—Vamos _____! —exclamó Emma—Te prometo que son inofensivos

—Si! Además de que son buena compañía! — continuó Hina

—Ya les dije que no quiero...

Hina y Emma estaban sentadas en el sofá de tu casa mientras intentaban convencerte de que compraras un humanoide.

Los humanoides son mayormente para hacer tarjetas domésticas, o algunos para trabajos.

Como guardia de seguridad, maniquí, o simplemente de adorno.

—Tu casa siemrpe esta hecho un lió!! Necesitas limpiar! Pero estés demasiado floja!—exclamó la rubia

—Si! Quien mejor para limpiar que un humanoide!!—dijo Hina

—Ya les dije que no quiero... No necesito uno, puedo hacer las labores domésticas por mi cuenta

—Pero nunca las haces!!-exclamó Hina

—Es por que no quiero!! — te excusaste

—Préstame tu teléfono — pidió Emma

—¿para que?

—Solo dáselo!!—apoyo Hina

No tuviste más remedio que dárselo, ella empezó a escribir y para cuando he devolvió el teléfono.

Hina y Emma tenían sus propios humanoides, Hina tenía al suyo llamado "Takemichi Hanagaki" y Emma que al suyo lo nombró "Draken"

Estaba en una página donde se podía comprar unos humanoides.

—Esa página es muy buena, además de que son accesibles...—dijo Emma

Si bien, le dinero no era una complicación para ti, pero tampoco te la vivías malgastando el dinero.

—Eres buena en tu trabajo, pero una mierda en las labores domésticas, solo considera comprar uno—dijo Hina

Apagaste el móvil sin salir de la página, Hina y Emma se levantaron, tenían que irse.

Fuiste a dejarlas a la puerta, te despediste de ellas y fuiste directo al baño a tomar una ducha.

Cuando terminaste y saliste cambiada, te tiraste a la cama, todo tu estrés se fue con una simple ducha.

—Tal vez si necesite uno...

La idea de comprar un humanoide apareció por tu cabeza. Agitaste la cabeza olvidando esos pensamientos.

Viste tu habitación, estaba hecha un desastre, ropa tirada que no sabias si estaba limpia o sucia.

Suspiraste, tal vez lo que necesitabas era a tu madre, no es muy diferente a un androide.

Los dos harían las tareas domésticas d la casa, pero el humanoide no te regañaria como tu padre.

Revisaste la página en el teléfono, empezaba a considerar en comprar uno.