
𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏 | 𝐞𝐥 𝐡𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞𝐥 𝐭𝐫𝐞𝐧
2021
Ya habían pasado seis años desde que So-Yun se había reencontrado con Na-Yeon, su hermana.
—Nana — la llamo alegremente mientras entraba al pequeño departamento que habían conseguido con el trabajo de las dos
—YunYun — la recibió con una sonrisa — ¿qué tal te fue?
So-Yun sonrió y se echo en uno de los sofás que habían en la sala.
—compré varios billetes de lotería — sonrió mientras se los mostraba
Na-Yeon la miró.
—¿tú crees que eso funcione? — preguntó
—no se — encongio los hombros — pero vale la pena intentar, ¿no?
—si, tienes razón — sonrió
Na-Yeon tomó asiento en el sofá del frente.
—vale la pena esto — soltó So-Yun mirándola — recuerda lo que queremos
Na-Yeon la miró y suspiró.
—¿tú crees que lo logremos?
—claro que sí — sonrió mientras se enderezaba — con tu trabajo y el mío ya ganamos algo y si me gano la lotería tenemos los boletos de avión asegurados
Aún no sabían dónde pero las hermanas Kim tenían planeado irse lejos de corea y hacer sus vidas en otro país.
—dios te escuche — murmuró
Hubo un silencio.
—¿y qué tal te va a ti? — sonrió con picardía
—¿por qué sonríes así? — alzó una ceja mientras la miraba extrañada
—¿qué tal te va con ese galán que siempre viene al bar? — sonrió con entusiasmo
Na-Yeon rodó los ojos mientras sonreía.
—¿te refieres a Young-il? — la miró
—nooo, a él espíritu santo — dijo de manera sarcástica
Na-Yeon soltó una pequeña risa.
—me va bien — sonrió — si, creo que bien
So-Yun la observo feliz.
Hace mucho que no veía feliz a su hermana y para ella, Na-Yeon se merecía lo mejor del mudo. Ese pensamiento fue el que la llevó a hacer todo lo que terminaría arruinado sus vidas...
Sacó su teléfono y empezó a ver YouTube.
—¿otra vez? — sonrió divertida
—¿que? —levantó su mirada para mírala
—si que te gusta ese chico — se burló
—no me gusta — aclaró
—si, claro — definitivamente Na-Yeon no le creía nada
Ella volvió a mirar la pantalla de su teléfono.
El chico del canal MG Coin la había flechado desde el primer momento en que lo vio.
—disculpe — la llamaron
So-Yun se encontraba en su trabajo de camarera en un bar.
—si, dígame — se acercó a los clientes que la llamaron
Luego de tomar la orden y hacer su trabajo observo el escenario del lugar. Na-Yeon trabajaba en el mismo lugar pero ella cantaba. So-Yun siempre pensó que su hermana tenía una voz hermosa y no era porque fuera su hermana, sino porque en verdad lo pensaba.
Na-Yeon terminó la canción y se dirigió a su camerino.
So-Yun sonrió emocionada.
—toma, toma — So-Yun le dio su delantal a una de sus compañeras y se dirigió a toda prisa al camerino de su hermana
—¡Nana! — la llamo mientras tocaba la puerta
Unos segundos después Na-Yeon la recibió con una sonrisa.
—YunYun — se hizo a un lado — pasa
So-Yun sonrió y entró a la habitación.
—¿pasó algo? — preguntó mientras cerraba la puerta
—quería decirte que hoy regresaré más temprano a la casa — dijo mientras se recostaba en el tocador
—¿y eso? — preguntó mientras tomaba asiento en el banquillo frente a su tocador
—tengo cosas que hacer — dijo mientras jugaba con los lápices labiales que habían ahí
—¿por qué tan misteriosa? — sonrió
—es una sorpresa — se enderezó — pero te prometo que luego de esto comprenderás mi buen humor — se acercó por detrás y tomó los hombros de su hermana que la miró a través del espejo — después de lo que he hecho no tendrás que trabajar en este lugar — besó su mejilla — bueno, me voy — sonrió — nos vemos en la casa — se dirigió a la salida
Na-Yeon volteó a verla.
—te amo, YunYun — le sonrió antes de que saliera de la habitación
—y yo a ti, Nana — sonrió y cerró la puerta
....
So-Yun llegó al pequeño departamento que compartía con su hermana. Dejo sus cosas en el suelo y corrió a su habitación.
Una vez en su habitación, se dirigió a tomar su computadora. La abrió y empezó a buscar lo que la había tenido emocionada toda esta semana.
—donde está, donde está — murmuró mientras buscaba
Su mundo se cayó en el momento que vio la pantalla.
—mierda... — murmuro mientras sentía el pánico invadir su cuerpo
Había sido estafada...
2024
Habían pasado tres años desde la última vez que vio a Na-Yeon.
No podía estar más ahí, no después de lo que hizo. Na-Yeon nunca se lo perdonaría. Sabía que no, porque su último recuerdo de su hermana era su pelea. Aún recordaba el rostro de ira y frustración de Na-Yeon, y le dolía saber que ella había ocasionado eso...
Ahora se encontraba en su nuevo trabajo.
—Kim — la llamó su jefa — no puedes seguir así
—¿de qué habla? — frunció el ceño confundida
—esta semana has llegado tres veces tarde y a los clientes no les gusta tu trabajo — la miró seria
—¿qué? — fue lo primero que salió de su boca — solo fueron tres veces
—este mes — le corrigió — los meses pasados también fueron así y honestamente estoy harta de eso
—señora Park — la miro — lo siento mucho, en serio. Le juro que no volveré a llegar tarde
—So-Yun — suspiro — te contraté sabiendo que fuiste alcohólica y tuve paciencia contigo pero a los clientes no les gusta tu atención y tus faltas son muchas. Lo siento pero estás despedida
So-Yun asintió resignada.
—entiendo — la miro — muchas gracias por todo señora Park...
—espero que te vaya bien, So-Yun — le sonrió ligeramente
—gracias — murmuró antes de salir del despacho de su jefa, o mejor dicho, su ex jefa
Bajo las escaleras y de dirigió a la salida del local.
En cuanto pisó la calle sacó su cigarrillo y su encendedor y empezó a fumar.
Se recostó en el muro y observó el cielo oscuro.
Después de lo que pasó hace tres años So-Yun se había metido en el mundo del alcohol. Se volvió alcohólica y felizmente hace un año había logrado salir de ese vicio. Pero en un país como en corea era difícil encontrar trabajo si habías sido una maldita alcohólica como solían llamarla.
Dio la última calada a su cigarrillo y lo tiró al suelo.
Empezó a caminar hasta que giró en una esquina que la llevaba por un callejón, era el atajo que tomaba cuando quería llegar lo antes posible a la pocilga que tenía de "casa"
—¡oye! — oyó una voz gruesa
Se giró y maldijo en voz baja.
—quiero mi dinero — se le acercó — ¿lo tienes?
So-Yun suspiro antes de mirarlo.
—hoy me despidieron — no quería demostrar miedo pero su voz salió más temblorosa de lo que hubiera querido — aún no lo tengo
—mira, Kim — la acorraló contra la pared — págame todo este fin de semana o podemos buscar otra manera de que me pagues — puso sus manos en la cintura de la chica
So-Yun lo miro con el ceño fruncido.
—vamos muñeca, no pongas esa cara — le acarició el rostro con su mano derecha mientras que la otra bajaba a su cadera — te ves fea así
—te conseguiré el dinero, vale? — dijo queriendo terminar la conversación de una vez por todas
—espero que sea así — sonrió. Una sonrisa que aunque no quería admitirlo, le dio escalofríos — nos vemos, preciosa — le dio un beso en la mejilla antes de irse
So-Yun se limpió la mejilla de manera agresiva mientras lo veía irse.
—imbecil — murmuró
Y él solo era uno de los muchos prestamistas a los que le debía...
Un nuevo día buscado trabajo...
¿El resultado? Igual que siempre, no consiguió nada.
Ahora se encontraba en la estación de tren esperando para poder largarse lo antes posible a su "casa"
Sacó su cigarrillo y como siempre, empezó a fumar para relajarse.
Sintió como alguien se sentaba a su lado pero no le tomó importancia.
—señorita — oyó la voz de un hombre — ¿tiene un minuto?
Se giró a verlo.
—¿me habla a mí? — alzó una ceja
El sujeto asintió con una sonrisa.
—perdón pero no quiero comprar ninguna tarjeta — trató de cortar la conversación
—no se trata de eso — se acomodó para mirarla mejor — quisiera hablarle de una gran oportunidad que le va a...
—¿qué me va a cambiar la vida? — lo interrumpió — ¿eso iba a decir? — se burló
—señorita, ¿quiere jugar un juego conmigo? — le preguntó
So-Yun frunció el ceño.
—¿qué? ¿Me vio pinta de prostituta? — bufo — sabe, usted es muy atractivo pero no trabajo en eso
—gracias por el cumplido — sonrió mientras abría su maletín
So-Yun, curiosa se acercó para mirar el interior.
—señorita, ha jugado Ddakji, ¿cierto? — le mostró los dos papeles doblados en forma de cuadrado. Uno rojo y el otro azul — juegue Ddakji conmigo y cada vez que me gane le daré 100 mil wones, ¿le parece?
—¿y si usted gana? — le preguntó
—usted me da 100 mil wones — respondió con tranquilidad
So-Yun suspiro. La idea era muy tentadora. Ese dinero podía ayudarle a pagar su deuda para el sábado y así librase de un imbecil. El problema era que ella no tenía 100 mil wones para darle.
—¿qué es esto? — dijo irónica — ¿una cámara oculta? — miró alrededor
—no señorita, no es una cámara oculta — río ligeramente
Ella lo miró.
—mas le vale que no sea una broma — lo señaló con su dedo índice — porque sino lo mataré
El sonrió.
—dejaré que usted empiece primero, ¿qué color le gusta más? — le mostró el rojo y el azul
Ella toma el azul.
—sosténgame esto — dijo mientras se quitaba su cigarrillo y lo ponía entre los labios del contrario
El la miró un poco sorprendido pero no se quejó y tomó el cigarrillo.
Empezaron a jugar. El Ddakji era uno de los juegos que mejor se le daba y esperaba que su estrategia no fallara ahora.
Tiró la tarjeta azul que impactó con existo en la tarjeta roja.
—bien — murmuró feliz
Miró una vez más las tarjetas antes de mirar al sujeto frente a ella.
—quiero mi dinero — extendió su mano
El asintió con una sonrisa y se dirigió a su maletín para tomar el dinero.
¿Acaso este tipo nunca deja de sonreír? Se preguntó So-Yun mientras lo miraba.
El sujeto regreso frente a ella y le extendió los 100 mil wones.
So-Yun tomó de inmediato el dinero y sonrió mientras lo guardaba en su bolsillo trasero.
—continuemos — la hizo a un lado antes de levantar su tarjeta roja y tirarla al suelo
Mierda... pensó mientras veía que impactaba sobre la tarjeta azul y esta se volteaba.
Él la miró y notó su mirada preocupada.
—¿no tiene cómo pagar? — inquirió
Ella lo miró tratando de no demostrar lo nerviosa que estaba.
—puede usar su cuerpo para pagarme — sonrió
Ella frunció el ceño.
—señor, ya le dije que no trabajo en...
Un golpe en su mejilla la interrumpió.
Ese tipo la había abofeteado.
—¡¿qué carajos le pasa?! — gritó furiosa
—descontaré 100 mil por cada bofetada — habló con su actitud calmada que tenía desde el momento en que le habló
Ella sobó su mejilla y empezó...
—wow, que boca — murmuro mientras veía como la chica lo maldecía en mil idiomas
Luego de que lograra calmarse, suspiró y pasó una mano por su cabello.
—bien, sigamos jugando
....
No sabía cuánto tiempo había pasado pero ya llevaba varios golpes en la mejilla.
—aquí está su dinero — puso el total que había ganado sobre sus manos
A So-Yun le brillaron los ojos cuando vio el dinero. Definitivamente lograría pagar varias de sus deudas.
—escúcheme — empezó a hablar mientras veía a la chica contar su dinero — puede ganar mucho jugando estos jugos unos días, ¿no le gustaría probar su suerte?
—¿qué es esto? ¿Experimentó social? — se burló — ya tengo el dinero, no pienso caer en sus jueguitos — dijo mientras se sentaba
Él se acercó y se agachó frente a ella.
—Kim So-Yun, 29 años de edad — eso hizo que su sonrisa se borrara y levantara su mirada para encontrar el rostro del contrario frente a ella — hija menor del famoso matrimonio Kim. Fue educada en casa. A la edad de 17 años empezó a trabajar en un mini market luego trabajó en el bar llamado club evans. Su último trabajo fue en el restaurante Park y hace una semana que está desempleada — la chica frunció el ceño — tiene una hermana mayor de 34 años de edad y no la ve hace 3 años. Debe a muchos prestamistas, al banco y fue estafada en 2021 — finalizó
So-Yun se levantó haciendo que el se levantara para estar frente a frente con ella.
—¿cómo demonios sabe tanto sobre mí? — se acercó enojada — ¿es un acosador?
Él le sonrió y sacó una tarjeta del bolsillo de su traje.
—¿qué es eso? — inquirió confundida
—piénselo, podrían cumplirse sus sueños
Ella tomó la tarjeta.
—espero su llamada — sonrió
—¿qué? ¿Me está pidiendo una cita? — habló divertida — sabe, lo pensaré — se volteó para dirigirse a la salida.
Mejor no tomaría el tren, primero iba a comprarse su cena.
El la observó irse.
—tenían que ser hermanas... — murmuró con una sonrisa
....
So-Yun caminaba animadamente con las bolsas de comida. Después de mucho tiempo podría comer una buena cena.
Llego a la habitación que alquilaba y dejo las bolsas sobre la pequeña mesa que tenía.
Se sentó en la vieja colchoneta que tenía y sacó la tarjeta del bolsillo de su abrigo.
Había ganado un poco de dinero para pagar alguna de sus deudas pero para la deuda más grande que tenía no, y esa era con su hermana. Por culpa de ella se había arruinado todo lo que habían construido juntas y así también sus sueños.
—así que juegos unos días ehh? — observó pensativa la tarjeta — que más da, no pierdo nada
Sacó su teléfono y marcó el número que indicaba la tarjeta.
Si usted elige jugar, diga su nombre y fecha de nacimiento hablo una voz a través del teléfono.
—Kim So-Yun, 10 de octubre de 1995
Holii 🤍
Aquí tenemos el primer capítulo ✨ ¿qué les pareció? ¿Les gustó? Si fue así cuénteme qué parte del capítulo les gustó más, me gusta mucho leer sus comentarios.
Me ayudan mucho dejando su voto y comentario ⭐️💬
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