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Jungkook reía mientras veía a su amado omega jugar al agua del mar. Parecía un cachorro, pero entiende porque le gusta tanto, es un chico increíble. Además, ese pequeño bulto que su vientre le dice que está apunto de formar su familia. Y no había nada más hermoso que eso.
—¡Jungkookie ven! ¡El agua está tibia!
Le grita su omega para que juegue con él. Jungkook lo carga dándole vueltas para después dejarlo caer al agua. Jimin se molestó, pero se rió cuando comenzó a aventar agua a su alfa, creando una guerra en la misma.
Jimin la está pasando bien, aunque solo vinieran unos días, le gustaba mucho la playa. Ambos reían sin parar, era de esos días en los que Jungkook al fin se sentía completo. Pues ya no estaba encerrado en una oficina, amargado con todo el mundo y haciendo una rutina que él creía buena para él mismo. Sin embargo sabe que no era para nada bueno estar solo, y desde que llegó su amado Jimin, todo su mundo empezó a tener sentido.
Esta enamorado de ese chiquillo rebelde lleno de tatuajes, cabello negro y ese hermoso mechon blanco que lo hace único. Esperaba que sus hijos saquen eso de su omega.
Jungkook atrajo a Jimin a sus brazos, Jimin se mordió el labio y no dudó en besar a su alfa. Las pequeñas olas los movían, pero ellos estaban felices de estar juntos aquí, como si fuera su luna de miel. Ambos se separaron sonriendo y comenzando otra vez una lucha entre ellos. Las demás personas los miraban con una sonrisa.
Mientras a lo lejos los miraba Tina, quien ya no estaba segura de interferir en medio de ellos dos. Al principio pensó que a lo mejor lo de ellos era solo una relación pasajera, por eso aceptó lo que le pidió su abuela, sin embargo, no era para nada eso. Ellos serán una familia y ella no quiere ser la razón de separar algo tan puro, no quiera repetir los pasos de su madre.
Aunque ella también pensaba en las deudas que tenía su familia, y estar con Jeon Jungkook le beneficia ¿pero a costa de que?
Había tomado una decisión y tal vez se arrepienta más tarde, pero era lo que su corazón le dictaba.
Taehyung comía la deliciosa lasaña de James, según él es experto en todo esto. Después de que llegó del apartamento de Hoseok y vio lo que vio, su corazón se sentía demasiado triste y solo, quería únicamente hundirse en sí miseria, por un amor que jamás fue correspondido de parte del alfa que siempre creyó que sería el amor de su vida.
La vida le jugó en contra, pues Hoseok ya tenía los ojos en alguien más, alguien que no conoce y no quiere conocer, no aún.
Pero, afortunadamente tenía a James. Jamás pensaría en sacar a Hoseok de su corazón con James. Eso nunca. Lo que realmente le hace feliz es tener un amigo que esté con él en los peores momentos. Aunque sabe que su lobo le pide intentar estar con él alfa, a su lobo “Tan", le atrae el alfa James.
No negará que es guapo, alto, rubio, castaño, una sonrisa bonita y un cuerpo que seguro amaría tocar todas la noches. Se Palmeó la mejilla, joder ¿en que anda pensado? Seguro James no pensaría así de él y él está aquí sonrojado pensando cosas que no van.
Su lobo Tan está demasiado empeñado en querer al alfa James, eso era traición.
—Te traje más, se ve que te gustó. —le dice James.
—Si, es que jamás había privado de algo tan delicioso. Debería ser chef.
—Soy muy bueno en lo que hago. Aunque ser Chef no es algo que quiera.
—Pues que lastima, sería tu cliente número uno. —le dice medio coqueto.
James suelta una sonrisa, picando su lasaña con el tenedor.
—Mejor seré tu chef personal, me puedes pagar con esa sonrisa hermosa que tienes.
Taehyung se sonroja, a lo que James disfruta. Pero de repente lo ve extraño.
—¿Oye estás bien? Te ves más rojo.
Taehyung asintió tocando sus mejillas.
—Solo tengo calor, es todo.
Dice solamente. Aunque se estaba sintiendo extraño.
—¿Oye no hace calor? —pregunta Taehyung.
James niega.
—No, pero si quieres subo el aire acondicionado. Déjame esto a mi.
James se pone de pie a buscar el aire, mientras Taehyung intenta saber qué rayos le estaba pasando. Pero de repente lo sintió, su celo lo sintió. Joder, no, no, no! No podría ser hoy, es decir, se supone que sería a finales de mes no antes ¿se le adelantó? ¿Por qué?
Mierda, tenía que ir por sus supresores, no podrá controlarse si tiene a un alfa en su apartamento. Se pone de pie para ir a la habitación, pero se tropieza con James quien al verlo se dio cuenta por su olor dulzón a caramelo.
—¿Estás… en tu celo? —dice pero Taehyung asintió solamente— Tae, tengo que llevarte a tu habitación.
Taehyung se acercó a James, su mirada llena de una intensidad que hizo que James se sintiera incómodo. Pero no pudo evitar sentirse atraído por la proximidad de Taehyung.
—Tae, ¿qué estás haciendo? —preguntó James, intentando mantener la distancia.
Taehyung no respondió. En su lugar, se acercó más, su cuerpo emitiendo un aroma dulce y seductor que hizo que James se sintiera débil.
James sabía que Taehyung estaba en celo, y que su cuerpo estaba respondiendo a la química natural entre un omega y un alfa. Pero no quería ceder. No después de lo que había pasado Taehyung con Hoseok.
Taehyung se acercó más, su boca cerca de la de James. James podía sentir su aliento cálido y su corazón latiendo más rápido.
—Tae, por favor —dijo James, intentando mantener la resistencia— Esto no está bien, no estás en tus cinco sentidos.
Pero Taehyung no se detuvo. Su boca se posó sobre la de James, y James sintió una explosión de deseos que no pudo controlar.
James intentó apartarse, pero Taehyung lo atrapó, su cuerpo pegado al suyo. La tensión entre ellos era palpable, y James sabía que no podía resistir mucho más.
Taehyung profundizó el beso, su lengua explorando la boca de James. James se sintió perdido, su cuerpo respondiendo a la pasión de Taehyung.
Pero justo cuando James estaba a punto de ceder, recordó la reciente ruptura de Taehyung. No quería aprovecharse de su vulnerabilidad.
Con un esfuerzo supremo, James se apartó de Taehyung, su respiración agitada.
—Tae, lo siento. —dijo, intentando recuperar la compostura— No puedo hacerte esto.
Taehyung lo miró, su mirada llena de confusión y deseo.
—James, ¿qué pasa? —preguntó.
James se alejó un poco, intentando crear distancia.
—Taehyung, no quiero apresurarte. Sé que aún estás sanando —dijo— Quiero que cuando esto pase, me ames tanto que no quieras irte jamás de mi vida. —acaricia sus mejillas lo que Taehyung asintió—. Te respeto aunque me muera de ganas de ceder contigo.
Taehyung se sintió frustrado, pero también agradecido por la consideración de James. Es un alfa maravilloso.
—James, lo siento —dijo— No pretendía presionarte, es que mi omega está atraído por ti. No lo puedo controlar.
James sonrió débilmente.
—No hay nada que disculpar, Tae. Solo quiero que estés bien. Vamos a tu habitación, iré a comprarte unos supresores y te dejaré descansar.
Taehyung se acurruca en su pecho asintiendo. Joder, se sentía avergonzado, aunque besarlo fue la gloria, amo besarlo, sentirlo y ser correspondido.
Taehyung y James entrando a la habitación, la tensión entre ellos aún palpable, pero también llena de una conexión profunda y significativa.
James fue a la farmacia más cercana para ir por los supresores. Se los dio a tomar a Taehyung quien en unas horas estuvo completamente mejor. Ya había anochecido y para cuando se levantó, ve a James en el sofá durmiendo.
—¿No se fue?
Pregunto en un susurró. Camino al armario y sacó una manta para abrigar el cuerpo de alfa, dormía tan plácidamente que se veía tierno. Un alfa como él solo se encuentra una vez en la vida. Claro que también le gusta James, y ama que lo deje sanar primero para poder estar juntos.
Porque si, quiere intentar estar con ese maravilloso alfa.
Taehyung se inclina quedando cerca de su rostro, acaricia su mejilla. De repente siente como una mano grande toma la suya encima. Taehyung se sorprendió.
—¿Creía que dormías? —le dice Taehyung en voz baja.
—Así era. Pero un olor a caramelo me hizo despertar. ¿Estas mejor?
—Lo estoy, gracias por cuidar de mi.
Taehyung se sentó en el sofá, mirando a James con una mezcla de gratitud y admiración.
—James, no sé qué hubiera hecho sin ti —dijo, su voz llena de emoción— Haz hecho que abra los ojos y que me dé una oportunidad más de saber qué era lo que es ser libre de vivir con alguien que me mantenía como su propiedad. Como una promesa solamente.
James sonrió y se sentó junto a él.
—Estoy aquí para ti, Tae. Eres un omega que merece vivir libre y hacer lo que quiera. Ahora lo eres y quiero que te des el tiempo necesario para que cuando estés listo, vengas a mi.
Taehyung se sintió cómodo con la proximidad de James, algo que no había sentido en mucho tiempo.
—Hoseok me dejó sin nada. —dijo, su voz baja y dolorida.
James puso una mano en su hombro.
—Claro que no, porque serás capaz de poder vivir tu vida ahora. El se quedó sin la oportunidad de conocer a alguien maravilloso, y en parte se lo agradezco. Porque aunque suene egoísta de mi parte, puedo tener yo la oportunidad contigo. Y es algo que no pienso desaprovechar.
Taehyung miró a James a los ojos, viendo una profundidad que no había visto antes.
—James, eres más que un amigo para mí. —dijo, su voz llena de sinceridad—. Siento que no funcionamos tanto para eso.
James se sonrojó ligeramente, pero no se retiró.
—Lo sé, Tae —dijo—. Y yo siento lo mismo. Pero no quiero apresurarte. Sé que aún estás sanando.
Taehyung se sorprendió.
—¿Qué quieres decir? —preguntó.
James se encogió de hombros.
—Quiero decir que me gustas, Tae. Pero no quiero que te sientas incómodo. Quiero que te sientas seguro conmigo.
Taehyung se sintió confundido, pero también atraído por la honestidad de James.
—James, no sé qué decir. —dijo.
James sonrió.
—No necesitas decir nada, Tae. Solo sé que estoy aquí para ti, sin importar qué.
La escena terminó con Taehyung y James sentados en silencio, la tensión entre ellos palpable, pero también llena de una conexión profunda y significativa.
Los dos sabían por dónde iban, aunque ir lento por ahora era lo mejor.
Más tarde Jungkook se encontraba en la habitación del hotel donde su omega dormía plácidamente. Había ordenado comida ya que se veía demasiado cansado. No quería salir por hoy, además, la decana dijo que los vería en la cena de hoy para terminar lo que tienen pendiente.
Su puerta fue tocada a lo que Jungkook salió de habitación, pensó que era la comida, pero ve que es Tina quien está en su puerta.
—Tina, ¿qué haces aquí?
—Hola, lamento venir, pero necesito hablar contigo. —dijo un tanto nerviosa. Podemos salir afuera al balcón, es algo importante.
—Claro, vamos.
Cierra la puerta detrás, Jungkook y Tina caminan al balcón, ahí ambos se ponen cómodos. Jungkook miraba nerviosa a Tina, algo le decía que esto no sería algo bueno.
Jungkook se sentó enfrente de ella, intrigado.
—¿Qué pasa, Tina? Te ves demasiado preocupada. preguntó.
Tina tomó una respiración profunda.
—Jungkook, tengo sentimientos por ti. Me gustas mucho —confesó, su rostro se puso rojo ante lo que había soltado—. Lamento decirlo así, pero era necesario decirlo.
Jungkook se sorprendió, pero mantuvo la calma.
—Tina, lo siento. No siento lo mismo. —dijo con suavidad— Yo amo a Jimin, él es mi omega y jamás vería a otra persona que no sea él.
Tina esperaba esa respuesta, pero aún así se sintió dolida.
—Entiendo. Sé que lo haces. —dijo, intentando mantener la compostura.
Pero entonces su expresión cambió, y una mirada de determinación apareció en sus ojos.
—Jungkook, hay algo más que tiene que saber. Me cuestioné sobre si decírtelo o no, pero no puedo convertirme en mi madre, no quiero hacer lo mismo que ella.
Sus ojos se pusieron acuosos. Jungkook no entendía nada.
—¿De qué estás hablando? —cuestiona Jungkook.
—Mi abuela... ella tiene planes para separarte de Jimin. —dijo al final.
Jungkook se sorprendió, su rostro estaba confundido.
—¿Qué? —preguntó.
Tina continuó.
—Este viaje fue una excusa para que nos conociéramos. Mi abuela quiere que estemos juntos, y para eso necesita separarte de Jimin."
Jungkook se enfureció, pero no con Tina.
—¿Cómo puede pensar en hacer eso? —preguntó.
Tina se levantó y se acercó a Jungkook.
—No quiero meterme en tu relación con Jimin. —dijo—Tú mereces ser feliz con él y con tu bebé en camino. Yo no quiero hacerlo, pero tiene obligada y no quiero destruir una familia, no quiero eso.
Sintió culpa por aceptar venir, es que si le gustaba Jungkook, aunque sabe que su corazón del alfa le pertenece a otra persona.
Jungkook estaba enojado, furioso con la persona que creía una vieja amiga. No puede creer que le hiciera eso.
—Te digo que no voy a interferir. Mi abuela puede intentar separarte de Jimin, pero no lo permitiré. Por eso vine aquí, a decirte la verdad.
Jungkook se sintió agradecido hacia Tina.
—Gracias, Tina. Por decirme la verdad. Algún día encontrarás a tu alfa, no te des prisa, disfruta tu juventud y vive bien.
—Eres tan amable. —se limpia sus lágrimas sintiéndo se mejor de soltar todo esto—. Habla con ella y haz que se detenga, ya no quiero estar e interferir más.
Tina se despidió con una sonrisa.
—Cuídate, Jungkook. Y cuídate de Jimin.
Tina se marcha, dejando a Jungkook reflexionando sobre la revelación de Tina, y la determinación de proteger su relación con Jimin. Hoy hablará con la decana Kang, le dirá unas cuántas verdades.
En la noche, Jungkook visto apropiadamente, se puso sus lentes. Jimin quién salía del baño miró a su alfa vestido de una manera más relajada.
—¿Amor, ya nos vamos? Creí que sería a las 9 la cena. —le dice Jimin.
—Iré a hablar con ella, no te cambies, no voy a tardar mucho.
Le dice para luego besarlo en los labios, dejando confundido a Jimin.
—Ya vuelvo, si quieres ordena algo y vemos una película.
Jimin asintió.
—Lo que tú digas amor. Te espero.
Jimin miró y sintió algo más en su alfa, tal vez aún no estaba marcado, pero podía sentir que algo no estaba bien con su alfa.
Jungkook salió de la habitación y fue directo al restaurante, entrando, vio a la decana con algunos documentos. Viendo a la Decana Kang, Jungkook tenía el rostro reflejando una mezcla de ira y determinación.
—Decana Kang, necesito hablar con usted. —dijo, sin saludar.
La Decana Kang levantó la vista de los documentos que estaba revisando.
—Jungkook, ¿qué pasa? Aún no llega Tina y ¿donde dejaste a Jimin? —preguntó, con una sonrisa fingida.
Jungkook se sentó enfrente de ella, su mirada intensa.
—Sé lo que hizo. —dijo, sin preámbulos— Sé a lo que me hizo venir.
La Decana Kang se sorprendió.
—¿De qué estás hablando? —preguntó, intentando mantener la inocencia.
Jungkook se rió con desdén.
—No juegue conmigo, Decana Kang. Tina me contó todo. Sobre su plan para separarme de Jimin.
La Decana Kang se puso pálida, pero intentó mantener la compostura.
—No sé de qué hablas. —dijo—. Seguro que Tina dijo algún mal entendido.
Jungkook se inclinó hacia adelante, su voz baja y amenazante.
—No mienta. Tina me dijo que este viaje fue una excusa para que yo me enamorara de ella y dejara a Jimin. Pero no funcionará. Jamás me separaré de mi omega, ¿le quedó claro?
La Decana Kang se defendió.
—Jungkook, no entiendes. Solo quiero lo mejor para ti. Jimin no es adecuado para ti. Es un omega corriente que no tiene educación.
Jungkook se enfureció.
—¿Quién es usted para decidir qué es lo mejor para mí? —preguntó.
La Decana Kang intentó justificar sus acciones.
—Jimin es... un omega débil. No puedes darte la vida que mereces. En cambio mi Tina, es la mejor omega que podrías tener.
Jungkook se levantó, su rostro rojo de ira, sus ojos negros cambiando a amarillos.
—¿Débil? —repitió—. Jimin es la persona más fuerte que conozco. Y jamás lo dejaré por nada del mundo. Espero que le haya quedado claro, Tina no merece que la junten con alguien quien no la hará feliz solo por su propio beneficio. Me siento decepcionado de usted, la creí un amiga más que una maestra, estoy demasiado furioso. No la quiero volver a ver, no sé vuelca a acercarse a mí ni a Jimin porque le juro que me va a conocer.
La Decana Kang se puso de pie, intentando mantener la autoridad.
—Jungkook, no seas estúpido. Piensa en tu futuro.
Jungkook se volvió hacia ella, su mirada fría.
—Mi futuro está con Jimin. Y nada ni nadie me separará de él. Con permiso.
La Decana Kang se sintió derrotada.
—Lo siento, Jungkook. No quería herirte. Solo que tengo problemas y quería que...
Jungkook se dio la vuelta para irse.
—Ya es demasiado tarde. No me interesa nada que tenga que ver con usted. —dijo, antes de marcharse.
La Decana Kang sentada en la mesa, su rostro reflejando la derrota y la decepción. Jungkook había dejado claro que no se dejaría manipular y que su amor por Jimin era inquebrantable.
Incluso con los pros y contra que vendrán.
La Tina fue buena persona. Le contó todo porque ella no quiere ser igual que su madre.
Además James y Taehyung ya van por sus primeros pasos, pero le daré tiempo a Taehyung para que su corazón sane, aunque aún habrá cosillas por ahí con Hoseok.
Espero que les haya gustado, nos vemos pronto. Las amor bye.
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