—Eunwoo llegaste. —Le dice el omega con una sonrisa.
—Me dijiste que te urgía verme para lo que planeas. Heme aquí.
Jungkook apretó sus puños y empujó su lengua contra su mejilla. La razón por las que eran rivales es que desde la secundaria siempre eran los primeros lugares en todo. Ya sea natación o cualquier deporte que eligieran. Todo le copiaba, por eso le caía tan mal.
Han mantenido una relación de hostilidad que cuando se ven en eventos, se nota lo mal que se caen. El y Jimin han sido amigos desde hace un tiempo. No sabe si ha tenido intenciones sobre Jimin, pero a su lobo no le agrada para nada.
Se acerca a ellos de modo territorial. Hanna iba a decirle algo cuando él alfa ya estaba muy cerca de Jimin.
—Cha Eunwoo. Hace tiempo que no nos vemos.
Jimin se quedó mirando al alfa, parecía ¿molesto?
—Jeon Jungkook. Si tiene tiempo sin vernos. ¿Cómo va todo?
—Va todo de maravilla. ¿A qué has venido?
Jimin siente el fuerte aroma de Jungkook sobre él como si quisiera marcarlo con su aroma. ¿Lo hace o lo está malinterpretando?
—Vengo a ayudar a Jimin con la decoración, dijo que necesitaba ayuda.
—No sabía que te dedicas a eso.
—Lo hago desde hace un tiempo. Trabajo en la empresa de mi hermano y me uní a ellos en Diseñador de eventos.
Jimin carraspeo. Se estaba mareando con el olor de Jungkook. Además parecía que se mataban con las miradas.
—Eunwoo es muy bueno en lo que hace, él organizó junto a su familia la boda de mi prima. Me gustó mucho la elegancia con la decoró todo. Por eso lo mandé llamar.
—Vale, entiendo. Entonces vamos a la junta, hay mucho que hacer.
—Tranquilo, solo quería saludar más tiempo a Jimin, hace tanto que dejamos de comunicarnos.
Jimin iba a responder, pero Jeon le ganó.
—Estamos ocupados, Cha. Así que no queremos perder el tiempo con estas cosas banales. Andando.
Eunwoo estaba por decir algo más, pero no dijo nada. Parecía que ambos echaban chispas.
—Después hablamos. Tengo otra junta y mi tiempo es limitado, así que…
—Está bien Jimin.
Eunwoo quería ir detrás de Jimin, pero Jeon le ganó y se puso de tras. Hanna quién vio todo hizo una mueca por lo que acaba de pasar. Su idea moderna se fue al caño, pero verá el fracaso que será cuando su jefe no tenga los buenos resultados. Lo cliché es tedioso.
La junta comenzó mientras Jimin dice las ideas claras que ya tenía sobre la decoración. A Jungkook le gustaron algunas por lo que implementó más ideas. Claro que Jimin las aceptó. Hanna quién se mantenía callada solo anotaba lo que su jefe le decía.
Jimin podía sentir que el corazón se le salía. Tal vez estar recapacitando sobre dejar al alfa, no le gustaba. Le daban ganas de decirle que alejara a su alfa, pero no podía. No quería volver a terminar como en su futuro.
Pero es que su rico aroma a Vino de uvas le era difícil de evitar. A su mochi le gusta.
—Pondré las rosas en esta parte y terminaremos el evento con esto. ¿Qué te parece Jimin?
Jimin sale de sus pensamientos.
—Sí me parece perfecto.
—Empezaré con la organización cuando la tenga vendré y te diré.
—Muchas Gracias. Estoy seguro que vas a hacer un gran trabajo.
—Confías en mí que es lo importante.
Eunwoo le mira de una manera que Jimin no puede descifrar. Lo deja pasar ya que debe pensar mal.
—¿Estás de acuerdo Jungkook? —le pregunta Jimin.
—Si, creo que tienes razón. Esto quedó mejor de lo que pensaba. Tu idea es mejor.
Le acaricia el cabello, acto que hace años no hace, ya que solo le hacía ese gesto cuando eran niños. Eso se sintió tan bien para Jimin.
Hanna interrumpió.
—Señor, recuerde que tiene una junta hoy a las ocho.
