Jungkook esperó a que Nana se fuera a su habitación para él colocarse una camiseta y cruzar la calle, tenía que visitar a los Lim, reunirlos en un mismo sitio y contarles sobre sus planes. Ni siquiera Dongbaek sabía.

Quien lo recibió fue la señora Lim, ella le sonrió y jaló dentro de la casa, la veía muy feliz últimamente, le daba gusto, cuando entraron a la sala, el señor Lim y su hija estaban jugando entre ellos como era usual, Dongbaek parpadeó apenas le vio.

—¡Hace menos de media hora estaba en tu casa!— le dijo, se encogió de hombros.

—Debo pedirle permiso a tus padres para algo.

—¿Eh?

—¿Confías en mí?

Dongbaek entrecerró los ojos, Jungkook se llevó una mano al pecho ofendido con la falta de respuesta y las risas de ambos padres de fondo.

—Si confío.

—Entonces di que si quieres— lo hizo— vale, ponte de pie aquí a mi lado entonces.

—Yep.

Dió un brinco, ahora ambos veían a los mayores frente a frente, entonces, Jungkook saca un folleto que lleva por título Tailandia es una maravilla. Lo entrega al hombre y comienza una explicación no muy detallada.

—Dongbaek está aburrida, compré boletos para Tailandia y necesito su consentimiento para llevármela de viaje a este nuevo hotel que asegura, es una maravilla. Lleno de atracciones, animales y comida deliciosa, contraté un guía turístico y he abierto un espacio de siete días en mi apretada agenda para hacer de este evento algo posible— les regaló una sonrisa y guiño de comercial— Ayúdame— susurró a Dongbaek.

Esta espabiló.

—¡Wow! ¡Qué increíble logística!— le aplaudió a pesar de su sorpresa— Nadie como tú.

—¿Eso en qué me ayuda?

—Muestro mi entusiasmo.

La mujer les interrumpió.

—¿En qué momento preparaste todo esto, cariño?

—Hace un mes, la idea era irnos hace unos días atrás, pero ocurrió el percance con mi auto y otros eventos inesperados que retrasaron todo un poco.

—¿Quiénes participan de este viaje?

—Su hija y yo.

Dongbaek solo estaba en silencio, pensó que Jimin y Nana también estaban incluídos en el plan. Siendo así, no sabía si la respuesta de sus padres sería afirmativa, vamos, que no le iban a prohibir decidir por su cuenta pues ya era una adulta, pero así era la temática en su casa.

La señora Lim suspiró.

—Está bien, yo ayudaré a Dongbaek a empacar mientras Jungkook y tú hablan más al respecto— pestañeó tantas veces que sus ojos dolieron un poco— esto tiene fecha de mañana, tenías que haber avisado con más tiempo.

—Totalmente mi culpa— el corredor sonreía porque lo había logrado— no vuelve a suceder.

—Confiaré en tí— se levantó, dio un apretón a su hombro y se llevó a Dongbaek escalas arriba.

Dejando a Jungkook y al señor Lim, solos. El mayor le hizo una seña para que se acercara, Jungkook se sentó junto a él, estaba tranquilo, no le tenía miedo al hombre pues él no era tétrico ni nada parecido.

—Escucha, hijo, me alegra mucho que Dongbaek te tenga en su vida y que la ayudes a salir de su monotonía. Así que te agradezco porque ella es muy feliz desde que te conoce.

Asintió, sintiéndose halagado.

—¿Pero?

Negó.

—No hay ningún pero, estoy confiandote a mi niña, sé que está en buenas manos, quierela, cuídala, no la lastimes.— leyó el folleto por segunda vez— Esto se ve increíble, también quiero ir.

—Podríamos organizar un viaje todos juntos más adelante.

—Claro, con tu excelente logística me imagino, eh— sonrió— podrías invitar a tus padres también y sería un viaje familiar.

Hizo una mueca.

—No creo que a ellos les haga mucha gracia viajar juntos, pero seguro mi hermana y mi madre estarían más que encantadas. Podemos pensar en algo desde ahora.

—Mi lista es larga, podemos ir a un lugar con nieve— dramatiza un poco— nunca pude aprender a esquiar y era mi sueño.

—¿Y su corazón si soporta la temperatura?

—¡Ya!— le dio un zape, Jungkook se carcajeó mientras se acariciaba la zona— ¡Cuidado a quien le hablas!