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Kinju se arreglaba para salir a la rueda de prensa donde lo elegirán como el nuevo heredero de las empresas Jeon. No sólo eso, dirá que se casara con Huh Yunjin y la nueva empresa lujosa para empleados de muchos países, porque no sólo se hará una, sino varias por parte de las empresas Golden de Ian J.
Claro, con esta noticia haría que vieran que es más inteligente que Jungkook. Estaba muy contento aunque aún contaba con un problema sobre cómo le haría para darle los 50 millones a Irán J. Bueno, con lo que ganó vendiendo la empresa de Tailandia se compensa todo ese dinero.
Ya estaba todo listo. Su traje impecable y con el mejor reloj en su muñeca. Salió de su habitación dirigiéndose a la salida donde Huh Yunjin lo espera, quien también luce elegante.
—¿Estás listo para aplastar a Jeon Jungkook? —le dice ella tomando del brazo a su ¿alfa?
—Por supuesto que sí. Nadie va a cuestionar mis ideas y mucho menos todo el sacrificio que hice para negar mi puesto.
—Que bueno que no anduve con él más tiempo. De saber que sería un trabajador más para una de las mejores empresas de Japón, ¡ja! Estaría tan avergonzada.
Expresa como si Jungkook le hubiera rogado.
Kinju toma sus manos y le da un beso.
—Descuida amor, vamos a humillarlo y nosotros haremos que todo esto haya válido la pena.
Ella le sonríe satisfecha. Claro que amara casarse con Kinju, esque se siente una tonta al querer regresar con ese alfa bueno para nada. Si estuviera con él, estaría en la ruina. Pero con Kinju, las cosas cambiarán para bien.
—Vamos, futura señora Jeon.
Juntos se suben al auto que los espera para ir a la conferencia de prensa. Será una noche maravillosa.
Jimin veía a su alfa con su pequeña la cual presentía que su papá se iría pronto. Ambos habían tomado un vuelo en la mañana y llegaron hace una a corea.
Él quería ir a la conferencia donde estaría a lado de Ian J. Quería darle su apoyo porque sabe lo humillante que será que su esposo entre ahí donde su abuelo y su hermanastro lo humillaran por verlo como el asistente de esa mujer.
Pero no podía a compararlo. Su pequeña hija estaba un poco enfermita y no quería arriesgarse de que algo más le pasé yendo a la conferencia.
Dejo salir un suspiro. Parece que su bebita está queriendo que su padre no se fuera, pero tenía que irse.
—Te prometo que llegaré temprano cariño. Iremos a casa y estaremos en la paz que te gusta de nuestro hogar. —La pequeña Eunchae sonrió al ver a su papi decirle esas cosas bonitas.
Si, ambos le pusieron Eunchae porque es un nombre hermoso que significa: Eun significa, benevolencia, bondad o virtud. Chae significa: Hermosura y elegancia. Ambos coincidieron en ponerle ese nombre. Están hermoso.
Jimin se acercó a ellos y abrazó a su alfa por la espalda, oliendo su olor a menta y limón dulce por parte de su hija.
—Creo que ella te está deseando suerte.
—Lo sé. Nota que me iré y pasaré un momento no se si agradable. Pero me esforzaré.
Le dice. Su pequeña Eunchae comienza a quedarse dormida. Tal vez por su olor. Le dejó un besito en sus regordetas mejillas y se la entregó a su omega.
—¿Enserio irás? —su pregunta se siente con temor.
Jungkook asintió.
—Iré porque es mi trabajo y no dejaré que ellos me hagan sentir lo que no soy. Además, con ese trato nos beneficia. Golden es una empresa ejemplar y si quieres nuestras mejores construcciones, hay que pagar bien.
Jungkook le da un beso a su omega.
—Me verás en televisión de todos modos. Desde ahí sentiré tu apoyo.
Jimin le sonrió.
—Te amo, mi robotin.
—Adoro ese apodo mi pequeño demonio de tazmania.
Jimin lo vuelve a besar.
—Pará buena suerte.
—Gracias amor. Me iré ahora que es tarde. Ian me espera abajo.
