🐇⤾·𝗧𝘄𝗲𝗻𝘁𝘆 𝗳𝗶𝘃𝗲
Después de comer, Yunho había sugerido salir para que Jongho no se sintiera encerrado y el menor obviamente aceptó.
Así que decidieron ir a un parque que estaba cerca de donde Jongho vivía y caminar un poco antes de detenerse y comprar helado para después buscar un lugar donde sentarse y seguir platicando.
—Yunho— El mayor miro al conejito— ¿Por qué Wooseok no cree que eres sincero?— Yunho negó— Eso sólo me dice que Wooseok puede ser la razón por la que eres de esta forma— Se atrevió a tomar su mano disponible, Yunho miro sus manos entrelazadas y sonrió— Quiero ayudarte.
—Jongho no me gusta hablar de eso— El menor dejó salir un pequeño suspiro y asintió con una sonrisa.
—Esta bien, no voy a insistir, pero si quieres hablarlo yo te escucharé ¿Sí?— El pelinegro asintió— ¿Y por qué saliste de tu casa hoy?
—No salí, me corrieron— El menor ladeó su cabeza— Hongjoong se enteró de lo que pasó y no me dejó explícale que te había buscado para pedirte perdón y que todo estaba mejor, no me atacó porque Mingi se lo impidió pero si me quito todas mis llaves y me echo de mi casa— Jongho lo miró sorprendido— Quizás Mingi le haya dicho.
—Ojala que si, porque si no ¿Dónde vas a dormir?— El mayor acaricio su mejilla.
—Si aún no matan a wooyoung me puedo ir con él, pero ojalá pueda regresar a mi casa— Jongho se sintió tranquilo con eso.
—Y si no, entonces yo voy a hablar con Hongjoong para que puedas volver a tu casa— Le sonrió de una forma tan tierna que enamoro a Yunho.
—Es la sonrisa más hermosa— El conejito se sonrojó y mejor se dedicó a terminar su helado.
—¿Y crees que Wooyoung este bien?— Yunho se encogió de hombros.
—Probablemente no le quedó mas que buscar a Yeosang y sea él quien lo maté— El menor lo miró con una linda mueca— No te preocupes por él, quizás sólo está ocultándose.
—¡Tú!— Yunho bufó al escucharlo— ¡¿Cómo se te ocurre abrir la puerta sabiendo que me quieren matar?!
—Jongho estaba asustado, era él o tú— El zorro se indignó.
—Me conoces desde hace cuatro años y a él desde hace dos meses— El mayor asintió— No sé ni porque lo intento, en fin necesito que me ayuden con alguna idea para que esos dos no me encuentren— Yunho alzó una de sus cejas.
—Si sabes que nadie te invito a estar aquí— A Wooyoung le dió igual y se acomodo.
—Yo opino que los dejas a los dos— Yunho asintió de acuerdo a la sugerencia del menor.
—Que no puedo.
—Entonces no estés pidiendo ayuda si no la vas a tomar— Wooyoung frunció el ceño— Allá vienen— Como era de esperarse cambio de forma para huir.
—Pero no viene nadie— Murmuró el menor.
—Pues no, pero ya se fue— Sonrió y Jongho negó lentamente.
—Espero que haga lo correcto— Yunho lo dudaba mucho, pero el menor tenía fé así que no dijo nada.
—Ojalá— Murmuró— Es un lindo día— Jongho estaba por asentir cuando vió pasar a un gato y un conejo persiguiendo a un zorro.
—Algo extraño, pero muy lindo— Yunho asintió al ver lo mismo.
—No sabía que los conejos podían correr así de rápido— El menor sonrió.
—Y yo no sabía que un zorro podía correr tan lento— Ambos se miraron y estuvieron de acuerdo de que la situación era extraña.
Mientras veían a Wooyoung huir de San y Daehwi, fue una peculiar pero muy entrenida escena, ambos vieron como el zorro tiraba a un niño y como San brincaba por encima de él y Daehwi si cayó sobre él, cuando el padre del niño les gritó, las orejitas de Jongho se levantaron y miro al señor, lentamente sus orejitas bajaron al reconocer quién era.
