Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Extraños

Desde que ambos podían abrazarse y simplemente estar muy cerca al otro, resultaba complicado fingir frente a Jimin y Nana que todo seguía igual que siempre. Aunque en ese momento, ambos estaban muy entretenidos viendo al perro, Jimin más que nadie.

—¿Este es el perro guardián al que le limpiarías tres kilos de mierda con una pala todos los días?

—Hubo cambio de planes, no lo hagas sentir mal.

Suspiro, el perro orejón observaba a Jimin fijamente y sacudía la cola, ganándose una sonrisa de parte de este. Luego, Jimin leyó la placa con su nombre y esa sonrisa se perdió.

—Es el nombre más horrible y ridículo que jamás le han puesto a un perro— Nana al fondo se reía de lo exagerado que era Jimin— ¿Optimus Prime no estaba disponible?

—¿Es tu perro o el mío?— se lo arrancó de los brazos— No te pedí tu opinión, idiota.

—Creo que me iré, solo vine a saludarlos y para que conocieran a Terry— acarició la cabeza del can— volveré con mis padres, hay mucho que conversar.

—Llámame si me necesitas.

Dongbaek asintió, Jungkook igual. Sus amigos solo les veían atentamente, ella no vio prudente alargar más el momento y solo se giró para irse, Jungkook sacudió la mano y una de las patitas de su hijo, maldiciendo la presencia de su hermana y amigo.

—¿Qué cosa tiene que hablar con sus padres como para necesitarte?

—Eh, nada grave. Estuvimos charlando un rato antes de venir, mientras empacamos, sobre mi mudanza.

—¿Así qué?— los tres se sentaron, Jimin compartiendo sillón con Nana y Jungkook jugaba con las patitas de Terry para evitar mirarlo—¿Qué hiciste?

—Nada, solo le dije que podía quedarse conmigo cuando iniciara el nuevo semestre, le quedará más cerca y hablará con sus padres sobre eso— el perrito se acomodó en su regazo, listo para dormir su siesta de la tarde— ahora que tenemos un hijo, pues entre ambos le cuidaremos.

—Ustedes dos son tan raros a veces— Nana hacía el comentario, bufando— ¿Por qué pensaste que Dongbaek se había ido cuando llamaste? ¿Discutieron?

Una discusión muy interesante.

—Algo así, no fue grave, solo exageré.

Jimin entrecerró los ojos, desconfiando de la palabra de su mejor amigo, es que este no sabía mentir muy bien.

—Entonces me imagino que las vacaciones fueron tan perfectas como se veía en las fotografías que les sacaron.

—Tanto así que fueron las mejores que he tenido hasta el momento.

Se levantó, camino a las escalas escuchó los pasos de ambos seguirlo, blanqueó los ojos, fue hasta su habitación y ubicó al cachorro en el centro de su cama. Nana se apoyó en el marco de la puerta.

—¿Y descansaste?

—Mucho, nunca había dormido tanto y tan bien. Gracias por preguntar.— abrió una de las maletas, tomando una camiseta que compró en el concierto, estaba firmada— Te traje esto, disfrútala.

La recibió, todavía juzgandolo con la mirada. Dos segundos después se rindió y se fue, avisando que saldría.

Dejándolo solo con Jimin.

—¿Y lo que hablamos?— ahora tomó su teléfono, mensajeando a Dongbaek para decirle que Jimin lo estaba presionando, no recibió respuesta porque ella también debía estar ocupada hablando con ellos al respecto— No puede ser que todo lo que te dije haya sido en vano, no te creo tan cobarde, Jeon.

—¿Qué quieres que te diga?

—Que al menos ese tiempo pegado a ella te sirvió para pensar en tus sentimientos.

Asintió finalmente.

—Sí, justo después de nuestra charla, pensé en mis sentimientos y estuve toda la madrugada fumando y sopesando el hecho de que me gusta Dongbaek. Mucho.— admitió.

Jimin escuchó el coro de los ángeles en sus oídos, como si presenciara una revelación insólita. Por poco y soltaba algunas lágrimas.

—Estoy muy orgulloso— se acercó, apretó su hombro— muy orgulloso. Dongbaek es una gran mujer, solo tienes que conquistar su corazón, no será difícil.

—¿Y si es igual de caótico que mi última relación?

—No lo será porque Dongbaek representa cualquier cosa menos caos, te lo prometo.— señaló al can en la cama— Aceptó tener una salchicha contigo, eso dice mucho.

Jungkook rio, ahora sintiéndose mal por no contarle. Sin embargo, tenía algo pendiente antes.

—Park— se cruzó de brazos— tu promesa.

—Más tarde.

—No, ahora— mientras Jimin se apoderó del borde de su cama, él acercó una silla para él— me dijiste que si admitía esto, me contarías qué te sucedió en mi ausencia ya que era algo que no podía hablarse por teléfono.

—Lo sé. Pero siento que vas a odiarme.

—Lo dudo, puedo hacerme una idea de lo que es— presionó, en realidad no tenía idea—dímelo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro