Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

12. ♡︎ ❦

Acomodo mi blusa por quinta vez y abro la puerta negra, quiero pero no quiero hablar con Beomgyu y esas dos decisiones tomadas por mi cerebro no me están ayudando.

Limpio el sudor que se instalo en mi frente y doy los primeros pasos, volteo a la derecha y me encuentro a Sunoo hablar por teléfono, moviendo la mano con molestia, parece que su trabajo se está haciendo más difícil.

Seungmin está dormido frente a su laptop gris, chasqueó la lengua y me quito los lentes, Chan esta diciéndole a los chicos como deben posar y lo veo retocándole el maquillaje a uno de los nuevos modelos, si mal no recuerdo se llama Seongmin.

Sus ojos se desvían de él chico por unos milisegundos y se conectan con los míos, ambos giramos la cabeza a lugares opuestos, corro con la mala suerte de tener que trabajar a su lado, porque ahora que lo veo prefiero darle otros días más, para que mi cerebro sepa como hablarle sin pegarle un grito.

Yeonjun aparece de la nada y me saluda con la mano, mira a Beomgyu y lo señala, se acerca besa sus mejillas y veo que se sonrojan fuertemente, no se cuando se darán cuenta que se gustan mutuamente.

Yeonjun cree que Beomgyu no siente nada por él que no sea una amistad o algo profesional y lo mismo pasó con Beomgyu, no los entiendo, supongo que si le gustas a una persona te das cuenta enseguida.

Es algo que pasa, sus ojos brillarán y sus mejillas se volverán rojas, no lo se, es así como se comporta Beomgyu y Yeonjun, y los demás.

Creo que esa persona se vuelve muy especial para ti y te das cuenta que es importante para tu vida, suspiro y mi teléfono suena, lo saco con entusiasmo del bolso y atiendo la llamada conozco ese tono.

—Hola Minho — saludo con una enorme sonrisa aún sabiendo que él no la ve pero me imagino la suya y por eso lo hago.

—¿Puedo ir a tu casa más tarde? — frunzo los labios al ver a Beomgyu acercarse a mi con seguridad.

—Si, claro pero...¿eso está en el contrato? — escucho un "e" que se alarga por bastante tiempo y luego un "ujum" bastante feliz que no me convence del todo.

—Nos vemos más tarde precioso — cuelga antes de que logre hablar y reclamarle.

—Hyunjin creo que nos merecemos una conversación — lo miro y mis ojos bajan al teléfono, me acaba de llegar una foto de Minho y no se como hacer para verlo, prefiero bloquearlo y asentir como respuesta a la propuesta de Beomgyu.

—Vamos a la parte más privada del edificio, podremos hablar mejor y así estaremos cerca por si ocurre algo — abro la puerta y antes de que salga, choco contra algo duro, se escucha un ¡Sorpresa!, y mis ojos se clavan en el ramo de flores gigante.

—Él señorito Kim Seungmin — Beomgyu abrió la boca y yo imitó su acción —Se lo manda él señorito Yang por agradecimiento de la noche que lo hizo pasar — antes de que Beomgyu sea imprudente, como lo es casi todo el tiempo pero yo intento sacarlo, lo jalo del brazo para irnos al lugar que había dicho.

Bajamos las escaleras que dan a la última planta, es bastante terrorífico pero a la vez divertido, porque Beomgyu se asusta por todo sera algo así como una venganza por llamarme mojigato frente a un montón de personas.

Todo está oscuro, enciendo el flash de mi celular y alumbró el pastilla, más tenebroso de lo que recuerdo, me detengo y volteo a verlo con una pequeña sonrisa —Ahora si podemos hablar.

—Lamento haberte llamado mojigato, me moleste porque sentí que me ibas a reemplazar por él y se que fue inmaduro de mi parte — una de las cosas que más me gusta de mi mejor amigo es que sabe todo de mi, me detuvo antes de hablar —Te quiero demasiado Hyunjin, de verdad que te quiero como un hermano y lamento haberte dicho eso, ya no eres mojigato — habla tan rápido que me aturde y su voz chillona, bastante parecido a la de Chan aunque le duela, retumba en todo el lugar y el eco se hace más fuerte.

