La música fuerte, el alcohol y dos chicos que no han hecho nada en una semana no es una buena combinación.

Menos estar en una reunión con sus amigos, específicamente en la casa de Beomgyu, llegamos de primeros y después de saludar a todos desaparecimos.

Alcohol, besos y una que otra palabra subida de tono y llegamos a esta situación, él de rodillas probándome con sus besos y su lengua recorriendo mi piel, haciéndome temblar.

—Tu piel es suave — jadeo y echo la cabeza hacia atrás, chocando contra el gran vidrio que recubre casi la mitad de la pared del baño.

—Apúrate — no quiero que hable, se acerca a mis labios y antes de besarme se separa un poco —Minho... — subo las manos a su nuca y la acaricio se que eso lo provoca, hunde los dedos en mi piel y sonrío —No vayas a romper el vidrio, Beomgyu me mata si eso pasa — murmuro y él se ríe.

𖤐𖤐𖤐𖤐

Aprieto el agarre mientras entra y sale de mi, mis ojos se cierran y mi ceño se frunce, había extrañado con locura hacer esto.

Muerde mi cuello, luego lo besa y yo ya no puedo quedarme callado, la condición era no hacer ruido y tampoco desastres, el vidrio, bueno, tengo que pagarle un par de cosas a Beomgyu.

—Beomgyu nos va a matar — parece que lee mis pensamientos —Yo pago to-todo — se separa y niego.

—Los do-dos — echo la cabeza hacia atrás y me golpeo —Puta madre — él comienza a reír y acaricia la zona afectada —Minho...muévete carajo.

—Ya voy.

—¿Ya terminaron?, ¿Cuántas cosas rompieron? — miro a Minho con las cejas fruncidas y él aumenta la velocidad.

—Contesta.

—Na-nada — clavo las uñas en sus hombros para que pare —Detente.

—Sabes que no lo haré.

—Dos horas y media — chocamos los cinco y salimos del baño, mis piernas por una razón desconocida fallaron y caí al suelo, frente a todos los chicos, toda la mentira que teníamos planeadas se fue a la mierda por mis putas piernas.

—Ya sabemos lo que hicieron — dijo Chan riendo como un loco.

—Si, bien, todo bien — Minho se sienta y me ayuda a hacer lo mismo pero cuando toco el sofá chillo como un ratón que acaban de pisar.

—Dios amigo, si que lo mataste — Beomgyu veía hacia el baño con, asco, tristeza y molestia.

Minho me ve y sonríe, no tiene ni la menor idea de lo que su sonrisa provoca en mí supongo que por eso lo hace, sus ojos se cierran solo un poco y guiña.

No sé si tenemos una relación o no, tampoco se si tengo que demostrarle amor más allá de besos, esa palabra es muy fuerte y no quiero echar a perder las cosas.

Si eso pasa no tendré a nadie con quien pueda...

—Tan pensativo — Seungmin golpea mi pierna y me quejo.

—Demasiado — murmuro viendo en dirección a él chico que me tiene así.

—¿No crees que eso que tienen es una relación? — niego y Changbin se acerca.

—Puedes contar con nosotros para lo que sea — asiento y Minho me pasa un vaso con agua.

—Suficiente alcohol precioso — no se como debo comportarme con él.

—Quiero más alcohol — aparto el vaso con agua y él lo deja en la mesita, mi sonrisa crece cuando Jeongin me pasa el vaso que quiero, con el líquido que quiero y Minho aprieta los labios, cruzándose de brazos y apretándolos.

Se que le molesta que no le haga caso, la desobediencia es algo que lo hace tiritar, apretar los puños y mirarme con esa mirada que me dice que me va a hacer gritar en toda la noche, jadeo anticipándome a lo que ocurrirá.

Esto que tenemos es divertido, él parece que me quiere y yo estoy empezando a desarrollar un tipo de sentimiento que no se que nombre tiene solo se que le tengo y que no tengo miedo de sentirlo y demostrarlo.

Es muy rápido llegar a decir que lo amo pero es algo así o solo sentido de pertenencia.

Hay algo y lo voy a disfrutar que es lo importante.

Cinco horas después llegamos a la casa, mi cuerpo ya no da para más y apenas puedo abrir los ojos, el alcohol no me deja ni pensar, solo se que estoy yendo a la habitación de los brazos de un fuerte chico que parece enojado.

Aún así no deja de besarme ni decirme lo hermoso que soy, no entiendo que clase de enojo esta experimentando.

—Minho por favor, hazme tuyo de una puta vez — señalo mi entrepierna y abro un poco los brazos, dejándome caer en la cama, el suave colchón es el que me recibe.

Escucho unas risitas y luego algo duro en mi muslo —No sabes las ganas que tengo pero no puedo, estas muy ebrio — cierro los ojos y sonrío, mis manos se aprietan en mi pecho y suspiro sonoramente, quiero que sepa que yo también quiero hacerlo, no me importa que apenas siento los dedos de mis pies.

Quiero que me haga suyo tantas veces como sea posible.

—Minnie, mi Min, quiero que me folles en ésta cama — murmuro sin aliento, sus labios subiendo por mi cuello no me permiten hablar bien, me dedico a jugar con su ropa interior mientras él se deshace de la mía.

Elevo un poco las caderas, lo necesito, aquí y ahora.

Antes de que pueda llegar a besarme me aparto un poco y beso su mejilla, de forma dulce, demostrándole que aunque tengo la necesidad de que me haga gritar quiero que lo haga con cariño, con amor porque eso es lo que siento que él tiene por mi, me lo ha demostrado pero no lo se, estoy indeciso con sus acciones y las mías solo son computarizadas.

—Te deseo tanto — muerdo mi labio inferior y me froto contra su muslo, se siente como estar en el paraíso poder tocarlo de esta forma.

—Calma...despacio amor — ese apodo se me hace de lo más lindo en estos momentos.

Se que me amará pero...¿yo lo llegaré amar?.

—Por favor — le ruego y él entiende, su mano en mi cadera y un leve empujón me hace cerrar los ojos con fuerza.

—Te amo Hyunjin — apoya su frente con mi pecho y me embiste con rapidez, el alcohol se desaparece y no se que responder.