Kinju se sentó en el sofá de su oficina, con Huh Yunjin frente a él. Una sonrisa calculadora se dibujó en su rostro.

—Es hora de actuar. —dijo Kinju— Es hora de hacer saber al mundo sobre Jimin.

Yunjin levantó una ceja.

—¿Qué quieres decir? ¿Ya tan pronto? Creí que esperaríamos. —dice ella mientras ve a Kinju

Kinju se inclinó hacia adelante.

—Quiero que reveles su pasado. El tiroteo, la agresión, la adicción... todo. Quiero que el mundo se entere que ellos son una mala imagen para las empresas Jeon.

Yunjin asintió con una sonrisa. 

—Vaya, si que juegas sucio. Y ¿qué hay de Jungkook? ¿Público eso también?

Kinju sonrió de nuevo.

—Ah, sí. También queremos que se sepa sobre los rumores de desvío de dinero. Que la gente piense que Jungkook está involucrado en algo sucio.

Yunjin se puso de pie.

—Lo haré. Mañana mismo esos dos estarán en el ojo del huracán.

Kinju asintió.

—Sí. Es hora de que Jungkook pague por lo que me ha hecho. Y Jimin... necesita aprender que ser un criminal adicto tiene sus consecuencias.

Yunjin salió de la oficina, con una determinación fría en su rostro.

Kinju se quedó solo, sonriendo para sí mismo.

—Pronto, Jimin y Jungkook serán el centro de atención. Y yo seré el que salga victorioso. El abuelo solo necesita este empujón para dejarme todo, yo seré el dueño y nadie podrá decirme lo contrario.

Kinju es un tipo ambicioso que hará todo lo posible para quedarse con lo que él cree que le corresponde. Bebe su copa y sonríe triunfador, pues mañana será una pesadilla para su querido hermanito.

Jungkook había despertado temprano, no pudo dormir bien por lo que pasó ayer con su abuelo. Jimin le curó y cenaron. Aunque estaba siendo fuerte, se sentía de la mierda, porque todo su esfuerzo de llevar esa empresa a donde está, se la darían a su hermanastro. Alguien que no puso sudor y esfuerzo en ella.

Eso no lo permitirá.

Fue a la cocina para preparar el desayuno, en eso, su móvil sonó con un mensaje de Hoseok. Lo abre y da clic en el enlace. Ya había empezado, sentado en el sofá, mirando su teléfono con una expresión de shock y enfado. La noticia había salido en todos los medios de comunicación: "El omega de Jeon Jungkook, Jimin, tiene un pasado oscuro" y "Rumores de desvío de fondos en la empresa y Jungkook".

Se levantó del sofá y comenzó a caminar por la sala, su mente racionalizando la situación. "¿Cómo pudieron hacer esto?", se preguntó. Sabía que esto lo usaría Kinju para quitarlo del camino, no tenía que ser un maldito vidente para saber que fue él.

De repente, escuchó un sonido detrás de él. Era Jimin, que se había despertado y se estaba estirando.

—¿Qué pasa? ¿Por qué te ves alterado? —preguntó Jimin, notando la expresión de Jungkook.

Jungkook se acercó a él y le mostró el teléfono.

—Esto. —dijo.

Jimin se sentó en el sofá y comenzó a leer las noticias. Su rostro se puso pálido.

—¿Pero que mierda? —dijo, su voz temblando. Lee la noticia sobre él, sobre sus problemas más íntimos y traumantes.

Jungkook se sentó a su lado y lo abrazó.

—No te preocupes, amor. Voy a hacer que borren todo eso.

Jimin se volvió hacia él, con lágrimas en los ojos.

—No, no borres nada. Sabía que tarde o temprano eso se sabría.

—¿Pero amor? —Jimin toma sus manos mientras lo mira a los ojos—. Estoy bien, ¿creen que eso me destruirá? Pues están equivocados, yo pase por algo desafortunado, eso no es motivo de vergüenza.

—¿Entonces por qué lloras? —Jimin bajó un poco la mirada pero quería ser sincero.

—Porque por mi culpa esto te está pasando. Se que mi aspecto no es el mejor, tengo tatuajes en mis brazos y mi cabello es raro. Esto solo me da culpa porque tu abuelo te quitará todo por lo que te esforzarte y me siento mal.

Jungkook negó apartando sus lágrimas de sus mejillas abultadas.

—Amor, no sientas culpa de esto. Tú eres hermoso tal y como eres, eres especial para mi y lo sabes. Estoy enamorado de esos tatuajes en tu piel y de tu cabello, todo tú me tiene enamorado. No digas esas cosas amor. —le besa y Jimin se siente enternecido por sus palabras.

—¿Pero y tu empresa?

—A la mierda. Lo único que me importa está aquí conmigo. —Jimin lo abraza, Jungkook lo ama tanto.

Ambos se separaron del abrazo, pues esto pintaba mal de todas maneras.

—¿Y qué vas a hacer? Los rumores esos son estúpidos. ¿Qué tal si te arrestan? No quiero que te metan a prisión. —dice preocupado Jimin.

—Descuida amor, sé lo que hago. Tengo un plan y no pienso fallar. Déjame esto a mi, voy hacer que todo esto se resuelva y tal vez, nos mudemos un tiempo.

—¿Mudarnos? ¿Adonde?

—¿Qué te parece Japón? Tengo una casa ahí y podremos irnos un tiempo en lo que esto se esfuma.

Jimin estaba confundido.

—No me parece mala idea, pero ¿y la empresa?

—Ya te lo dije, lo que más me importa eres tu y mi cachorro. Necesito que estés bien porque jamás me perdonaría que algo malo te pasara.

—Pero... con lo de mi pasado y esto, será difícil que todo sea tan normal como antes.

Jungkook lo besó en la frente.

—No importa, Jimin. Tu pasado no define quién eres ahora. Y tu familia soy yo y nuestro hijo. Esto se va a solucionar hoy mismo. Déjame esto a mi amor.

Jimin sonrió débilmente.

—Confío en ti, haz lo que tengas que hacer y estaré aquí para apoyarte.

Jungkook se puso de pie y comenzó a caminar por la habitación de nuevo.

—Pero si algo te puedo prometer es que voy a encontrar a quien haya hecho esto y lo voy a hacer pagar.

Jimin se levantó y se acercó a él.

—No, Jungkook. No puedes hacer eso. Solo empeorará las cosas. Déjalo así.

Se abrazaron, y en ese momento, supieron que podrían enfrentar cualquier cosa mientras estuvieran juntos.

—Nos apoyaremos mutuamente —dijo Jungkook.

—Siempre. —respondió Jimin.

La noticia había salido, pero ellos sabían que su amor y su apoyo mutuo eran más fuertes que cualquier rumor o acusación. Estaban listos para enfrentar lo que viniera.

En ese momento, Jungkook recibió la llamada de su abuelo. Sabía que pasaría.

—¿Quién te llama? —le pregunta Jimin a su alfa.

—Es mi abuelo, necesito contestar. —con un suspiro contesta— Hola. 

—Jungkook, necesito verte ahora mismo en la empresa. Es urgente. —dijo el abuelo. Su tono de voz era serio como molesto.

Jungkook se puso tenso.

—¿Qué pasa?

—Es una junta urgente con el comité de la empresa, ven pronto. —respondió el abuelo.

Jungkook colgó el teléfono y se levantó.

—¿Qué pasa? ¿Qué quiere? —preguntó Jimin.

—Mi abuelo quiere verme en la empresa. Seguro es por el tema de los desvíos de fondos. —dijo Jungkook.

Jimin se puso de pie nervioso.

—Voy contigo.

Jungkook negó con la cabeza.

—No, Jimin. Esto es algo que debo enfrentar solo.

—¿Pero si te meten a prisión? —Jungkook negó y le robo un besito en ese tierno puchero de su omega.

—Nada malo pasará, ¿se te olvida que soy tu robotin? Tengo un plan. Ahora llama a Hoseok y dile que se ponga en marcha con lo que acordamos, solo dile eso y ponte bonito, más bonito de lo que ya eres.

—¿Qué piensas hacer?

—Ya verás amor. Iré a cambiarme.

Jimin dudó, pero finalmente aceptó. Se cambió y besó a su omega quien parecía debatir si ir acompañarlo o no. Pero por ahora hará lo que le pidió.

Jungkook salió de la casa y se dirigió a la empresa.  Sin embargo, no esperaba encontrar miles de paparazzi afuera, todos gritando preguntas sobre los rumores de desvío de fondos.

Los guardias de seguridad los alejaron y Jungkook entró en la empresa. Debió saber que esos parásitos estarían ahí, pero a la vez estaba bien, pues si nada sale bien aquí, dará la noticia.

Al llegar a la sala de juntas, encontró a su abuelo, Kinju y los otros directores de la empresa. Todos los miraban como si fuera a la guillotina. En medio de todos ellos está su abuelo y a lado Kinju quien parecía estar feliz de esto.

Jungkook hizo una reverencia y tomo asiento.

Su abuelo comenzó a hablar.

—Jungkook, como ya seguro sabe, sabemos sobre los rumores que han salido en Internet. Desvío de fondos, corrupción... ¿cómo explicarías esto?

Jungkook se puso de pie.

—No tengo idea de qué hablan. Esto es falso. He trabajado muy duro en la empresa para que me saquen rumores que manchan mi reputación.

Kinju sonrió y sacó unos papeles de su carpeta.

—¿No sabes nada sobre esto? —preguntó, mostrando los documentos— Son documentos que encontré en tu oficina, son desvíos a un banco en Nueva York. Y según recuerdo, mandaste al hermano de tu omega ahí.

Los directores se miraron entre sí, dudando de Jungkook.

—Esto es falso. —insistió Jungkook— Park Namjoon está ahí por trabajo, no por fraudes. Tengo todos los movimientos financieros, jamás he tocado un solo dinero de las inversiones.

El abuelo Jeon se puso de pie.

—No importa qué haya pasado. Lo que importa es que las ventas han bajado y los inversionistas están parando todo. Ese rumor hizo que todo afectará. Además, esto es algo que mandaré investigar con la policía Jungkook. Porque si es verdad lo de estos documentos, serás mi nieto, pero tendrás que enfrentar las consecuencias de tus actos. Por el momento la única solución es despedirte.

Jungkook se enfureció.

—No pueden hacer eso. Esto es una mentira. He sacado adelante la empresa.

El abuelo Jeon se cruzó de brazos.

—Ya hemos tomado la decisión. Eres un riesgo para la empresa ahora mismo. No podemos arriesgarnos más de esto. Además, no soy el único que ha pedido tu despido y por lo tanto, quien queda al mando de la empresa será mi nieto Jeon Kinju.

Los directores se pusieron de acuerdo.

Jungkook se sintió traicionado.

—No puedo creer que me hagan esto.

Su abuelo se puso de pie.

—Ya no eres parte de esta empresa, Jungkook. Vete y queda pendiente esto. No eres nada en esta empresa.

Todos lo miraban como un criminal, en especial Kinju quien sonreía satisfecho.

La junta terminó y Jungkook salió de la sala, su corazón pesado y su futuro incierto. Pero a pesar de lo que ha pasado, sonrió, esa sonrisa que traerá cosas buenas.

Jungkook salió de la empresa, rodeado por una multitud de paparazzi que gritaban preguntas y tomaron fotos. No se han ido ya que quieren saber que pasó con él.

—¿Fuiste despedido? —preguntó uno de los periodistas.

—¿Es cierto que estás involucrado en un escándalo de desvío de fondos? —preguntó otro.

Jungkook sonrió confiado y se detuvo frente a la multitud.

—Sí, fui despedido —dijo con voz clara— Pero no voy a hablar sobre los detalles aquí.

Los paparazzi se acercaron más, ansiosos por obtener más información.

—¿Qué vas a hacer ahora? —preguntó uno de ellos.

Jungkook sonrió de nuevo.

—Voy a dar una rueda de prensa esta tarde para explicar todo. Los espero ahí.

La multitud de paparazzi comenzó a gritar más preguntas, pero Jungkook los ignoró y se dirigió hacia su coche.

A medida que se alejaba, la multitud de paparazzi lo siguió, pero Jungkook no se dejó afectar. Sabía que había tomado el control de la situación y que iba a manejar esto de la mejor manera posible.

Al subir a su coche, Jungkook sonrió para sí mismo.

—Este no es el fin —pensó— Es sólo el comienzo.

Llamó a Jimin y le dijo:

—Prepárate para la rueda de prensa de esta tarde. Vamos a contar nuestra versión de la historia.

Jimin respondió: —Estoy listo, Jungkook. Confío en ti.

Jungkook sonrió y colgó el teléfono. Sabía que tenía el apoyo de su omega y que juntos podrían superar cualquier obstáculo.

La rueda de prensa sería el primer paso hacia la reivindicación de Jungkook. Estaba listo para enfrentar a sus críticos y demostrar que no estaba derrotado.

Kinju celebraba junto a Yunjin, por su  logro. Por hoy, celebran, solo por hoy.

Jimin miró a su alfa con su traje negro, se veía tan guapo. Le dijo sobre la rueda de prensa y no es por nada, pero tenía ganas de vomitar. Los nervios hacían de las suyas. Pero su alfa tiene razón, si no aclaran esta situación podría perjudicar a ellos.

La rueda de prensa estaba llena de periodistas y cámaras, todos ansiosos por escuchar lo que Jungkook tenía que decir. Jimin se acercó a él, preocupado.

—¿Estás seguro de que esto es una buena idea? — preguntó Jimin, su voz llena de dudas.

Jungkook sonrió y le tomó la mano.

—Confía en mí, Jimin. Esto es necesario. Necesito demostrar que soy inocente. No dejaré que hablen mal de mi ni de ti.

Jimin asintió, aunque aún parecía nervioso.

—Ya es hora señor Jeon. —le dice uno de sus guardias.

—Acabaré con este amor y después nos iremos a casa. —le dio un beso en sus suaves labios.

Jimin le sonrió.

—Suerte.

Jungkook se dirigió al escenario. Se paró justo en frente y comenzó con todo esto. Los focos de los flashes lo cegaban, tomó una fuerte respiración.

—Quiero agradecer a todos por estar aquí hoy. Sé que han surgido muchos rumores y acusaciones en mi contra, pero quiero asegurarles que no hay verdad en ellas. —dijo— Llevo años en la empresa de mi abuelo Jeon Dong Seok. Jamás haría algo para perjudicar la empresa que yo hice crecer.

Los periodistas comenzaron a hacer preguntas, y Jungkook respondió con elegancia y buen argumento.

—¿Es cierto que estás involucrado en un escándalo de desvío de fondos? —preguntó uno de los periodistas.

Jungkook sacó unos documentos de su carpeta y los mostró a la audiencia. Hoseok se encargó de repartirlos.

—Estas son las pruebas de que no he hecho nada malo con las inversiones. Todo son rumores y acusaciones infundadas. Me han acusado injustamente y me han despedido de mi cargo. Lo cual considero injusto.

La sala se llenó de murmullos y sorpresa.

—¿Qué vas a hacer para limpiar tu nombre? — preguntó otro periodista.

Jungkook se puso de pie y miró directamente a la cámara.

—Voy a llevar esto a la policía y demostrar que soy inocente. No quiero que mi reputación quede dañada por rumores y mentiras. No quiero ir a prisión y que mi omega quede solo en esto que no debió suceder.

La sala aplaudió, y los periodistas comenzaron a hacer más preguntas. Todo estaba siendo bien contestado por Jungkook, demostrando con evidencia su inocencia. Recalcó muchas cosas y los periodistas no dudaban de su palabra, confirmando que todos esos rumores eran falsos y sólo quería perjudicar. Jimin estaba contento con todo ello, con lo que su alfa decía.

Todo está bajo control hasta que de repente, uno de ellos preguntó:

—¿Qué hay de su omega, Jimin? ¿Cómo se siente sobre todo esto?

Jungkook iba a responder, pero Jimin se puso de pie y se colocó junto a Jungkook. Los paparazzi le tomaron fotografías. El alfa se sorprendió de su valentía.

—¿Amor?

—Déjame responder a mí, confía ¿Si?

Jungkook asintió y le dejó espacio para hablar.

—Quiero decir algo —comenzó Jimin, su voz temblando— Sobre mi pasado... Sufrí mucho. Fui víctima de un tiroteo escolar, y después me volví adicto a los calmantes. Estuve en un mundo que me volvió dependiente de ello porque tenía pesadillas sobre lo que pasó. —trago grueso con dolor en pecho, pero tenía que continuar— Ver como a las personas que quería muriéndose frente a mi, mientras que esa persona disparaba, fue algo traumante, algo que quería olvidar y, no me siento avergonzado por todo lo que pase, al contrario, me siento aliviado que mi hermano me ayudara a salir adelante. No fue fácil, fue un camino y no creo que sea motivo para herirme cuando ya me hirieron. No se quien mando esa información haciéndome ver como él malo, cuando fue una tortura para mi. —todos se callaron ante lo que Jimin dijo— Estoy bien de salud, tengo un buen alfa a mi lado y no le pido nada más a mi vida. Si la persona que quería verme mal está escuchando esto, solo diré que no me hará sentirme mal aunque yo si por ti, me das lastima. Gracias por escuchar.

La sala se llenó de aplausos y ovaciones.

Jungkook sonrió y abrazó a Jimin.

—Gracias por estar aquí, Jimin. Juntos vamos a superar esto.

Jimin se volvió hacia Jungkook y lo miró a los ojos.

—Te amo —dijo.

Jungkook sonrió.

—Te amo también, Jimin.

Jeon tomó de la cintura a su omega y dijo.

—Por cierto, hay otra cosa que debo anunciar —Jimin le miró a los ojos y sabía que diría. Así que dejó que su alfa lo gritara— Hoy no solo los reuní por esto, sino porque quiero decir que mi omega y yo vamos a ser padres, estamos embarazados.

Todos captaron la noticia. La noticia de que el mayor de los Jeon será padre, es una buena noticia para Corea. Y una mala decisión de abuelo Jeon, pues despidió a un futuro padre por rumores estúpidos.

La rueda de prensa terminó, y Jungkook y Jimin salieron de la sala, rodeados de periodistas y cámaras, pero con la cabeza alta y la confianza intacta.

Habían demostrado que no tenían nada que esconder y que su amor era más fuerte que cualquier rumor o acusación.

Mientras salían, Jungkook se volvió hacia Jimin y le dijo:

—Estoy orgulloso de ti, Jimin. Eres fuerte y valiente.

Jimin sonrió.

—Lo hice por nosotros, Jungkook. Por nuestro futuro. Además, no iba a dejar que la noticia de mi pasado me afecte, no ahora.

Jungkook sonrió también.

—Nuestro futuro es brillante, Jimin. Juntos vamos a conquistar todo. No me importa que me hayan despedido, lo único que me importa ahora eres tú.

Subieron al auto para ir a casa y empacar sus cosas pues como Jungkook le dijo, ellos ya no tenían nada que hacer ahí, irían a empezar todo en otro lugar, y que mejor que Japón.

Kinju sentía rabia al ver que todo lo que hizo para manchar el nombre de su hermanastro fue en vano, incluso su omega quien conmovió a todo Corea por su valentía ante el peor tiroteo de Georgia.

Nada le había salido como él quería, pero al menos, ya tenía la empresa y Jungkook fuera de ella.

—Al menos te vencí en eso, ya no serás el mando de lo que me pertenece.

Sonrió triunfante porque tenía planes para la empresa, sin embargo Jungkook aún tenía planes, planes que Kinju no sabe.

Kinji quedo 🤡 jajajaja

Nuestra parejita se irá de Corea a estar tranquilos, pero se viene lo bueno ya.

Estoy por terminarlo así que disfruten de la miel y amor que se viene. Además nuestras otra parejitas también.