17. ♡︎ ❦
—Te estoy diciendo que si, esto lo trajo Minho — miro el arreglo de flores y frunzo los labios, era este tipo de cosas que no quería en mi vida.
No quiero que la gente se entere que estoy saliendo con alguien, siempre he sido reprimido y este tipo de cosas me molestan, todos me miran con s rondas y pulgares arriba, que me interesa que estén felices por mi.
—La carta dice que te agradece lo que hiciste ayer por él — ruedo los ojos, Beomgyu siempre quiere meterse en los problemas de los demás —¿Qué hiciste por él? — golpeo su hombro y me voy a mi lugar de trabajo.
—Queremos saber — insiste Seungmin y hace pucheros, quiere manipularme y lo que más me impresiona es que Chan se une.
Bajo la mirada a los vestidos y empiezo a señalarle al chico los que tiene que llevarse —Nada que les importe — digo en un suspiro, tengo dos semanas saliendo con Minho, en secreto, hasta ahora que decidió que todas las personas de mi trabajo deberían saberlo.
—No seas malo...yo te he dicho todo lo que le hago a Yeonjun — hago una mueca de asco, Seungmin y Chan lo señalan y asienten.
—Yo no te pregunte.
—¡ves!, soy un excelente mejor amigo — mis ojos se abren con sorpresa, ¿debería estar agradecido?, siempre me dice lo que ellos hacen y es incómodo.
—¿Qué hiciste por él? — Seungmin quiere saberlo, puedo divisar a Changbin y Yeonjun entrando.
—¡Hola chicos! — paso en medio de los tres fastidiosos y los abrazo —¿Qué tal su día?.
—¿Qué quieres que hagamos por ti? — pregunta sin rodeos él más alto.
—Amo que ya me estés conociendo — manoteo su mano cuando esté casi me empuja —Los chicos quieren saber la razón de por qué Minho me esta agradeciendo lo que hice por él ayer — sus rostros me dicen que también quieren saber —Les diré a ustedes — los acerco y les digo, miro a los otros tres que están boquiabiertos.
Muerdo mi labio inferior y suelto una risilla, amo molestarlos.
—¿Les dijiste a ellos y a nosotros no? — Chan se acerca a mi rostro con los ojos entre cerrados, lo miro con el rabillo del ojo sin bajar la cabeza y asiento con rapidez.
—Ellos sabrán guardar el secreto — digo con simpleza mientras les guiño.
—Me traumaste a él bebé — Yeonjun seguía en el mismo puesto, con los ojos muy abiertos, siento que se le van a salir —Tranquilo amor, todo lo que él haya hecho nosotros lo haremos.
—Lo dudo — dice en un suspiro —¿Con esa boca fuiste capaz de besar mi mejilla?
Los toco para luego pasar mi lengua por ellos —¡Si!, ¿no es grandioso? — veo a Changbin y él está siendo consolado por los brazos de Chan —Yo les pagaré el psicólogo — digo con algo de vergüenza.
—Tranquilo Yeonjun~ssi, nosotros hemos hecho cosas peores, pensé que era algo más fuerte — entre cierro los ojos viendo a él menor de todos, como detesto que no oculten los secretos.
—Seré el único que no sabe — Seungmin se sienta de brazos cruzados.
—Te lo diré — lo acerco y le digo, los demás se ríen cuando él se aparta y me empuja, limpiando su oído con su hombro y haciendo sonidos raros.
—Que asco.
—A mi me gustó y a él igual ¿no querían saber? — pregunto en tono inocente.
—Sabemos muy bien que a él le tuvo que gustar — todos reímos por el rostro de Seungmin.
—¡Justo aquí! — le grito a el auto que está frente a mi, se estaciona y la puerta se abre dejando ver a él chico más hermoso de todos.
Con su cabello húmedo y esos lentes de sol que lo hacen ver tan sexy.
—Hola bebé — me toma de la cintura y nuestros cuerpos chocan, le doy un pequeño beso y volteamos al mismo tiempo a ver a los amigos que nos miran con desaprobación —¿Por qué nos miran así?.
—Puede que les haya dicho una pequeña cosita... — infla las mejillas y me mira de reojo —De lo que hicimos ayer — su rostro cambia de color.
De acaramelado a rojo intenso y luego pálido, ¿por qué será?, nuestros cuerpos son separados abruptamente por un coreano de flequillo que se cree, no lo sé, alguien de algún anime.
—¡Beomgyu! — chillo con molestia, la comisura de sus labios se elevan en una sonrisa perturbadora que me hace tragar en seco.
—Los quiero separados — suelto una risilla y niego con la nariz arrugada.
—No quiero — hago un puchero.
—No te estoy preguntando te estoy diciendo — inclino la cabeza, acercándola a la de él con el puchero más tierno que pude encontrar —Eso no me esta manipulando.
Miro a Minho y lo hago con súplica, quiero que me ayude, señala su ojo y se encoge de hombros.
Definitivamente no me va a ayudar y yo tampoco estaré suplicándole todo el día —¡Vamos a comer! — llega Chan y se detiene al ver a Minho —Hola Minho — saluda levantando la mano, las estrechan y mira a Beomgyu —Vamos a comer, quiero comer ¿quieren venir? — me mira a mi y yo niego.
—Queremos pasar el día juntos — dice antes de que yo le ponga una excusa más elaborada.
—Me parece perfecto — lo apoyo y chocamos los cinco.
