-Ya, unnie-. Se quejó la menor alejando la mano de Sana - Le he dicho muchas veces que no soy linda- Jihyo se alejó y de manera coqueta coloco un mechón de cabello detrás de su oreja.- Soy sexy. 

Sana la miro unos segundos antes de echarse a reír.

-Ay, hyo -. Admito que eres muy hermosa, pero eso no cambia el hecho de que seas adorable.- Sana volvió a picar la mejilla de la menor antes de irse a su clase.

Jihyo la miró alejarse, le saco la lengua y se cruzó de brazos haciendo un leve puchero. Odiaba el hecho de que Sana le llamara adorable, bebé, linda. Ella no era una bebé, tenia 19 casi 20, que la llamaran adorable le molestaba y más si era enfrente a sus compañeros.

A Sana no le importaba decirle lo linda que era enfrente de todos, si incluso la había llamado así frente a sus padres y estos terminaron diciendo que eran novias, algo que Sana rápidamente negó, cosa que hizo sentir mal a Jihyo.

La castaña llevaba más de dos años enamorada de su mejor amiga Sana, pero ésta era demasiado despistada que no se daba cuenta de los sentimientos de la menor.

-Sana es una tonta.

Su amiga Nayeon, siempre la escuchaba hablar de sus problemas con Sana, siempre le decía que tenia que confesarse de una vez ante de que alguien se le adelantara. 

-Ya sabes lo que diré.

-Esa no es una opción, lo sabes.

-No puedo decirte que hagas otra cosa Ji, Sana es tu amiga y te quiere mucho, estoy casi segura que siente algo por ti.

-Lo que siente Sana por mi es puro amor fraternal, me quiere como una hermana, me lo ha dicho. 

-¿Estas segura?

-Muy segura, cuando mis padres la llamaron mi novia, ella lo negó como si fuera la cosa más  horrible del mundo.- de tan solo recordarlo, la hacia sentirse triste, tal vez no era el tipo ideal de Sana.

-Jihyo, dile lo que sientes, es lo mejor que puedes hacer. 

-Tengo una mejor idea.- Jihyo sonrió mientras pensaba en la mejor manera para que Sana se fijara en ella.

-¿Que estás tramando?

-Espera y verás.