Al ser llevado al hospital, Jeon se quedó serio, no habló mucho y daba miedo. Era como si estuviera enojado, incluso las enfermeras le temían un poco.

Su mente estaba en blanco y su corazón hecho una mierda. Jungkook se sentó en el borde de la cama del hospital, con la cabeza entre las manos. Aunque los médicos le habían dicho que no estaba tan herido, sentía que su cuerpo y su alma le dolían. Era como si apenas hubiera entrado en razón y la decisión que había tomado, no sabía si sería la correcta.

Se sentía confundido y perdido. La imagen de Jimin subiendo al auto de Eunwoo seguía grabada en su mente, y no podía evitar sentir un dolor agudo en su pecho. Aunque ahora todo tenía sentido.

Jungkook tenía ganas de llorar, de dejar que las lágrimas fluyeran y aliviaran el dolor que sentía. Pero como el alfa que era, no lo hizo. En lugar de eso, se obligó a mantener la calma, a no dejar que sus emociones lo dominaran.

Se levantó de la cama y se dirigió al espejo que había en la pared. Se miró a sí mismo, y vio un reflejo de un hombre que estaba luchando por mantener el control. Sus ojos estaban rojos y hinchados, y su rostro estaba pálido y tenso.

Jungkook tomó una profunda respiración y se obligó a relajarse. No podía dejar que sus emociones lo dominaran. Tenía que mantener la calma y tomar decisiones racionales. Pero era difícil, muy difícil, cuando sentía que su corazón estaba roto en mil pedazos.

Jungkook se sentó en el borde de la cama, con la cabeza entre las manos. Su lobo, Nochu, estaba herido y avergonzado de él y de todo lo que había pasado. Jungkook sentía que le habían arrancado la vida, y por mucho que quiso ser fuerte, se sintió de la mierda.

No pudo contenerse más y comenzó a llorar. Las lágrimas fluyeron libremente por su rostro, y su cuerpo se sacudió con sollozos. Su lobo ni siquiera le habló, y Jungkook se sintió completamente solo y abandonado.

En ese momento, la puerta de la habitación se abrió y su hermano Namjoon entró. Al ver a Jungkook llorando, se preocupó y se acercó a él.

—¿Qué pasa, hermano? —preguntó Namjoon, con voz suave y preocupada— ¿Jk estás bien? ¿Quieres que llame a las enfermeras?

Negó.

Jungkook se derrumbó en el pecho de su hermano, como cuando lo hacía de cachorro. Namjoon lo abrazó fuerte y lo consoló, hasta que su hermano pudiera pronunciar alguna palabra.

—Tranquilo... no fue tu culpa ese accidente.

—Lo siento... lo siento... —murmuraba Jungkook, entre sollozos— He matado al amor de mi vida...

—¿Qué? Pero si no hubo heridos.

Jamás había visto a su hermano así, al menos no de adulto. Namjoon no entendía nada, pero siguió consolando a su hermano, acariciando su cabello y hablando en voz baja para calmarlo.

—No te preocupes, hermano —dijo Namjoon— Estoy aquí para ti. Todo saldrá bien.

Jungkook siguió llorando, pero poco a poco se calmó, gracias a la presencia y el consuelo de su hermano.

—No sé qué fue lo que te paso, porque dices esas cosas, pero quiero que sepas que estoy aquí.

Jeon se sentía mejor, aunque con el dolor de su más grande error.

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Jimin se miró en el espejo, ajustando su cabello y su ropa. Había decidido aceptar la salida con Eunwoo, y estaba decidido a disfrutar de la noche. Si quería arrancar a Jungkook de su corazón, necesitaba salir con alguien más. Tal vez esto era lo correcto, aunque su lobo Mochi estaba inquieto y ansioso.

—Mochi, tranquilo —le dijo Jimin mentalmente— Todo estará bien. Solo necesito distraerme un poco. Eunwoo es un buen alfa, se que él hará que olvidemos a Jungkook.

Pero Mochi no parecía convencido. Siguió inquieto y ansioso, como si quisiera decirle algo a Jimin. Pero Jimin no le prestó atención.

En ese momento, llegó Eunwoo en su lujoso auto. Salió y le saludó a Jimin con un beso en la mejilla.

—Hola, Jimin —dijo Eunwoo con una sonrisa— Wao... te ves hermoso.

Jimin se sonroja un poco.

—Gracias. También estás presentable. —musita nervioso.

—Gracias. He reservado una mesa en un restaurante muy bueno. ¿Estás listo para cenar?

Jimin sonrió y asintió.

—Sí, estoy listo.

Ambos subieron al auto, y Jimin se abrochó el cinturón. En ese momento, miró hacia la empresa y vio a Jungkook a lo lejos. Su lobo Mochi quería ir con él, pero Jimin le regañó mentalmente.

—No, Mochi —dijo Jimin— Más te vale olvidarlo. No es nuestra alma gemela de verdad. Olvídalo y sigamos adelante.

Mochi se sintió triste, pero Jimin estaba decidido a olvidar a Jungkook. Se volvió hacia Eunwoo y sonrió.

—¿Vamos? —dijo Jimin.

Eunwoo sonrió y arrancó el auto. Jimin se sintió un poco más tranquilo, pero Mochi seguía inquieto y ansioso en su interior.

Jimin y Eunwoo llegaron al restaurante, uno de los favoritos de Jimin. Al entrar, Jimin no pudo evitar recordar las veces que había venido aquí con Jungkook. El solo pensamiento le dolía el alma. Pero se sacudió el recuerdo y se centró en el presente. Hoy solo quería disfrutar de una buena cena con una nueva persona.

Se sentaron en una mesa acogedora y pidieron su comida. Eunwoo sonrió y se inclinó hacia adelante.

—Me alegra mucho que hayas aceptado mi invitación —dijo Eunwoo—. He estado queriendo salir contigo desde hace tiempo.

Jimin sonrió y se encogió de hombros.

—Fue un placer.

—Me sorprendió que aceptaras ¿Creí que entre Jeon y tú?

—Solo somos compañeros de trabajo, nada más. No tienes nada de qué preocuparte.

El alfa sonrió.

—Que bueno porque tengo la intención de cortejar.

Mochi se fue a un rincón sin importarle las palabras del alfa. No le interesa y Jimin sintió eso. Solo sonrió ante sus palabras.

—Aún recuerdo cuando tenías muchos alfas detrás, aunque no le hacías caso porque Jeon siempre estaba pendiente de ti.

Jimin sonrió y asintió.

—Si, lo sé.

—Aún así creo que ahora sí tengo la oportunidad de salir contigo. De verdad quiero cortejarte, Jimin. No te veo demasiado convencido.

—¡Por supuesto que sí! —se apresuró a contestar— Es solo que no he salido con nadie durante mucho tiempo y estoy algo seco.

—Pues haré que esta velada con el omega más hermoso valga la pena.

Jimin solo sonrió. Es que no es que Eunwoo no le guste, es guapo y sexy. Sin embargo, no es Jungkook.

La conversación siguió de manera agradable, con Eunwoo hablando sobre sus intereses y pasatiempos. Jimin se sintió cómodo y relajado en su presencia, y comenzó a disfrutar de la cena.

Finalmente, llegó su comida y se centraron en disfrutar de la deliciosa comida. La conversación siguió de manera fluida, y Jimin se sintió agradecido de haber aceptado la invitación de Eunwoo. Tal vez, pensó, esta fuera la oportunidad de conocer a alguien nuevo y dejar atrás sus sentimientos por Jungkook.

Aunque quiere hacerlo, no ha dejado de sentirse ansioso. Desde que lo miró viendo cómo se iba con otro alfa, algo hizo que sintiera culpa. Sabe que no debería, él tiene a Hanna, porque debería pensar y preocuparse por él.

Todo fue su culpa. Ojalá le pasara algo realmente malo.

Eunwoo y Jimin salieron del restaurante y se dirigieron al apartamento de Jimin. Cuando llegaron, Eunwoo se volvió hacia Jimin y sonrió.

—Me divertí mucho esta noche —dijo Eunwoo—Espero que salgamos otra vez mañana. Claro, si tienes tiempo.

Jimin sonrió y asintió.

—Sí, estaré encantado.

De repente, por impulso, Jimin se acercó a Eunwoo y rodeó su cuello con sus brazos. Unió sus labios a los del alfa y Eunwoo le correspondió de la misma manera.

Su lobo, Mochi, estaba ignorándolo por esto, y Jimin se alejó del alfa con una sensación extraña. Eunwoo sonrió felizmente y Jimin se sintió un poco incómodo.

Simplemente lo hizo porque sentía que era correcto, pero ahora, se sentía mal.

—Hasta mañana —dijo Jimin, y se despidió de Eunwoo.

—Nos vemos.

Entró a su edificio y subió al elevador. Su cara estaba caliente y su corazón martillaba, pero no era como si fuera un colegial. Sino más bien, porque su lobo estaba muy enojado con él.

—Lo siento mochi. Pero Jungkook no será nuestro alfa, tienes que entenderlo.

Sin embargo Mochi lo ignora lo cual desanima a Jimin. Su lobo ahora estaba en su contra. Al llegar a su piso, entra a su apartamento. Vio a su hermano Taehyung estudiando en la sala. Le sonrió, pero la cara que tenía no le agradó.

—¿Qué pasa? —preguntó Jimin.

Taehyung levantó la vista y lo miró con preocupación.

—Pensé que estabas en el hospital. Vi en las noticias que hubo un accidente de autos y que Jungkook fue quien chocó. ¿Creí que fuiste con él?

El lobo de Jimin, Mochi, sintió pánico y comenzó a gimotear de dolor. Jimin se preocupó y se sintió mal por lo que había pasado.

—No pensé que mis palabras tendrían efecto en desearle algo malo.

Murmuró para el mismo. Jimin, sintiéndose culpable.

—¿Qué?

—Nada. Iré a verlo por favor no salgas sin mi permiso.

Le pidió a Taehyung que se quedara allí y dijo que iría a ver a Jungkook. Taehyung asintió y Jimin salió corriendo, sintiendo una mezcla de preocupación y culpa.

Jimin llegó al hospital y se dirigió a la sala de espera. Allí, vio a Namjoon hablando con una enfermera. Lo llamó y Namjoon se volvió hacia él.

—¡Nam!

—Jimin —dijo Namjoon, con una expresión de alivio—Gracias que estés aquí.

Jimin se acercó a él y le preguntó:

—¿Qué pasó? ¿Qué le sucedió a Jungkook?

Namjoon suspiró y comenzó a explicar.

—Jungkook tuvo un accidente de auto. Chocó con otro vehículo y se golpeó la cabeza. Pero no te preocupes, está bien. No hay ningún efecto malo, solo un poco adolorido.

Jimin se sintió aliviado al escuchar que Jungkook estaba bien.

—Que bueno. ¿Puedo verlo? —preguntó.

Namjoon asintió.

—Sí, puedes pasar a verlo. Está en la habitación 304. Pero ten cuidado, está un poco... sensible.

Jimin asintió y se dirigió a la habitación 304 a paso prisa. Su corazón latía con ansiedad y preocupación por Jungkook. ¿Qué había pasado exactamente? ¿Por qué Jungkook había tenido ese accidente? Jimin no podía esperar para verlo y saber que estaba bien.

Jimin tocó la puerta de la habitación 304 con cierta timidez. Jungkook le dijo que pasara y Jimin entró en la habitación. Al ver a Jungkook, su corazón se sintió aliviado, pero también sintió un dolor inmenso y lleno de odio hacia sí mismo.

Nochu, el lobo de Jungkook, se alegró al ver al omega preocupado por él, pero Jungkook se mantuvo sereno.

—¿Cómo estás? —pregunta el omega.

Jungkook le contesta.

—Estoy bien. Solo fue algo desafortunado.

Jimin se acercó a Jungkook y su olor llegó al alfa. Pero no era su aroma normal a rosas, era un olor a pasto recién podado; igual al de Eunwoo. Jungkook recordó cuando los vio salir juntos y entendió todo.

—Es tarde. Deberías irte a casa. Mañana me darán el alta.

—Lo sé. Solo quería saber si estabas bien.

Jimin lo sintió de manera distante. Jungkook le respondió con un simple

—Lo estoy. Vete a casa. —le dice de manera seca. Era incómodo.

—Bien me iré. Deje a Taehyung solo asique...

Al no ver respuesta del alfa, se dio la vuelta para irse, pero Jungkook lo detuvo con su voz.

—Jimin —dijo Jungkook.

Jimin se giró y Jungkook lo miró con una expresión culpable y arrepentida.

—Lo siento —dijo Jungkook. Jimin se quedó confundido— Jamás me lo voy a perdonar. Si eres feliz con alguien más, te deseo la mejor de las suertes. No seré ese monstruo que te lo impida. Tu mereces ser feliz.

Jimin se sintió conmocionado por las palabras de Jungkook.

—¿Por qué me dices esto? —su corazón se estaba rompiendo en mil pedacitos.

Jungkook tenía ganas de gritar, pero se contuvo.

—Solo perdóname. Aunque se que no merezco nada. Solo… Perdóname.

Jimin no entendía, ¿perdón? ¿De qué?

Iba a preguntar cuando entró Namjoon interrumpiendo todo. Jimin siente que el corazón se le va a salir y lo único que hizo fue salir casi corriendo.

Namjoon miró a su hermano desconcertado.

—¿Qué pasó?

Jungkook se acuesta en la cama.

—Nada.

Pero ese nada no sonó muy conveniente. Aunque no quiso indagar más. No sabía qué pasaba, pero esos dos están extraños.

Solo diré que hay que llorar.

Nos vemos, las quiero mucho. Y gracias por sus mensajitos de cariño y apoyo. No estoy pasando por algo bueno, pero intento ponerme fuerte, no sé qué me pasa, pero sus mensajes los aprecio con todo mi corazón.

Las quiero mucho ♥️