Sus labios se unen a los míos, me toca y me arranca las bragas con rapidez, jadeo con los ojos cerrados y muerdo su labio inferior —Me encantas Hwang — sonrío y me lanza en la cama, se quita el pantalón con lentitud, sus ojos me están comiendo, muerdo mi labio inferior y me arrastro con los codos hasta en medio de la cama.
—Min — canturreo y señalo el cajón.
—Mierda — murmura y lo miro confundido —No hay condón.
—No me jodas — digo con las manos en la cabeza —No hay problema — él me mira y niego sentándose en la orilla de la cama, pone su mano en mi muslo y suspira.
—Es que... — me arrodillo detrás de él y paso mi mano por su abdomen —Es peligroso.
—No, yo me tomaré la pastilla y comenzaré con ella — una decisión que había tomado desde hace mucho —No es nada malo, tenemos algo y ese algo hace que quiera cuidarme Min — suspira y acaricio su muslo.
—Hyunjin creo que tenemos que parar — jadea y beso su cuello.
—No quiero parar mira el lado bueno, podrás sentir todo sin ningún impedimento — gime y echa la cabeza hacia atrás, apoyándola en mi hombro —Quiero sentirte — la idea de que entre en mi de esa forma me hace suspirar, aparto un poco su ropa interior, meto la mano y aprieto con algo de fuerza su miembro —Hyunjin...
—Minho — repito con ese mismo tono de voz.
Me quita la mano de un manotazo y me voltea con rapidez, sus ojos oscuros se conectan con los míos y retrocedo —Quiero que te pongas aquí — señala el centro de la cama.
—Bien...pero antes — apago la luz y cierro las cortinas, me volteo y salto a la cama, uno nuestros labios —Quiero probar algunas cosas — bajo la cabeza —Acomódate mejor — sus piernas se abren solo un poco y yo me acomodo, ya no me duele tanto la espalda y sin más meto uno de sus pezones a mi boca, un jadeo y luego un pequeño gemido.
—E-eres él pri-primero que hace eso — dice otras cosas que no entiendo muy bien y me separo —¿Por qué te se-
No lo dejo terminar y meto el otro, no me gusta que me interrumpa y le gusta hacerlo constantemente.
—¿Él primero? — pregunto haciendo memoria de lo que acaba de decir —Entonces aquí hubieron muchas primeras veces — suelta una risilla que me hace sonreír, odio sonreír pero él provoca eso en mi, las ganas de estar feliz todo el tiempo aún si no estamos frente a frente.
—Creo que si — susurra, el tono de voz que utiliza es flojo, como si estuviera pasando por algo no muy bueno, la oscuridad me impide ver con claridad su rostro —¿Estarás todo el día viéndome así? — esa pregunta me saca de las ganas que tengo de preguntarle que le ocurre.
—No — contesto apenado y me siento en su regazo, envolviendo su cintura con mis piernas acercándolo un poco más.
Me preocupa que le esté pasando algo y que no le diga nada, se que no tenemos ese tipo de confianza, tampoco somos novios pero me siento preocupado, eso no quita que ahora no esté prestándole mucha atención a sus besos en mi cuello, en vez de sentirme excitado me siento preocupado.
—Minho — llamo y él se separa, me sube un poco con su mano derecha y cuando bajo entra en mi sin previo aviso, no como antes que ya me lo esperaba —¿Te sientes bien? — no habla solo gruñe cerca de mi oído, él no se mueve, yo tampoco, estamos como en un trance del cual, si soy sincero, no quiero salir.
—No quiero hablar del tema.
—Entonces hay un tema — vuelve a gruñir y me agarra de la cintura para sentarme otra vez con todas sus fuerzas, yo me quejo, eso me había dolido —Minho habla.
—No hay nada de que hablar — su voz ronca me confunde, no se si es por la situación que nos envuelve o porque esta molesto.
—Dijiste que no querías ha-hablar del tema — soy incapaz de formular una palabra sin jadear o tartamudear, se esta volviendo más brusco de lo que normalmente es, sale y entra con tanta fuerza, rapidez y rabia que parece que me quiere partir en dos, mis músculos se tensan, estoy haciendo mucho esfuerzo para no gritar de dolor.
—Hyunjin — sus gemidos son apagados, los míos ya no salen solo gritó y no es porque lo este disfrutando, algo me impide alejarme de él siento que si lo hago se culpara o peor aún se alejará de mi.
—Minho — intento llamarlo, con la voz débil y mis ojos llenos de lagrimas, escondiendo mi rostro en su hombro, hundiendo mis dientes en su piel, quiero que pare pero no puedo hablar ni moverme, él está haciendo todo y yo recibo el dolor que él siente —Minho — un sollozo se escapa de mis labios y luego un gemido inunda la habitación.
Pensé que hacerlo sin ninguna restricción sería especial, de esas veces en las que haces algo nuevo y te gusta tanto que prefieres hacerlo muchas veces más.
—Dios — dice y luego de un par de maldiciones se corre dentro de mi, me duele todo el cuerpo y caigo a un lado de él sollozando —Hyunjin... — antes de que logre tocarme me aparto —¿Hyunjin? — no quiero que me toque, no luego de esto —Hyunjin... — mi maldito nombre resuena en las paredes y mis odios escuchan solo un pitido que se hace más intenso al punto de lo único que escucho.
—Solo vete de aquí — digo y mis ojos se cierran.
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