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Único

La noticia de que para la feria del viernes se haría un Stand de Besos corrió por todo el instituto como agua, en especial porque las que estarían detrás de ese stand serían Chou Tzuyu, Cho Miyeon y, por si ellas fueran pocas, también estaría nada más ni nada menos que Kim Jennie, una de las chicas populares. Todo el mundo quería con ella, a pesar de que aún iba en tercer año de preparatoria; hasta las alumnas de último año querían probar sus labios.

Claro está, que cuando la noticia llegó a oídos de Lalisa, no le agradó mucho la idea, pero no podía refutar nada. Después de todo, era un Stand que beneficiaría al instituto y a orfanatos, y ella no era nadie para prohibirle algo a Kim.

Así que compraría todos los tickets y así tendría la oportunidad de besar los lindos y delgados labios de aquella chica peliblanca, poder poner sus manos en esa cintura, solo ella. Ah, y por si aún no les quedó claro, a Lalisa le gusta Jennie.

Ahora estaba con Roseanne caminando a pasos rápidos hacia el salón de Jennie, pero no iba a verla a ella, claro que no, iba a ver a Kim Jisoo y a Bae Joohyun, mejores amigas de Kim y creadoras del Stand.

Entró y todos la miraron; algunos incluso querían molestarla por cómo se vestía, pero nadie dijo nada porque iba con Park, y uy, esa sí que daba miedo. Aunque Lalisa nunca entenderá por qué se burlan de cómo se viste: usa pantalones negros y una sudadera verde militar. ¿El chiste está en? Exacto, en ninguna parte, porque no hay chiste, solo están jodidos de la cabeza y quieren desahogar sus problemas burlándose de las demás.

―Kim Jisoo ―dijo llegando y poniendo dinero en la mesa de esta―. Quiero comprar todos los tickets de Jennie en el Stand de los besos. ―La chica pelinegra la miró y luego respondió algo confundida:

―Ehh, Lalisa... Hoy apenas es miércoles, si quieres comprar un ticket y ser la primera en besar a Jennie, hazlo el viernes en la mañana. ―Lalisa bufó, tomó su dinero y se fue.

―Lo siento, Soo. Los anda un poco... rara ―se disculpó Rosé antes de salir tras su amiga, pero esta no estaba ni cerca. Sería un largo receso para Roseanne.

Ya era jueves, Lalisa estaba impaciente porque ya fuera viernes; quería comprar todos los tickets para Kim Jennie. No dejaría que nadie la besara. ¿Y qué si tenía derecho a hacer eso? ¡Quizás! Pero da igual, ella pagaría por todos esos tickets.

Salió del salón y caminó con dirección hacia su casillero, pero se detuvo al ver a Jennie apoyada en él. Dio un respiro profundo y caminó con seriedad hacia su casillero.

―Hola, Lili ―le dijo Jennie, haciendo un leve movimiento de cabeza a modo de saludo. Kim mordió su labio. ¿Por qué Manobal era así? ―Mañana es la feria, ¿irás?

―Sí, iré. ¿Por qué? ―preguntó Lalisa.

―¿Quiere ir... conmigo? ―Lalisa la miró y luego rió.

―No, ya tengo planes con mi mejor amiga y luego con mi novia ―dijo, y Jennie asintió.

―Siento molestarte, Lili ―y se fue. Manobal la miró y suspiró; no quería comportarse así con la pequeña Kim.

Luego de eso, se fue a la cafetería y le contó todo a Rosé, quien era su fiel amiga y siempre estaba ahí para escucharla.

―Sigo creyendo que fuiste una tonta, ni siquiera tienes una novia ―dijo Rosé mientras le daba un leve golpe en la cabeza.

―Tú qué sabes.

―Todo. Soy tu mejor amiga y la única que tendrás en tu vida. ―Lalisa abultó sus labios, porque Park tenía razón, ella sería su única mejor amiga.

Era viernes ¡por fin! Era temprano, no había casi nadie en el instituto. Fue directamente al salón donde sabía que encontraría a Jisoo. Entró y la vio durmiendo, se acercó y puso todo su dinero en la mesa, despertando a la pecosa.

―¿Qué color son los tickets para Jennie? ―preguntó, y Jisoo, apenas consciente, sacó todos los tickets de su mochila; había rosas, azules y negros.

―Los negros son los de Jennie. ¿Quieres uno? ―le preguntó la pecosa, y Lalisa sonrió ladina.

―Los quiero todos.

Después de que Jisoo se sorprendiera, pero aun así le vendiera todos los tickets para Jennie, se fue de ese salón al suyo. Ya solo quedaba esperar a que terminaran las clases y la feria comenzara por fin.

Y bueno, la clase pasó rápido, al igual que las otras, y estaba feliz porque ya era la feria, pero primero tenía que ir a su casa a ponerse ropa más cómoda.

Caminaba tranquila por la vereda hacia su hogar, no tenía prisa, ya que lo único en la feria que le importaba era el Stand de Besos donde estaría Jennie, pero eso ya no le preocupaba, ya que ella tenía todos los tickets en su mochila.

