•Narración en primera persona, perspectiva de Senju

En lo personal, no me gustan las clases de inglés, es más, las odio. Tal vez esa es mi excusa de hoy para saltarme la charla incomprensiblemente abrumadora de la profesora, aunque siempre lo hago.

Realmente, no me arrepiento.

Me es más divertido estar sentada en la parte trasera del colegio, donde sé perfectamente que nadie viene, con un cigarrillo en mano y la vista pérdida hacia algún punto interesante en la carretera que hay después de la valla.

El humo sale indiscreto de mis labios cuando siento la conocida sensación de ahogo, tomó aire pausadamente y me planteo con seriedad si debería saltarme la reja. No es tan alta, calculo que menos del metro y medio, no sería tan difícil.

Me pierdo un poco más en mis pensamientos, absorta en lo que sea que esté pasando al frente mío. Creo ver a dos tipos peleando desde sus carros, al parecer habían tenido un choque a baja velocidad, pero el humo del cigarro hace estragos en mi mente y no termino de entender que dicen, aunque me gustaría saber.

Pasan varios minutos y no hay otro show que dé inicio, no puedo reprimir un suspiro decepcionado y lanzar el cigarrillo al suelo para al instante pisarlo con ganas. Recién iba por la mitad, pero me gusta malgastarlos y luego molestar a Takeomi para que me compre más.

Enciendo otro sin apuros y me recuesto más cómodamente en la pared detrás mío, sumergiéndome en la calma que me produce ver el humo hacer formas en el aire y terminar desvaneciéndose unos metros más alto mientras lo sigo con la mirada.

Conociéndome, hubiera seguido así unos 15 minutos más, pero mi tranquilidad se va rápidamente cuando siento unos pasos aproximándose por la esquina a mi lado. Me sobresalto, pero no me termina de importar lo suficiente como para salir corriendo de ahí y simplemente me quedo mirando expectante a quien sea que venga.

Luego de unos segundos -bastante eternos a mi gusto- veo a alguien asomarse con, lo que yo supongo, timidez mientras me mira directamente, hasta pareciese que me buscara, pero borro ese pensamiento con rapidez de mi mente y subo la mirada para ver quien era.

Divisé, para mi suerte, a otra estudiante posiblemente mayor que yo, algo delgada y podría apostar que me llevaba más de 10 centímetros en altura, poco verdaderamente, pero por mis queridos 1.54 metros bastante notable. Me tomo unos segundos para observarla mejor y notó la cabellera rosa caer por sus hombros -aunque no termino de entender de que color es su cabello-, un uniforme totalmente arreglado y, finalmente, sus ojos.

Si me lo hubiera propuesto hubiera podido pasarme media hora apreciando sus ojos, y me hubiera parecido poco. Desde que los vi supe que tenía que tirarles una foto, o tal vez arrancárselos con una cuchara, lo primero que pasara. Eran finos, rasgados y grandes comparados con los comunes, sus pupilas eran llamativas y parecían ser afiladas, estas estaban clavadas en mí, como si mirara a una presa, sumando que la forma de sus ojos daba la sensación de cansancio, aunque suponía que eso era más por genética que verdaderas horas de insomnio.

Ella es bonita, pero no se lo voy a decir.

Dejo mi extraño análisis a la muchacha presente y aclaro "disimuladamente" mi garganta antes de hablar con un tono aburrido, mirando ahora hacia la calle ▬Dile al profesor que te mandó que no voy a ir, y que si quiera que venga a buscarme él personalmente.

Veo que no se mueve y tengo el presentimiento de que se me queda mirando fijamente, estoy a punto de mandarla a irse cuando siento que finalmente habla ▬No me mandó nadie a buscarte▬ responde sencillamente, y su voz me parece verdaderamente linda.

▬¿Y por qué estás aquí si se podría saber? Mejor lárgate, no estoy de humor▬ arqueo una ceja mientras hablo y exhalo bastante humo tratando de sacarla de ahí, aunque bueno, estamos a una distancia de 5 metros aproximadamente, no creo que funcione.

Se toma unos segundos en los que la veo juguetear nerviosa con sus manos mientras mira algún punto fijo del suelo, al final la veo mirarme nuevamente y me estremezco no muy visiblemente bajo su mirada afilada ▬Sólo... quiero saltarme una clase aquí... si no te molesta▬ termina diciendo y en menos de dos segundos empieza a sobar insistentemente su nuca mientras vuelve a bajar la mirada.

Yo sólo atino a mirarla con desconcierto, ¿esa niñita de mamá queriendo saltarse una clase? Si yo pensé por un momento que era hasta parte del consejo estudiantil.

▬Si claro, y cuando te deje me vas a ofrecer droga, ¿no?▬ comento con burla, pero ella ni siquiera parece inmutarse mientras me mira, al parecer era mejor opción ignorarme ▬Tsk, haz lo que quieras, pero no me molestes.

Cuando suelto lo último veo de reojo como se pinta una pequeña y rápida sonrisa en su rostro. Unos segundos después ya estaba sentada a mi lado, a menos de un metro y mirando directamente a la nada concurrida calle delante de nosotras, ni siquiera pareciese que le prestaba atención.

▬Y bien... ¿por qué la señorita quiere saltarse una clase?▬ rompo finalmente el silencio mientras apago el cigarro en mi mano, no sé si le moleste y prefiero no preguntar.

▬El profesor de biología me cae mal, no me gusta su manera de hablar, es... asqueroso▬ responde después de unos segundos sin dirigirme la mirada, asiento lentamente en silencio. Yo odio a todos los profesores, pero a ese más. Nos volvemos a quedar calladas y ella es la próxima en hablar ▬¿Y tú por qué?

▬Tengo clases de inglés, y esa vieja habla muy rápido para mi gusto, además que no le entiendo nada▬ suelto sin más a la vez que piso una rama cerca de mis pies y la escuchó crujir. Es relajante, y mi acompañante parece pensar igual, ya que hace lo mismo unos segundos después. Esta vez vuelvo yo con las preguntas ▬¿En qué grado estás?

▬Onceno.

▬Lo supuse, eres mayor que yo por un año▬ ella me mira, como si ya lo supiese, y a mí me termina extrañando esa sensación, pero no incomodando.

Nos quedamos otra vez en silencio, y yo me maldigo internamente porque mis habilidades sociales se están yendo directo por el caño, por alguna razón no tengo ganas ni de preguntarle su nombre. No he levantado la vista del suelo en unos cuantos minutos, pero sé que me está mirando, no es muy discreta ▬Oye... me gusta tu vida.

Yo la miro extrañada y con una ceja alzada ▬¿A qué te refieres?

▬Vives sin preocupaciones, no te molesta que piensen lo demás por mucha gente que hable de ti y siempre vas con una sonrisa por delante. Sé que tu vida como va es una mierda, "robar para evitar ser robada" creo que dijiste una vez, y me sorprende que no te preocupe, pero a veces me gustaría ser tú por un rato y olvidarme de las cosas▬ responde como si fuera un discurso y ya lo hubiera ensayado antes -lo cual no me sorprendería- y se queda tranquilamente mirando los árboles moverse arriba de nosotras.

Yo me quedo algo... no, bastante atónita con lo que me acaba de decir, ¿tendré un club de fans y no me habré enterado?

▬Vaya, no sabía que era famosa, me halagas▬ respondo de vuelta sin saber muy bien que decir en el momento, pero me lo pienso unos segundos y retomo ▬¿Y por qué no haces lo mismo que yo? Digo, si quieres tener la misma vida que llev-

▬No es tan fácil▬ me interrumpe y siento su tono algo desganado ▬No es tan fácil para mí, por mucho que me gustara▬ repite, para que yo lo entienda y a la vez ella también.

▬¿Y eso quién lo decidió? Haz lo que quieras, es tu vida, ¿no?

▬Mi familia no opina lo mismo▬ comenta con la cabeza gacha y puedo sentir que estoy escuchando algo que tal vez, sólo tal vez, no debería ▬No tengo la misma libertad que tú, o eso creo...

Lo pienso detenidamente, y al final termino parándome justo a su lado mientras ella me mira, confusa ▬¿Sabes? Me caíste bien. A partir de ya eres mi amiga y te arrastraré a la mala vida para que te olvides de esas tonterías de tu familia▬ hablo animada, en ese mismo momento con complejo de superhéroe y le tiendo la mano sonriente.

Ella se queda estática, posiblemente analizando que carajos acabo de decir, sin embargo y justo cuando me pensaba rendir en parecer su ángel guardián e irme de ahí insultando por doquier, ella toma mi mano con bastante gentileza y la ayudo a pararse.

Ya a mi lado y confirmando que es más alta que yo, me sonríe y siento mi alma abandonar mi cuerpo por unos segundos ▬Yuzuha... Yuzuha Shiba, ese es mi nombre.

▬¿Shiba? Ahora entiendo porque mencionabas a tu familia, son muy conservadores, ¿no?▬ preguntó cuando recuerdo de donde había escuchado el apellido y ella asiente rápidamente.

Ah, con razón tenía pinta de niña de casa...

▬Bueno, yo soy Sen-

▬Senju Akashi, lo sé, todos hablan de ti... aunque yo diría que cosas no muy buenas▬ me interrumpe por segunda vez mientras mira hacia la muy interesante nube que pasa justo por arriba de nosotras.

▬Ojalá mi amistad te enseñé a no interrumpir a las personas...▬ susurro entre dientes. Ella parece abierta a rebatir pero se calla cuando ambas escuchamos el timbre sonar.

Hora de salida, cuanto te extrañé.

▬Uf, mi momento favorito del día ya llegó, vamos antes de que alguien nos encuentre aquí▬ comentó con la sonrisa más grande que soy capaz de tener y, como tomo confianza fácil, la agarro del brazo sin aplicar mucha fuerza mientras la jalo para que camine.

No paso desapercibido como, en sí, su brazo está tenso, y pienso que tal vez está estresada, un cigarro no le vendría mal...

No sé ni como pero terminamos a unos metros alejadas de la preparatoria, donde me doy cuenta que ella vive en la dirección contraria de mi barrio y me veo en necesidad de separarnos ya.

Ella se despide con la mano y antes de que se aleje me termino acercando y dejo un cigarro en su mano, el cual mira, extrañada ▬Para que te relajes, estás tensa.

▬Pero-

▬Fumalo cuando nadie te vea si eso es lo que te da miedo, al principio sabe mal y vas a quererlo tirar al contenedor más cercano, pero créeme que funciona.

Siento su mirada posarse en mí y sé que está indecisa, es lo normal, finalmente se lo guarda en la mochila y la despido con la mano mientras se va.

Suspiro cuando ya está bastante lejos y me voy con el aura más alegre de mi vida, se que me están mirando raro, pero no me importa.

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▬¡Hermano, llegué!▬ grito enseguida que entro por la puerta y lanzo la ya vieja mochila a la junta de muelles que tenemos por sofá en casa. Él me mira raro cuando se asoma por la cocina, yo nunca le aviso cuando llego, nunca.

▬¿Y tú qué traes? Primero Haruchiyo que me abraza no más llegar y me dedica todo el amor fraternal que nunca me ha dado y ahora tú, ¿es mi cumpleaños y no me enteré?▬ pregunta con una ceja arqueada mientras ve como me deshago de los molestos zapatos y corro a su encuentro, abrazándolo por el cuello.

Suelto una risita ante su comentario y después de unos segundos de total confusión para él me separo ▬Bueno, parece que Haru no fue el único que tuvo un buen día...▬ suspiro sonriente mientras cierro los ojos y me cruzo de brazos, abro uno por un momento y lo veo mirándome expectante, a lo que sonrio para mis adentros, es un chismoso.

▬¿Piensas hablar o no?▬ pregunta impaciente y me vuelvo a reír.

▬Verás... hoy me salté una clase, la de inglés específicamente, y fui a la parte de atrás a fumar, lo normal, tú sabes. Entonces, como obviamente soy la favorita de Dios, conocí a una chica bonita, muy bonita, y hablamos un poco. Pues resulta que ella quiere tener un estilo de vida como el nuestro, creo que porque su familia es muy controladora, es una Shiba, tú ya debes saber por donde van los tiros. Y bueno, yo me ofrecí a ser su amiga y arrastrarla a la mala vida, y adivina... ¡aceptó! Oficialmente conocí al amor de mi corta vida, felicítame▬ conté rápidamente, casi sin respirar, pero sé que Takeomi me escuchó completamente.

▬Felicidades entonces, ¿te hago una fiesta?▬ pregunta sarcástico.

▬Me gustaría, si hay alcohol mejor▬ respondo siguiéndole el juego, y se molesta, como siempre ▬Por cierto, no me había fijado, que feo delantal, pareces tía chismosa con cuatro divorcios y foto de piolín en el WhatsApp.

Él se mira de arriba a abajo y se hace el ofendido, como si de verdad su delantal amarillo chillón con un patrón de pollitos y manchas de aceite regadas por doquier estuviera bonito. Simplemente lo ignoro y subo las escaleras mientras él grita algo sobre no darme de comer, dejar de mantenerme y no sé qué otras cosas.

Antes de llegar a mi habitación toco suavemente la puerta de Haru y cuando sé que me está escuchando grito felizmente ▬¡Haru, dentro de pronto tendrás una clienta nueva, luego me agradeces!▬ me voy sabiendo que él no tiene las suficientes ganas de salir de su habitación y preguntarme por eso, seguro lo hará después, por lo que me dirijo a mi habitación, sintiendo el habitual chirrido de la puerta cuando la abro.

Me tiro a la cama sin pensarlo, sonrió mientras veo el póster de aquella película de terror que robé en el cine hace un tiempo pegado en el techo, ni siquiera sé de que trataba, pero se ve mala.

Pienso en lo de Yuzuha y debato en las mejores formas de corromper su alma de niña buena. Ya le di un cigarro, ¿qué sigue? ¿Darle alcohol? ¿Enseñarle a robar? ¿Nadar con vagabundos?

Bueno, la última se oye interesante.

No me decido y sé que no es necesario, así que me recuesto mejor en mi cama que rechina con tan sólo respirar y me dispongo a terminar mis 12 horas de sueño diarias.

Cierro los ojos, mientras me alegro mentalmente por este día, y así tranquilamente termino dormida.

Ja, ojalá no la encuentren fumando, o tal vez no la vuelvo a ver.

•Palabras aproximadas: 2422 palabras
(wtf rompí mi récord😦)

__Dije que iba a publicar esto el siguiente fin de semana, quedé 🤡

__Bueno no sé, lo de la narración en primera persona fue de último momento, quería intentarlo y tengo que admitir que es un buen recurso

__Ah, y perdonen por el intento de humor bien chafa, se hace lo que se puede😔