Jungkook quitó la mano lo que a Jimin le molesto.
—Es a las siete así que no hay prisa. —quería quedarse un poco más con Jimin o al menos hasta que se fuera Eunwoo.
—Pero señor….
—Dije que después me voy. Vete tú y organiza todo. —le gruñó y Hanna solo asintió.
Jimin se sorprendió por cómo le habló. El recuerda que después se fue con ella e iban muy felices de no llevarlo con él. Eso lo ha dejado desconcertado.
—Bien me iré. Con permiso.
Hace una reverencia y se marcha. Jungkook espera a Jimin también lo corra lo que Jimin hace.
—Te encargo eso. Gracias por todo.
—De nada, nos vamos Jimin y Jeon.
Este les sonríe y se marcha cerrando la puerta. Alfa y omega se quedan solos por lo que la tensión se siente entre ellos.
—¿No te molesta que le haya contratado verdad? —hace la pregunta Jimin.
Jeon toma asiento y niega.
—Claro que no. La boda de tu prima fue muy bien hablada cuando a toda la decoración. Siempre me han gustado tus gustos y no los voy a cuestionar.
—¿Entonces por qué me pediste que escuchara la idea de esa secretaría? Sabes que tiene un pésimo gusto, debiste contratar a alguien más.
Tenía molestia contra ella, obvio que sí. Aunque no quiere dar a anotar lo mucho que odia que esté cerca del alfa. Joder, es que era malditamente difícil arrancar a Jeon de su corazón. No quiere meterse más entre él y esa omega, pero no puede.
Aunque se mantendrá distante e indiferente como hasta ahora.
—Lo siento. Creí que sería algo bueno e innovador. Sin embargo tu idea me ha gustado más.
Jimin le sonrió.
—Arregle todo lo que se hablara sobre la junta hoy a las ocho. —Cambió el tema.
—Por alguna razón ese tipo no me da confianza. Me siento como un dejavu.
Dice Jeon levantándose para esperar a Jimin e irse juntos a la empresa.
—¿Por qué? Si no lo haz conocido.
—A veces intuyo estas cosas. Pero si tu quieres escucharlo no me voy a oponer.
—Muy bien. Entonces en marcha.
—¿Me llevas? No traje mi auto. —le dice Jungkook a Jimin.
—Claro.
Jimin sonrió en pequeñito, pero no quería hacerse tontas ilusiones.
Sabes tu lugar Jimin. Sabes qué pasará si estás de intenso.
Ambos fueron al estacionamiento subiendo al auto juntos. Más tarde llegaron a la empresa. Jimin y Jungkook caminaban, listos para asistir a la junta importante que tenían programada.
Jimin no podía evitar sentirse nervioso. Estar cerca de Jungkook siempre lo hacía sentir de esa manera, pero hoy era diferente. Era como si su presencia lo hiciera sentir extraño, como si algo dentro de él estuviera cambiando.
Jimin intentó sacudirse esa sensación, pensando que solo estaba alucinando. Tenía que dejar de lado todos esos sentimientos y enfocarse en la junta. Pero mientras caminaban, no podía evitar mirar a Jungkook, quien parecía estar en su propio mundo, sin notar su presencia.
Llegaron al edificio y caminaron juntos hacia el elevador. Entraron y, en ese momento, Jimin empezó a sentirse mal. Un gran y fuerte dolor de cabeza lo invadió, haciendo que se derrumbara en el piso del elevador.
Jungkook se preocupó de inmediato y se arrodilló junto a Jimin, sacudiéndolo suavemente.
—¿Estás bien? ¡Park, respondeme! —gritó Jungkook, intentando que Jimin reaccionara.
Pero Jimin no respondía. Era como si estuviera en un estado de trance, con los ojos vidriosos y la mirada perdida. Jimin podía ver que estaba luchando por recordar algo, pero las imágenes parecían ser difusas y borrosas.
Su lobo moría de dolor.
Jungkook se puso de pie y empezó a gritar, pidiendo ayuda. El elevador se detuvo en el piso más cercano y las puertas se abrieron, permitiendo que Jungkook saliera y buscara ayuda.
—¡Ayuda! ¡Necesito ayuda! —gritó Jungkook, corriendo hacia la recepción.
Los empleados de la empresa se apresuraron a ayudar, llamando a los servicios de emergencia y enviando a alguien a buscar al médico de la empresa.
Mientras tanto, Jungkook regresó al elevador y se arrodilló junto a Jimin, quien todavía estaba inconsciente.
—Cerecita, por favor, despierta —susurró Jungkook, usando el apodo que le decía de pequeño, lo sacudió suavemente— Jimin...
Jimin estaba perdido en sus adentros con un montón de imágenes que no comprendía. Algunos alfas llamaron al doctor de la empresa, mientras Jeon lo cargaba entre sus brazos llevándolo a su oficina.
El alfa estaba muy preocupado, no tenía idea de qué le pasó, pero tenía mucho miedo.
⋆。‧°ʚ🌹ɞ°‧。⋆
Taehyung salió del taxi y miró alrededor, asegurándose de que estaba en el lugar correcto. La calle estaba llena de tiendas de repuestos, pero él sabía exactamente dónde estaba el taller de su novio, Hoseok.
Caminó por la calle, disfrutando del sol y del aire fresco. Era un día hermoso y Taehyung se sentía feliz de estar cerca de su alfa. Hoseok era un alfa bueno y honrado, y Taehyung se había enamorado de él por su bondad y su sentido de justicia.
Era el alfa correcto por eso él y su omega están tan enamorados. Lástima que se tienen que ocultar.
Cuando llegó al taller, Taehyung vio a un amigo de Hoseok, Félix, trabajando en un coche. Félix era un hombre alto y delgado, con un cabello oscuro y una sonrisa amable. Taehyung lo saludó con una sonrisa y Félix se acercó a él.
—Hola, Taehyung —lo saluda Félix, sonriendo— ¿Qué te trae por aquí?
—Vine a visitar a Hoseok —respondió Taehyung— ¿Está aquí? ¿Espero no importunar?
Félix asintió.
—Claro que no, tu eres su omega así que no digas eso. Si, está en la parte de atrás, trabajando en un motor. Le hablaré.
Taehyung asintió y esperó mientras Félix se alejaba para hablar con Hoseok. Un momento después, Taehyung escuchó el sonido de pasos detrás de él y se dio la vuelta para ver a Hoseok acercándose a él con una sonrisa en el rostro.
Hoseok era un alfa alto y fuerte, con un cabello oscuro ondulado y ojos castaños. Tenía una sonrisa cálida y una mirada que hacía que Taehyung se sintiera seguro y amado.
—Hola, mi amor —dijo Hoseok, abrazando a Taehyung por detrás y besándolo en la mejilla— Me alegra que hayas venido a visitarme.
Taehyung sonrió y se dio la vuelta para abrazar a Hoseok.
—Me alegra verte. Te extrañaba.
Hoseok sonrió y besó a Taehyung en los labios.
—Yo también te extrañaba. Vamos a hablar un rato. ¿Quieres algo de comer? Mi madre me pidió invitarte.
—Claro que sí. Amo la comida de tu mamá.
—Iré a limpiarme un poco, ya vuelvo.
Taehyung asintió y Hoseok se fue a limpiar la grasa de sus manos y mejillas. Cuando regresó lo tomó de la mano, llevándolo fuera del taller y hacia la calle. Mientras caminaban, Taehyung aseguraba que su peluca era castaña no se veía fea.
Debido a que su hermano le prohibió volver a ver a Hoseok, ya que no es un alfa de estatus y dinero, lo mantenía vigilado todo el tiempo. Eso causaba mal a Taehyung por su su lobo, cuando no pudo ver a su alfa en tres semanas casi se muere de soledad. Aún así Jimin jamás cedía a dejarle ver a su alfa.
Hasta que Taehyung planeó tomar clases de piano, así pudo fingir ir y venir a ver a su alfa en vez de las clases. Solo así pudieron estar juntos otra vez. Usa una peluca castaña y pupilentes que cubren sus hermosos ojos verdes. No quería que sus fotos salieran en revistas y chismes.
Hoseok no estaba de acuerdo porque él amaba su cabello rojo, pero entendía que esto lo hace su omega para poder verse.
—Mamá te extraño. Dijo que le gustaría que probaras su pollo frito.
—¿Hizo algo nuevo?
—Aja... ahora hizo una salsa barbecue que dice que será su éxito más grande.
—Confío que seguro será así. Tu madre es una omega muy buena y con talentos culinarios maravillosos.
—Lo sé. Solo no se lo digas porque de por si se cree que algún día hará un episodio con el chef Lee Yeon Bok.
Taehyung se ríe y ambos llegan al local de pollo frito de su suegra. Ella es una omega amable y no se diga del padre de su alfa, son un matrimonio envidiable. Son el ejemplo de matrimonio único y amoroso.
Aunque también su cuñada era un amor. Siempre le dice que que levio a su tonto hermano. Todos la familia Jung era maravillosa, con ellos siempre siente que tiene una familia.
Entran y lo primero que ven es a la señora Jung con algunas cajas y a su hermana apuntó de irse a sus clases.
—Madre déjame ayudarte. —le dice Hoseok a su madre quitándole las cajas.
—Cariño que bueno que llegas. Ponlas en la cocina.
—Buenos días madre. —saluda Tae y la omega lo mira y sus ojos se iluminan.
—¡Tae, mi niño! Que bueno que estás aquí. —ella lo abraza con mucho cariño—. Mira nada más, estás tan delgado ¿porque no comes algo he? Tengo algo muy bueno que seguro te va a gustar mucho.
Ella lo toma de la mano y lo adentra a su casa. Tiene un negocio adelante y detrás está su pequeña casa. Puede ser pequeña, pero se siente tanto amor aquí.
—Toma asiento, cariño.
—Gracias madre. —se sienta en la sala— ¿padre no está?
—Salió temprano por algunas herramientas que necesitan para el taller. Ya sabes como son los alfas con los autos.
—Hobi me dijo que preparó una nueva salsa.
Llega Jiwoo y tuerce los ojos ante lo que dijo Tae.
—Oye cuñis, sé que amas a Hobi pero si no te gusta la salsa de mamá se honesto. A mi me dio mala indigestión.
Se burla a lo que su madre le lanza un bollo a la cabeza que ella lo atrapa.
—¡Oye, niña grosera! Ustedes tienen el estómago sensible de su padre.
Jiwoo se ríe. Se pone sus zapatos y su mochila.
—Nos vemos cuñis, adiós mamá.
—Que te vaya bien.
Sale de la casa y llega Hoseok con su dulce omega.
—¿Mamá ya quiere torturarte a ti también?
—No digas eso. —lo codea Tae sonrojado.
La señora Jung entró en la habitación con un plato en las manos, sonriendo orgullosamente.
—Taehyung, te traje algo especial —dijo, poniendo el plato frente a él— Alitas de pollo cubiertas de salsa barbiquiu. Espero que te gusten.
Taehyung miró el plato y se sintió un poco nervioso. No sabía qué esperar de la salsa barbiquiu de la señora Jung, pero estaba dispuesto a probarla.
Hoseok, que estaba sentado al lado de Taehyung, se rió y dijo:
—Mamá, si le das indigestión a Tae, tú lo curarás.
La señora Jung le dio un zape a Hoseok.
—¡Auh! Eso me dolió.
—Pues deja de decir esas cosas. No te preocupes, hijo. Sé lo que hago. Anda, prueba.
Taehyung sonrió.
—Estoy encantado de probar tus alitas de pollo, señora Jung. Gracias por preparar algo especial para mí.
—Mi omega sabe cómo ser educado, ¿verdad, mamá?.
Taehyung tomó una de las alitas de pollo y la probó con un poco de temor. Pero al final, se sorprendió de lo deliciosa que era. La salsa barbiquiu era rica y sabrosa, y las alitas de pollo estaban cocidas a la perfección.
—Esto es delicioso! —dijo Taehyung, sonriendo— La salsa es rica y sabrosa. ¡Gracias, señora Jung!
Hoseok también probó una de las alitas de pollo y se quedó asombrado.
—Mamá, esto es increíble. La salsa es la mejor que he probado en mi vida. Se combina con mi boca, creo que me volveré adicto.
La señora Jung sonrió felizmente, sabiendo que había hecho algo espectacular.
—Me alegra que les guste. Me esforcé mucho en mejorar la salsa. Fue una noche dura, pero creo que lo he logrado.
—Lo has hecho mami. Estoy seguro que a los clientes les encantará tu nueva salsa.
—Hobi tiene razón, madre. Es perfecta.
Taehyung come más mientras su suegra lo mira con cariño.
—Te voy a enseñar a cocinar mis recetas. Quiero que cuando yo no esté aquí, ustedes se hagan cargo de todo esto.
—Mamá no digas eso. Parece que llamas a la muerte. —la regaña Hoseok.
—Aigo.... mi niño se preocupa por su madre.
—Claro que sí —se levanta y la abraza— Te quiero demasiado mi hermosa mamá.
—Ya, ya ya... deja de ser tan empalagoso. —la señora Jung se rio dulce al ser amada por su hijo—. Iré a preparar algo para que se almuercen.
—Yo le ayudo, madre. —dice Taehyung poniéndose de pie.
—Claro que sí cariño, vamos sirve que te enseñó para cuando te independices.
Taehyung la sigue mientras su novio va con ellos. Ama mucho como todo entre ellos funciona tan bien. Menos por la parte del hermano que no lo quiere. Pero él se armará de valor y le mostrará a ese omega llamado Park Jimin que él ama bien a Taehyung y que jamás lo dejará o lastimara.
Aunque la última vez que eso pasó no le fue nada bien. Aún así no se daba por vencido. Él daría hasta su alma por su omega.
⋆。‧°ʚ🌹ɞ°‧。⋆
Jimin dormía pacíficamente en la sala, rodeado de la preocupación de sus compañeros de trabajo, quienes estaban afuera esperando saber qué le pasó. Jungkook se acercó al doctor que había llegado a la empresa para atender a Jimin.
—¿Estará bien? —preguntó Jungkook, con una nota de preocupación en su voz.
El médico asintió.
—Sí, estará bien. Fue un gran mareo debido a la falta de alimentación, el estrés y falta de sueño. Su cuerpo simplemente explotó.
Jungkook repitió la frase, como si no pudiera creerlo.
—¿Falta de sueño?
El médico asintió de nuevo.
—Sí, no ha dormido bien. Sus defensas están bajas. Necesita comer bien y dormir al menos 12 horas al día para su recuperación.
—Gracias por atenderlo.
—No hay de qué. Solo dele estos medicamentos y que coma bien, si es posible algo más de azúcar.
—Le diré, gracias por todo.
Mientras el médico se iba, Jungkook se quedó con Jimin, mirándolo con una mezcla de preocupación y culpa. Su lobo comenzó a gemir de tristeza al ver al omega de esa manera.
Jungkook se acercó a Jimin y le acarició la mejilla, intentando entender qué estaba pasando con él. Primero su accidente y ahora esto.
Recordó el día que fueron a París por un trabajo, y cómo Jimin, ebrio, le había confesado su amor. Cómo casi habían hecho algo que no podían deshacer. De ahí porque Jimin se sintió tan posesivo con él.
Pero Jungkook se había detenido, y había alejado a Jimin de él. Ahora se sentía culpable, pensando que si no hubieran discutido, tal vez Jimin no habría sufrido el accidente que lo había dejado sin memoria.
Jungkook suspiró y se sentó a lado de Jimin, tomando su mano.
—No sé qué es lo que te pasa —le dijo en un susurro,—pero ahora yo voy a estar pegado a ti. Me encargaré de que comas y duermas bien, y no me importa si te quejas. Solo quiero que estés bien.
Jimin se removió, pero no despertó. Jungkook sonrió y le apretó la mano, sintiendo una sensación de protección y cuidado que no había sentido antes.
Mientras tanto, Hanna miraba la escena desde la puerta, su rostro reflejando una mezcla de sorpresa y curiosidad. Cerró la puerta en silencio, sin querer interrumpir. Pero claro, con otras intenciones.
Bunel bueno, las cosas se pondrán bien dramáticas. Y con Taehyung bien bonitas.
Chao las amo.
Mi marido con mi hijo viendo como shipeo a dos de sus compadres jajajaja 🤣
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro