
𝗦𝗲 𝗹𝗹𝗮𝗺𝗮 𝟬𝟳
—Hey, Becky— ese era su nombre para los estudiantes de intercambio, se giró al llamado—Iremos a comer, si te sumas, avísale a Jaehyun y así llegan juntos.
Asintió cordial, sonriéndole al chico antes de continuar con sus cosas, buscaba el gimnasio, tenía su cambio de ropa allí guardado y, aunque le encantaba usar el uniforme de porrista, tenía que ponerlo a lavar.
Sobre la invitación anterior; era obvio que no iría, se trataba de las amistades de su novio y a él no le hacía mucha gracia que su novia fuese cercana a sus amigos, a ella no le importaba, así que respetó aquella petición de no involucrarse con su círculo así como él no metía sus narices eligiendo las amistades de Dongbaek.
Sin embargo— pensó mientras se cambiaba—si la invitación incluía al equipo de porristas, lo más probable es que tendría que ir Jaehyun lo aprobase o no, por lo que tendría que mandarle un mensaje a su capitana para que le dijera cómo proceder.
Abrochó sus jeans y suspiró, notándolos más ajustados que anteriores veces, subir de peso en ese momento era un problema, un dolor de cabeza que deseaba evitar.
Su teléfono vibró con un mensaje, lo buscó rápido, sintiéndose contenta pues era el mencionado.
Boyfriend❤️
Te llevo a casa? Cumpleañera.
Mmm...
¿Tienes algo para mí?
Aceptaré si es así.
Bueno, pensé en cena
Luego cine
O podemos ver pelis desde casa.
Ooh, como todos mis cumpleaños.
Tradiciones. Te espero.
Envió un corazón antes de guardar el teléfono, retocó por encima su gloss y salió, al menos pasaría una tarde linda con su novio antes de regresar a casa. Último año, solo uno más.
—No me gusta tener que repetir las cosas, hija, es eso— Dongbaek no hizo más que asentir, entendiendo— tienes que avisarnos.
—Lo siento, pensé que Jaehyun les había dicho.
—No nos dijo nada.
Dongbaek siempre tenía que avisar si saldría, a dónde, con quién y qué haría si era posible, las reglas de casa se respetan y no están a consideración o posibles a cambios. Ella no avisó que pasaría toda la tarde con su novio quien había dicho que la llevaría a casa y no fue así, por eso estaba siendo reprendida.
—Lo que me parece extraño, pues Jaehyun sabe muy bien como son las reglas si quiere salir contigo o llevarte a cenar— dijo su madre.
El padre bufó.
—Son chicos, no creo que vayan a cenar.
De hecho, si, iban a cenar, era una de las actividades más amadas por Jaehyun. Su padre creía que su preciada hija era en realidad una chica mala, una rebelde que estaba experimentando todo lo que podía ya que tenía la edad.
Y no, no era así, Dongbaek solo salía a comer con su novio, literal a comer, no a comerse.
—No empieces, Don— se reía, negando—Dongbaek no es así.
—Eso quiere que creamos— su madre bufó—Uh, por cierto, mi Dongbaek—apretó su mano encima de la mesa, estaban comiendo algo especial que su madre preparó por su cumpleaños— descubrí el nombre de nuestro Kakashi.
Amplió la mirada, su padre se burló.
—¿Cómo?
—Es muy obvio— sonrió con malicia— se llama 07.
Su alegría y emoción se esfumaron y la risa de su progenitor llenó el ambiente, sonrió, le gustaban las bromas, pero esa había jugado con sus emociones. Su curiosidad nunca sería saceada.
—Deja a la niña en paz— su madre le señaló— cuando termines, ve a comprarme algunas cosas.
—¿Otra vez sola en la noche?
Contuvo el aliento.
—¿Otra vez hablándome desde tu moto?
—Voy de salida.
—Como siempre, parece— estuvo su caminar, ahí estaba él, usando aquél estúpido casco— si será así todas las noches, deberíamos presentarnos.
Él se cruzó de brazos, apagando el vehículo antes.
—Yo te conozco, eres mi vecina. Mi vecina la porrista.
—Oh, me has estado observando.
—Imposible no hacerlo, te tengo al frente. Supongo que a tu novio no le gusta llevarte a casa.— muy mala imagen tenía de Jaehyun y sin conocerlo— ¿Es un idiota? Soy entrometido, cuéntame.
—¿Y eso por qué es de tu interés?
—Lo acabo de decir, soy entrometido.
Colocó ambas manos en los bolsillos de su hoodie, mirándole como si no pudiese creer que alguien con su actitud existiera.
—No te conozco y mi novio no es un idiota. Esa ocasión, yo quise caminar sola hasta mi casa y hoy estoy rumbo a comprar unas cosas que mi madre necesita.
—¿Hasta dónde vas?
—Oye...
—Iba a ofrecerte un aventón, nada más. Todas las tiendas, mercados... todo el resto de la sociedad, básicamente, están muy apartados de este vecindario para gente costosa.
—Ya te dije que no te conozco.
—Dale con lo mismo...— quisiera saber si rodó los ojos o que expresión puso— somos vecinos, soy un buen vecino y me sabe mal que estés tan desprotegida.
—Vale, vecino— no pudo evitar la malicia—¿Puedo saber tu nombre para empezar?
—¿Cuál es el tuyo?
—Pregunté primero.
—Y yo después— ambos soltaron una risa— dímelo, prometo decirte el mío si aceptas que te lleve.
Empezaron a sudarle las manos, esa proposición era arriesgada ¿no? seguía siendo alguien nuevo, por mucho que lo espiase por diversión y curiosidad, se notaba que era mayor que ella, un adulto que trabajaba para pagarse sus cosas, incluída una casa como la que poseía.
—Mm, Lim. Lim Dongbaek.
—Que nombre tan interesante, no tienes cara de Dongbaek— él no tenía cara de nada, le extendió una mano— un placer, Lim Dongbaek quién siempre camina sola por la noche.
Estrechó la mano enfundada en el guante e inclinó la cabeza respetuosamente, él igual.
—Un gusto.
—¿Te acerco a la sociedad o no?
—¿Y tú nombre cuál era?— su pie chocaba contra el asfalto, impaciente, a él seguro le causaba mucha gracia— Si quieres que me suba ahí sin casco-
—Si tengo un casco, siempre responsable— señaló la parte trasera— quiero que tengamos confianza, Dongbaek.
—Que sospechoso eres, 07.
Hubo un silencio que Dongbaek catalogó como incómodo. Hasta que escuchó su risa.
—Sabía que tenías buena actitud, se nota— ocurrió algo asombroso, levantó el visor del casco, permitiéndole ver sus ojos— Mmm, Jeon. Jeon Jungkook.
Se sonrojó totalmente. Luego aclaró su garganta.
—Un placer, Jeon Jungkook quién siempre usa casco y sale todas las noches.
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