•◦ 𝗣𝗥𝗢́𝗟𝗢𝗚𝗢 ◦•
• • • • • • • • • • • •
𝟭𝟵 𝗱𝗲 𝗗𝗶𝗰𝗶𝗲𝗺𝗯𝗿𝗲 𝟮𝟬𝟮𝟬
𝖬𝗂𝗅𝗍𝗈𝗇 𝖪𝖾𝗒𝗇𝖾𝗌, 𝖨𝗇𝗀𝗅𝖺𝗍𝖾𝗋𝗋𝖺
• • • • • • • • • • • •
Las festividades decembrinas habían llegado oficialmente, y Red Bull Racing estaba consciente de ello, por lo que el festival navideño de la fábrica había abordado de manera más temprana.
Esto gracias a que Christian Horner había abogado con los directivos para otorgar una semana más de vacaciones a todos los trabajadores en la fábrica para compensar el amargo sabor de boca que les dejo la temporada pasada, y por supuesto, en este evento se llevaría a cabo la presentación oficial de Sergio "Checo" Pérez como el nuevo piloto de la escudería para la siguiente temporada.
El gran salón rentado por el equipo que organizaba las reuniones del equipo lucia perfecto, la mayoría de los asistentes esperaban grandes sorpresas en esta noche gracias a que el Cascanueces se había tomado como inspiración para el evento, destacando así el color rojo y marino en combinaciones con detalles en dorado, mismos que representaban la esencia de la escudería.
Un joven y levemente preocupado Max Verstappen admiraba las decoraciones con encanto, si bien muchos no lo sabían, el neerlandés era fanático de los cuentos clásicos desde pequeño, en cuanto se dio por enterado del tema principal de la tradicional fiesta navideña, su niño interior logró salto de emoción.
Sus ojos se abrieron con sorpresa al notar como los organizadores se habían encargado de montar una pequeña pista de patinaje en el complejo, el rubio sonrió y de inmediato tomo posición en la fila para ingresar.
Mientras esperaba decidió tomar su teléfono celular y hacer un video de todo el lugar, al terminar la grabación fue directo hacia WhatsApp accediendo a su chat fijado, el cual pertenecía a la conversación con su mejor amiga, con un par de clics ya le había enviado el video, para terminar solo decidió escribir las siguientes palabras:
"Me hubiera encantado que estuvieras aquí, nos habríamos divertido como unos chiquillos, espero todo vaya bien en la cena de la empresa de tus padres 🙌🏻".
Sin esperar respuesta, bloqueo el aparato y lo guardo en el bolsillo de su abrigo para seguir avanzando en la fila.
Una vez llegado su turno, Max tomo con prisa el equipo que le brindaron, cambio sus mocasines por los respectivos patines, dejo su calzado con la encargada e ingreso a la pista, cuando comenzó a andar sobre el hielo pudo sentir como sus músculos se relajaron, una sonrisa invadió sus labios al momento que su mente se llenaba de buenos recuerdos de su infancia sobre las visitas a casa de sus abuelos, donde el lago que colindaba con el patio de los mayores se volvía en la pista personal de patinaje tanto de el como de su hermana Victoria.
El rubio fluyo como agua por la pista, no tenía los movimientos de un patinador profesional, pero tenía el equilibrio y destreza suficiente como para robarse las miradas de un par de presentes, conforme pasaba el tiempo la pista comenzaba a llenarse, logrando que él se sintiera de a poco sofocado, decidió salir de ahí.
Le costó un poco de trabajo desplazarse, incluso choco con un par de personas, solo mencionaba un "lo siento" y continuaba su camino hasta que logro salir con éxito, reclamo sus zapatos y tomo asiento en una de las bancas donde podían hacer el cambio de calzado, mientras cumplía esa tarea pudo sentir como su teléfono vibraba de forma insistente, estaba seguro de que era Christian, eso indicaba que ya iba tarde a la reunión previa a la presentación de su nuevo compañero.
