Dongbaek consideraba todo lo que sus ojos veían como algo simplemente increíble, no entendía nada, pero cumplía con su papel de apoyar a Jungkook aunque fuesen solo carreras de práctica. Él era tan rápido y según escuchaba a su equipo decir, toda su técnica era muy buena, confiaba en esas opiniones soltadas al aire por parte de sus compañeros de trabajo.

Jimin llamó su atención, señalando un poco más a su derecha. Suspiraba.

—Él es Jung Hoseok, el novio de Nana— amplío los ojos, detallando al hombre quien estaba muy ocupado viendo a Jungkook dar sus dos últimas vueltas— me pregunto qué ha venido a hacer.

—Es competencia, ¿No?— asintió— vaya...

—Nana dice que a Jungkook no le importa mucho que esté con él, pero, la rivalidad está ahí. Sé que a él no le agrada del todo.

Tendría que preguntarle a Jungkook sobre el tema más tarde. Él terminaba, bajó del auto empapado en sudor pero con la sonrisa más grande, esperó pacientemente a que terminase de conversar con quién creía ella— no estaba segura, solo suponía— era su director de equipo, de soslayo vió a Jung Hoseok, no hizo ningún gesto específico, pero sí dejó de sonreír tanto.

Luego, corrió hacia ambos amigos, habló con Jimin primero y luego abrazó a Dongbaek con todas sus fuerzas para molestarla pues estaba sudado.

—¿Qué tal?— le preguntó.

—Es muchísima adrenalina solo verlo— se sacó la mano del pecho— admito que, me preocupé un poco.

—No tienes qué y no vuelvas a hacerlo, solo mándame la mejor energía y verás como todo sale bien— hace una mueca después— tú querías saber cuál era el novio de Nana, supongo que ya Jimin te lo ha presentado.

Asintió.

—¿No te agrada?

—No lo odio, solo ha hecho cosas con las que no estoy de acuerdo. Pero no es mal tipo, solo somos muy diferentes.

¿Cómo cuáles? Quería preguntar, pero se lo ha guardado porque no se sentía como el momento adecuado.

Dongbaek abrió la puerta de su habitación, muy confundida, encontrándose a su novio de pie allí. Él entró, notando el desastre de ropa por todas partes y ahora el confundido era él.

—¿A dónde vas?

—Hola, estoy muy bien, gracias por preguntar.

—Lo siento, amor— sonrió— estoy distraído. ¿Vas a salir?

—Si, iré con los chicos de compras— básicamente, saldrían para terminar de abastecer el refrigerador de Jungkook y hacer planes de una cena decente para los padres de este— no esperaba tu visita, siempre me avisas.

—Venía a preguntar por algo que me tiene bastante intrigado— le entregó su teléfono luego de buscar lo que deseaba enseñarle, Dongbaek lo tomó y suspiró— está en todas partes, me hace preguntar si tu amigo sabe que yo existo.

Una fotografía de la prensa posteada en Instagram, del momento en el que Jungkook se acercó a abrazarle y con títulos carentes de verdad. Le devolvió el teléfono.

—Por supuesto que él sabe que existes y está claro que solo buscan crear polémica. Acompañé a Jungkook a prácticas, no es nada escandaloso.

—Y Jungkook suele ser muy fanático del contacto físico pues en todo lo que publica estando contigo, tiene que tocarte.

—Jae, por favor, son abrazos, no hay nada de malo en eso.

—No me agrada, Dongbaek. No me agrada él, tampoco me agrada su amistad, sin embargo no te voy a prohibir nada porque no me corresponde, pero como mínimo que no esté poniéndote las manos encima todo el tiempo.

Eso la molestó.

—Sabes que mi aprecio por Jungkook es enorme, es mi mejor amigo y a mi no me molesta en absoluto que él me demuestre lo mucho que me aprecia abrazándome. Un abrazo no es delito y tampoco infidelidad, Jaehyun.

—O sea que el como me siento respecto a mi novia abrazando tanto a otro, no te importa en absoluto. Me ha quedado claro— guardó su teléfono— Disfruta tu salida, luego me comentas como te fue.

—¿De verdad vas a irte así?

—No tengo ánimos para hablar más el asunto...— caminó hasta la puerta, abriéndola— que al menos no lo haga en público, así no me entero y no tengo estos malestares estúpidos.

Se fue sin más, Dongbaek se sintió mal, hacía mucho tiempo que no discutían así.