Yunho no sabe cómo es que ha sobrevivido a cada cambio en Jongho y a sus ataques, había momentos en los que tenía demasiada energía y por ello podía accidentarse, había otros momentos dónde sólo se quejaba de dolor y debía seguir cuidandolo, en otros tantos se ponía cariñoso y él tenía que cuidarse porque el menor lo intentaba besar o morder, aunque eran más abrazos, y luego cambia a de cariño ahí si tenía que dejarlo solo.

—Ya sólo queda un dia— Suspiro y se dejó caer al sofá, en ese momento Jongho está dormido no era que durmiera tanto pero con al menos una hora él podía descansar, siempre y cuando no hubiera ningún ruido.

En cuatro días había aprendido demasiado del celo de Jongho, entendía más o menos porque lo mordía cuando escuchaba algún ruido en la casa o cerca, aunque Mingi se lo confirmo, sabía que si no le devolvía los abrazos se enojaba, a veces sólo fingía que algo le dolía porque le gustaba tener toda su atención, casi siempre se quedaba dormido después de su hora solo, y de más cosas.

Estaba por quedarse dormido porque él también aprovechaba ese momento para dormir, cuando escucho el timbre de la casa.

—No puede ser— Se lavanto para ver quién era y maldijo mentalmente al ver que era Sihyeon.

Jongho no salió así que supuso que seguía durmiendo y siendo sincero quería que así se quedará por un rato, pero no podía abrir porque podía que Jongho se despertará y no quería saber que podría pasar, pero entre tanto el timbre volvió a escucharse y entonces no sabe que parte de él le dijo que abriera.

—¿Yunho?— Si sabía que su apariencia no era la mejor en ese momento— ¿Estás bien?

—Dentro de lo que cabe, pero ahorita no puedo atenderte— Le sonrió— De verdad.

—¿Sucede algo?— El pelinegro asintió y la mirada de la menor se desvío un poco.

Sihyeon frunció el ceño cuando notó al híbrido que había visto aquella vez en Gwangju, este sólo poseía una playera larga que apenas y cubría la mitad de sus muslos, miro a Yunho y esté sólo pudo pensar que cuando salió de la habitación Jongho estaba usando pantalones lo recuerda muy bien. Pero ninguno le puso atención a sus orejas estás estaban hacía atrás y no se veía contentó y claramente no lo estaba, ese era su lugar, su atención sólo debía ser de él, no quería que alguien más estuviera ahí y si ella no se iba entonces él haría que lo hiciera, miro al humano que lo cuidaba con su ceño fruncido.

—¿Yunho?

—Mío— Gruñó el conejito, Yunho alzó sus cejas y para cuando reaccionó Jongho estaba casi colgado de él— Es mío, mío, sólo mío.

—¿Qué?— Soltó desconcertado. Miro a Sihyeon que igual estaba desconcertada— Te lo explico mañana— Cerró la puerta, gritó cuando Jongho lo mordió— No me muerdas— Jongho lo miró aún con su ceño fruncido— ¿Que fue eso?— Y ahora le gruñó a él, no sabía que los conejos gruñían, y quiso volver a morderlo— No— Lo sujeto con fuerza y lo pego a la puerta, sólo para poder inmovilizarlo.

—¿Mío?— La inocencia con la que preguntó lo desconcertó. Jongho tomó su mano y la colocó sobre su cabeza, Yunho no comprendió que pasaba.

Sólo sabía una cosa, quería que Jongho volviera a su estado normal, esto ya no le está agradando.

✿｡‧₊🐇

Cuando Jongho despertó, se le hizo extraño estar solo ¿Acaso no aclaró que no podía dejarlo solo? Se levantó de la cama y soltó un chillido al ver que no tenía pantalón, buscó alguno y se lo coloco para poder salir. Al llegar a la sala se encontró con el humano durmiendo en el sofá, sus cejas se juntaron al ver que en sus brazos habían mordidas, ladeó su cabeza y se acercó un poco para ver si lo que había en su cuello era lo que creía y si era. Quizás Yunho no debió cuidarlo, su mamá nunca había tenido problemas y nunca la había mordido, a excepción de una vez, pero al parecer a Yunho si lo había mordido mucho y eso no estaba nada bien, sintió pena por él debieron ser cinco días muy difíciles.

Yunho apenas despertó sintió un aroma por lo que termino de despertar, se levantó de prisa para ir a la cocina y ver qué Jongho no estuviera haciendo algo que lo lastimara.

—Hola, uhm, lo siento— El pelinegro se confundió— Te mordí, lo siento y por eso prepare el desayuno— Le mostró una sonrisa.

—¿Y siempre muerdes?— Jongho negó.

—Sólo la mordí una vez, pero a tí te mordí mucho y me apena mucho— Murmuró— Lo siento.

—Esta bien, supongo que se quitarán pronto— El conejito ladeó su cabeza y señaló si cuello — ¿Que?— Se fue al baño para ver qué había señalado el menor.

¿Cuando demonios le mordió el cuello? Quizás cuando tuvo que forcejear con él para que se tomará una pastilla o cuando Jongho se puso cariñoso con él.

—¿Cómo pasó esto?— El conejito se encogió de hombros— Y quiero que me respondas algo.

—¿Uh?¿Que es?— Sus orejitas se movieron y él lo miró curioso.

—Me hiciste poner mi mano sobre tu cabeza— El menor lo miró incrédulo y poco a poco se fue sonrojando.

—¡Ay! ¿Yo hice eso?— Yunho asintió— Nada, no fue nada, hago cosas raras cuando estoy en mi celo— Le sonrió nervioso— ¿Pasó algo más? Porque si te cuase problemas en verdad lo lamento.

—No te preocupes por eso ¿Desayunamos?— El castaño asintió lentamente.

Algo le decía a Jongho que sí había hecho algo malo y le preocupaba que Yunho se hiciera una mala idea. Mientras que Yunho pensaba en si Sihyeon seguía en la ciudad porque tenía que explicarle que pasó, con suerte y podría escucharlo.

El timbre se escuchó y Jongho se sobresaltó asustado, una clara muestra de que su celo había pasado, Yunho se levantó para ver quién era.

—Sihyeon— La castaña sonrió— ¿Que haces aquí? Pensé que...

—Mingi y Hongjoong me explicaron que el híbrido estaba en celo— El mayor asintió— ¿Estás bien? Te ves muy cansado.

—Lo estoy un poco— Murmuró— Pensaba descansar hoy.

—¿Y podrás descansar hoy?¿Él no te lo podría evitar?— Jongho asomó su cabecita y le sonrió a la castaña, está lo saludo.

—Lo dudo, ya no está en celo— Jongho negó desde su lugar— Todo estará bien— Ahora asintió— Pero mañana podemos ver, ¿Te parece?

—Claro...

Jongho regreso a la cocina para terminar su comida pues tenía él si tenía hambre además de que ellos se había puesto a hablar de otras cosas que a él no le importaban. Jongho esperaba que alguno de los dos ya se animará a decir que tenía sentimientos por el otro, porque Yunho siempre ponía excusas por los nervios, al menos de eso se había dado cuenta todo ese tiempo que ha estado viviendo con el humano.

Y quizás ese era el plan de ambos, decirse de una vez por todas que tenían sentimientos por el otro, ambos habían tomado valor por el todo o nada.

Para cuándo Yunho y Sihyeon terminaron de hablar, el pelinegro regreso a la cocina y calentó lo que Jongho había hecho para terminar de comerlo, el conejito obviamente ya no estaba ahí, una ves termino de comer se fue a su habitación por algo se ropa para darse un baño ante de dormir, fuera de la habitación se encontró con Jongho como un conejo dando saltitos por el lugar aparentemente jugando con una pelota, rió suavemente cuando por accidente Jongho se tropezó y cayó dejando su cuerpo extendido.

—Ten cuidado— El conejito lo miró un momento y siguió jugando con su pelota, después de eso se fue a dar un baño.