—¿Jongho?— Yunho se preocupó al verlo— ¿Que paso?
—Mi papá— Murmuró— Es mi papá— El pelinegro miro hacía dónde Jongho miraba— Está ahí.
Después de lo que pasó, el niño cambio de forma y empezó a ponerse a jugar, Jongho sólo miraba lo que pasaba desde su lugar y aunque Yunho dijo que podían irse él no quiso, aunque cuando ese niño se acercó brincando a Yunho, se levantó e hizo que el mayor se levantará.
—Woh es muy alto— El pelinegro le sonrió.
Jongho frunció el ceño y sus orejitas se echaron para atrás, el mayor lo notó así que decidió que mejor debían irse.
—Beomgyu— El niño volteó y corrió hacia su papá, el adulto obviamente se quedó atónito al ver a Jongho pues no esperaba verlo.
—Vamonos— El menor jaló al mayor.
Jongho talló sus ojitos mientras caminaban de regreso a su casa, asi que Yunho lo detuvo antes de llegar para abrazarlo y el conejito se dejó. Cuando se calmó siguieron con su camino hasta poder llegar a la casa y Yunho fue llevado a la habitación del menor, se asustó por un momento pero Jongho sólo lo abrazo y después terminaron en la cama aún abrazados.
—Yo quería mucho a mi papá, yo lo admiraba mucho— El mayor acaricio su cabello de forma lenta y cariñosa— Cuando no regreso a casa pensé que algo malo le había pasado y era peor no recibir al menos la noticia de que le había pasado algo, mamá y yo nos resignamos así que empezamos a recoger sus cosas y me encontré con una carta que decía se iba, también daba los motivos por los cuales se iba, se fue porque no fue capaz de afrontar lo que hizo, mi papá llevaba medio año sin trabajar y en vez de contarle a mi mamá prefirió guardarselo y pedir dinero prestado con altos interés y al no tener con que pagar me puso a mi como garantía de sus deudas.
—Asi empezó todo— Jongho asintió.
—No estoy seguro de querer escuchar que tiene otra familia y que se fue con ellos, mientras que mi mamá y yo nos tuvimos que separar— Yunho beso su frente— Yo jamás fui a un parque con mi papá, muy pocas veces podía jugar con él.
—¿Jamás?— El conejito lo miró y negó.
—No, gran parte de mi vida he estado encerrado en casa, sólo salía a la escuela, al patio de la casa y a veces con mis papás, pero nunca más allá, mi papá decía que somos presa fácil, te resumo todo diciendo que he vivido como un conejo— Yunho alzó sus cejas— Aunque mi mamá si me trataba como un niño.
—Eso explica muchas cosas— Murmuró.
—¿Debería decirle a mi mamá que lo ví?— El pelinegro lo miró dudoso— Ella estuvo triste cuando le mostré la carta y no quiero verla de esa forma.
—¿Servirá de algo decirle?— Jongho abulto sus labios y lo pensó un poco.
—No lo sé— El castaño se levantó un poco y le sonrió— Ya pensaré si le digo.
—Si quieres— Acaricio su rostro— ¿De verdad estuviste encerrado tanto tiempo?— El conejito asintió lentamente.
—Él siempre decía que afuera había muchos depredadores y nosotros éramos presas, los débiles, era muy protector, de hecho no quería que saliera para nada pero mamá lo convenció para poder ir a la escuela— Yunho frunció ligeramente el ceño había algo que no le terminaba de convencer— No tuve muchos amigos y sólo los podía ver en la escuela.
—Espera, espera— Jongho dejo salir un pequeño ruidito cuando el mayor se levantó para quedar sentado— ¿No deberías estar en la universidad?
—Dijo que no era necesario— Respondió sin la mínima sospecha— ¿Por qué?— Y Yunho prefirió guardarselo, no era algo seguro y Jongho podría poner mal por algo que quizás sólo sea una absurda suposición.
—Curiosidad, nunca lo mencionaste— Le sonrió— Eso explica todo tu tiempo libre— El menor asintió mirando como sus manos y las de Yunho se unían.
—Tú también tienes mucho tiempo libres y trabajas— El pelinegro lo miró— Y me da curiosidad saber porque.
—Sólo tengo tiempo libre y no es tanto como el tuyo— Jongho bufo por la respuesta.
—Esas respuestas no me gustan— Murmuró entre tiernos pucheros.
—Nunca hablo de mi trabajo— El conejito ladeó su cabeza— No es lo más emocionante que existe.
—Pero yo quiero saber, yo casi no sé de ti, sólo responde eso ¿Si?
—Bien— Jongho sonrió emocionado— Trabajo en un restaurante— El menor frunció el ceño y ladeó su cabeza— Que le pertenece a mi familia y del que prácticamente soy el dueño— El menor se sorprendió— Por eso tengo tiempo libre la mayoría de las veces.
—Interesante— Murmuró.
—Respóndeme algo ahora— Jongho lo miró curioso— El día que me fuiste a buscar a mi habitación ¿Que paso?— Casi enseguida el conejito se sonrojó y con sus orejitas cubrió sus ojos, también negó con su cabeza— Jongho.
—N-nada— Yunho apartó las orejitas del menor de sus ojos— No paso nada, yo respondí esa noche.
—Te sonrojaste igual— El menor lo miró.
Dejo salir un pequeño chillido cuando el mayor lo recostó sobre el colchón y se colocó encima de él.
—Y-Yunho...— El pelinegro lo besó sin avisó alguno y Jongho tardo en seguirle el paso.
Jongho ya no sabía cómo sentirse exactamente, tal vez debería estar emocionado porque la persona que le gustaba lo besaba, quizás asustado porque después de todo podrían ser simples besos, no sabía cuál podría ser la respuesta correcta, pero sabía algo y era que no quería que Yunho lo dejara de besar, quería sentir sus labios sobre los suyos. Y una parte de él, una que no se mostraba casi nunca, deseaba que Yunho lo tocará de una forma que le avergonzaba admitir, así que si el mayor tomaba la iniciativa él no se iba a molestar y estaría contento con su tacto.
—Jonggie, ya llegué— Escucharon a Minkyung a lo lejos.
—D-deberias quitarte de encima— Murmuró.
—Buena idea— Se levantó para sentarse en la orilla de la cama y Jongho se sentó en medio de la misma.
—Jonggie...— Minkyung se detuvo al ver a Yunho dentro de la habitación de su hijo.
—Hola, llegaste temprano— Su madre asintió— ¿Pasó algo?
—Nada en especial— Jongho le sonrió— ¿Todo está en orden?— Jongho asintió.
—Todo bien— Minkyung asintió lentamente y salió de la habitación— Eso fue extraño.
—¿Tú crees?— Jongho rió bajito y Yunho lo acompañó, ambos se recostaron sobre el colchón— Tal vez ya debería irme.
—No, aún no— El conejito lo miró— Sólo un rato más, ¿Crees que ya te deje entrar?— El pelinegro se encogió de hombros.
—¿Quieres que me quedé?— El conejito asintió con un puchero— Bien, pero mas tarde ¿Me acompañas a mi casa? Por si Hongjoong se niega a dejarme entrar, prometo que traeré de nuevo.
—Esta bien— Yunho sonrió y se acercó a besarlo— ¿Quieres jugar?
—No veo porque no.
Se levantaron y tomaron un par de juguetes antes de salir de la habitación para irse al patio y comenzaron a jugar.
Minkyung los observó por la ventana, vio a su hijo feliz y también a Yunho, supuso que era así como su hijo lo miraba todo el tiempo, tal vez su hijo no se equivocó al escucharlo.
Tal vez ellos se conocieron porque lo necesitaban.
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