Flashback.

—Empezaremos con lo básico — dijo y sonrió al verme tan nervioso, pues no paraba de ver el mismo sitio desde que me senté —Cálmate no te voy a violar.

—Lo se — la incomodidad no era algo que disfrutara soportar, pero sentía una punzada en mi estómago que me decía que me fuera lo más rápido posible de ahí, sin ver hacia atrás y mudarme de Corea y si era posible de Asia.

Mi respiración era lenta, lograba escuchar todo con suma claridad, no quería hacerlo pero lo hacía. Mis labios no paraban de abrirse y cerrarse, mis ojos no dejaban de ver su cuerpo. Me acomode mejor en la cama y me crucé de piernas.

—¿Te has tocado alguna vez? — preguntó sin rodeos, lo mire sin saber que responder sentía mis mejillas ardiendo.

—Depende — sabía que había dejado las cosas claras, pero quería que me lo dijera bien.

—Sam, ¿Nunca te has complacido a ti mismo? — sus cejas se alzaron, mi cerebro explotó y quedé en blanco —!Por Dios! — exclamó con las manos en la cintura —¿Nunca te has masturbado?.

Entendí porque mis amigos me decían lento, negué varias veces, a mis veintitrés años de edad nunca me había tocado, no lo había visto necesario, cada que lo intentaba pasaba algo por lo que un día decidí que no lo intentaría más.

—Nunca lo he hecho, no lo he visto importante — si vieran su expresión se darían cuenta que algo en él explotó.

—Así que... nunca has sabido que es llegar al orgasmo — negué —Tampoco te han tocado — otra vez volví a negar —Supongo que tampoco has tenido tu primera vez — sonreí y también negué.

—Se sobreentiende ya que negué cuando dijiste que nadie me había tocado, es más deberías preguntarlo no decirlo como si me conocieras — me cruce de brazos.

—Lo primero que haremos será... enseñarte a como tocarte — me levanté y me volví a sentar al ver que me veía como suplicando algo —Necesitas ayuda.

—Está bien deléitame con tu sabiduría — dije sarcásticamente.

No dijo nada más y camino hasta una mesita, tomó una libreta y un lápiz, me los pasó y luego se sentó frente a mi, llevaba unos lentes bastante grandes y me pareció adorable. Pero no pude evitar ver algo, cuando él se sentó, un bulto se marcó en su entrepierna, pasaron tantas cosas por mi cabeza que no noté que ya había empezado a explicarme algunas cosas.

—Toma nota — señaló los objetos que anteriormente me había dado —Lo necesitas.

Mordí mi labio inferior y comencé a tomar nota, cada palabra era algo más fuerte, cada movimiento me ponía más nervioso, al final de la explicación mis manos temblaban y mi vista estaba nublada. No podía creer que fuera tan complicado complacerse a uno mismo, pensé que era solo meter y sacar algo y ya está. Pero no, porque si no hacía lo que él dijo nada saldría bien. Esas fueron sus palabras exactas.

—Como estas primerizo en este tema, creo que mejor no uses ningún juguete porque te dolerá — se acercó a mi y lo miré con desconfianza, aunque habíamos tocado temas muy privados, tenía vergüenza —Estos dedos — tomó mi mano y los señaló —Son los que debes meter y esto — tomó mi pulgar y la palma de mi mano —Es con lo que debes darle atención a tu... ya sabes.

Suspire, estaba comenzando a sentir algo en mi vientre que no me estaba dejando pensar, me estiré y él, supongo yo, que entendió mi seña porque se separó y volvió a su silla.

Fin del flashback.

No podía quitarme de la mente el día anterior, como sus manos tocaron las mías y ese pinchazo en mi vientre me decían algo, pero estaba intentando olvidarlo. Pensar en mil cosas menos en eso, pero cada vez se me hacía mas difícil.

Cierro la llave de la bañera y entro, tenía que relajarme, tampoco encontraba muy claro relajarme en una bañera pero eso fue lo primero que se me ocurrió. Con toda mi fuerza de voluntad veo los pajaritos que se encuentran en la ventana de mi baño.

Sonrió al verlos, pues eran hermosos, se acurrucaban y limpiaban entre sí, quería sentir eso, ese amor y afecto de alguien incondicionalmente. Sonreír por alguien, nunca había experimentado con nada me enfrasque en otras cosas que me parecían más interesantes e importantes.

Bajo la mirada a mi cuerpo, no estaba mal, iba cada mañana a hacer ejercicio, corriendo por las tardes, pues me encantaba estar en forma. No se veía muy bien por la espuma que me cubre hasta el cuello y solo se ven mis manos ya que las tengo aferradas a las esquinas de la bañera.

Luego de un rato siento curiosidad por lo que sentiría si me llegara a tocar, ¿Sería bueno o malo?. Sin pensarlo dos veces hice un camino con mi mano derecha desde mi pecho hasta mi vientre y la dejó ahí. Ya me estoy empezando a arrepentir.

Flashback.

—Puedes tocar tus pechos, pellizcas tus pezones y luego haces trazos en tu vientre — tomé nota y luego comencé a reír, esto era súper vergonzoso pero no sabía porque me gustaba tanto.

—Esto es interesante — dije y él comenzó a reír — De verdad, es un tema que nunca he tocado y ahora que lo hago es interesante.

—Y esto es solo el comienzo — me dijo y nuestras miradas se conectaron, sentí algo, un no se que, que me gusto y mi sonrisa por alguna extraña razón se hizo más grande.

—Espero que así sea... — ¿De donde había encontrado tanta confianza?.

Fin del flashback.

Mis manos viajaron a mis muslos, los acaricio y aprieto, un jadeo sale de mis labios, cierro los ojos y abrió las piernas.

No se que estoy haciendo pero se siente tan bien que no quiero parar, me acomodo mejor y subo la mano derecha a mi pecho izquierdo y lo aprieto con algo de fuerza, un gemido se escapo de mi y me sorprendo, necesito más. Subo la otra mano y los acaricio, de vez en cuando los aprieto y pellizco.

—Dios... — susurro y mis caderas se elevan. Necesito acabar con esto —Creo que mejor paro... — digo y a los segundos ya estoy descendiendo a mi vientre.

Mis ojos se cierran y bajo lo suficiente como para sentir lo húmedo que estoy. Mi cabeza da vueltas y solo puedo pensar en una cosa, terminar lo que acabo de empezar, porque siento que mi cuerpo se esta saliendo de control.

—Mierda... — gimo cuando introduzco la punta de mi dedo medio, me había dolido más de la cuenta pero no sentía nada. Quería más.

Flashback.

—A la final el dolor se vuelve en placer — me informó, yo observé como él me veía, sus ojos estaban algo oscurecidos, sentía que me estaba comiendo con la mirada y yo lo único que hice fue sonreír —Y mientras te tocas puedes pensar que alguien más lo está haciendo, eso ayuda bastante o si no pues piensa en mi — guiño y yo solté una risilla.

Fin del flashback.

—Mi- Minho — murmuro con algo de dificultad, había metido de golpe el dedo, se sentía extraño y poco convencional pero nada del otro mundo.

Lo sacó y vuelvo a meter con fuerza, mis ojos se abrieron de golpe y me acabo de dar cuenta que me estoy tocando como un adolescente en el baño de mi casa, mientras pienso en él chico que me enseñó como hacerlo.

Me levanto y entro a la ducha, necesito lavarme las manos, estoy hecho un desastre. El agua está sumamente helada pero se supone que así me ayudara a bajarme la calentura.

Me siento avergonzado y ahora tengo más claro que nunca volveré a ir, menos estar cerca de Minho y muchísimo menos volver a hacer lo que estuve a punto de hacer.