Mis manos acarician sus mejillas y doy pasos hacia delante para abrazarlo, como quiero a este tonto hueco de flequillo, se robo mi corazón en el primer día que lo vi bailar asereje en la mesa de la escuela, la que estaba justo en el centro, yo era nuevo y él me hizo feliz, luego se bajó de la mesa y me presentó a sus amigos.

Otros chicos que me harían feliz, es mi mejor amigo, aunque hable cosas que me molesten y diga cosas que me llenen de estrés lo seguire queriendo, total él es él que me soporta más a mi.


"Traje una película súper buena". Palabras de Minho cuando entro a mi casa, me dio un beso en los labios y se sentó en el sofá, preparando todo como si esta casa fuera suya.

Los mensajes de texto eran más frecuentes y las llamadas igual, se la pasaba mandándome fotos que tenían mensajes muy subliminales y los apodos más lindos, cursis demasiado dulces para mi.

Cada que voy a la habitación él me aparta o me dice que quiere seguir viendo la película, quiero entenderlo, quiero saber que le pasa pero mi cabeza es muy lenta en estas cosas, más si soy nuevo y me estresa saber que esto puede llegar a ser más fuerte de lo que pensé, lo que me temía desde que entré.

Solo era sexo nada más que eso, él enseñándome yo aprendiendo y disfrutando el momento, brindándole la atención que debía darle y viceversa.

Me la he pasado pensando mientras él habla demasiado entusiasmado de la película, reposo mi mejilla en su hombro y bajo mi mano a su abdomen, dibujando círculos que no termino de completar porque su mano baja a mi muslo robándome unos cuantos suspiros cuando lo aprieta.

Mi vista sube un poco a su rostro, sonríe y muerdo mi labio inferior, bajo un poco más la mano y juego con el elástico de su pantalón.

La película suena fuerte y salto de la impresión, desviando un poco la mirada a la pantalla plana, entre cierro los ojos y vuelvo a lo que estaba haciendo.

—Hola — saludo bajito a Minho para ver si me esta prestando atención.

Un impulso hizo que metiera la mano en el pantalón, acarició con lentitud su miembro y lo miro de reojo, suspira en mi cabeza y la besa lentamente, lo aprieto y froto un poco —¿Qué estás haciendo? — me separo y sonrío, sin mostrar los dientes.

Me arrodillo frente a él y le bajo el pantalón —Clase número cuatro — recuerdo que me explico algo sobre el sexo oral, sus ojos se cierran y le quito la ropa interior —De tan solo imaginártelo mira como te pones — su respiración se tranca y beso su muslo derecho, arrastrando mi lengua hasta la base —Lindo — toco la punta y arrugo la nariz.

—Me estás volviendo loco — su voz ronca me perturba pero me encanta, saco la lengua lo suficiente para que la vea y sonrío aplantandola un poco con mis dientes.

Subo mi mano derecha y la colocó en la base, aprieto los labios y pienso ¿de verdad voy a hacer esto?, porque siempre he creído que es antihigiénico meterte eso en la boca, se sentirá bien tenerlo aquí como se sentía a bajo.

Abro un poco la boca y meto la mitad, no puedo mentir tengo ganas de vomitar, Minho gruñe, me quita la mano y la suplanta con la suya.

La mueve lento y chupo una sola vez, subo un poco la mirada y su rostro se está volviendo rojo, siento que se está conteniendo de apurar las cosas, esto no es lo mío, lo entiendo.

Lo saco y vuelvo a meter, un par de veces y comienzo a chupar la punta con más fuerza, tanto que mis mejillas se hunden y sus gemidos se hacen un poco más fuertes.

Y dice que soy él que no resiste nada, siento la humedad crecer entre mis piernas y mis manos se posan en su trasero, subiendolo un poco más, insitandolo a que haga lo que quiere hacer, agarra mi cabello y lo quita de mi rostro.

—Justo así — lo enrosca en su puño y jala de él, levantándome y uniendo nuestras miradas.

La suya es tan excitante que aprieto las piernas y suelto un sonoro suspiro, bajo a su miembro, mis ojos se cierran y lo beso, luego lo meto a mi boca y otra vez las ganas de vomitar —Minho ¿podrías apurarte? — me separo, me duelen las rodillas, no le encuentro nada especial a esto, ¿por qué dicen que es bueno?.

Están mintiendo, se siente feo y mi garganta se siente sucia, mi mano derecha se separa de su glúteo y lo agarro, sintiendo como palpita, esta apunto de correrse —Quiero aguantar lo más que se pueda — dice entre jadeos y me rio, subo y bajo la mano a una velocidad que ni yo sabía que tenía y sus caderas se elevan, como si estuviera follando mi mano, un líquido extraño recubre todo su extensión y me entra la curiosidad, suspiro y jadeo, metiendo una gran parte a mi boca, lamiéndola y chupando, cada parte, ya entiendo todo.

Su saber es exquisito, no es muy dulce pero tampoco muy salado, un excelente equilibrio que me explota la mente y me hace ir más rápido, arrastro un poco mis dientes y sus gruñidos se hacen más fuertes, me quita abruptamente y se queda estático —Creo que... — elevo una ceja y lo vuelvo a meter, solo bastó subir y bajar para que se corriera en mi boca, me atraganto y separó de él por unos instantes —No tienes que tragarlo — me estoy debatiendo en si tengo que hacerlo o no.

Tengo las mejillas apunto de explotar y me lo trago, rápido como si no me gustará —Sabes bien — murmuro y sus mejillas se sonrojan —No se que te pa-

—Quieres sentir eso — no entiendo a que se refiere, me da la vuelta y me sienta con las piernas abiertas, me quita el short y luego las bragas de un tirón, estas no las rompió, menos mal, siento que ya no me quedan blancas.

Besa la punta de mi dedo y baja, alternando entre sus labios y su lengua, no le quito la mirada de encima con algo de miedo y asombro por la forma tan perfecta en como se comporta.

—¿Sentir qu-

Su lengua pasa por mi centro y se cuela solo un poco en mi interior, aprieto los muslos en su rostro y agito las caderas en busca de más, abre un poco la boca y chupa, suelto un largo gemido, lanzando mi cabeza, y mis prejuicios, a la basura.

Agarro su cabello y lo jalo, siento que estoy siendo muy brusco y que lo estoy lastimando, así que lo suelto solo un poco —Tienes un sabor delicioso — se aparta para decirme eso y antes de que logre hablar vuelve a hundirse entre mis piernas —Eres mi sabor favorito.

—Yo es que...n-no se que te pa-pasa — digo entre pequeños gemidos y gruñidos que salen sin mi permiso — sus manos masajean mis pechos por encima de la tela y sacudo mi cadera, hacia delante sintiendo como mete su lengua en mi interior —Ne-necesito saber — tartamudeo, mis dientes chocan entre sí y me piden seguir hablando.

Sus ojos desprenden algo que no he llegado a entender, me desespera, muerdo mi labio inferior reteniendo los sonidos que quieren salir para concentrarme en lo que me quiere transmitir —Se que quieres hacerlo no te detengas — arqueo la espalda y mis ojos se llenan de lagrimas, el placer que me brinda duele y lamento decir que se cuela en mi pecho, haciendo un agujero que no me gusta.

—Minho — lo llamo y lo detengo, subiendo sus labios a los míos —Me gusta tanto que hagas eso — el destello que tenían sus orbes se redujo y metio dos dedos de un tirón haciéndome perder el control, gritar de placer y caer en el sofá, temblando como gelatina —¿Minho?.

—Tengo que irme... — se acomoda la ropa, cubriendo su erección y cierra la puerta de un portazo, ¿qué hice o dije que lo puso así?.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro