𓂃 ִֶָ❤️🔥13
Tal vez esto se lo hubiera cuestionado de no ser porque ahora mismo, lo que haya pasado en ese futuro le hubiera empujado a seguir adelante e ignorar el amor que siente por el alfa.
Sin embargo, ahora que están ambos besando en la sala como si no hubiera un mañana, hizo que Jimin olvidara hasta su propio nombre.
Sus labios unidos en un beso apasionado. La habitación estaba en silencio, solo interrumpida por el sonido de sus respiraciones entrecortadas. La piel de Jimin picaba por ser tocada por las manos grandes y cálidas de Jungkook, que parecían conocer cada centímetro de su cuerpo.
Jungkook, estaba completamente seducido por los labios de su omega. No podía evitar meter sus manos debajo de su camisa, hasta tocar su piel lechosa y suave. Los escalofríos invadieron a Jimin, que se estremeció de placer bajo el tacto de Jungkook.
A medida que el beso se profundizó, ambos parecían perder el control. Sus lenguas se entrelazaron, explorando cada rincón de sus bocas. Jungkook se acercó más a Jimin, presionando su cuerpo contra el suyo. Jimin se sintió abrumado por la pasión y la intensidad del momento.
Jeon bajo sus besos a su cuello, chupo buena parte de esa piel blanca que se formaban morados. Jimin tenía sus manos dentro de la camisa del alfa, rasguñando su espalda ancha que seguro dejaría secuelas mañana.
Sus pelvis chocaban, creando gemidos en ambos. Querían seguir, querían arrancarse la ropa y mandar el cortejo al carajo.
Pero de repente, ambos se detuvieron. Se separaron, jadeando, y se miraron a los ojos. La realidad los golpeó como un cubo de hielo. Esto estaba yendo demasiado rápido. No podían permitir que sus emociones y deseos tomaran el control.
Jimin se apartó un poco, intentando recuperar la compostura. Jungkook lo miró, con una mezcla de deseo y preocupación en sus ojos.
—Lo siento —dijo Jungkook, su voz baja y ronca— No quería presionarte. Se que solo te pedí un beso, pero...
Jimin sacudió la cabeza.
—No, no es eso. Es solo que... no quiero que esto se salga de control. Siento que mi lobo me domina cuando estoy demasiado cerca de ti.
Jungkook asintió, entendiendo.
—Lo sé. Yo tampoco. Pero es difícil resistirte, Jimin.
Jimin sonrió débilmente.
—Y a mí, resistirte a ti.
Ambos se miraron durante un momento, la tensión entre ellos era palpable. Luego, Jungkook se levantó y se sentó al lado de Jimin, pero esta vez, con una distancia prudente entre ellos.
Sus ropas desarregladas, sus cabellos parecían que los sopló un fuerte viento. Ambos están hechos un desastre.
—Vamos a tomar las cosas con calma, ¿de acuerdo? Podríamos empezar con una cita —dijo Jungkook.
Jimin asintió, sintiendo un alivio mezclado con decepción.
—¿Está no cuenta? —mordió sus labios provocando a su alfa.
—Mi pequeña cereza, no hagas que deje de ser un caballero.
Jimin sonríe travieso. Debe parar. Pero cómo podía si ha pasado una vida enamorado de él, aguantando las ganas de que lo coja con cada fuerza que le dé ese alfa, porque sabe que lo dejaría sin caminar.
Ambos se miran a los ojos.
—Mañana podremos salir, iremos juntos a la junta a Busan para ir a visitar al Señor Sang. Recuerda que nos mandó llamar.
Le dice que podrían salir a pasear donde ambos crecieron.
—Me parece genial. —le sonríe aunque recuerda que aún sale con Eunwoo— ¿Terminarás con Eunwoo no?
Sintió temor en su pregunta a lo que Jimin asintió mientras se arregla la ropa para irse a casa.
—Si, mañana hablaré con él y terminaré lo que tenemos. De todas maneras nada era muy oficial y con lo que hizo hoy, me doy mas motivos. —susurro lo último más bajo.
—¿Cómo dices?
—Nada, mañana terminaré con él. Yo solo quiero estar contigo.
Jungkook se acerca a él y lo toma entre sus brazos.
—Yo contigo.
Jimin roza sus labios mientras enreda sus brazos por el cuello de sus alfa. Aunque se pare de puntitas, no lo alcanza.
—¿Sabes? Siento que estoy en un sueño. —le dice con tanta pesadez de ese momento amargo que vivió cuando era una persona horrible— Tenerte era lo único que quería, siento que nada de esto es real.
Jungkook deja besitos en sus labios.
—Es muy real, así que no tengas miedo a estar conmigo. Te quiero en mi vida Jimin, eres lo único que quiero.
Los labios unidos hacen que Jimin confirme que este no es un sueño, que es es verdad que ambos estén planeando estar juntos. Tal vez puedan llamarlo débil, pero no lo puede evitar, no cuando se trata de él.
—Me tengo que ir, ya es tarde. —susurra Jimin sin ganas de querer irse.
—¿Quieres que te lleve? —le pregunta.
—Vine en mi auto así que no te preocupes. Nos vemos mañana en la oficina.
—Vale. Me mandas un mensaje cuando llegues a casa por favor.
Le da un último beso mientras se despide de él en la puerta. Ambos se sonríen cómplices de su amor. Jimin se marcha con una hermosa sonrisa, es que siente que el pecho le va a explotar de alegría, incluso su mochi está feliz.
¿Al fin sería feliz? Esperaba que si.
Sube a su auto arrancando a su apartamento, mientras que detrás de él iba siguiéndolo un furioso Eunwoo.
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Taehyung baja con Bam siguiéndolo, tenían hambre, pero en eso ve a su hermano dar vueltas como loco. Algo que lo desconcertó.
Va a él y lo saluda.
—Buenos días Jimin. ¿Pasa algo? —le pregunta Taehyung a lo que Jimin asintió.
—No pasa nada y buenos días a los dos.
—Pues te ves extraño. ¿Pasó algo?
Jimin no sabe si decirle sea bueno, no tiene un amigo al que contarle sus cosas, pero ¿contarle a su hermano? ¿Sería raro?
—Nada, sólo que voy a terminar con alguien.
Taehyung se sienta en el sofá.
—¿Con el chico que vino ayer? —Jimin asintió— Más te vale. ¿Quién rayos se cree para gritarte de esa manera?
—¿Escuchaste?
—Claro que sí. Casi bajo a darle un pata en los huevos por estúpido. Así que no me opongo a que termines lo que sea que tengas con él.
Jimin lo sabe por eso lo llamara enseguida. Taehyung se marcha a la cocina a desayunar algo, dejándolo solo.
Jimin tomó su móvil y marcó el número de Eunwoo. Después de unos segundos, Eunwoo respondió.
—Hola, lindo ¿qué pasa? —preguntó Eunwoo.
—Necesitamos hablar —dijo Jimin, intentando sonar lo más neutral posible.
—¿Qué pasa? ¿Estás bien? —preguntó Eunwoo, notando el tono serio de Jimin.
—Sí, estoy bien. Solo necesitamos hablar —repitió Jimin.
—Está bien. ¿Dónde quieres que nos veamos? —preguntó Eunwoo.
—Hay una cafetería cerca de mi apartamento. Te daré la dirección. —le dice Jimin.
Eunwoo anotó la dirección y se la repitió para asegurarse de que la había entendido correctamente.
—Está bien, estaré allí —dijo Eunwoo.
Después de colgar, Jimin se sintió un tanto nervioso. Sabía que hoy terminaría las cosas con Eunwoo. Era lo mejor, ya que su corazón siempre le había pertenecido a Jungkook. Aunque sentía culpa por haber aceptado salir con Eunwoo y solo haberlo ilusionado, sabía que había sido honesto con él desde el principio. Le había dejado claro que solo saldrían para ver si pasaba algo más, pero al final no eran pareja formalmente.
Jimin se levantó del sofá y se dirigió al baño para prepararse para la cita. Se miró al espejo y se sintió un poco incómodo. Esperaba que todo saliera bien y que Eunwoo entendiera su posición. Se lavó la cara y se peinó, intentando calmarse. Después de unos minutos, se sintió más tranquilo y listo para enfrentar lo que viniera.
Jimin ya esperaba en la cafetería, sentado en una mesa cerca de la ventana. Tenía los nervios por dentro, pero esperaba ser muy directo y terminar con la conversación lo antes posible para poder irse al trabajo. Mientras esperaba, revisaba su teléfono y veía los mensajes de Jungkook, que le preguntaba a qué hora llegaría. Jimin le respondió que tenía algo que hacer y que lo vería para su junta.
Unos minutos después, la puerta de la cafetería se abrió y Eunwoo entró, pero no solo. Traía un gran ramo de tulipanes y un enorme oso de peluche. Los pocos clientes que había en la cafetería se le quedaron mirando, y Jimin se sintió incómodo. Eunwoo se veía como un hermoso hombre de kdramas que le trae regalos a la persona que le gusta.
Jimin se levantó de su asiento y se acercó a Eunwoo, intentando sonreír.
—Hola —dijo, intentando ocultar su incomodidad.
Eunwoo se acercó a él y le entregó el ramo de tulipanes y el oso de peluche.
—Te traje algo —dijo, sonriendo— Es un regalo de disculpas por lo que pasó ayer.
Jimin se sintió aún más incómodo. No le gustaban los tulipanes, y mucho menos los osos de peluche.
—Gracias —dice intentando ser amable— Pero no tenías que hacer eso.
Eunwoo se rio.
—Quería sorprenderte. ¿Te gustan?
Jimin se sintió atrapado. No quería herir los sentimientos de Eunwoo, pero tampoco quería mentirle.
—La verdad es que no soy muy fanático de los tulipanes. —lo mira intentando ser honesto.
Eunwoo se rió de nuevo.
—No importa. Puedes regalarlos a alguien más si no te gustan. Lo importante es que quería hacerte feliz.
Jimin se sintió aliviado, más no tanto. Cuando lo comenzó a conocer, creyó que le contó sus gustos en flores y parece que se le olvidó.
—Gracias. Eso haré.
Eunwoo se sentó en la mesa y Jimin se sentó enfrente de él. La conversación se hizo un poco más fácil después de eso, pero Jimin sabía que no podía evitar la conversación que tenía que tener con Eunwoo. Tenía que ser honesto con él y decirle que no sentía lo mismo. Se preparó para la conversación, sabiendo que no sería fácil.
—Eunwoo, necesitaba hablar contigo sobre nuestra, bueno sobre lo que tenemos. —comienza Jimin.
El alfa rápidamente habló.
—Yo quería pedirte esto en otro momento y mas romántico, pero creo que ya no puedo aguantar. —le dice con voz emocionada.
—¿Así que es?
Eunwoo tomó su mano. Jimin tuvo un mal presentimiento.
—Quería pedirte que fueras mi novio. Quiero hacer esto oficialmente.
Eso fue como un balde de agua fría para Jimin. Ok, no espero eso, ahora las cosas se van a poner peor. Lo miraba esperando a que dijera que sí, pero esa respuesta nunca llegó.
Quito su mano de la de él y suspiro.
—Lo siento, pero no quiero. —le dice y la sonrisa del alfa se volvió amarga— Yo... te quería ver porque ya no quiero seguir con esto.
—¿Qué? —no podía creerlo.
—Eunwoo... me la pase bien en tu compañía, eres un buen alfa, pero yo no siento lo mismo que tú. Lamento decírtelo ahora, pero no puedo corresponder tus sentimientos.
—Jimin, si es por lo que pasó ayer, lo siento mucho. No quise...
—Lo que pasó ayer, me sorprendió. Pero no quiero hacerte más ilusiones sobre un futuro juntos, los siento pero creo que es mejor terminar esto. Perdón por haberte perder el tiempo. Espero que lo entiendas.
Jimin se levanta y le deja ahí sus regalos, no los quiere, se sentiría más culpable. Quería irse porque la culpa no lo deja en paz.
—Gracias por todo, cuídate mucho.
Jimin sale de ahí pagando la cuenta. Camina un par de pasos cuando Eunwoo le grita.
—¡¿Es por Jeon no es así?! —Jimin se detiene más no se gira— ¡¿Es el no?! ¿Por el que me dejas?
Jimin cierra los ojos y asiente, no voltea a verlo y camina hasta su auto. Eunwoo apretó los puños ante la rabia que sentía, siempre Jeon. El maldito alfa que siempre le ganaba en todo.
No sabe cuánto le odia y ahora que le ha quitado lo único que creyó ganar, se lo hará pagar. Eso lo puede jurar.
Jimin subió a su auto y condujo a su empresa. Fue duro romper con Eunwoo, pero fue lo mejor. No puede seguir con él, no cuando él tiene en su corazón a su amado Jeon Jungkook.
Al llegar baja y entra. Los empleados lo saludaron, menos un par de omegas con las que Hanna estaba. Parecían mirarlo con odio, sonriendo falsamente. Jimin supo el porqué, porque ayer su alfa la rechazó. Ese futuro habría esperado que Jungkook le hiciera lo mismo cuando esa resbalosa llegó a sus vidas.
Ahora mismo disfruta porque ganó. Él tiene el corazón de su alfa destinado y ella no va a interferir. Hizo las cosas bien, y seguirá haciéndolas mejor por su propio bien.
—Buenos días. —las saluda.
Ella bajaron la cabeza y Jimin siguió su camino. Hanna lo miraba mal, apretó sus puños con rabia.
Jimin subió al elevador, llegó a su piso y cuando entró a su oficina alguien lo tomó del brazo para acorralar su cuerpo contra las paredes de vidrio que solo lo cubre una cortina oscura.
—Jungkook, alguien puede entrar. —dice sonriente, pero admite que esto le gusta.
—No puedo evitarlo. Te extrañe mucho.
—Pero solo tarde un par de horas, no exageres. —le dice Jimin con las mejillas rojas.
Adora con todo su corazón lo que está pasando entre ellos. Ama como están los dos aquí solos apuntó de tal vez ser descubiertos. Eso los excitaba de una manera provocativa.
—Tenemos una junta hoy, creo que será bueno que sepas que para pasar un tiempo juntos a solas, podríamos perdernos por un rato en Busan.
—¿Enserio?
—Si, podremos ir a ver al Señor Sang y después ir a una cita a nuestras raíces ¿no te gustaría?
Jimin asintió con las mejillas sonrojadas.
—Si, me encantaría.
Jeon se apodera de sus labios. Joder anoche no pudo ni cerrar los ojos por estar pensado en esos labios carnosos de su lindo omega. La cosa se intensificó haciendo que Jungkook se llevará a Jimin al escritorio.
Ambos estaban con esas ganas de tenerse uno con el otro, no podían parar. Pero en eso abren la puerta y Seungmin se quedó con la boca abierta. Jimin aventó a Jungkook quien cayó de sentón, pero inmediatamente se puso de pie.
—A... yo, tengo que ir a ver si puso el pollo, adiós.
Sale y deja ambos con el rostro más rojo que pueden tener, más Jimin que de por si es rojo ahora es más. Los dos se miran y se echan una carcajada.
—Por la luna, eso fue tan...
—¿Existante? —termina Jungkook de decir.
—No, bueno si. Pero también vergonzoso. Te dije que alguien podría vernos. —le reclama aunque no está enojado.
Jungkook se acerca a él, le toma de las manos besando ambas.
—¿Crees que diga algo? Si lo hace, lo despido.
Jimin niega.
—No dirá nada, le confío muchas cosas y sé que será discreto. Además, yo también le sé algo.
Recuerda cuando lo encontró a él y al Bangchan cerca de los archiveros besándose. Fue algo vergonzoso y ambos no supieron qué decir. Jimin les dijo que no se preocuparan, pero parecía que temían que dijera algo más.
Así que ahora es momento de que Seungmin devuelva el favor.
—¿Qué le sabes? —inquiere curioso.
Jimin le roba un último beso y toma asiento en su silla.
—Eso es un secreto. Ahora ¿me dejas trabajar?
Jungkook le sonrió como un tonto enamorado.
—Nos vemos a la salida, recuerda empacar las suficientes cosas.
—Lo haré.
Le guiña el ojo mientras no puede evitar que su sonrisa sea tan bonita ante tanto amor. En eso llega Seungmin con el rostro sonrojado.
—Señor Park, lo siento mucho. No sabía qué...
—No te preocupes Seungmin. Si yo no dije nada tú tampoco.
Le recuerda. Seungmin sonríe ante lo que quiso decir.
—La junta está por empezar. ¿Quiere algo más?
—No, por el momento. Vamos.
Ambos se ponen de pie y van a la sala. Cuando cruza la mirada con Jungkook, este le guiña el ojo. Jimin sonríe cómplice con su alfa.
Hanna los miró, es muy claro para ella que ellos tienen algo. Eso le daba rabia, porque nada de lo que ha intentado con el alfa ha funcionado. Por alguna razón siente que está haciendo las cosas mal. Así que tiene que poner su plan en marcha.
Cuando ambos entran, la junta inicia. Ambos no se podían quitar la mirada de encima. Parecían dos adolescentes que apenas habían comenzado un amorío.
Al terminar la junta se fueron a comer juntos. Ya que tienen un gran viaje que comenzará a unirlos más. Será un viaje lleno de amor.
Pero….
Hanna caminó por las calles oscuras del barrio de los malditos, un lugar que la mayoría de la gente evitaba debido a su mala reputación. Pero Hanna no se dejó intimidar. Estaba decidida a encontrar lo que necesitaba, sin importar el costo.
Llegó a una tienda pequeña y oscura, con un letrero que decía "Artículos de brujería y amuletos". Hanna respiró hondo y entró en la tienda.
Dentro, la tienda estaba llena de objetos extraños y aromas intensos. Una mujer omega, con el cabello largo y oscuro, la miró desde detrás del mostrador.
—¿En qué puedo ayudarte? —preguntó la mujer, con una voz suave y misteriosa.
Hanna se sintió nerviosa, pero se armó de valor.
—Estoy buscando algo para... atraer a un alfa —dijo, intentando ser lo más clara posible.
La mujer omega la miró con curiosidad.
—¿Un alfa en particular? —preguntó.
Hanna asintió.
—Sí. Es un alfa poderoso.
La mujer omega sonrió.
—Tengo justo lo que necesitas —dijo, y sacó un pequeño frasco de polvo blanco— Este polvo es muy potente. Atraerá a cualquier alfa que esté cerca de ti.
Hanna se sintió emocionada.
—¿Funciona de verdad? —preguntó.
La mujer omega asintió.
—Sí, pero ten cuidado. Si le das demasiado, el alfa podría desarrollar una obsesión enfermiza por ti. Vertelo en su café o comida, y lo tendrás detrás de ti.
Hanna se encogió de hombros.
—No me importa. Haré lo que sea necesario para tener a Jungkook entre mis manos.
La mujer omega la miró con una mezcla de sorpresa y preocupación.
—Eres una omega muy decidida. Espero que sepas lo que estás haciendo. A veces jugar con el destino de la luna puede ser peligroso.
A Hanna le da igual y paga.
—Llevo esperando esto para toda mi vida. Voy a cobrar la venganza perfecta, y Park Jimin la va a tener que pagar muy caro.
Ella sale dejando a la mujer muy confundida. Pero bueno, quién era ella para meterse. Negocios son negocios.
Uiss... no sé preocupen, porque se viene mucho amor y lo demás, espero que estén listas. Aún falta, solo amén lo que viene.
Por favor gente, Hagan Stream a Hobito que estamos muy bajas. El es mi bias y siempre que saca algo casi nadie le da el apoyo que merece, ni a él y a Nam. Por favor. 🐿🫰🏼💜
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