Ha pasado una semana y cada día en el trabajo era una tortura. Ver a Jungkook y después evitarse, era demasiado para él.

Desde que sale con Eunwoo las cosas entre ellos... van bien, eso cree. Salen, hablan, lo hace reír, pero... ¿Lo quiere? ¿Siente algo más que eso? No lo sabe. Ni siquiera está seguro de sentir algo y es injusto, porque Eunwoo se ha esforzado por él.

Ha estado confundido. Se supone que la línea era que él se alejaría para que Jungkook fuera feliz con Hanna, pero ahora parece que solo la ve como lo que es, una secretaria nada más. Ha visto a la omega tratar de estar más cerca de él, pero siempre la ignora.

Puede ser imaginación suya. Aunque no lo descarta. Tal vez sólo fingen en la oficina y en privado ellos son algo. No lo sabe, pero le duele pensarlo.

Su lobo cada día está peor. Le exige ver a su alfa, Jimin le dice a mochi que no, porque ni siquiera lo sabe con certeza. Mochi está molesto, más que eso. Desprecia al lobo de Eunwoo cada que puede. Aunque no puede culpar.

Ha sido una semana jodida. Lo único bueno es que algo que ha mejorado es su relación con su hermano. Desde el día que dijo que iba a ver aún chico de su edad y académico para que fuera su tutor, casi le gana la risa al ver si intento por que ese joven intenrara engañarlo.

Recuerdo ese día.

Seungmin entró a la oficina.

—Señor Park, ya llegó el joven que esperaba.

—Iré enseguida.

Jimin se dirigió a la sala de recepción, donde lo esperaba Jung Hoseok, el "joven académico" que le daría tutorías a su hermano. Al entrar en la sala, Jimin no pudo evitar notar la elegancia y la sofisticación que rodeaba a Hoseok.

Vaya, se vistió como uno.

Hoseok era un joven de unos 23 años, con un rostro ovalado y una piel clara y suave. Sus ojos eran de un color marrón oscuro, que parecían brillar con inteligencia y curiosidad. Su cabello era de un color negro azabache, que caía en ondas suaves sobre su frente.

Hoseok llevaba un traje de color gris claro, que se ajustaba perfectamente a su cuerpo delgado y atlético. Una corbata de color azul claro adornaba su cuello, y un reloj de pulsera de lujo brillaba en su muñeca. Aunque duda que sea de lujo realmente.

Jimin se acercó a Hoseok y lo saludó con una sonrisa.

—Hola, señor Jung. Me alegra que haya podido venir.

Hoseok se levantó de su asiento y se inclinó ligeramente, en un gesto de respeto.

—Me alegra estar aquí, señor Park. Es un placer conocerlo.

Jimin se sentó en el sofá que estaba frente a Hoseok, y lo invitó a tomar asiento.

—Por favor, siéntese. Quiero hablar con usted sobre mi hermano y sus necesidades académicas.

Hoseok se sentó en la silla que estaba frente a Jimin, y sacó un cuaderno y un bolígrafo de su maletín. No quería que le ganara la risa, es que si que se puso en su papel de profesional.

—Claro, señor Jimin. Estoy aquí para ayudar a su hermano en cualquier cosa que necesite.

Jimin sonrió y se inclinó hacia adelante, ansioso por hablar con Hoseok sobre su hermano y sus necesidades académicas.

—Excelente. Quiero que sepa que mi hermano es un estudiante muy motivado y trabajador, pero ha estado teniendo algunos problemas en la escuela últimamente. Más en específico, va a reprobar. Necesita espiar y sacar al manos un nueve. Necesito que se comprometa con ello.

Hoseok asintió con la cabeza, y comenzó a tomar notas en su cuaderno.

—Entiendo. ¿Qué tipo de problemas ha estado teniendo su hermano en la escuela?.

—Bueno, ha estado teniendo problemas con su autoestima y su confianza en sí mismo. También ha estado teniendo problemas para concentrarse en la escuela y para completar sus tareas a tiempo. Creo que alguien lo distrae.

Hoseok asintió con la cabeza y trago grueso,  continuó tomando notas en su cuaderno.

—Entiendo. Parece que su hermano está pasando por un momento difícil en la escuela. Pero no se preocupe, señor Park. Estoy aquí para ayudarlo. Tengo mis certificados para demostrarle que soy el indicado.

—Muchas gracias, Joven Jung. Me alegra saber que está aquí para ayudar a mi hermano. Espero ver resultados, porque sino... —Hoseok trago saliva— Lo mandaré a Estados Unidos donde podrá terminar sus estudios.

Hoseok entró en pánico, se le veía en la mirada. Es que Jimin se quiere reír, claro que no habla enserio, pero hay que ponerlos aprueba, sino su hermano estudiar no lo hará, sino estada besándose con el.

—Lo veo el lunes entonces. Espero ver resultados, de verdad.

Jimin se puso de pie y Hoseom también.

—Le prometo que su hermano sera el mejor. Sacara un diez si es necesario. Se lo prometo.

Estrecharon sus manos y se fue de ahí muy decidido. Jimin al fin se echó una carcajada que dejó confundido a Seungmin.

Regresando al presente.

Fue demasiado divertido y ver a su hermano estudiando en serio, lo dejó bastante sorprendido.

Entiende que está enamorado, solo espera que algún día se lo diga. Seungmin entra a la oficina con una sonrisa, bueno, parece que su hermano no es el único enamorado.

—Señor Park, termine los pendientes que me dijo. Iré a comer fuera ¿Comerá en la cafetería o irá al restaurante?

—Voy a invitar al personal a cenar algo. Ya que hicieron un gran trabajo esta semana.

—¿Entonces quiere que vaya con usted? Puedo cancelar mi compromiso.

Jimin negó.

—Claro que no, puedes ir. Disfruta tu noche y me saludad a Bangchan.

Seungmin abrió los ojos de par en par y se sonrojó.

—Yo no... —se puso nervioso.

—No te preocupes. No tiene nada de malo salir con un empleado mío, tienes todo el derecho. Vete, se te hará tarde.

Seungmin le sonrió contento.

—Nos vemos señor.

Hace una reverencia y sale de ahí. No era una sorpresa de todos modos. Bang siempre anda mirándolo, cuidado de su omega y se ven tan lindos juntos. Al final todos tienen a alguien, él también y no es tan feliz como se ve su hermano o Seungmin.

Dispersa sus pensamientos y se pone a trabajar.

Mientras tanto, Jungkook hace lo mismo. Está trabajando para las campañas, pronto será 14 de febrero y necesitan tener todo listo. Pero a pesar que ha estado trabajando no puede evitar pensar en Jimin. Toda la semana no lo ha sacado de su mente, es como un imán.

Pensar que eligió Eunwoo le llenaba celos, de ver como ese maldito lo abraza y besa. Odia el maldito sentimiento. Quiere ver a su Jimin feliz, a costa de su sufrimiento. Uno que se merece por todo el daño que hizo.

Eso también le hizo recordar lo que ha buscado estos días. Había visto una mujer que sabe mucho de estos temas, algunos la han llamado charlatán, pero otros aseguran que ella sabe más de los antepasados de la Diosa Luna.

Es por eso que la verá hoy, quiere hablarle sobre ese sueño; si es que era un sueño. Quiere contarle sobre lo siente y lo que le está matando. Necesita saber qué puede hacer con su omega, con su Jimin.

La hermosa mujer de cabello negro y ropa blanca entró en la empresa, y todas las miradas se posaron en ella. Su cuerpo esbelto y su rostro angelical llamaban la atención de todos. Ella sonrió amablemente y saludó a los empleados que la rodeaban.

Se dirigió a la recepción, donde le entregaron un pase para que entrara a ver al Señor Jeon. Jimin, quien venía de invitar a sus empleados a cenar, la vio y se detuvo en seco. No sabía quién era ella, pero acaparó la atención de todos, incluyendo la suya.

Jimin se sintió intrigado y se acercó a ella, pensando en preguntarle si le ofrecía algo. Pero antes de que pudiera hacerlo, Jungkook salió de su oficina y la recibió con una sonrisa.

Jimin se sintió confundido. ¿La conocía Jungkook? ¿Quién era ella? Su mochi se puso en modo territorial, y Jimin se sintió un poco celoso.

Hanna, quien estaba cerca, también puso mala cara, y Jimin se dio cuenta de que no era el único que se sentía incómodo.

Jungkook parecía estar feliz de ver a la hermosa mujer, y Jimin se sintió un poco desconcertado. ¿Qué relación tenía Jungkook con ella? Jimin se sintió ansioso por saber la respuesta.

Pero ambos entraron a la oficina dejándolo ahí con sus dudas y celos.

—Gracias por venir señorita Han.

—No tienes porque agradecer, me dio mucha curiosidad saber más sobre lo que me contó sobre ese sueño.

Ambos toman asiento en el sofá del centro que tiene Jeon en su oficina. Jungkook estaba un tanto nervioso.

—Necesito respuestas porque no se que mas puedo hacer o como llevar esto que me tortura.

—Comprendo. Cuénteme lo que pasó o cómo sucedió todo.

Jungkook suspiró.

—Todo comenzó cuando tuve un accidente de auto. Me golpeé un poco la cabeza, pero lo que vi fue muy real. Yo... me vi en un futuro donde desprecie a mi omega destinado por otra omega; quien no recuerdo. Jimin en el futuro hizo cosas horribles, que me hicieron tomar la decisión más difícil de todas: dejarlo morir.

Han se sorprendió, siguió escuchando.

—Lo dejé caer desde el piso de este edificio, intentó matar a la mujer que yo amaba por celos, decía cosas incoherentes. El se cayó y se sostenía de un tubo, hasta que yo lo solté. Después cuando yo me giré a ver si mi pareja estaba bien, ella dijo algo que no logro recordar y me disparó varias veces. Caí por dónde cayó el. Ambos morimos al lado del otro. Después me desperté.

Ha Sohee escuchó todo atento y comprendió lo que pasó.

—Se que suena descabellado, como si estuviera loco, pero creeme que no. No estoy seguro que fue eso o si solo fue un sueño, pero esto, este tiempo ya lo viví, solo que hay cosas que cambiaron.

—No creo que este loco señor Jeon. Ya he escuchado esto, en especial desde que era una niña. Escuche, cuando yo tenía ocho años, un hombre fue con mi madre porque le pasó algo similar a lo que usted. Mi madre le dijo que si la Diosa Luna lo hizo regresar, es porque algo quiere que cambie, algo que el mal triunfo. Ahora dígame ¿usted qué cree que puede ser eso que lo hizo volver? Dígame con sus propias palabras.

Jungkook lo pensó y eso es Jimin.

—Jimin, creo que se trata de Jimin.

Sohee asintió.

—Aún estoy analizando esto señor Jeon. Pero necesito más información. Mire —le entregó una tarjeta con una dirección— Verme ahí. Necesito ver con claridad quien era la mujer que mató a ese omega Jimin y a usted, cuál es su propósito. Aunque por lo que puedo notar, si volvió aquí es porque usted tiene que arreglar las cosas con ese omega. Si es su alfa, comience ahí.

—Lo que pasa es que él tiene pareja, él en ese sueño o lo que sea, me perseguía todo el tiempo, me quería a su lado, y ahora, me evita. Agregando que tiene pareja.

Sohee frunció el ceño.

—Muy bien, creo que hay mucho que trabajar. Deje esto en mis manos, sé lo que tengo que hacer. Se que muchas personas no creen en los pasados ni en las segundas oportunidades, pero las he vivido, y si la Diosa Luna le ha checo el milagro de volver por otra oportunidad, es porque no quiere verlo con ese final.

Jungkook asintió, no sabe mucho sobre ese tema pero ella es su única esperanza.

—Lo veré mañana señor Jeon, por favor no falte.

—No lo haré, muchas gracias.

Se levanta y la despide por la puerta. El alfa se queda solo con lo que le ha dicho, se supone que tiene que arreglar algo con Jimin, no dejarlo solo. Pero él tiene a Eunwoo, como rayos podría si ellos van en serio.

O será que la Diosa Luna quiere que Jimin sea feliz, es su recompensa por hacer sufrir. Pero no quería, no quería dejárselo a Eunwoo.

Jungkook se quedó trabajando hasta tarde, sumergido en documentos y números que parecían no tener fin. Hanna se fue a casa horas antes, y ahora eran casi la una de la mañana. Jungkook se estiró y se levantó de su silla, sintiendo el cansancio en sus huesos.

Es muy tarde y no ha comido nada. Cerró su laptop y se puso su saco. Es hora de ir a casa.

Salió de la oficina y el frío de la noche le pegó en el cuerpo, haciéndolo tiritar. Se dirigió a su auto, pensando en ir por comida. No sabía si habría algo abierto a esa hora, pero no tenía ganas de cocinar.

Arrancó el motor y comenzó a conducir, sumergido en sus pensamientos. De repente, su móvil sonó, rompiendo el silencio. Jungkook miró la pantalla y se sorprendió al ver que era de Jimin. Contestó la llamada, esperando escuchar la voz de su omega.

Pero en lugar de la voz de Jimin, escuchó la voz de un empleado.

—¿Señor Jeon? Soy el señor Choi, del departamento de ventas. Lo llamo porque el señor Park está muy ebrio y me pidió que lo llamara a usted para que venga por él.

Jungkook se sintió confundido.

—¿Dónde está el señor Park? Dame la dirección.

—Está en un restaurante en el centro de la ciudad —respondió el señor Choi— Nos invitó a cenar y bebieron mucho. El señor Park me pidió que lo llamara.

Jungkook suspiró y se rindió.

—Está bien. Envíeme la dirección. Voy por él.

Se la manda y gira para ir por Jimin. Bueno de todas las cosas que pensó de Jimin está no era una. Sabía que se lleva bien con su equipo, pero embriagarse, joder.

Jungkook llegó al restaurante y se bajó del auto. Al entrar, vio a los trabajadores del restaurante rodeando a Jimin, quien apenas se sostenía de pie con la ayuda de uno de ellos. Jungkook se apresuró a llegar hasta él, y los empleados lo saludaron con una inclinación de cabeza.

—Se pasó de muchas copas señor Jeon.

—Ya me di cuenta. —dice el alfa.

Jimin lo vio a penas y se lanzó a sus brazos, abrazándolo con fuerza.

—¡Jungkook, viniste por mí! —le dijo con una sonrisa, su voz apenas audible.

Jungkook sonrió al verlo así, se veía tan tierno y vulnerable.

—Claro que sí, cerecita —le respondió en un susurro para que los empleados no lo escucharan, lo abraza con fuerza.

Los empleados se disculparon por la situación y se despidieron, agradeciendo a Jungkook por venir a recoger a Jimin. Jungkook les dijo que manejaran con cuidado y se despidió de ellos.

Jimin no podía ni caminar, lo que hizo que Jungkook lo cargara tal cual una princesa hasta el auto. Lo sentó en el asiento del pasajero y se aseguró de que estuviera cómodo.

Jimin le decía cosas que apenas lograba pronunciar, su voz era apenas un susurro. Jungkook se rió y le dijo que se callara, que ya estaban en camino a casa. Jimin sonrió y se recostó en el asiento, cerrando los ojos y dejando que Jungkook lo cuidara.

Cuando llegaron, Jimin seguía sonriendo demasiado. Jungkook lo guió a su apartamento ya que le vómito encima y en su auto. Ya se las cobrará.

—Jungkookie... ¿por qué temiras tan guapo? —le dice Jimin con palabras estropeadas.

—Deja de hablar, estás muy ebrio y no sabes lo que dices.

—Mmm... si se que digo —hipea— yo... se cuando un alfa es guapo.

Entran al apartamento y Jimin no se despega del pecho de Jungkook, estaba bien aferrado.

—¿Así? ¿Qué otro alfa aparte de mi es guapo?

Jimin le mira y hace un puchero.

—Solo tu. Solo... tu.

Jungkook sonríe y lo lleva a la ducha. Pará que se quite el olor a vómito.

—Date un baño, te dejo este pijama para que te cambies.

—No quiero.

Intentó escapar, pero Jungkook lo empujó al baño.

—Vamos, si no te bañas vas estar apestando a vómito ¿Quieres eso?

Jimin negó.

—No, solo quiero estar limpio para ti.

—Pues anda y duchate, te espero aquí ¿bien?

Jimin se desliza bajo el agua tibia, sintiendo el cansancio y el estrés del día derritiéndose de sus músculos. Se sienta en la ducha, dejando que el agua corra sobre su cuerpo, como si intentara lavar también los recuerdos de su mente. Además de su ebriedad.

Está un poco consciente. Pero su omega ha tomado el control de él.

Mientras tanto, Jungkook sale del baño, con el pelo mojado goteando sobre sus hombros. Se pone el pantalón de pijama, pero deja el torso desnudo, mostrando sus tatuajes y su físico tonificado.

Jimin sale de la ducha, sintiéndose un poco mejor. Se pone unos bóxers que Jungkook había dejado en el baño y una camisa negra grande que le queda como un vestido.

Sale del baño y se encuentra con Jungkook, quien lo mira con sorpresa y deseo. Jimin se muerde el labio inferior, sus ojos fijos en el cuerpo de Jungkook.

Camina hacia él, sin dudarlo ni un segundo más. Cuando está lo suficientemente cerca, lo abraza con fuerza, aferrándose a él como si su vida dependiera de ello. Jungkook se tensa ante el contacto, pero no lo aparta. Su lobo, Nochu, se despertó cuando sintió al omega cerca.

—Jimin, estás borracho —dice con voz ronca, tratando de mantener la compostura. Pero Jimin niega con la cabeza, aferrándose aún más a él.

—No estoy borracho, alfa —murmura contra su pecho— Solo quiero estar contigo.

—Por favor bonito... pare de tocarme porque sino.

Y sin esperar respuesta, comienza a acariciar el pecho de Jungkook, sus dedos trazando círculos lentos y sensuales sobre su piel.

Jungkook jadea ante el toque, su cuerpo reaccionando a las caricias de Jimin. Un escalofrío recorre su espalda y un calor familiar se enciende en su interior.

—Jimin... —gime, su voz cargada de deseo y anhelo.

Pero Jimin está dominado por su omega que cuando menos lo espera, Jeon lo carga hasta el sofá donde Jimin no espera para besar a su alfa.

Nos vemos, Chao. 😈