Jennie estaba vestida con unos pantalones negros ajustados, una camiseta blanca y una chaqueta de cuero negro. Caminaba con cuidado por el pasto con sus zapatillas; eran nuevas y blancas, no quería ensuciarlas tan pronto.

Llegó al Stand y todas ahí gritaron; ya querían besarla, y bueno, en parte estaba feliz porque ganarían mucho dinero, la mitad del cual sería donado a orfanatos, pero, por otro lado, no quería ser besada por tantas personas.

Se acercó a la mesita donde se pagaban los tickets y se sentó arriba de ella. Estaba con una pequeña sonrisa cuando la primera chica se acercó a Jisoo para comprar un ticket después de que él avisara que estaba abierto.

―Hola, Jisoo, quiero un ticket para Jennie ―dijo el chico con una sonrisa.

―Sí, lo siento, no hay tickets para Jennie, ya los compraron todos. Solo están para Tzuyu y Miyeon ―dijo Jisoo, y Jennie lo miró con confusión.

―Oh, bueno, dame uno para Miyeon ―Jisoo le dio el ticket y recibió el dinero.

―Jisoo, hablemos ―Jisoo asintió y salió del puesto.

―Joohyun, hazte cargo de la venta, recuerda que no quedan tickets para Jennie ―Jisoo miró a Kim―. ¿Qué ocurre?

―¿Cómo que 'qué ocurre'? ¿Qué pasó con los tickets? ―preguntó.

―Alguien vino en la mañana, muy temprano, y los compró todos. Tenemos mucho dinero gracias a esa persona, así que ahora tienes dos opciones: o nos ayudas a vender los tickets o te vas a disfrutar de la feria ―rodó los ojos y estaba por responder cuando le llegó un mensaje.

―Un momento ―sacó su celular y vio la notificación.

Amor [1]
Ven a la azotea.

―Me tengo que ir ―dijo, y Jisoo asintió volviendo al Stand.

Jennie cruzó todo el pasto otra vez, entró en el instituto, subió las escaleras hasta la azotea y abrió la puerta. Dio un suspiro con una pequeña sonrisa al ver unas luces y una mesa con comida y una cajita en el centro. También había sillas que eran unos cajones de madera.

―"Planes con mi novia" ―dijo haciendo comillas con sus dedos―. Me dolió.

―Lo siento ―escuchó, y luego una risita se hizo presente―. Abre la caja.

Jennie, con una juguetona sonrisa, se acercó a la mesita y abrió la caja, riendo a carcajadas al ver lo que había en su interior. Tomó uno de los objetos y dejó la caja nuevamente en su lugar. Se acercó a la chica que estaba apoyada en la baranda y se puso de puntitas antes de besarla.

―Tienes un ticket ―dijo cuando se separó de ella.

―Corrección, tengo todos los tickets ―Jennie rió y besó otra vez los labios de la chica.

―No puedo creer que hayas comprado todos los tickets, Lisa ―se alejó de ella y se fue a sentar en uno de los cajones mientras tomaba una fresa y la comía.

―No iba a dejar que nadie besara a mi novia ―respondió sentándose junto a ella―. Aún no entiendo por qué aceptaste estar en ese Stand de besos.

―Fue de imprevisto; además, Jisoo me lo dijo cuando ya el rumor de que estaría en un Stand de Besos ya se había esparcido por todo el instituto ―se quedaron mirando por unos momentos hasta que Kim rompió el silencio―. Te amo, Nerd.

―¡Ya! ¡No me digas Nerd! ―Manobal hizo un puchero―. Pero igual te amo ―Lalisa sacó de su bolsillo una pulsera negra con las iniciales de Jennie, se la entregó y volvió a hablar―. Felices 2 años.

―No lo olvidaste ―dijo poniéndose la pulsera en su muñeca derecha.

―Claro que no... Y tú, por lo visto, lo olvidaste ―suspiró con tristeza.

―Mi regalo está bajo la ropa ―dijo con una sonrisa ladina.

―¿Lencería? ―dijo con sensualidad Lalisa, y luego ambas rieron.

Hablaron un par de cosas más mientras comían todo lo que Manobal había traído; rieron, se besaron, cantaron, y al final terminaron las dos acostadas en una manta, en la azotea, mirando las estrellas.

―Ya no quiero mantenerlo en secreto ―soltó la mayor de la nada, causando una sonrisa en la otra.

―Tampoco yo.

―Es que, ya no le encuentro sentido. Quiero que todo el mundo sepa que tengo novia y quién es, porque te amo, Lalisa, y eres lo mejor que me ha pasado en la vida. No quiero ocultar eso; no quiero ocultar lo que me hace feliz, ya no ―se volteó mirando a Lalisa. Esta le sonrió y la abrazó.

―También eres lo mejor que me ha pasado en la vida; te amo como no te haces una idea ―ambas se besaron―. Espero que nunca más vendas tus besos, porque solo yo puedo besarte.

―No lo haré, mi amor, no lo haré.

Adaptación; La historia no es de mi autoría, todos los créditos son para Night___jinnie

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