Se despide y toma sus cosas. Le besa por última vez antes de cerrar aquella puerta. Jimin se fue al sofá donde prendió la televisión. Le dará todo el apoyo a su alfa desde aquí.
—Papá es un alfa fuerte, tenemos mucha suerte mi pequeña Eunchae.
Jimin se quedó esperando a que todo comenzará.
Mientras tanto Jungkook veía en su móvil todo lo que pasaría dentro. Si, estaba nervioso, pero a la vez ansioso de querer ver lo que pasará cuando el abuelo se entere que Kinju le dio 50 millones a Ian. Mucho dinero para una empresa, si tan solo supiera que no se puede dar tanta cantidad tan de repente.
Su error de novato le hace un favor. Y lo va a gozar.
Al llegar, Ian salió primero. Se veía linda y elegante con su traje, ella odia un poco los vestidos por lo que un traje no está mal. Sale Jungkook detrás mientras que los de seguridad están de tras.
Al llegar al lugar, el cual es un hotel. Ambos caminan hacia donde será la rueda de prensa. Había mucha gente para presenciar todo lo que la compañía Jeon dará. Cerrará sus dudas con respecto a las decisiones de Jeon Kinju.
Estando en sus lugares, esto da comienzo y Kinju sale saludando a todos. Los flashes de las cámaras no tardan en aparecer. Hace una reverencia y detrás de él sale el abuelo Jeon. Con su impecable traje y su mirada seria. Saluda y todos van a su lugar.
Kinju se coloca aún lado y comienza con lo que vino a decir.
—Buenas noches a todos. Espero que estén bien y que disfruten de esta conferencia sobre lo que serán las empresas Jeon de ahora en adelante.
Comienza a decir.
—Se que han tenido muchas preguntas respecto a lo que está pasando con las empresas que he vendido. Todo tiene un propósito y es esto.
Les muestra una imagen de una empresa nueva donde se ve que tiene buena estructura. Todos se quedaron fascinados.
—En un año y medio. Esta hermosa empresa se construirá. Tiene garantizado una mejora de ambiente para los trabajadores, los cuales pensamos mejor para un buen trabajo. Además que ya tenemos clientes a quienes quieren nuestras piezas de automóviles. Tesla es uno de ellos.
Todos murmuraron ante lo que dijo. Eso fue impresionante contanto que Tesla es de alta tecnología.
—Si él confía, quién no. —dice sonriendo— Pero su duda es ¿por qué una nueva? ¿Por qué no quedarnos con las que ya teníamos? Pues muy fácil. En otros países como Canadá, México, Colombia y Argentina le beneficia un trabajo justo y bien pagado. Por eso llevaremos esta obra de arte a aquellos países con trabajadores honestos y luchadores. Tendrán un segundo hogar donde se sientan a gusto.
El abuelo Jeon sonrió orgulloso de su nieto, estaba haciéndolo bien.
—Pero para ello necesitamos una constructora que nos eche la mano y para eso tenemos de alianza a nada más y nada menos que a Ian J.
Todos se quedaron más perplejos. Murmueraban que Ian J no trabaja con coreanos, es una buena noticia que ella haya aceptado todo esto.
—Por favor entra.
La recibieron con muchos flashes de las cámaras y aplausos. Ian camino recta con un porte intimidante pero con una sonrisa amable. Ella hizo una reverencia ante todos ellos. Kinju busco a Jungkook quien no se veía por ningún lado. Seguro se acobardó al ver que quedaría humillado.
Ian se posó enfrente al estrado con una mirada fija en todos esos reporteros.
Jimin desde la sala donde mira todo esto, nota que su alfa no está. Esperaba que no se arrepintiera de último momento.
Ian guardó silencio un poco hasta hablar.
—Hola, yo soy Ian J. —dice al fin. Pero se detiene y suelta una sonrisita que dejó confundido a Kinju— Bueno, no... Mi nombre real es Beth Kim. En realidad representó al empresario y fundador de la empresa Golden.
¿Qué? Era la pregunta que todos se hacen. Kinju no entendía nada y el abuelo menos. Esto se quedó con más preguntas de ¿por qué decía eso? ¿Ella no era Ian J.?
—Así que, como es un gran día para las empresas Jeon. Nos gustaría presentárselos personalmente. Puedes pasar, Jeon Jungkook.
—¡¿Qué?!
Se preguntó Kinju cuando miro a su hermanastro entrar con un traje de marca y hecho a su medida. Nadie lo podía creer, ni siquiera el abuelo Jeon que estaba en shock, peor que Kinju.
Jimin quién venía todo se quedó con la boca abierta. Su alfa, el amor de su vida era dueño de las empresas de construcción más importantes del país de Japón y de Estados Unidos? ¡¿Qué?!
Al entrar todos decían: ¿no es el hermanastro de Kinju?" "Waa... no puedo creerlo." " Ese hombre es dueño de las mejores empresas?"
Jungkook camino a paso firme. Kinju estaba enloqueciendo. Esto tenía que ser una broma. Una de muy mal gusto.
Jungkook le dio una mirada seria a Kinju quien aún tenía los ojos abiertos de par en par. ¿El era Ian J.? ¿Qué?
Sus dudas eran notorias y Jungkook las disfrutaba como nunca antes. Esto debió doler en el orgullo de su hermanastro. Pasó de él y quedó frente a todos con una media sonrisa.
—Buenas tardes. Soy Jeon Jungkook, aunque más conocido por Ian J. El arquitecto de las empresas Golden.
Los murmullos y sus expresiones decían todo.
—Seguro que a muchos de ustedes les sorprendió verme aquí. Puede que me conozcan como el ex CEO de las empresas Jeon. Entiendo sus dudas, pero déjenme decirles que es un honor para mí saludarlos hoy. —Hace una reverencia— No como Jeon Jungkook sino como Ian J. El hijo mayor de Jeon Gong Yoo y de Hong Yoona. Y como muchos de ustedes me recuerdan soy el hijo de una infidelidad que no fue más que una barbaridad sacada de contexto. Pero no se puede negar que por mi sangre corre sangre de un Jeon.
Mudos. Todos quedaron mudos ante lo que el alfa decía, incluso el abuelo Jeon.
—Tengo el talento que tengo porque use todo mi conocimiento y dinero para construir a una edad de 22 años la empresa que me ha dado la fortuna que tengo hasta ahora. —ajusta sus lentes mirando la cámara— Desde el fallecimiento de mi madre el cual es muy cuestionable y el de mi padre también, quiero decirles que me dedique a la construcción y no solo a eso, sino a lo automotriz. Es por eso que siendo el hijo no deseado de la familia Jeon, fui bien entrenado para esto, porque jamás fui criado con la intención de amor o afecto de parte de mi abuelo, sino más bien, de una máquina para una empresa que yo lleve a la cima por mis esfuerzos.
Continuo como solo él lo sabe hacer.
—Hubo muchos momentos donde me quería rendir. Porque sacarme adelante y tener mi propio imperio era la mejor motivación que me pudo servir. En eso conocí a Beth Kim. Quien me ayudó con mi sueño. Después de tantas bajas y altas, me encuentro aquí hoy. Así que estaré ansioso por sus preguntas.
Un reportero levantó la mano y Jungkook le dio la voz.
—Una pregunta señor Ian J. ¿Por qué eligió el proyecto de Jeon Corporation como su primer trabajo en Corea? ¿Fue para ayudar a su hermano? ¿Con qué objetivo si lo corrieron al salir a la luz lo del fraude hacia su persona?
Kinju apretó la mandíbula que hasta escuchaba el rechinar de sus dientes.
—Asies. Soy el hijo mayor de Jeon Gong Yoo. Además a mi hermano le vendría bien una mano. Creo que mi hermano sentirá lo mismo que yo.
Kinju temblaba de coraje y sudaba frío.
—Estoy seguro que fue un gran justo para la empresa. Sin embargo, se hizo un contrato con condiciones irrazonables para contratar Golden. Además de un adelanto de 50 millones de dólares. La condición de que se pagaría cada mes el 5% de los que reciba la empresa.
Kinju casi se le sale el corazón ante lo que dijo su hermano.
—Es muy lamentable que haya endeudado a la empresa Jeon, sabiendo que ya no tienen las empresas que más dinero generaban por venderlas. -todos quedaron perplejos ante lo que oían— Así que dejó en claro que esta es una idea de mi hermano y no de mi abuelo. Pero aun así me comprometo a pagarla deuda y todo lo que se recaude del 5% se irá para una buena causa. Agente que lo necesita.
Los aplausos no se hicieron esperar ya que vieron todos y son testigos que el mayor de los Jeon es el más astuto y listo. Kinju quedó mal y mucho. Su hermanastro era más rico que él y eso le jodía.
Jungkook sonrió contento con lo que logró. Pero aún faltaba algo más.
—Falta algo más. Por favor pasen.
De repente, la puerta se abrió y un grupo de oficiales de la policía de Seúl entró, avanzando directamente hacia el abuelo Jeon.
—¿Qué pasa aquí? -preguntó el abuelo Jeon, confundido y enojado- ¡Sueltenme!
—Señor Jeon Dong-seok, usted está arrestado por la muerte de Hong Yoona, y Jeon Gong Yoo —dijo uno de los oficiales, sacando un par de esposas.
La sala estalló en un murmullo de sorpresa y confusión. Los periodistas comenzaron a hacer preguntas, pero los oficiales los silenciaron.
—¿Qué pruebas tienen? No tengo idea de lo que están hablando ¡Suéltenme! —preguntó el abuelo Jeon, resistiéndose a las esposas.
Jungkook se puso de pie, su voz firme y segura. Era hora de devolverle todo el maldito sufrimiento que le hizo pasar de niño. Todas las humillaciones que recibió de ese hombre que se hace llamar su abuelo. Aún tiene fresco todo y por eso aguanto, aguanto todo eso porque quería reunir las pruebas suficientes y fue paciente con todo, y ahora todos pagarán lo que tanto le hicieron.
—Tengo pruebas de que usted ordenó cortar los frenos del auto de mi madre.Y también tengo pruebas de que usted falsificó documentos para quitarme la herencia de mi padre. Las empresas Jeon son mías pero jugaste mal y me hiciste pensar que no tenía nada, todo para dárselo a Kinju.
El abuelo Jeon se quedó estupefacto, su rostro pálido de rabia y sorpresa.
—¿Cómo puedes hacer esto? No me digas que tú... —sabía la respuesta. El no trabajo ahí por gusto sino para tener pruebas y hundirlo.
La rabia lo dominó por completo.
—Eres igual a él -dijo el abuelo Jeon, su voz llena de veneno— No sabes cómo te desprecio. Tienes razón, no merecías nada, pero eras igual a tu padre, y vaya que no me equivoque.
Jungkook no dijo nada pues su venganza había dado frutos.
—Llévenselo —dijo Beth.
La policía se llevó al abuelo Jeon, mientras los periodistas gritaban preguntas y tomaron fotos.
Kinju se quedó perdido en la confusión, mirando a Jungkook con una mezcla de shock y rabia.
Beth se acercó a Jungkook y le dijo:
—Vamos, necesitamos salir de aquí.
Jungkook asintió, necesitando apoyo en ese momento. Beth lo sacó de la sala, mientras los periodistas seguían haciendo preguntas.
—¿Qué pasará con las empresas Jeon? —preguntó uno de los periodistas.
—Las empresas Jeon ya no pertenecen al abuelo Jeon —dijo Beth— La herencia de Jeon Gong Yoo fue dejada a Jungkook, y él es el legítimo dueño.
La noticia se esparció rápidamente por todos lados, y la opinión pública comenzó a cambiar. El abuelo Jeon, que una vez fue respetado y admirado, ahora era visto como un hombre cruel y sin escrúpulos.
Jungkook se marchó para ir con su omega, Jimin, necesitando su apoyo y amor en ese momento difícil. Sabía que la batalla no había terminado, pero estaba listo para enfrentar cualquier desafío que se le presentara.
Mientras tanto, Kinju se quedó solo en la sala, su mundo derrumbándose a su alrededor. No sabía qué hacer ni qué pensar. Su abuelo, el hombre que siempre había admirado, ahora era un criminal. Y Jungkook, el hombre que siempre había odiado, ahora era el dueño de las empresas Jeon.
Se quedó sin nada. Tal cual como le hizo sentir a Jungkook cuando solo era un niño sin nada.
Jungkook abrió la puerta del apartamento y fue recibido por el pequeño cuerpo de su omega, Jimin, que se lanzó a sus brazos. Jungkook lo abrazó con fuerza, necesitando sentir el calor y el consuelo de su pareja después de la larga y difícil batalla contra su abuelo.
—Mi amor —susurró Jimin, enterrando su rostro en el cuello de Jungkook.
Jungkook cerró los ojos y se dejó llevar por el abrazo, sintiendo cómo la tensión y el estrés se disiparon de su cuerpo. Había sido un día demasiado largo y difícil, y necesitaba sentirse seguro y protegido.
Finalmente, se separaron un poco y Jimin lo miró con ojos llenos de preocupación.
—¿Qué fue todo eso? ¿Es verdad que tú eras el dueño amor? —preguntó.
—Si, lo soy. Pero todo tiene una explicación.
—¿Puedes contarme?
Jungkook suspiró y se sentó en el sofá con Jimin en su regazo. Comenzó a contarle toda la historia, desde la llegada de la policía hasta el arresto de su abuelo. Jimin escuchó atentamente, su rostro reflejando su sorpresa y su rabia.
Cuando Jungkook terminó de hablar, Jimin lo abrazó de nuevo.
—Lo siento mucho —dijo— Debería haber estado allí contigo.
Jungkook sacudió la cabeza.
—No, mi amor. Estabas aquí con nuestra hija, dónde estás seguro. No quería que esos parásitos te tomarán fotos. De todos modos al fin cobre la venganza por parte de mi madre y padre. Me hice justicia.
—Aún no puedo creer que te quitará todo lo que tú padre te dejó. Son de lo peor.
—Sí, pero como lo dije, todo se paga y él pagará por lo que le hizo a su hijo y a mi madre. Todo por obligar a alguien a amarlo de la peor manera. No debería ser así, amar a tu destino es lo mejor, aunque hay excepciones como Hoseok y Taehyung. Por suerte, yo solo tengo sentimientos por ti nene. Eres mi destino y mi vida entera.
Lo besa porque era lo único que necesitaba ahora mismo. Jimin se dejó besar porque amaba los besos de su robotin.
La pequeña bebé, que había estado durmiendo en su cunita, comenzó a llorar y Jimin se levantó para atenderla. Jungkook la ayudó a cambiarle el pañal y a darle de comer, y después se acurrucaron en el sofá, con la bebé en medio.
La noche era larga y silenciosa, pero Jungkook se sentía en paz. Tenía a su familia con él, y eso era todo lo que necesitaba.
—Mí amor —dijo Jimin, acurrucándose en su lado.
—Sí, mi amor —respondió Jungkook.
—¿Esto terminó ya? ¿Ahora eres el dueño de dos empresas?
—Si, pero hay cosas que debo solucionar y con respecto a Jeon Corporation, creo que se la dejaré a cargo a Namjoon y Hoseok. Yo quiero encargarme de la mía propia.
—¿Y qué pasará con Kinju? —pregunta Jimin.
—Mi padre le dejó dinero. Se lo daré porque sé que tendrá un hijo con Huh Yunjin. Ese pobre bebé, solo fue creado por la ambición de mi hermano.
—Si es una lastima. Espero que ese bebé no sufra.
La bebé comenzó a dormir, y Jungkook y Jimin se miraron el uno al otro, sonriendo. La noche era larga, pero sabían que podrían enfrentar cualquier desafío mientras estuvieran juntos.
Finalmente, se durmieron, rodeados por el calor y el amor de su pequeña familia.
Al fin Jeon Jungkook obtuvo su venganza. Tal vez esto no le devolvió a sus padres, pero al menos su reputación quedó intacta.
Se viene el final y vaya sorpresa. ¿Quién lo adivino? Las estate leyendo.
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