# Tres
Terminaste de personalizar las actividades de tu nuevo amigo, además de recordatorios que necesitas
—Señorita t/a—llamo el androide
Sentiste como un tic aparecía en tu ojo, de todas las cosas que lograste personalizar.
Esta fue la única que no lograste hacer, que el robot te llamara por tu apellido.
—Dime Chifuyu..
—Le recuerdo que en una hora a las 5:00 tiene que estar en su trabajo, para que a las 5:30 este en una reunión—te dictó el robot para luego irse.
Si bien, siempre te olvidaba de reuniones que tenías, por lo que siemrpe llegabas tarde.
—Gracias Chifuyu.—dijiste, el hizo una reverencia
Te parecía raro, solo había pasado un día y hablabas con el Humanoide como si fuera un humano normal.
Exceptúando el susto que te dio la noche que llegó, no sabias como se recargaba el artefacto, ni cuantas horas.
Esa noche bajaste a la cocina por agua cuando los ojos brillosos del humanoide te habían asustado haciendo que tiraras el agua.
Esa noche te dijo que como no le habías dado órdenes de apagarse quedó despierto.
Claro era un robot, no podía tener sentimientos o algo por el estilo, en cambio tu te sentías mal por el.
—Señorita t/a esta listo su baño...
Escuchaste hablar a Chifuyu, dejaste el papeleo de lado, agradeciste y te metiste a darte una ducha.
Estabas en la tina relajada, con la mente despejada, cuando la puerta se abrió de golpe dejando ver a Chifuyu.
—Señorita t/a llegara tarde a su reunión
Se acercó a la tina y tomó tu brazo para sacarte de golpe de la tina, tu estabas avergonzada, después de todo estabas totalmente desnuda.
Viste al humanoide, pero este tenía su misma sonrisa de siempre.
Claro, es un robot, como se supone que sepa que estoy desnuda—pensaste para ti misma
Y si bien, era cierto, podría tener una inteligencia artificial, pero después de todo no es más que un robot. No puede pensar por sí sólo.
—Señorita t/a tiene 15 minutos, la llevaré yo misma a la reunión—mencionó para salir de la habitación.
Te cambiaste lo más rápido que pudiste, no querías que el robot te sacara de la casa mientras te cambiabas.
Al pasar los quince minutos, Chifuyu entró y te llevó hasta tu auto, pero en vez de entrar contigo te dejo en el asiento del copiloto.
—Chifuyu no vendrás tu?—le preguntaste
—Señorita t/a su auto ya esta configurado para que lo maneje desde la casa, si necesite algo solo diga mi nombre y le responderé a pesar de estar a kilómetros de usted—te respondió.
Y antes e cerrar la puerta te entrego un pequeño lonch en tus piernas, se había percatado que no comiste para nada.
Y así como dijo, el auto empezó a conducirse solo, mientras Chifuyu hacia las labores domésticas de hogar también vigilaba que llegaras a salvo a tu trabajo.
—Gracias Chifuyu, por todo...—dijiste
—Estoy para servirle señorita t/a—respondió desde la casa, que también se logró escuchar en el auto.
Poco a poco le empezaba a tomar cariño al humanoide.
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