grueso cuando de la nada apareció
el mini Grimes como si nada.
—Si quieres podemos hacer algo divertido que no sea cazar ranas —propusó encogiendose de hombros mientras pateaba una roca lejos.
—Siempre y cuando no tenga que mojarme —pidió ella mentalizandose
los posibles regaños de su hermano —. Rowan no quiere que me moje porque si lo hago puedo enfermarme de gripa.
—¿Él es tu hermano?
—Sip, ese rubio oxigenado es por desgracia mi hermano mayor —respondió con un tono relajado mirando en dirección a Everson mayor —. ¿Y tú? ¿No tienes un hermano o hermana?
—No, soy solo yo. Y no te mentire, es aburrido no tener con quien hablar —comentó haciendo una mueca antes de mirarla y sonreir ligeramente —. Suerte que ahora tengo una nueva amiga.
Las mejillas de la rubia se tiñeron sutilmente de un color rosado después de escucharlo decir aquello. ¿Acaso la consideraba una amiga? Aw, que tierno.
—No más cursileria, Grimes —pidió volviendo la vista a su libro decidida a continuar leyendo —. No me distraigas. ¿No ves que estoy leyendo?
—¿El principito?
—No me juzgues, es un buen libro —comentó con la barbilla alzada antes de sonreirle —. ¿Quieres leerlo conmigo?
—Esta bien.
Apenas eran unos niños pero, apesar
de eso estaban seguros que la amistad podría avanzar a más. Podrían hacerse muy buenos amigos. Eso esperaban.
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QUINTO CAPÍTULO PUBLICADO
Hellou, ¿cómo están criaturitas
del señor? Espero y todos estemos bien. Después de un par de días volví y con un nuevo capítulo. Una disculpa si las escenas #Carlie estuvieron algo flojas, a veces me quedo sin ideas.
Anyway, lo que importa es el
capítulo. ¿Qué les pareció? ¿Bueno, malo, muy bueno? Rowan cuidando a Rylie es como me gustaria que me trataran mis hermanas 😭
Eso seria todo por hoy, nos leemos muy pronto. Recuerden votar y comentar, y si quieren pueden añadir el fic a sus listas de lecturas para saber cada que actualizo. Es opcional si quieren apoyarme siguiendome em Wattpad o en mis otras redes (estan en mi bio cada una). Los adoro y a ti que leeiste gracias 💗
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