Los celos de Zhan eran más frecuentes, porque cuando el menor entraba siempre tenía que venir alguien con el.

Aunque aveces lloraba por las noches, pensando que no tenía oportunidad con el.

Pero no que no sabía era que, el menor pensaba en un plan cada día para acercarse al rubio, pero los nervios causaban que fuera imposible hablarle y preguntarle aunque sea su nombre.

Zhan no era de enamorarse de un cliente, pero fue imposible no enamorarse de ese chico de ojos bonitos.

Cuando estaba abriendo la cafetería encontró una cajita decorada y en esta tenía un rosa encima.

La alzó algo desconcertado, viendo cada detalle.

Pero a lo lejos se encontraba Yibo con una sonrisa algo nerviosa en su rostro. Porque no sabía cómo reaccionaría el de cabellos rubios.