Para sus más allegados no era un secreto que no se sentía contento con la llegada del mexicano al equipo, desde su punto de vista, la escudería necesitaba pilotos jóvenes con talento que le aportaran frescura y un futuro sólido. No dudaba que el mexicano tuviera experiencia, pero sí su equipo no había decidido renovar su contrato era por algo.
Cuando se enteró de la contratación de Sergio en automático expreso su opinión a Christian y al Doctor Marko, ambos lo escucharon con atención, pero le pidieron confiara en la decisión y le permitiera al mexicano demostrar su talento, no le quedo más que aceptarlo, aunque no se los dejaría tan fácil, estaba dispuesto a probar su punto.
Max terminó de colocarse los zapatos, con prisa devolvió los patines a una de las encargadas de la pista y salió hacia el punto de reunión, en el trayecto su teléfono no paraba de sonar, mientras pasaba entre la gente metió la mano en el bolsillo de su abrigo y tomo el aparato, miro la pantalla y al leer se mentalizó a responder.
Pero su intención se vio interrumpida cuando su cuerpo impacto contra el de otra persona, logrando que su celular terminara en el suelo, Max cerro los ojos con molestia, acababa de cambiar de modelo de teléfono y con la suerte que últimamente tenía lo más seguro es que este se hubiera estrellado.
— Lo siento, no era la forma en que planeaba nos viéramos de nuevo, pero al parecer la prisa alcanzo a ambos — Max abrió los ojos y miro a la persona frente a él.
El moreno le mostraba una reluciente sonrisa, los reflectores que proyectaban luces azuladas lograban que las pecas sobre su nariz y mejillas brillaran de forma descomunal, llamando la atención del rubio, este tuvo que dejar su análisis de lado al tiempo que el mexicano extendió su teléfono frente a él, Max lo tomo de forma brusca, logrando que Sergio frunciera el ceño por unos momentos.
— No te preocupes — el neerlandés observo el aparato y termino agradeciendo interiormente que este no resultara dañado.
— Lo mejor será que nos apresuremos si queremos evitar que Horner se altere — con toda la confianza del mundo, Sergio tomo la mano de su compañero.
Comenzó a guiarlo entre la multitud para lograr llegar tras el escenario improvisado, durante el trayecto, Max podía sentir como el tacto del mexicano quemaba sobre su mano, que a pesar de esta ser suave y tersa, algo lograba descolocarlo.
Muchos individuos trataban de detenerlos para saludarlos e incluso felicitarlos por ser la nueva dupla, pero Checo de forma eficaz agradecía y se escabullía sin siquiera permitir que Max proyectara palabra alguna.
Cosa que el rubio agradecía, no estaba de ánimos para interactuar con el equipo, sabía el reclamo que se venía por parte de su Team Principal y quería guardar energía para eso.
Cuando menos lo esperaron ya estaban tras bambalinas, el agarre entre Sergio y el permanecía, nunca se percató de que ahora sus dedos estaban entrelazados, extrañamente disfrutaba la sensación, fue hasta que Sergio se encargó de retirar su mano que sintió como el aire fluía en su palma causando cierta incomodidad.
Ambos hombres se plantaron frente a Christian, este último dio un par de indicaciones a su asistente y termino por girarse para observar a sus pilotos.
Max se preparaba para una charla motivacional acerca del porqué la puntualidad era vital en el equipo, pero al parecer no sería así.
— Lo pasaré por hoy, pero que no se repita, ¿Entendido? — Christian los señalo, ambos hombres asintieron.
Sergio soltó todo el aire que había retenido en sus pulmones, no estaba en sus planes comenzar con el pie izquierdo la relación con su nuevo equipo llegando tarde a un evento tan importante como su presentación, pero se alegró al saber que Christian lo dejo pasar.
Aun así se puso como nota mental el hablar con Carolina, y evitar las videollamadas que tenían como propósito "echar el chisme", razón por la cual el sueño lo abandono, termino sin dormir por la noche y a la hora de la comida el cansancio lo venció obligándolo a tomar una siesta que perjudico sus tiempos provocando que llegara tarde.
Max notó como su compañero estaba perdido en sus pensamientos, ignorando por completo las instrucciones que Horner les estaba dando, el neerlandés siguió el mismo camino perdiéndose en el aspecto del mexicano.
Este último portaba un suéter con cuello de tortuga en color blanco que hacía juego con los pantalones de vestir del mismo color, una chamarra tipo bomber en azul marino le daba un toque más elegante y cerraba con unos tenis de piel que combinaban a la perfección con la chaqueta, su cabello estaba bien peinado y parecía que acababa de asistir a la barbería, pues la fina capa de bello que decoraba su barbilla y mejillas estaba perfectamente delineada, el rubio sacudió su cabeza, nunca había analizado a alguien con tanta dedicación.
— ¿Estás listo? — comento su compañero mientras palmeaba su hombro.
Max miró a su alrededor desorientado, Christian ya no se encontraba frente a ellos, no entendía qué había pasado, escucho la risa de su compañero a su costado, esa carcajada logro que una sonrisa apareciera en los labios del rubio.
— Si te soy sincero estoy igual de perdido que tú, pero por lo poco que escuche es nuestro momento de ingresar al escenario, ¿Vienes? — Checo extendió su mano hacia Max.
El neerlandés lo miro con duda, no sabía si debía aceptar el gesto o solo pasar por el lado de Sergio e ingresar por su propio pie, pero algo dentro de él exclamaba que no tenía que ser tan descortés, se decidió por tomar la mano de su compañero.
Ambos caminaron juntos hacia las escaleras que les darían acceso al escenario, Sergio pudo notar como Max estaba desorientado, no sabía qué pasaba por su cabeza en ese momento, pero trataría de guiarlo un poco en el acto.
A la mitad de los escalones el mexicano se detuvo, recibiendo una mirada dudosa por parte de Max, Checo soltó el agarre entre ambos y llevo su mano hacia el hombro de su compañero dejando un leve apretón.
— Después de ti — le cedió el paso al rubio, que pareció entender todo.
Max suspiró sintiéndose extraño, algo estaba pasando dentro de el, pero no sabía el que, no le quedo más que avanzar y subir a la tarima con su compañero tras de él, mientras una ola de aplausos inundaba sus oídos, era hora del show.
• • • • • • ✦ • • • • • •
La presentación de Sergio como nuevo piloto de Red Bull Racing había sido un éxito, todos los empleados lo habían recibido con emoción y fervor en el momento que apareció sobre el escenario, algo que infló el pecho del mexicano con orgullo al saber que estaba llegando lejos.
Luego de la pequeña conferencia Christian, Max, el Doctor Marko y él habían salido del escenario, felicitándose entre ellos por el gran trabajo, los primeros dos se disculparon alegando que tenían un par de asuntos que tratar con Max, le pidieron se uniera a la fiesta y enseguida lo alcanzaban.
Se encontró a sí mismo navegando hacia una mesa tipo lounge que se encontraba libre gracias a que la mayoría de los presentes se dedicaban a explorar todas las atracciones que se habían instalado en el festival, cosa que Checo agradeció, parte de su ansiedad social comenzaba a aparecer y necesitaba unos minutos a solas.
Tomó asiento y rápidamente el mesero de esa área se acercó cuestionándole si necesitaba algo, Sergio le pidió con urgencia un café, a pesar de ir abrigado podía sentir como el frío se colaba entre sus ropas, algo extraño, él juraba que ya estaba acostumbrado a las temperaturas europeas en diciembre, pero el frío de Reino Unido le dijo "quítate que ahí te voy" tomándolo desprevenido en cuanto a su vestimenta respectaba, otro punto que tendría que tratar con Carolina, quien aparte de ser su mejor amiga también era su estilista personal aunque su instinto de la moda por hoy había fallado.
Pero no la culpaba, entendía que estaba ocupada con el asunto de su boda, su mente estuviera dividida entre hacer su trabajo y que la planeación del evento saliera a la perfección, si eran sinceros Carlos no sería de mucha ayuda para su prometida, ese hombre no perdía la cabeza simplemente por qué la tenía pegada al cuello.
Sergio aún se cuestionaba como unos de sus mejores amigos terminaron siendo pareja al ser polos tan opuestos, pero suponía que así era el amor, no podría asegurarlo al no haber vivido tal experiencia, al ser piloto de fórmula uno era muy difícil mantener una relación estable, las mujeres con las que llego a intentar algo terminaban dejándolo alegando que ellas no eran el centro de atención del mexicano, recibiendo como única respuesta por su parte el que no abandonaría su sueño de correr y ser campeón en la máxima categoría por alguien que no estaba dispuesta a acompañarlo a cumplirlo.
Así fue como las esperanzas de contraer matrimonio y formar una familia se apagaron para Sergio, de vez en cuando seguía teniendo encuentros furtivos con una que otra mujer que conocía en las fiestas post carrera que organizaban algunos de sus compañeros pilotos, pero eran encuentros que no pasaban de una noche, para el mexicano era mucho mejor, él se encontraba cien porciento enfocado en su carrera y no tenía tiempo que perder con el amor.
El mesero regresó con la bebida hacia su mesa, para la fortuna de Checo la trajo en un vaso como los que brindaban en las cafeterías, detalle que lo alegro, podría recorrer el recinto mientras tomaba su café, facilitándole entrar en calor.
El mexicano agradeció al chico dándole un par de euros como propina, este último se retiró para continuar su trabajo, Sergio se puso de pie decidido a comenzar su recorrido, tomo su vaso de café y se giró con velocidad, grave error.
Su cuerpo impactó con el de alguien más, la bebida se derramó completamente sobre el suéter de Checo, y aparte de manchar su ropa, terminó quemando la piel de su abdomen debido a lo caliente del líquido.
— Puta madre — exclamo en su lengua natal.
Con velocidad regreso a la mesa, dejo el vaso y quito su chamarra, no podía deshacerse del suéter, ya que no tenía ni una playera debajo, pero decidió levantarlo a la altura de su pecho para observar el daño.
La persona con la que había chocado se encontraba en shock, con prisa fue hacia donde el moreno mientras balbuceaba palabras para disculparse, pero se detuvo al observar el abdomen del mexicano, la piel del centro se encontraba enrojecida gracias al líquido caliente, pero eso no fue lo único que llamo su atención, Max raramente se concentró en la cantidad de pecas que lo decoraban, al igual que en su rostro estas eran abundantes.
— Discúlpame, no pensé tomarte desprevenido, no era mi intención — el rubio se disculpó.
La mirada de Sergio fue directo al más joven, el observar como su mirada reflejaba arrepentimiento, no le quedó más que sonreír.
— No hay nada que la lavadora y una buena crema para las quemaduras no solucionen — el mexicano le brindó un guiño a su compañero, logrando que el rostro de Max se relajara.
— Tengo un suéter de repuesto en mi auto, vamos por él y así te puedes cambiar — alegó el neerlandés, a pesar de lo que había escuchado aún seguía con culpa.
La platica con Horner y Helmut se había basado en pedirle que tratara bien al mexicano, su padre Jos se había recalcarles por la mañana que Sergio no era bien visto por su hijo ni por él, por eso los directivos le pidieron que fuera cordial, no le exigían ser mejores amigos, pero si quería que la dupla funcionaran necesitarían que lo intentara, él les había dado su palabra de que se comportaría, pero este acto tal vez ellos lo tomarían como todo lo contrario, y no quería represalias.
— No lo veo necesario — Sergio soltó el suéter para cubrir de nuevo su abdomen, al notar que su compañero no dejaba de observar esa zona pensó que lo incomodaba — Puedo imponer moda con esto, ¿No lo crees? — el castaño llevo las manos a sus caderas y comenzó a imitar poses de modelo.
Logrando que Max carcajeara a su estilo, gesto que logró satisfacer a Checo, él solo quería que su compañero dejara ir la tensión que se había formado por el incidente.
— Puede ser, creo que es lo que necesitan las prendas de AlphaTauri para dejar de ser tan insípidas — Checo lo miro con sorpresa, a los pocos minutos ambos carcajearon.
— Es justo lo que pensé hace una semana que me llegaron varias bolsas de su ropa a casa, ni siquiera mi padre utilizaría eso.
— Ni siquiera mi abuelo, es demasiado sobrio para mi gusto, pero creo que tenemos que acoplarnos — Max alzo los hombros desinteresados.
Un silencio abrupto se formó entre ellos, Sergio quería iniciar en buenos términos la relación con Max, decidió intervenir.
— Ahora que perdí mi café, ¿Te parece si tomamos asiento y pedimos uno?, podemos conversar, y tal vez conocernos un poco mejor, ¿Qué dices? — Max abrió la boca dispuesto a negarse.
Su padre le había advertido que la relación con sus compañeros debía ser estrictamente laboral, si hablaba de más podrían conocer sus debilidades, eso a la larga podría jugarle en contra.
Pero dentro de él, una especie de curiosidad le pedía indagar más sobre el mexicano, en el paddock no habían pasado más que de saludos o de comentarios acerca de cómo veían las condiciones de las pistas e incluso de sus respectivos monoplazas, ahora que serían compañeros no estaba de más interactuar más allá de la relación de equipo.
— Siempre y cuando incluya una buena dona de por medio — el neerlandés señalo con advertencia a su compañero.
— Hecho, iré por ello — sin esperar respuesta y bajo la atenta mirada de Max, Checo salió disparado hacia el pequeño kiosco donde se encontraba el chico que lo había atendido anteriormente.
La vista de Max se mantuvo fija en cierto chico de pecas, siguiendo cada uno de sus movimientos mientras hacia su orden, parecía tan despreocupado y tan en calma que el neerlandés se preguntaba si había algo en la vida que le perturbara, de ser así esperaba descubrirlo.
A los pocos minutos Sergio regreso acompañado del mesero, quien le ayudaba con las bebidas mientras el mexicano traía las donas, ambos hombres dejaron los alimentos en la mesa.
Checo le agradeció de nuevo y el hombre se retiró, el mexicano tomo asiento, observo los pequeños contenedores de cada dona y al encontrar la que había traído para su compañero la tendió frente a él.
— Dona de canela rellena de crema de manzana — Max lo miro con sorpresa, algo que Sergio noto — Lo siento me pareció un sabor peculiar que podría gustarte, sin problema puedo darte la de chocolate o las puedo cambiar — una punzada de un sentimiento que no podria explicar oleo el interior de Max.
— Al contrario, las donas de canela con relleno de manzana son mis favoritas, gracias — el rubio la tomo con emoción logrando que Checo sonriera.
— Entonces estoy de suerte — Max no entendió el comentario del moreno frente a él, pero para Sergio el hecho de que el neerlandés aceptara conversar con él a pesar de todo lo que se especulaba en el paddock sobre el descontento de los Verstappen con su fichaje era un gran avance — Que te parece si comenzamos con preguntas básicas, pero importantes como — Checo detuvo su hablar y lo miro con seriedad, logrando que Max tragara en seco y cierta incertidumbre se sembrara en su mente, no le gustaba revelar sus detalles personales pero haría el intento — ¿Pizza con o sin piña? — Max soltó una carcajada que al instante Sergio imito.
— Con piña, por supuesto — respondió sin dudar el rubio.
— Por dios que asco, pero algún defecto debías tener — ambos volvieron a reír.
Así fue que una gran noche entre risas, bromas y uno que otro detalle personal iniciaba para ambos pilotos, logrando que la ligera coraza que Max había construido contra Sergio se desmoronara cuál arena, cambiando por completo el pensamiento de cierto rubio, convenciéndolo de poco de que compartir equipo con el mexicano, no resultaría tan malo como lo pensaba, y si las cosas resultaban bien, hasta amigos se podrían volver.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro